ɪɪɪ: ᴊᴇɴᴏ

Los militares volaron por los aires cayendo esparcidos por todas partes, rompiendo algunas ventanas, puertas o cayendo uno encima de otro.

Y Jaemin, Jaemin se sentía en otra dimensión.

Esa electricidad de antes volvió a recorrer todo su cuerpo y por alguna razón le gustó. Se sentía como una droga y sólo quería más de ello hasta morir de sobredosis.

Al abrir sus párpados lo primero que vio fueron aquellos ojos brillantes que le miraban fijamente, sin embargo la mirada del chico estaba llena de furia y a la vez preocupación cosa que trajo devuelta a la tierra a Jaemin recordando qué había pasado hacia menos de 5 minutos.

–Jeno. —dijo cuando vio a más militares acercándose apresurados, pasando por sobre los cuerpos de los otros.

El peli-blanco volteó el rostro y las venas de su cuello se volvieron más resplandecientes, era como una fuente de energía que estaba a punto de explotar una vez más.

–¡Espera! —le agarró del hombro cuando este intentó apartarse para estar listo a pelear— ¡Jeno, escúchame!, sólo tenemos que correr no tienes porqué hacer esto otra vez.

Jeno aún no volteaba a verle, sus ojos seguían puestos en aquellos uniformados que empezaron a apuntarles.

–No hay tiempo.

Con su brazo derecho empujó a Jaemin detrás suyo al mismo tiempo que comenzaron a disparar, sin embargo Jeno fue más rápido y con las pocas fuerzas que aún le quedaban de su cuerpo hizo que saliera una onda mucho más fuerte y abrasiva que las anteriores haciendo que tanto las balas como todos los cuerpos que antes había ahí fueran arrastrados y terminaron estampados contra todas las paredes que se interponían en su camino rompiendo de paso varios vidrios de ventanas, puertas y de más objetos por la potencia de la onda.

–Wow...eres...eres increíble —soltó Jaemin impresionado.

Sin embargo su asombro quedó en segundo plano de un momento a otro. Jeno se tambaleo un poco frente suyo antes de caer de rodillas y si no hubiese sido por el peli-azul su cabeza se hubiese estampado contra el suelo.

Jaemin lo sostuvo lo más rápido que pudo gritando su nombre. Las venas en el cuerpo del chico ahora tenían una tonalidad morada oscura y sudaba demasiado haciendo que su cuerpo diese pequeños espasmos.

–Hey, hey. ¿Qué te ocurre? —pudo escuchar cómo su voz tembló al pronunciar cada palabra— Responde, vamos.

Le dio unas palmaditas en la cara y le revisó el pulso, para su sorpresa el corazón del peli-blanco parecía palpitar demasiado rápido preocupándolo de inmediato.

–Demonios. —intentó levantarse sujetando al chico por debajo de sus axilas— Vamos ángel, vas a estar bien ¿ok? Por ahora tenemos que irnos.

Comenzó a caminar con dificultad teniendo el brazo izquierdo ajeno rodeando su cuello y él sujetando su cintura mientras lo arrastraba.

A lo lejos divisó unas luces de auto el cuál venía a gran velocidad. Éste frenó justo en frente suyo y el sentimiento de alivio le llenó todo el cuerpo al tener en frente a su amigo conduciendo aquel auto.

–¡Entra! —le gritó apresurado.

Jaemin no lo dudó y se acercó lo más rápido que pudo al auto. Tenía la suerte de éste era descapotable por lo que pudo abrir la puerta de los asientos traseros y acostar el cuerpo tembloroso del peli-blanco en estos sin ningún problema.

–¡Jaemin, ¿qué mierda?! —le gritó su amigo observando al peli-azul cerrar la puerta trasera y de un salto meterse al auto— ¿Te trajiste a un muerto?

–¡Ahora no Chenle, acelera!

–¡Te trajiste a un maldito tieso!, ¡esos son asientos nuevos!

–¡Que aceleres maldita sea!

Se escuchó un disparo un poco cerca de donde ellos estaban, la bala rozó justo la mejilla derecha del menor que se encontraba en el volante. Éste se tocó la herida observando que en sus dedos había un poco de sangre.

