🍑 Capítulo 44 🍑

La noche era pesada, y el clima frío no me favorecía en absoluto. ¿Cómo reaccionará Taehyung al verme?, no lo sé. Había pasado casi un mes, es demasiado.

Mi cabeza era un mar de lamentos y malos pensamientos, me estaba atormentando sin razón. Soy igual que Taehyung, me convertí en él sin darme cuenta.

—Bienvenidos a la central de Daegu, —la voz masculina me trajo a la realidad— por favor cuiden sus pertenencias y les deseo una linda noche a todos, bienvenida, señorita Kim.

Sonreí. Taehyung siempre tiene que llamar mi atención de formas que nunca imagino.

Por ahora solo quería relajarme. Todo me agotaba, sobre todo la mierda de Joy y sus juegos sucios. ¿Estará Minho vivo?, por primera vez pensé en su bienestar. Aunque, en realidad me importaba poco si estaba vivo o muerto. Todo lo que quería en ese momento era estar en los brazos de mi hombre, ser egoísta, mala y tonta por un momento.

Ser la chica buena me agotaba. Soohyun me enseñó a ser egoísta, Joy me enseñó a cuidar lo que me importa y Minho me enseñó a ser menos tonta con quienes me rodean.

Ahora estaba entendiendo todo esto.

Incluso tuve tiempo de pensar en mi madre al recorrer las calles de Daegu. Ahora estaba aprendiendo a vivir con lo que era. Ji An no tuvo una vida feliz por culpa de un hombre que no la dejó ir, además no se defendió de él.

—Tenga una linda noche. —El chofer se despidió.

Sonreí. La casa de Taehyung, aquella en la que realmente se había criado estaba frente a mí. Era sencilla, de dos pisos y decorada como una linda cabaña. Toqué el timbre, esperaba que Taehyung abriera, pero fue una linda viejecita la que atendió. Debe ser la abuela de Taehyung.

—Buenas noches... —Sonreí nerviosa.

—Linda, pasa. —Me adentró a la casa jalando mi muñeca con delicadeza.

Aquella casa era cálida y acogedora. Me hacía sentir como si realmente estuviera visitando a mi abuela, pero no, era la abuela de Taehyung.

—Mi osito me dijo que vendrías, —se sentó en el sofá luego de darme una taza de té— ¿eres Yerin, Jung Yerin?

—Sí. —Hice una leve reverencia.

—Realmente estoy admirada, —sonrió de una forma vacía— no creí que Taehyung llegara a casarse algún día. Varias chicas huyeron de él, pero tu no.

—No lo haré, sé lo que quiere decir, pero no voy a dejar a Taehyung aún después de lo que hizo.

—Es un psicópata cuando...

—No. —Negué con la cabeza— Él no se mide cuando yo no estoy cerca, y si le digo que no haga algo no lo hace. Yo debo estar con él.

—Eres increíble. —Sonrió— Me quedaría a charlar, pero necesito que veas a Taehyung, está desesperado con que quiere verte.

— ¿En dónde está?

—En un hospital psiquiátrico, —borró su sonrisa en segundos— mi hijo insistió en meterlo ahí.

—Por favor, —mantuve la calma— haga que lo saquen, él no debería estar ahí.

—Lo haré solo porque me dices por favor.


— ¿En dónde está Yerin? —Preguntó Taehyung por milésima vez.

—Ella estará aquí en unos minutos, Hye Ji dijo que se aseguraría de que llegara bien, ¿quieres que esté aquí hasta que llegue o...?

—Puedes irte con la doctora Do si eso es lo que deseas, Yoongi. —Taehyung sonrió.

No quería dejarlo solo, había salido apenas de un hospital psiquiátrico, no sabía que haría si lo dejaba así. Yerin debe estar en camino, trate de convencerme de que estaba haciendo lo correcto al dejarlo solo en aquella habitación costosa de hotel.

—Hye Ji-ah, —dije al teléfono—  ¿puedo dejarlo solo? Al parecer Yerin llegará pronto.

—Estará bien, —respondió riendo— a no ser que quieras una función de porno en vivo.


—Una función tuya no estaría nada mal. —Contraataqué sonriente.

—Muy gracioso, Min. —Dijo con sarcasmo— Hay una fiesta de disfraces a unas calles del hotel, ¿por qué no vienes un rato? Para aprovechar la venida a Daegu, escuché que las fiestas son mejores aquí.


—No tengo un disfraz. —Traté de buscar excusas, pero, en realidad si quería ir.

—Déjate de cosas, —pausó— traigo maquillaje conmigo, solo ven.


—Ya que insistes. —Reí.

