𝟙𝟙. You Again

Yo ya estaba listo en la puerta con mis maletas, enfrente de mi se encontraba Sukhyo, teníamos que despedirnos pero ninguno de los dos parecía tener pensado comenzar a hablar.

Finalmente el primer paso lo dio él, abrazándome con fuerza para después acercarse a mi oído y susurrarme algo - Te voy a extrañar.... Vuelve por favor

Simplemente correspondí su abrazo y apoyé mi frente en su pecho.

- volveré Sukhyo... Lo prometo - dije

Aunque realmente no debería haberlo prometido, en el servicio militar supongo habrán muchas pruebas, además que si hay alguna guerra, que espero que no... Podría llegar a morir....

- ojalá poder ir contigo..... De verdad que no quiero que te vayas, te puedes hacer daño allí.... Quiero protegerte.... - dijo Sukhyo, como si me hubiera leído la mente

- estaré bien... Lo prometo - dije

Y volví a prometer algo que no podía prometer, pero eso es lo que suelen hacer en las despedidas, prometer cosas para que la otra persona se sienta bien.

- No me vas a convencer diciendo ese tipo de cosas Kim.... Sé que te puede pasar algo y que no vas a estar bien en ese caso.....

Es verdad lo que dijo así que simplemente asentí y dejé un beso en su mejilla para después separarme de él lentamente.

- lo siento por irme... Te quiero Sukhyo... - tras decir eso suspiré y tomé mi maleta

- Espera.... Tae..... Puedo.... Hacer algo? Solo una vez y nunca más.... Pero es que lo necesito, lo siento mucho si no te gusta....

Eso me confundió pero asentí con la cabeza, sin saber que era lo que quería hacer.

Segundos después lo descubrí al sentir sus brazos rodear mi cintura y recibir un casto y rápido beso en los labios eso me sorprendió, pero le dejé, no respondí porqué no sabía como reaccionar, pero tampoco me aparté.

Él me abrazó luego de besarme y cerró los ojos por unos segundos, seguramente guardando este momento para no olvidarlo, y yo simplemente... Correspondí su abrazo, ¿que iba a hacer? No iba a apartarme.

- Te amo Tae, no hace falta que respondas..... - susurró en mi oído para luego separarse, suspirar mientras cogía mis manos y mirarme a los ojos como si de mi padre se tratase

No dije nada, y no porque no quería, sino, porque no sabía que decir, simplemente le miré a los ojos.

Ahora mismo me sentía vulnerable, iba a irme solo al servicio militar, y... Esto era mucho para mí, no quiero ponerme pesado, pero quiero que entendáis como me siento.

Sentí un leve apretón de manos y luego como las soltaba, los ojos de Sukhyo estaban a punto de dejar caer lágrimas por sus mejillas mirando ahora a otro lado y sus labios no tardaron mucho en juntarse para apretarse mutuamente

- perdón..... Ya puedes irte..... - me dijo

Yo tragué saliva nervioso y besé su mejilla, para después tomar mis maletas y salir sin mirar atrás.

- Sukhyo... No te olvidaré, lo prometo - dije sin mirar.

Tras aquella despedida de mi ahora excompañero de piso, cerré la puerta con pesadez, y cuando menos me lo esperaba, al alzar la vista hacia el frente, ya me encontraba allá, en la base militar.

El tiempo pasó tan rápido que no me di cuenta del viaje en tren. De hecho ahora mismo estoy esperando a que abran las puertas del campo.

Nadie sabe lo que encontraré aquí dentro, a parte de agotamiento, sudor, heridas, dolor...

Si os soy sincero, no estoy listo mentalmente para todo lo que me espera ahí dentro.

Pero unos pocos minutos después, que se me había hecho eterno, un militar abre la puerta de la base militar y le saluda posicionando su mano en su frente realizando el mítico saludo.

Tardé varios segundos en reaccionar, ¿y que hice? Imité su acción.

- Hola... Soy Kim Taehyung, el nuevo enfermero... - me presenté, bastante informal de hecho, fueron los nervios

- Encantado Kim Taehyung, esperábamos su visita con ansias todos los militares de esta base, adelante, es bienvenido y espero que todos los soldados le traten como se merece

No esperaba esta bienvenida, y mucho menos que me estuvieran esperando, e inconscientemente sonreí e hice una pequeña reverencia.

- estoy ansioso por conoceros a todos - dije con una sonrisa amable.

La verdad es que ahí todos deben estar súper fuertes, vamos, todo lo contrario a mí, yo parezco un espagueti.