–Na Jaemin, ¿en qué mierda te metiste?

–¡¿Quieres pisar el acelerador de una puta vez?!

–¡Bien!

Empujó su pie en el acelerador con demasiada fuerza haciendo que las ruedas del auto giraran varias veces provocando un poco de humo por el caucho quemado y salieron disparados con los uniformados a punto de llegar donde ellos y volver a disparar.

–¡Te dejo ir solo un par de horas y montas un gran show!, ¡traes un puto tieso, nos disparan los uniformados y estamos huyendo de la ley en riesgo de que nos acribillen¡, ¡¿qué más falta?!

En eso se escuchó cómo un helicóptero comenzó a acercarse a ellos y les apuntaron con una luz azul persiguiéndolos ahora.

–¡Na Jaemin!

–¡Puedo explicarlo!

–¡Y una mierda!

–¡Puedo explicarlo, lo juro!





Habían podido escapar de la persecución, les dispararon un par de veces más pero ninguna bala llegó a ellos y tenían la suerte de que ese auto tenía la misma función que la moto de poder camuflarse por lo que cuando se metieron en un túnel usaron ese modo para poder escapar.

Habían sido perseguidos por 1 hora y media y para poder escapar sin ser vistos ni escuchados tuvieron que esperar otra media hora en aquel túnel metidos en un pasadizo secreto que no muchos conocían. Luego tuvieron que desviarse varia veces al salir al fin por lo que tardaron 2 horas en poder llegar a su destino.

En todo ese tiempo Jeno no había despertado pero al menos ya no temblaba y sus venas habían vuelto a la normalidad. Jaemin se había pasado a los asientos traseros con el peli-blanco para poder verificar su estado y que siguiera con vida, en todo eso tuvo el tiempo suficiente para explicarle todo y con lujo de detalles a su amigo quien mantuvo una cara neutra todo el tiempo. No fue hasta que habían llegado que se animó a hablar.

–Tengo una pregunta...bueno, varias, pero la más importante ahora. —dijo cuando ya habían adentrado el auto al garaje y estaba bajando el portón de éste asegurándose de que nadie les estuviera persiguiendo ni observando.

–Dispara. —dijo intentando sacar a Jeno del auto y fallando casi miserablemente, se encontraba muy cansado él también.

–¿Por qué mierda lo trajiste contigo? —preguntó mientras introducía el código en el panel del portón— Es decir, te conozco y sé que ésta no es la primera vez que presencias cómo se llevan a alguien por cualquier cosa y nunca hiciste algo para ayudarlos. —volteó a verle encontrándose con el peli-azul batallando con poner al chico en su espalda y así cargarlo más fácil— Y ahora vienes con éste extraño chico y lo cuidas como si le debieras la vida.

–Al grano Lele. —soltó con la voz ahogada por hacer tanto esfuerzo.

–Es que no lo entiendo. —se acercó a él y le ayudó a subirlo mejor a su espalda para luego cerrar la puerta— ¿Qué lo hace diferente del resto?

—el mayor alzó las cejas no comprendiendo la pregunta— No entiendo, ¿diferente de qué?

–De todos. —se encogió de hombros— Creo que incluso si hubiese sido yo no te hubieses tomado tantas molestias de una sola vez.

–¿De qué estás hablando? —soltó una de las piernas del chico en su espalda para luego posar la mano en el hombro del más pequeño— Si lo dices en plan a que no te cuidaría eso es una mentira Lele. Eres como un hermanito para mí ¿entiendes?, haría todo eso y más por ti.

—el menor sonrió enternecido y a la vez con gracia— Lo sé. —colocó su mano encima de la contraria y le dio unas palmaditas— Pero no lo harías de ese modo.

Sin dejar que el otro dijera algo más quitó la mano que reposaba en su hombro y comenzó a caminar hacia la puerta del garaje que conducía al interior de la casa dejando a un muy confundido chico y un tieso detrás.

Jaemin sólo sacudió su cabeza intentando no darle importancia a esa extraña conversación y caminó también hacia la puerta entrando así a la casa. Se merecía más de una cerveza ahora.






