Anexo 2

–¿Q-Qué dicen?

–Pronto podrán formar una familia —sonrió Tony hacia la pelirroja—. Nos tardamos porque no fue nada sencillo. Logramos crear una nueva camada de células madres que repararán tú útero y ovarios luego de la cirugía, tus hormonas se regularán de aquí a unos pocos meses. Ya hablamos con Stephen, sus colegas estarán encantados de hacer el tratamiento y monitorearlo. Y según mis cálculos infalibles, pronto podrán hacer mini agentes y científicos.

Natasha miró a Bruce, quien sonreía ampliamente, sus ojos estaban un poco rojos.

–No te preocupes por él. También hicimos una fórmula para que las hormonas no afecten el proceso de... Crear vida, vamos —Tony sacó un frasco de pastillas y se las ofreció a la pelirroja—. Tienes que hacerte chequeos semanales, eso sí, hasta que todo se confirme-

Natasha lo abrazó fuertemente, cortando sus palabras completamente y sin siquiera tomar el frasco.

–Muchas-... M-Muchas gracias.

El Stark nunca creyó ver a aquella agente tan agradecida o llorando, pero no dejó que eso lo detuviera de abrazarla de vuelta.

Bruce le tocó el hombro y se unió al abrazo.

Cerró los ojos disfrutando el momento, para luego apartarse con cuidado.

–Okey, okey. Me van a hacer llorar a mí también, par de tórtolos —sonrió Tony amistoso.

Bruce ahora abrazó a su esposa, aún emocionada por la noticia.

El científico tomó la mano de ella y la besó.

–Por fin formaremos una familia —susurró él y besó ahora la frente de Nat.

Tony los observó sin incomodidad. Estaba genuinamente feliz por ellos.

–Ya se me hizo tarde —dijo el Stark al ver su reloj—. Nos vemos luego.

Los tres se sonrieron una vez más y el Stark se retiró de allí.

—·•·—

–Creo que me gustaba más cuando yo no era tan cercano a Tony —dijo Harley acostando su cabeza encima de la mesa.

–¿Mh? ¿Por qué lo dices? —preguntó Cassie levantando su vista de su libro de microbiología.

–Tener una figura paterna que se preocupa no es un territorio familiar ni cómodo.

Hubo silencio un momento.

–Eso es duro —mencionó Ned.

–Bueno, si tú intención es manipularme para darte un abrazo, quiero que sepas que está funcionando —exclamó Peter sonriendo nervioso.

Tanto MJ como Cassie rieron ante la escena. Los 5 habían hecho una junta para estudiar distintas materias.

–Por cierto, ¿y los demás? —preguntó la menor del grupo.

–La bruja y el microondas están en una cita —Harley empezó a contar con sus dedos—. Ni idea con Pietro, aunque lo más probable es que esté vigilándolos y planeando un asesinato —levantó los hombros—. Y Rubí está con la tía Pep y Morgan de compras.

–¿Enserio Pietro no vino simplemente para vigilar a su hermana? ¿No que tenía examen mañana? Habíamos acordado estudiar hoy —dijo Cassie.

–Para haber traicionado al MIT, lo está haciendo horrible como universitario —bromeó MJ.

Por supuesto que ella no tardó mucho en descubrir de que Peter era Spiderman. Se sumó sus misteriosas becas, dinero extra, sus salidas misteriosas y actitud extraña frente a noticias de los Vengadores o susurros con Ned sobre el tema.

En este caso para ella fue tan fácil como un 2+2.

–Harley... —dijo Cassie tocando la mejilla del chico con un dedo—. Harley.

Parecía haberse quedado dormido con la lata de energética en la mano y la frente pegada en la mesa. Abrió un ojo con pereza.

–¿Mh?

–¿Cuánto dormiste?

–3.

–¿Horas?

–Fecha.

–Harley, estamos a 7.

–Heh.

–Quiere terminar el traje —mencionó Peter levantando los hombros—. Eso es obvio.

–Entre examen y examen me voy a acabar matando o hacerme una transfusión de bebidas energéticas —Harley estaba viendo el interior de la lata vacía y dejando caer las pocas gotas que quedaban, en su boca—. Mí profesor de química me odia.

–¿Y eso porqué?

–No presto atención a sus delirios —contestó hacia Cassie—. ¿De qué me sirve química de todas formas? Es sólo mezclar cosas hasta que explota o hace efervescencia. 

–¿Qué dices? Retráctate ahora —exclamó Peter.

–Nah.

–¿Estás consciente de que puedo lanzarte a dos kilómetros de aquí, cierto?

–Y yo tengo un arma extraterrestre, así que no estés jodiendo.

–Eres un hijo de-

–Lenguaje —exclamó Cassie con gracia.

–No más cuartel general para ti —dijo Harley.

–Absolutamente no —continuó Peter.

–Vaya, finalmente están de acuerdo en algo —bromeó Michelle a lo que Ned y Cassie rieron.