El militar sonrió y me guió hasta el campo donde se encuentran los soldados entrenando para presentarme en frente de todos

- Soldados! Atención todos - dice mientras mira alrededor, como si buscara a alguien - Y vuestro entrenador dónde está?

Vi como un soldado dio un paso adelante y posicionó su mano en la frente, supongo que es el superior el hombre que me trajo aquí.

- El entrenador se fue a por botellas de agua señor, estará de vuelta en unos minutos señor - tras decir aquello se volvió a su sitio

- está bien, gracias soldado, mientras vuelve, tengo el honor de presentaros al nuevo enfermero, Kim Taehyung, más os vale demostrar respeto y ser ante todo educados

Todos los soldados me miraron y posicionan su mano en la frente saludándome, después todos a la vez dijeron: "Bienvenido Sr Kim Taehyung".

Esto me sorprendió, pero sonreí e hice una pequeña reverencia.

- Encantado de conoceros soldados

A lo lejos se podía divisar a un hombre vestido tal y como todos los demás, de verde, con unos pantalones de camuflaje de este color, el hombre portaba en sus brazos botellas de agua

Al ver a aquel hombre que se acercaba, guiándome por lo que había dicho aquel soldado, ese sería el entrenador.

Varios segundos después el entrenador nos alcanza y comienza a repartir las botellas de agua, esto me pareció extraño ya que pensé que lo primero que haría sería saludar, pero al contrario, al parecer ni se percató de mí, solo llegó para repartir las botellas de agua a los soldados

Aunque también es verdad que los soldados deben estar cansados y necesitan agua, y con las manos ocupadas tampoco es cómodo saludar.

- Entrenador, da la bienvenida al nuevo enfermero por favor, un poco de respeto - le dice el superior

Miré al superior y seguidamente fijé mi mirada en el entrenador. A mí no me importaba si tardaba más o no.

El entrenador termina de repartir las botellas y se gira hacia mí, finalmente mirándome y dejándome ver su rostro...

...

Sentí como si mi estómago se encogiera y mil agujas se comenzaran a clavar en mi corazón, esto no era posible... ¿Ese es Jungkook?

Su rostro es exactamente igual a él, no podía creerlo, lo tenía delante de mí, mirándome con una expresión neutra

- Bienvenido enfermero. Espero que le sea agradable el lugar

Mis palabras no podían salir, y esta vez fue como un puñetazo en mi estómago. ¿No me reconoce? ¿Por qué tan seco conmigo? No me olvidó, ¿verdad?

Todo están esperando una respuesta por mi parte, pero no puedo dejar de mirarle, mis ojos están fijados en él.

- Preséntese! - gritan los militares para que Jungkook continuara hablando

- Ash, soy el entrenador de los soldados, encantado... - me dice mientras extiende una de sus manos hacia mí

Miré su mano y temblorosa la tomé.

- E-encantado, Jungkook...? - dije en un murmuro

- Cómo le conoce, entrenador?! - gritan los soldados mirándonos a ambos, Jungkook suelta una risita mientras me mira y asiente con la cabeza

Mis ojos se llenaron de lágrimas pero sabía que ahora no era momento de eso, así que rápidamente me limpié. No dije nada, absolutamente nada, y menos solté la mano de Jungkook.

El superior nos separó para a continuación poner una de sus manos en mi espalda, dando a entender que seguiríamos viendo la base militar

Tragué saliva y asentí con la cabeza, mirando a Jungkook, seguía sin creérmelo, esperaba todo excepto esto y cuanto menos me lo espere, el superior ya me estaba llevando a otro lugar

- Ahora le a enseñaré la habitación y le diré cuál es su cama, enfermero Kim - me dijo tras abrir una puerta y darme paso para acceder al interior

Le miré y asentí con la cabeza para seguidamente entrar al edificio. En el interior efectivamente se encontraba la habitación y una puerta al fondo de la sala, seguramente sería el baño o las duchas

- Aquí están las camas, la que le pertenece es esta - dice el superior mientras caminaba hacia mi cama

- ¿puedo dejar las cosas ya? así no llevar todo el peso encima... - pregunté, ya que llevaba las maletas y una bolsa

- claro claro, está como en su casa Kim - me respondió el superior esperándome para seguir con la visita

Cuando dijo eso sonreí un poco y dejé mis cosas en el lugar que me había indicado para después volver con el superior.

- Puedo hacerle una pregunta? - me dijo el contrario, al parecer curioso por algo

- claro - dije mientras le miraba

- ¿qué edad tiene y cómo sabía el nombre del entrenador? - me cuestionó el contrario

- mm, tengo 23, y um... Conozco al entrenador de antes de que viniera aquí... - dije

- Le conoces de antes... ¿Eras su dueño o algo por el estilo? - me dijo mientras cruzaba sus brazos, mirándome como si de algo malo se tratase el conocer al entrenador

Me quedé en silencio varios segundos y luego me dispuse a hablar.