Escuchó la radio, o mejor dicho la mala transmisión de una radio a lo lejos. Era la voz de un señor pero realmente no lograba distinguir que decía, quizás era por la mala señal o porque aún no estaba bien en sus cinco sentidos.

De igual forma eso quedó en segundo plano cuando intentó moverse y todos sus músculos se contrajeron en una especie de calambre, el dolor fue agudo e insoportable tanto así que soltó un quejido diminuto pero aún así sonó un poco fuerte alertando a la persona que reposaba a su lado.

–Oh, haz despertado Ángel. —habló una voz somnolienta que a pesar del dolor pudo distinguir perfectamente— Pero parece que no lo llevas muy bien.

Su cuerpo dejó poco a poco de estar entumecido y lo único que pudo hacer era aferrarse a las sábanas hasta que pasó el dolor. Una vez se fue pudo abrir los ojos despacio siendo un techo de concreto gris con varios pósteres, algunos arruinados y otras puestos encima de los anteriores, lo primero que vieron sus ojos.

–Creí que nunca despertarías de nuevo, me tenías preocupado. —volvió a hablar— ¿Qué haría yo con un cuerpo?, no es muy fácil salir e ir a tirarlo por ahí ¿sabes?

Esta vez sus ojos se encontraron con los del peli-azul quien le miraba curioso, era una mezcla de curiosidad y real preocupación. O al menos eso creyó distinguir.

Trató de levantarse de a poco pero sus músculos se resintieron y le fallaron haciendo que volviese a caer de espaldas a la cama.

–Oye, cuidado. —se acercó a él rápidamente— Aún estas débil, supongo que...sea lo que sea que hiciste te agotó.

Ambos quedaron en silencio en cuanto se mencionó aquello.

Jaemin había hablado un poco con Chenle acerca de lo sucedido. Ambos llegaron a la conclusión de tener cuidado con el chico e interrogarlo en cuanto despertase sin embargo en ese momento no entendía como ese chico tan débil y despistado pudo haber hecho algo como eso.

Lo único que se le ocurría era que el peli-blanco era un experimento del gobierno y se escapó de los laboratorios como aquella vieja serie de televisión famosa de 2016. Things Stranger o algo así.

Claro que quizás, no estaba muy lejos de la verdad.

–¿No bromeabas? —Jeno cortó con el silencio antes que él.

–¿Bromeando de qué?, necesitas ser más específico.

–El año. —su mirada estaba fija en el suelo— ¿En serio es 2130?

–¿Por qué bromearía con eso?

Y nuevamente silencio. Jaemin ya se estaba cansando de tanta incertidumbre y confusión, de tantas preguntas sin respuesta por lo que ya harto, se paró en frente del chico y le tomó de la muñeca un poco brusco para que le voltear a a ver.

–Muy bien escúchame, desde el momento en que te conocí todo ha sido muy extraño y han pasado cosas más extrañas aún así que quiero una buen explicación de qué mierda está sucediendo.

—Jeno frunció el ceño y con un movimiento rápido se zafó del agarre— Estoy agradecido por tu ayuda pero no te pedí que me salvaras.

–Eso no es estar agradecido, uno no se queja cuando le han salvado el trasero.

–No me quejo, pero me parece un poco tonto que exijas explicaciones de una situación en la que tu mismo te metiste. Nadie te obligó a hacerlo.

—Jaemin abrió la boca indignado— Si pudiera te partiría la cara ahora mismo mal agradecido. Sólo dime que mierda está pasando, ¿por qué puedes derribar a más de 30 uniformados con alguna especie de onda rara?

Jeno no cedió, se quedó callado desafiando al contrario con la mirada y apretando la mandíbula.

–¡Ahg!, me irrita cuando te quedas callado, lo hace más misterioso aún.

Ni una palabra, ni un suspiro, quizás ni estaba parpadeando y eso hizo a Jaemin irritar aún más.

–¿Eres alguna especie de robot creado por el gobierno para reemplazar a la humanidad?

—no pudo evitar pestañear cuando la pregunta llegó a sus oídos— ¿Qué?

