⚖ Capítulo 14 ⚖
—Yerin~ —Hablé tratando de sonar tierno.
Era la primera vez que llegaba temprano a casa. Luego de todas las horas extras venían los descansos y días libres. Aunque era extraño que papá me hubiese dado el día libre no veía lo malo en aprovecharlo. Entré a la habitación en busca de Yerin. Su cama estaba arreglada y el exterior estaba completamente limpio, incluso el escritorio estaba vacío.
—Omma. —Caminé hasta el pasillo.
—Ella no está. —Habló desde su habitación, en donde estaba frente al espejo.
— ¿Fue a algún lado? —Me acerqué notando algo extraño en ella.
—Regresó a Corea, con su amigo sonriente.
— ¿Por qué estás así? —Me incliné para quedar frente a su rostro— ¿Pasó algo?
—No, aún no.
— ¿"Aún no"? —Pregunté algo confundido.
—Lo peor está por venir, hijo. —Sonrió— Pero, nada puede hacer que caiga.
Escuché como tocaban a la puerta con fuerza. No pasaron ni 5 segundos cuando la puerta principal fue derribada. Policías del estado habían llenado la casa registrando todo, incluso con ayuda de algunos criminólogos y canes. El oficial al mando me abordó luego de esposar a mi madre bruscamente.
—Joven Kim, me temo anunciarle que la señora Kim Taeyeon está bajo una orden de aprehensión. Según la corte suprema de Corea del Sur, tiene una demanda presentada justo ayer. Deberá acudir inmediatamente a su país de origen, siendo privada temporalmente de pasaporte, tanto nacional como internacional. Las posesiones y artículos de valor fuera de su casa quedan a la propiedad suya, Joven Kim, según afirma el testamento de ella misma.
— ¿Puedo saber cuáles son los cargos?
—No puedo otorgarle dicha información, Joven Kim.
—Gracias, oficial.
Era increíble que a pesar de todo el escándalo que se podría armar con una orden como esa no perdiera la paciencia ni saliera de mis cabales. Creo que realmente no me importaba el hecho de que inspeccionaran la casa, mi madre no ha hecho nada malo y dudo que puedan encontrar algo sin mi conocimiento. El oficial se alejó luego de que otros escoltaran a mi madre hasta afuera, en donde un auto la esperaba. Llamé a papá, respondió luego de segundos.
—Papá, ¿demandaste a mamá?
—No lo hice, pero sé quién lo hizo. —Río.
— ¿Tienes idea de cuál es el cargo?
—No. De hecho, sigo investigando por qué la demandó.
— ¿La conozco? —Pregunté suponiendo que diría que no.
—La conoces tanto como la palma de tu mano.
— ¿En dónde estás? —Se escuchaban reporteros y algunas voces.
—Afuera de la corte, deberías conseguirle un abogado a esa mujer, prepararé mis palomitas para esto. —Colgó.
Hi~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top