—Taehyunnie~ —Logré despertar, era casi madrugada.
—Ve a dormir. —Dije después de gruñir.
—No tengo sueño, —sonrió— vamos a caminar.
—Saca a Yeontan, el si quiere. —Le di la espalda.

Yerin levantó la cobija, me voltee abrazando la almohada. Se acercó a abrazarme por detrás haciendo que simplemente me volviera a acomodar. No correspondí, tenía tanto sueño que mis emociones ni siquiera funcionaban en ese momento. Me voltee de nuevo para poder verla, me observaba con una sonrisa. Comenzó a tocar mi rostro mientras yo intentaba no dormir, el tacto de sus manos en mi rostro hacían que luchara por quedarme despierto.

—Tae, Taehyunnie, Oppa... ¿Cómo quieres que te diga? —Ahora era realmente Yerin, lo sabía por sus mejillas sonrojadas. Sonreí.
—No me importa cómo me llames, —borró su sonrisa observándome confundida— siempre y cuando estés conmigo.

La abracé con una sonrisa. Respondió alegre. La luz comenzó a entrar en la habitación, el sol radiante se aproximaba lentamente anunciando la mañana de aquel día.

—No me importa si no hablas conmigo. El tenerte en mi vida ha sido el mayor regalo que pude haber obtenido, —susurré en su oído— gracias por existir.

Yerin me abrazó con más fuerza. Pude escucharla tararear una canción de aquel grupo de chicas con voz de rata. Ambos sabemos que somos diferentes, como agua y aceite, pero, ¿acaso eso importa? No. Al menos a mí. Incluso si ella no es el amor de mi vida, dejaría pasarlo solo por estar con ella.

—Te diré bebé. —Abrí de nuevo los ojos— Eres como un bebé. A veces no te entiendo, hago todo lo posible porque estés feliz, haces rabietas, eres cariñoso, juegas a pesar de que crees que no lo haces y no puedes demostrar tus sentimientos con palabras. —Se separó de mi para verme cara a cara— Pero, yo soy la única que puede aguantarte y alegrarte, aunque a veces me dan ganas de tomarte por el cuello y matarte para arrojar tu cuerpo al río.
— ¿Gracias? —Reí. Picó mi mejilla.
—Bien, bebé, solo ríe cuando estés conmigo. —Besó mi mejilla.
— ¿Es una promesa? —Asintió— Bien, entonces, no seas cariñosa con ningún chico que no sea yo. Menos con ese Eun Woo, es más guapo que yo, podrías irte con él fácilmente.
—Aigoo, que celoso eres, bueno, mejor ni hablo. —Suspiró— Trataré de no serlo.

Me levanté estirándome como un gato después de su siesta de la tarde. Yerin se levantó haciendo exactamente lo mismo, al estirarse pude ver como su blusa corta subía por encima de su ombligo. Rápidamente la bajé haciendo que cubriera su abdomen.

—Hey, no uses esas blusas en público. —Dejó un ligero beso en mis labios con una sonrisa.

Después del desayuno salimos a una "cita", la cual había sido gracias a mi madre. Creo que ya hasta había hecho los arreglos de la boda cuando ni siquiera le había pedido matrimonio, ni siquiera sabía si Yerin pensaba en ello. Centro comercial, cine, plazas y parque de diversiones. Eso es lo que pasa cuando Yerin maneja las salidas, eran mucho más divertidas que cuando yo organizaba las citas; museos, cenas silenciosas y elegantes, compras en distintas tiendas de ropa y juegos de ajedrez, ni siquiera sabía porque esa vez habíamos ido ahí.

— ¿Qué quieres? —Respondí al teléfono, mi padre había interrumpido mi atención centrada a Yerin.
—Soy yo, hijo~ ¿Te recuerdo a qué fuiste a Inglaterra?
—Una palabra, siete letras; Trabajo.
—Exactamente, el mayordomo...
—Le di el día libre, iré por mi cuenta.
—Como quieras. —Al fondo se escucha una voz— Señor Kim, el joven Jung lo espera.
— ¿En dónde estás? —Pregunto rápidamente.
—Debo irme. —Colgó. Jung es el apellido de Yerin.

Yerin tiene un hermano mayor, pensé observando fijamente a Yerin. Sonríe saludándome enérgicamente. Una chica se acerca a mi lado. Me giro al verla hacer una reverencia.

—CEO Kim, seré su asistente. Soy la asistente Soo Young, puede llamarme Joy.

Amixs, dejo el capítulo 7u7