–¡Ajá, te hice hablar! —le señaló acusatoriamente con su dedo haciendo que Jeno rodara los ojos— Ya pero...¿lo eres o no?

–¿No?

–¿Por qué dudas?

–No lo hago.

–Eso sonó a duda.

–No lo fue.

–Dudaste, yo te escuché.

–Jaemin. —le paró ya harto de esa absurda conversación— ¿Te parezco un robot?

–Bueno...

–Mejor no contestes.

El peli-azul se dejó caer a la cama aprovechando que Jeno seguía sentado en la orilla de ésta. Todo era realmente frustrante y confuso, sentía como si estuviera viviendo alguna historia de ciencia ficción. Que absurdo era todo.

–¿Y un alíen?

–Jaemin.

–Ya ok, perdón es que no encuentro alguna otra explicación lógica a esto y tu no quieres dármela.

Se quedaron nuevamente en silencio, ambos perdidos en su mente. Uno de ellos imaginando mil escenarios posibles que le den lógica a e toda esa situación, el otro rememorando lo ocurrido ese mismo día y tratando de recordar algo más allá de eso sin tener mucho éxito.

–No sé lo que ocurre. —comenzó a hablar sin voltear a verle— No tengo ni idea de lo que está pasando y creo que estoy mucho más confundido que tú. Lo primero que recuerdo es despertar en una habitación sin tener idea ni de cómo me llamo ni porqué estaba ahí y luego un montón de personas armadas comenzaron a perseguirme queriendo acabar conmigo por algo que no recuerdo haber hecho o presenciado cazándome como si fuera un monstruo, quizás lo soy. Pude salir de ese edificio sólo porque algo se activó en mí pero no tengo ni idea de qué es, tampoco sé cómo usarla es como si algo dentro de mi se apoderada de mi cuerpo. Después me salvaste y de ahí ya sabes el resto de la historia, no se más que tú y...estoy asustado.

–Vaya...por primera vez no sé qué decir.

—soltó una pequeña risa que contenía una pizca de gracia— Creo que con eso ya dices mucho.

–¿Puedo decir algo?

–Y ahí vamos de nuevo. —pasó sus manos por su rostro divertido— No sé porque preguntas si de todos modos lo harás.

–Empiezas a conocerme Ángel. —le sonrió cuando este volteó a verle— No creo que seas un monstruo. Bueno, tienes poderes super geniales que quien sabe de donde los sacaste y puedes destruirnos a todos sin problemas.

–Eso ayuda mucho, gracias. —dijo, su voz derrochando sarcasmo.

–Mi punto es, si fueras un monstruo ya lo hubieras hecho, ya nos hubieras aniquilado a todos pero en su lugar estas aquí escondiéndote para que no te maten a sangre fría por algo que, en mi opinión y según lo dejas ver, posiblemente crearon ellos. ¿Quiénes son los reales monstruos entonces?

–Tienes...un punto, supongo.

–Estoy diciendo la verdad. —se sentó en la cama sin dejar de ver el rostro ajeno— Tú no eres un monstruo.

–Entonces si no soy un monstruo, según tú, ¿qué soy? —angustia fue el sentimiento que está vez pintó su rostro a pesar de que intentaba mantenerse serio.

–Eres Jeno. —le sonrió— Ángel, tu eres Jeno.



¿Sería ilegal de mi parte si lo termino aquí?

Supongo que sí PERO antes de que vengan a pegarme y patearme tengo que dar el anuncio:

° No se preocupen seguiré la historia después de que termine el concurso. Verán, el concurso no admite más de three shot y obviamente una historia así necesita más de three shot para ser realmente terminada así que prefiero dejarlo de momento en una especie de "Continuará" y ya después retomarla. No se alarmen.

Con eso fuera del camino, espero que les haya gustado esta aventura tanto como a mí. Perdí la cuenta de cuantas veces he querido estampar mi cara contra la pared una y otra vez porque no sabía como seguir la historia.

Sin embargo, a pesar de que no era lo que tenía planeado en un principio, estoy satisfecho con el resultado y creo que eso es lo que realmente importa.

Ya no tengo más que decir así que
Nos vemos en la próxima actualización 🌙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top