◗ cinco: ¿otra vez tú?.
Jimin no creyó que su día podría arruinarse, había visto a su madre y a su padre, había convivido con ellos durante unas horas. Había tenido una excelente tarde, la mejor de muchas que no había tenido desde hace tiempo, pero ahora todo se había arruinado.
Empezando con que Jungkook lo había obligado a salir con él a una fiesta.
Oh sí, esas fiestas que Jimin no soportaba en absoluto. Porque tenía que fingir una sonrisa de oreja a oreja toda la noche, tenía que tomar del brazo del Alfa y ser cortés fingiendo que su vida era la mejor, aunque no entendía porqué seguía haciéndolo tan difícil, porque después de todo, las personas podían darse cuenta de la incomodidad del omega al estar con su Alfa.
Ellos lo sabían, sabían que Jimin era diferente a la familia Jeon, Park tenía un gran corazón, lleno de bondad y cariño, en cambió, los Jeon eran un tanto peculiares.
Lo que más aborrecía de esas fiestas es que estaba rodeado de alfas, omegas y betas tontos, claro que todos ellos eran personas con gran poder, pero no más que el de la Familia Jeon.
Podía ver los rostros de los omegas deslumbrantes de alegría, a veces Jimin no comprendía como ellos podían vivir tan bien sabiendo la clase de persona que era su pareja. Él no viviría bien, por supuesto que no vivía bien.
Siempre había rechazado la verdad absoluta, sobre que el Alfa con quien estaba casado era su pareja predestinada, no había cambiado de opinión respecto a lo que sentía por él, no era amor, por supuesto que no sentía amor por Jungkook. Siquiera pensar en eso hacía que su cabeza doliera, y que su estómago se retorciera.
—Ah, esto es tan estresante— Jimin miró al chico que estaba sentado a una distancia considerable de él, rodó los ojos y trató de ignorarlo —, cuanto quisiera irme a dormir.
—Pues vete.
—Si pudiera lo haría— respondió Yoongi con una sonrisa fingida —, pero tengo que cuidarte ya que al estúpido de Hyunjin se le ocurrió la gran idea de salir temprano hoy.
—Hyunjin tiene su familia, no siempre estará aquí— le respondió el omega, Yoongi asintió —, tampoco necesito que alguien me vigile las veinticuatro horas del día.
—Si bueno, explícale eso a tu esposo— Yoongi soltó una risita
—, el idiota está tan obsesionado en cuidarte, ni siquiera sé porque lo hace.
El omega intentó ignorar sus palabras, no quería mantener una conversación con aquel chico, si detestaba algo de todas las personas que lo rodeaban, era que se metieran en sus asuntos personales. Aunque evidentemente para Yoongi no era un secreto que Jungkook en realidad gustaba de Park, pero por supuesto que no sería correspondido.
—Suenas como un omega queriendo tener la atención de un Alfa que no es tuyo— contestó Jimin después de un rato —, ¿o me equivoco?
—Te equivocas— le respondió en seguida —, ya tengo un Alfa.
Jimin bufo, tratando una vez más de ignorar la presencia de Yoongi, la fiesta estaba siendo demasiado aburrida para él, no había nada absolutamente bueno. Odiaba tener que estar ahí y no en su camita profundamente dormido.
—Esto es una mierda— gruñó, escuchó el sonido de algo metálico abriéndose, giró la cabeza para ver a Yoongi jugando con alguna clase de navaja, tomó una de las manzanas de la mesa y la partió —¿qué haces?
—Comiendo— le respondió.
—Eres muy extraño— arrugó la nariz y se levantó de donde estaba sentado.
—No vayas tan lejos, la verdad es que me da pereza seguirte a todos lados— le avisó Yoongi, antes de llevarse un pedazo de manzana a la boca, Jimin asintió, pero antes de irse escucho una vez más al omega decirle: —Y si no quieres que alguien salga lastimado hoy no hables con nadie.
—¿Qué? ¿realmente no puedo ni respirar?— preguntó abruptamente.
Yoongi se alzó de hombros sin interés alguno, él dijo: —Yo que sé, son órdenes de tu marido.
El omega bufo enojado, dándose la vuelta para ahora si alejarse lo suficientemente lejos de él, de todos a ser verdad. Yoongi no era precisamente su compañía preferida, era un omega valiente y testarudo, pero también uno muy despreocupado y odioso. Lo único que realmente admiraba de Yoongi es que parecía retar a los Alfas sin problema alguno.
Sintió que pudo respirar mucho mejor cuando salió de aquel salón de fiestas, el aire fresco golpeó su rostro y sintió un poco de frío por estar fuera de aquel lugar. El patio estaba solo, sin nadie a su alrededor y agradeció que todos estuvieran adentro muy concentrados en beber y comer.
—Así que eres tú— Jimin dio un saltó en su lugar al escuchar la voz de alguien más a sus espaldas.
El omega volteó encontrándose con el mismo chico que había visto ese mismo día por la mañana. El Alfa vestía un traje color gris y un moño azul adornaba su cuello, su cabello negro algo revuelto lo hacía ver muy atractivo, además de que su aroma era muy agradable para él.
—¿Otra vez tú?— preguntó el omega, el mayor soltó una risita y se alzó de hombros —, ¿a caso estas siguiéndome?