Por otra parte, no habían llegado a adivinar lo que estaba haciendo Pietro.

Estaba hablando por teléfono. 

Y así es como lo haces, sencillo.

–Uh...

La chica guardó silencio un momento.

–No entendiste, ¿cierto?

–No...

–¿Acaso prestaste atención a algo de lo que te dije?

–Ten un poco de paciencia conmigo, Shuri. No es mí culpa que hayan puesto matemáticas de asignatura.

La princesa suspiró largamente.

–¿Por qué no le pediste ayuda a Tony?

Pietro dejó caer su cabeza hacia el escritorio, golpeando su frente con esta y haciendo un fuerte sonido. Se revolvió el cabello.

–Porque si se lo pido, él le dirá a Peter y Peter le dirá a Harley y ellos me molestarán porque son menores que yo y saben más de éstas cosas de nerds.

Pues, esta "nerd" te está ayudando y sólo te explicaré las suficientes veces hasta que entiendas, ¿escuchaste?

–Eso es injust-... Espera.

Shuri rió honesta y puso de nuevo la cámara de la videollamada a su papel, borrando el desarrollo y explicándole una vez más el problema matemático.

Pasaron fácilmente 2 horas para que Pietro lograra terminar la tarea y finalmente colgaran la llamada en media hora más donde se pusieron a hablar de la vida y lo idiotas que eran sus hermanos.

–Shuri, cariño, ¿has visto a James? —preguntó Ramonda encontrando a su hija por el pasillo.

–Pensé que te había dicho. Me dijo que fue a Manhattan, Tony lo llamó al nuevo cuartel.

–Oh... Ese hombre debe estar planeando algo, encargó bastante Vibranium, ¿no?

–Sipi. Y creo que ya sé qué yes —sonrió la menor.

—·•·—

Bucky había llegado al complejo, y allí habían solamente tres personas. Steve, Tony y Sam. El último casi tan confundido como él.

–No me dijiste que él vendría —alegó Sam hacia el Stark.

–Tampoco me dijiste a mí que él vendría —continuó Bucky igualmente al hombre.

Tony y Steve intercambiaron miradas y se pusieron a reír.

–Vengan con nosotros —el Stark hizo un gesto y todos le siguieron.

Steve y Tony susurraban cosas que ninguno de los otros dos escuchaban, pero sabían que se estaban burlando de ellos, eso parecía al menos.

–Ya Stark, dinos qué sucede.

–Mh, muy bien —Tony se detuvo frente a la puerta de metal del taller, poniendo las manos detrás de su espalda—. Como recordarán los Vengadores ya no tienen líderes específicos.

–Natasha estuvo encargándose de todo hasta ahora, ¿qué sucedió? —preguntó Sam nuevamente.

–Nada, nada. Sólo unos cuántos arreglos —contestó el castaño restándole importancia.

–Yo estaré trabajando directamente con SHIELD como estratega y bien saben que Tony ya se retiró de todo esto —continuó Steve casi al mismo tiempo que el Stark había terminado de hablar.

–Thor está ocupado liderando el nuevo Asgard junto a Valqui y Clint está de vacaciones. Bruce también está con otros temas por ahora.

–Así que no hay nadie fijo que lidere a los nuevos Vengadores.

Sam y Bucky intercambiaron miradas de confusión.

–¿Entonces? —preguntó el menor de ellos.

Tony y Steve sonrieron ampliamente y el castaño abrió la puerta para dejarlos entrar.

Aplaudió dos veces.

–Nena, J, haganlo lo más dramático posible.

Dos superficies de metal se dieron vuelta, revelando dos maniquíes con nuevos y mejores trajes y uniformes.

Un chaleco sin mangas azul junto a un brazo de metal y un escudo de Capitán América.

Y el otro un traje más bien rojo y un poco de blanco, con alas de metal que tenían adherido otro escudo con el dibujo del capitán América.

–¿Qué-...? —fue lo único que salió de la boca de Bucky.

–El hecho de que yo haya renunciado a ser capitán América, no significa que no puedan existir otros —habló Steve—. El capitán América no es sólo un título, es quien es honesto y está dispuesto a pelear hasta el final de la línea.

–Stevie y yo deliberamos y decidimos que ustedes dos lo merecían. Y digamos... Que me emocioné un tantito —ambos hombres se acercaron a sus respectivos uniformes—. Hice más por si en alguna misión se rasgan o algo. El brazo es casi totalmente de Vibranium, y los toques son de cobre, Shuri me ayudó, el tuyo ya estaba viejo. Las alas fue un poco más complicado, pero pude copiar la resistencia, flexibilidad y ligereza de las anteriores, pero ahora las balas no le harán nada. El escudo es lo de menos, a mí me encanta cómo quedaron.

Había silencio mientras ambos soldados contemplaban sus respectivos trajes.

–¿Entonces, chicos...? —preguntó Steve con cautela.

–¿Quieren ser los nuevos líderes o qué?

Bucky y Sam intercambiaron miradas nuevamente.