—Por mi me voy de jerga toda la noche, no te voy a estar rogando, ¿vienes o no?


—Espera ahí, ¿tienes la dirección? —Esta chica es igual que en la escuela superior.

—Te la daré, no tardes. —Colgó.

Unos minutos y ya estaba por las calles casi vacías de Daegu buscando el dichoso bar. Hye Ji estaba afuera, lucía realmente linda, pero casi me desmayaba al verla de frente. Min Yoongi esa mujer debe ser tu esposa, me dije.

Vestía un crop top blanco, una chaqueta rosa de plástico transparente, short blanco de tiro alto y botas altas blancas. Básicamente el outfit de Ariana Grande en Side to side. Sonreí al cruzar las miradas.

—Hey, tardaste. —Dio un golpecito a mi hombro.

—Perdona, pasé a comprar dignidad, porque seguro la perderé en esta fiesta.

—Lo que digas, vamos~

Me adentre en el bar de la mano de Hye Ji, nos dirigimos a los baños, no dudó en entrar al de hombres. Estaba por detenerla, pero, ¿qué diferencia hay en un baño de hombres o de mujeres cuando todos están ebrios? Aparte, había varias parejas ahí besándose.

Entró al baño después de mí, le puso seguro a la puerta para luego indicarme que me sentara sobre la tapa del baño. Se puso a ahorcadas de mí, trague saliva nervioso.

—Te quedarían bien algunos moretones, —abrió su bolso lleno de maquillaje— no será difícil.

— ¿Traes eso a todos lados? —Reí.

—No, —negó levemente— creí que los Kim querrían venir conmigo, por eso lo traje. Venía a Daegu para traer a Yerin, pero sabía de la fiesta y no pensaba quedarme en el hotel aburrida.

—Tiene sentido, por cierto, lindo disfraz.

Ella clavó su mirada en mí. Una mirada que decía un millón de cosas que no podía descifrar.

—Gracias, eres el primero que elogia mi ser sin mencionar mi piel bronceada. —Volvió al maquillaje.

—Creo que es linda, mejor que las coreanas que no necesitan disfraz para parecer muertas.

—Eso también debería ofenderte, piel de vampiro. —Bromeó.

Sonreí. Terminó el maquillaje antes de que pudiera responder. Salimos del baño, alcance a darle un vistazo al espejo, había hecho un buen trabajo.

—Si escuchas que hay una chica sobre la mesa bailando Look at her now soy yo. —Rió.

Me enfocaba en verla bailar. Nunca había sido fan del baile, en realidad lo odiaba, pero era diferente cuando ella estaba cerca. No supe en qué momento pasaron las horas, el lugar se había llenado casi al límite, comenzaba a odiarlo.

—Hye Ji-ah, —la llamé casi gritando por la música ensordecedora— ¿no quieres que nos vayamos?

—Sí, ya se infestó de perras. —Sonrió.

La tomé de la mano dirigiéndome a la salida, pero no pasaron ni dos minutos cuando sentí como Hye Ji soltaba mi mano. Voltee, Hye Ji discutía con una chica, la cual estaba ebria.

— ¿Qué carajo te pasa? —Gritó.

—Perdona, amiga, tienes un gran culo y no pude evitar nalgearlo ¿no quieres hacerlo conmigo?

—Vete al diablo, malparida. —Escupió Hye Ji con furia.

Ambos salimos, no sin antes estar detrás de ella, vigilando que ningún sucio (o sucia) volviera a manosearla.

El camino fue algo incómodo, sobre todo por las miradas que ambos atraíamos, más Hye Ji por el tono de su piel. Los comentarios racistas se detuvieron al llegar al hotel en el que estaba, ambos nos detuvimos frente a la puerta de mi habitación. Inserte la tarjeta quitando el candado de la puerta.

—Fue divertido, —rompí el hielo— realmente me gustó salir contigo.

—Claro, debió de gustarte. —Ambos reímos— Descansa, Yoongi, debes estar cansado, nos vemos mañana.

Por un demonio, Yoongi, deténla. Y efectivamente lo hice, tomé su mano.

—Quédate. —Dije lentamente. Estaba nervioso, esa chica me hacía hacer y decir cosas que nunca imaginé.

Sus ojos cafés se clavaron en mí. Se acercó lentamente a mi rostro, rozando sus labios a los míos sin vergüenza alguna.

—Haces que haga cosas que mi boca niega, Min Yoongi, pero mi mente ruega, —susurró— me haces sentir necesitada.

Abrí la puerta detrás de mí. Estaba seguro de que no me arrepentiría de esto, menos si era ella quien me hacía quererlo.


















Un capítulo tan largo que casi se me caen los dedos 〰〰

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top