—No realmente, creí haberte visto en la fiesta y te seguí hasta aquí para comprobar que eras tu— le dijo, Jimin alzó una ceja mientras aún lo miraba atentamente —, realmente no te estoy siguiendo, me invitaron así que quise venir.
—Que gran casualidad— comentó el omega, rodando los ojos mientras se daba media vuelta para ignorar al Alfa.
—Creó que si, es una buena casualidad— Namjoon se acercó hasta el omega, posicionándose justo a su lado pero a una distancia considerable.
—Creó que será mejor que te vayas— le dijo, recordando las palabras de Yoongi.
No era que quisiera seguir al pie de la letra las reglas de Jungkook, es sólo que simplemente en ese momento quería estar solo, y para evitar que al atractivo alfa que estaba a su lado le arruinaran el lindo rostro, estaba tratando de ahuyentarlo.
—¿Por qué? ¿tu esposo se enoja?— preguntó el Alfa, soltando una risita con diversión —, ¿o no tienes esposo?
Jimin arrugó el entrecejo y lo miró cara a cara, el chico era más alto que él, casi de la misma altura que Jungkook, aunque bien podría ser un poquito más alto que su Alfa. Hizo un leve puchero con sus labios y después bufo desviando la mirada.
—Así que eres esa clase de Alfa— dijo, haciendo que el hombre frente a él lo mirará con atención —, ¿tratas de aprovecharte de un omega?
Namjoon soltó en carcajadas, logrando molestar un poco a Jimin.
—Eres un omega muy extraño— respondió una vez que se tranquilizo, miró al chico y le dio una linda sonrisa mostrando sus marcados hoyuelos —, pero lindo.
—¿Ah?
—Lo siento— rió bajito, pasando una mano por sus cabellos con nervios —. No debí haber sido tan directo, es sólo que me gusta decir las cosas que pienso sin rodeos.
El omega terminó por desviar la mirada, y se sintió tan tonto porque lo había hecho para que sus mejillas no lo delataran. No todos los días se encontraba con algún Alfa que le dijera algo así, al menos no con un alfa que fuera un desconocido. Que tonto, comportándose de esa manera con alguien que no conocía.
¿Qué carajo te pasa Jimin?
El omega alzó su mirada y se encontró con la del alfa, el de hoyuelos lo miraba aún con una sonrisa en sus labios y una mirada llena de ternura. Jimin carraspeo y se incorporó en su lugar.
—Yo... tengo que irme...— le dijo, retrocediendo un poco.
—¿Por qué? no te vayas— Namjoon lo miró algo despistado, hizo un leve puchero y dijo: —Si te asusté lo siento, de verdad, no te vayas por eso.
Jimin se detuvo, miró al Alfa y negó lentamente.
—Fue mi culpa— se apresuró a decir el Alfa, caminó hasta llegar a lado del omega —, tú estabas aquí primero así que el único que tiene que irse seré yo.
—No es necesario— le respondió rápidamente.
Namjoon negó lentamente y con una sonrisa en su rostro dijo: —No, no, insisto, además yo solamente venía un rato, tengo cosas que hacer.
Jimin asintió, viendo como el chico entraba de nuevo al interior de la casa. El omega se quedó ahí durante unos minutos más, no pensaba acerca de nada, pero quería permanecer solo por un momento más, y mientras estaba ahí una vez más volvió a pensar en lo que aquel chico le había dicho.
Sintió sus mejillas calientes y pasó sus manos por todo su rostro, tratando de sacarse aquellas palabras de la cabeza. No era que haya sentido algo por lo que dijo, simplemente lo había tomado desprevenido.
De pronto, todo su cuerpo se tensó en cuanto el aroma de su Alfa llegó a sus fosas nasales. Volteó rápidamente para encontrarse con Jungkook, quien lo miraba con atención y seriedad.
—¿Qué?— preguntó el omega.
—¿Con quién estabas?— preguntó Jimin.
—Ah... con nadie, estaba solo— le respondió.
—¿En serio?— Jungkook no quería iniciar una pelea, tampoco quería arruinar el ambiente en la fiesta, incluso si nadie los estaba viendo justo ahora, no quería incomodar a su omega con su actitud. Jimin asintió —¿quieres ir a casa? debes estar cansado.
—¿En serio puedo?— su semblante cambió drásticamente. Jungkook asintió y pronto vio la sonrisa del omega asomarse.
—Le diré a Yoongi que te lleve, ¿está bien?— le preguntó.
—Tú... ¿no vienes a casa?— se atrevió a preguntar.
Jungkook negó, bajó la mirada dudando en si decirle a Jimin las cosas, pero decidió quedarse callado y contarle todo en algún otro momento. Después de todo aún no sabía como fuera a reaccionar su omega, no sabía si le creería o le diría que estaba siendo un loco obsesionado. Por eso mismo decidió guardar silencio.
—Iré más tarde. Y está vez duerme en tu habitación—le recordó.
Jimin rodó los ojos y asintió, sin decirle nada más se adelantó y entró de nuevo en la casa. El Alfa bufo exasperado cuando por fin Jimin desapareció de su vista, no le diría nada pero cuando cruzó aquella puerta el aroma de Namjoon fue lo primero que chocó con su cara. No quería iniciar alguna pelea con el omega, así que ya no había preguntado nada más.
Lo único que esperaba era poder arreglar sus asuntos antes de que todo se complicará.
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