–Por supuesto que sí —corearon con una gran sonrisa en sus rostros.

–No va a ser fácil. Deben monitorear a Peter. Cuidar de que Harley no explote nada o que Cassie no se robe los trajes de los Pym. Hay veces que Lila viene de visita, y digamos que se emociona con el tiro con arco. Ah, y los gemelos-

–Tony —regañó Steve.

–Sí, uh, lo siento. Creo que los estoy asustando.

–¿Estamos a tiempo de arrepentirnos? —le susurró Sam a Bucky sin muchas ganas.

–Te escuché, alitas. Y nop, no se pueden arrepentir. Ya aceptaron —sonrió Tony ampliamente—. Felicidades, los dos son ahora el capitán América y líderes oficiales de los nuevos Vengadores.

—·•·—

Obviamente no todo podía ser feliz en la vida.

Tony visitó la cárcel de alta seguridad.

Era la primera vez que iba, y no pido sentir más que pánico al caminar por el pasillo y acercarse a aquella celda.

El hombre encerrado levantó la vista y pareció confundido un momento.

Su barba que antes siempre estaba arreglada, ahora estaba despeinada. En su rostro se nota mucho su edad.

–Así que al fin viniste, ¿uh? ¿Cuánto a pasado?

–Poco más de 10 años —contestó el Stark.

–¿Y por qué vendrías? ¿Tanto tiempo te costó dignarte a venir?

Obadiah hablaba con la voz raspada, como si le costara respirar.

–Lo siento, necesitaba tomar valor para enfrentarme a mí primer traidor —hubo silencio—.  Enviaste a gente a asesinarme y te querías adueñar de la empresa que mí padre me dejó. Te uniste a una organización terrorista para causar el temor, ¿y esperas que te viniera a visitar así como así?

El hombre guardó silencio y observó el suelo.

–¿A qué viniste?

–Sé que te queda muy poco de vida. El doctor de aquí me dijo que tienes cáncer terminal y te niegas al tratamiento —soltó el Stark—. Llámame sádico o lo que quieras, pero quiero mostrarte qué fue lo que te perdiste por tú codicia.

–¿Qué? ¿Me mostrarás fotos de tú familia? Por favor —se mofó el viejo.

Tony sólo lo ignoró y le pidió al guardia presente que conectara su dispositivo a la pequeña pantalla que daba a la habitación.

–Incluso en los corazones más oscuros siempre habrá algo en que se apoyan —explicó el Stark suavemente—. Sé que muy en el fondo, apreciabas a mí padre y a mí. Y yo también te aprecio después de todo. No te tengo rencor, si te soy honesto. Por mí, si sólo hubieras cambiado y pensado las cosas, me hubiera gustado que fueras parte de esto.

Las imágenes eran vídeos.

De la boda entre Pepper y el Stark.

Todos los amigos y compañeros de ambos en la fiesta.

La primera vez que tomaron a Morgan en brazos.

Yinsen durmiendo a boca abierta en el sillón mientras la bebé Morgan estaba acurrucada en su pecho.

Vídeos divertidos entre los jóvenes que habían tomado la cámara sin permiso.

Las fotos y videos del viaje de estudio de Peter y Harley. Mayormente Harley grabando a un nervioso Peter que intentaba acercarse a MJ.

Entrenamientos y torpezas de los Vengadores.

Las primera Navidad luego de la guerra del infinito.

Los cumpleaños.

Obadiah observaba las imágenes intentando parecer asqueado, pero frunció el ceño de sobremanera, confundido de sus propios pensamientos y sentimientos.

–Si no te vuelvo a ver, quiero que sepas que te perdono —sonrió Tony algo triste cuando desconectó el dispositivo.

–Tony...

Una imagen como la luz de una fotografía vino a su mente que le hizo sentir náuseas.

No sabía si fue su imaginación, pero se convenció de que así era.

La imagen de Obadiah en el 2008, pero todo golpeado, paralizado y con una gran herida en su pecho.

Creyó que era producto de su ansiedad que aún no lograba que desapareciera.

Se tambaleó un poco cuando se desorientó y el guardia lo sujetó del brazo para ayudarlo.

–¿Se encuentra bien?

–Sí, sí... —jadeó de la impresión. Tomó su propio pecho al sentir el estrés de su propia mente que creía que sólo jugaba—. Ya acabamos aquí. Gracias por dejarme pasar.

–Cuando quiera, señor Stark.

El guardia lo acompañó hasta la salida y Tony se fue hacia su hogar.

Olvidó aquella imagen luego de unas horas.

Estaba convencido de que sólo había sido su mente jugando con sus miedos.

Al menos ya le dijo a Obadiah lo que le quería decir hace años.

Nunca creyó poder perdonarlo, pero el rencor era corrosivo y él lo sabía.

No había por qué guardar rencor ya si todo había pasado.

¿Para qué odiar?

Obadiah murió días después producto a su cáncer de pulmón que nunca dejó que lo trataran.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top