- no exactamente... Yo... Sufría acoso en la universidad, y una vez me pegaron y él vino y me ayudó.... - mentí claramente, pero si decía que nos gustabamos creo que podía terminar mal

- Él te ayudó? -dijo algo serio mirándome en silencio luego de hablar, su mirada me intimidaba cada vez más a medida que los segundos transcurrían

No sabía como responder así que simplemente asentí con la cabeza mirándole.

- Bueno..... Me alegro de que os llevéis bien entonces - dijo para después mirar alrededor y acordarse de algo, o al menos eso parecía por su expresión

- La enfermería, no te la he enseñado, dios que despiste llevo encima, vamos - me dijo el contrario cambiando de tema completamente por alguna razón, seguramente porque hablar del guapo y bello entrenador le pone de mal humor, perdón, pero es que es guapo, sí

- es cierto - dije mientras soltaba una pequeña risa, obviamente para quitarle importancia ese pequeño despiste.

Nada más decir eso, me llevo a la enfermería, allí había una mujer, era joven.

La mujer miró hacia la puerta curiosa al escuchar el sonido de esta abrirse y se llevó una sorpresa al ver a un chico no conocido por ella

- Oh, Hola, encantada

Me sorprendí por esta mujer, me dio una impresión buena, es decir, de primeras parece una persona muy buena, encantadora, excelente, amable.

Es broma, eso no lo dijo, ya sigo, perdón.

Me sorprendí por esta mujer, me dio una impresión buena, es decir, parecía buena persona y tenía un aspecto amable, y simplemente le sonreí amablemente.

- Encantado, me llamo Kim Taehyung y soy el nuevo enfermero - me presenté

- Yo soy Dessa, la doctora de la base, me alegro de tener un ayudante, y encima muy guapo - dice esto último bromeando, para finalmente extender su mano

Eso me hizo reir, no me engañaba al pensar como era ella, sin pensarlo tomé su mano amigablemente.

- me alegra que seamos compañeros - dije con una sonrisa

- A mí también me alegra, tengo la sensación que nos vamos a llevar muy bien enfermero Kim - sonríe la doctora mientras me mira

- tengo la misma sensación - dije mientras soltaba una pequeña risa

Y no miento, tengo esa sensación, ya os lo dije.

- Ajá, pues aviso, cuida tus labios que los ataco - decía la doctora mientras reía levemente y se separaba para posicionar sus manos en sus caderas

- Bueno chicos, os dejo aquí entonces.... - interrumpió el superior

Reí y miré al superior para asentir con la cabeza sin que mi sonrisa desapareciera.

Segundos después él superior ya había salido de la sala y nos encontrábamos la doctora y yo solos

Miré a la doctora, y esta se encontraba mirándome.

- puedo... Hacerle una pregunta?

- Bonito culo, a quién de los militares pertenece entonces? - dijo de repente la doctora para luego responderme - claro nene, soy toda oídos, como si me quieres contar tu historia de amor con el afortunado

Eso me sorprendió, ¿como sabía que yo era gay? ¿ES ADIVINA Y YO NO SABÍA? ai dios... Que vergüenza....

- ¿C-cómo sabes... Eso? - pregunté levemente tenebroso por su posible reacción

- Ey ey, relájate, no voy a matarte ni nada del otro mundo, solo lo noté ya que todos los militares heteros de aquí están salidos y nada más entras miran mis pechos, tú no lo has hecho, por eso mismo se nota que eres gay

- o-oh... - sólo pudo salir eso, me alivié, pero no mucho después hablé - bueno... Puede sonar extraño... Muy extraño...

Se acercó levemente para atacar una de mis mejillas con una pequeña apretada, como si de un niño me tratara

- Es más, está guay tener un compañero así, podemos hablar de lo buenos que están los militareeees, a ambos nos gustará mirar como entrenan

Solté un pequeña risa y me quejé porque ya comenzaba a apretar de más mi mejilla, seguro se quedó roja del apretón.

- lo que decía... Que puede parece muy extraño... No te rías.... - murmuré

Tras esto la doctora soltó mi mejilla y me escuchó atenta

- me.... Me gusta el entrenador... - dije

- Buff, a quién no? - dijo la doctora Dessa sin secreto alguno

-... No lo entiendes... - murmuré

- De eso no se ríe nadie nene, está como un tren - comento y siguió hablando - Pues explicaaa, no tengo todo el día para escuchar, pueden entrar, no tengas vergüenza por dios, como si fuera tu hermana, adelante

- ai... Y tanto.... Y se que es un androide... Y se llama Jungkook... Y yo le puse ese nombre.... Y ya le conocía de antes... Y... - hice una pausa, creo que estoy diciendo mucho "y" -... Y... Él... No sé si sigue enamorado de mí... - agaché mi mirada al suelo tras terminar de hablar

- Anda María Dolores del Carmen, ya decía yo que el entrenador tenía cara de gay, vaya chisme - dijo ella súper interesada en mi vida

No pude evitar sollozar, en verdad ahora mismo quería llorar, a penas me miró... Parecía que Jungkook no me conocía...

- Epa nene, no llores por favor - me abrazó enseguida - dime, qué sucede?

La miré e inconscientemente la abracé como si de un niño pequeños tratase.

- le amo tanto... Y me lo quitaron.... Y lo trajeron aquí - dije mientras intentaba no llorar, cosa que era imposible - él me protegía, me quería... Y yo... Yo le escondía, y terminamos enamorados... Pero ahora que le vi... Parece que no me conoce, como si ya no supiera quién soy - sollocé nuevamente y varias lágrimas salieron de mis ojos

- Aiiiii, de verdad que vaya drama tenéis los gays, que enviiidia, y a ver, mírame rey - dijo ella

La doctora se separó levemente para pasar un pañuelo que traía en su uniforme por mis mejillas para que deje de llorar, y yo al escucharla alcé mi mirada para mirarla a los ojos y la dejaba hacer lo que quisiera.

- dices que os gustabais? - comenzó con la primera pregunta

Asentí con la cabeza despacio como repuesta ante su pregunta

- pero que ahora hacía como que no te conocía? - segunda pregunta...

Volví a asentir.

- delante de los militares? - tercera

Y otra vez volví a asentir.

- y habéis hablado en privado? - última y bingo...

Esta vez negué.

- Ais de verdad, pues ya está, habrá actuado así para que no sospechen que sois pareja, hasta que no os habléis a solas no llores ni imagines cosas - me pegó una nalgada y luego me sonrió para animarme

- tienes razón.... Pero... Pero... Como se donde estará solo?... - la miré y sonreí un poco

- Tranquilo que ya vendrá él solito a por ti, como un k-drama, si es que eso vivís, que suerte tenéis en serio

Tras escuchar aquello me reí un poco y sonreí.

- gracias... - dije, para después abrazarla, aferrándome a ella

En serio, ya parecía su hijo... Parezco un adolescente contándole sus problemas amorosos a su madre.

Y encima, nada más decir eso, la puerta se abrió y hablando del rey de Roma, por la puerta se asoma el entrenador, Jungkook.

Me giré rápidamente y noté como mi corazón se aceleraba a más no poder, no sabía como reaccionar, y encima seguro si me analizaba, me vería feo por haber llorado.

- Ammm.... Hola Dessa, me permites hablar un momento con tu ayudante? - fue lo primero que dijo el androide

Tragué saliva y miré a mi compañera rápidamente, esperando que diga que sí.

- Todo tuyo entrenador, desea que salga? - responde Dessa a la petición del androide, la cual asiente dando a entender que quiere privacidad, así que la doctora sale de la sala dejándonos solos, no sin antes mirarme y guiñar el ojo

Cuando nos dejó solos, noté como mis mejillas comenzaban a calentarse, seguramente me estaba poniendo más rojo que un tomate, además de que mi corazón palpitaba muy rápido.

No podía mirarle a la cara, me sentía como si fuera mi crush, mi primer amor... Como si nunca hubiera estado con él.... Me sentía tan tímido....

La sala se llenó de silencio y poco después se rompió por culpa del sonido de los pasos del entrenador aproximándose a mí...

¿Alguna vez habéis notado mariposas revoloteando en el estómago porque os gusta alguien? Bueno pues mis mariposas se están matando por ahí dentro de tantas que hay.

Alcé mi mirada para encontrarla con la de el entrenador, y eso no mejoró mi condición.

El entrenador pasó su pulgar por mi mejilla y después se lo miró

- Estabas llorando?

El silencio invadió la sala, ¿como le dices a la persona que te gusta que has llorado por él pensando que no se acordaba de ti, cuando ni siquiera habéis hablado en privado después de 1 año?

Estas cosas solo me pasan a mi, joder...

- n... No... - mentí claramente...

¿COMO QUE NO? Es un androide aunque me cueste admitirlo, se va a reír de mí...

El androide sonrió lentamente hasta soltar una risa leve mientras me miraba..

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top