33. Punto

Capítulo 33

Mirar a aquel mago al rostro por tanto tiempo lo ponía más y más ansioso. Escuchando en la lejanía y distantes sus gritos de dolor cuando Thanos lo había aplastado con el poder de las gemas.

–¿Qué quiere decir con otra vida? —preguntó Peter interrumpiendo sus pensamientos.

–Ya enserio, quiero de lo que sea que fumaron. Se ve que está buena.

Stephen frunció el ceño, e hizo un pequeño gesto con la manos, para luego trazar una línea recta horizontal, tal y como Ancestral alguna vez le mostró a Tony.

Ambos chicos quedaron anonadados, pero el Stark hizo una pequeña sonrisa de nostalgia.

–Ancestral me contó sobre ti. Tu Muerte y revivir causó un desdobles en esta realidad, llevándote a un anterior punto de tú vida. Retrocediendo 10 años completos —Stephen deformó la línea de tiempo, cortándola y luego uniéndola a otro punto anterior, borrando la anterior.

–Es obvio que te dijo el por qué.

–Thanos.

–¿Quién es Thanos? —corearon Harley y Peter.

–¿Seguro que está bien que ellos estén aquí? —preguntó Stephen.

–Tú hiciste que ambos estuvieran aquí, ahora te aguantas.

–Lo entiendo por el araña ¿Pero y el otro?

–Es importante.

–¡Así es Harry Potter! Soy importante.

–Callado Harley —el chico se cruzó de brazos y Peter ahogó una risa—. Prosigue.

Stephen largó un suspiro pesado y se rascó la cabeza.

–¿Tienes aliados? Mientras más seamos es menos tedioso reclutar a todos.

–Claro, por supuesto.

–¿Vamos a conocer al equipo?

–Quiero conocer al congelado patriótico.

–¿Ustedes no tienen que volver con sus familiar o clases o algo? —preguntó el castaño apuntando a Peter.

–Tengo tiempo. Tengo hasta las 6 "para explorar la ciudad".

–A mí mamá no le molestará. No te librarás de nosotros tan fácil.

–¿No tenemos opción, cierto?

–No/pe —corearon.

Tony suspiró, negó con la cabeza, pero terminó por sonreír honestamente.

–Haré un par de llamadas para la reunión.

—·•·—

Strange había abierto un portal hacia una zona partada de Industrias Stark. Tony quería que Scott y la familia Pym también estuviera, pero el hombre no se encontraba donde lo había dejado.

Empezó a buscar por los alrededores, pero terminó por rendirse y se dirigió a su oficina a buscar el celular con los números de sus "compañeros" que no estarán conectados en sus descansos.

Al abrir la puerta se encontró a un Scott sentando en la silla de su escritorio con los pies encima de la mesa mientras miraba unos archivos que le fueron encargados. Tenía un lápiz entre sus labios y su nariz. Había música proveniente de los parlantes.

–¿Qué haces?

Scott se cayó de la silla de la impresión y se reincorporó rápidamente.

–S-Señor Stark. Lo siento, es que- —movía las manos nerviosamente, sin saber si cruzarse de brazos, ponerlas en sus bolsillos, en su espalda o a los lados de su cuerpo—. Usted se fue y bueno... Me dejó las llaves, y... Uh... —Tony levantó una ceja aún con sus lentes puestos. Fue a apagar el equipo de música con total normalidad—. Lo siento. Iré a buscar mis cosas.

–Te hubiera despedido si estuvieras escuchando reggaeton —bromeó el castaño con una sonrisa—. Suerte que estás aquí. Ponte guapo y llama a los Pym. Tenemos trabajo.

–¿Con... Con qué?

–Con los super héroes y el universo —logró la reacción que quería. Los ojos del hombre brillaron de emoción cual niño pequeño, y buscó su celular de inmediato para llamar a los Pym. Tony sacó el celular de un cajón escondido y llamó a los suyos.

Dieron plazo más o menos de una hora para juntarse en la base, en donde Harley, Peter, Stephen y Tony ya estaban esperando.

–¿Nosotros nos conocimos en su otra vida, señor Stark? —preguntó Peter colgando de cabeza gracias a sus redes.

Tony lo miró un largo rato, y asintió. 

–Sí, sí nos conocimos.

–Ya decía yo —rió Harley—. Supongo que es lo mismo conmigo. Me diste la beca en segundos.

–Culpable —sonrió el castaño—. Aunque a ti te conocí con 8 o 9 años.

–¿Ah sí?

–Ajá. Me ayudaste a reparar mí traje en tu garaje y a detener a un loco terrorista que hacía literalmente explotar a la gente.

–Wow, soy genial incluso sin saberlo.

–¿Y yo? —preguntó Peter aún colgando de aquella red. Se le veía la verdadera ilusión en los ojos, pero el fantasma del recuerdo golpeó a Tony, haciendo que desvíe la mirada y contuviera brevemente la respiración.

–Eras... Eras un buen chico —era casi un susurro. Menos mal tenía sus lentes de sol puestos.

–¿Era?

–Señor, ya llegaron —habló la voz de Jarvis.

–Gracias, J.

El primero en llegar fue Scott y la familia Pym. Los otros no tardarían mucho en llegar, así que Tony puso el holograma a modelo real para los guardianes.

Nébula miró al chico araña, reconociéndolo de inmediato. Luego miró a Tony, quien le regaló una pequeña sonrisa nerviosa. No hacían falta las palabras, sabía que aquella reunión sería muy difícil, especialmente para él.

–¿Qué con los niños? —preguntó Clint con gracia y curiosidad. Luego reconoció la cara de Peter—. Ah, eres ese chico.

–S-Soy Peter. Un gusto conocerlos —sonrió el menor.

Wanda miró de reojo y fugazmente a Tony, quien se notaba tenso por la situación, pero decidió no decir nada.

Estaban todos, incluso Jane, Selvig, Darcy y Loki.

–Bien Tony, ¿por qué nos llamaste? —habló Fury seriamente, mirando interesadamente al Stark y al mago.

Otorringolarinmagologo les dirá —Stephen rodó los ojos notoriamente.

–Gracias —salió más a un gruñido—. Necesitamos hablar sobre lo que ocurrirá en 2 años más.

Tony simplemente se sentó en uno de los asientos para que ellos discutiera mientras él se concentraba en no morir de los nervios. Callado y quieto observaba todo con un semblante indiferente o aburrido, con la Muerte abrazándolo por el cuello suavemente desde el respaldo del sillón, recordándole que todo era real.

Notó que Loki intentaba mantenerse bastante alejado de Nébula, casi queriendo protegerse o esconderse con el cuerpo de su hermano. Mientras ella evitaba mirarlo, y había una pequeña aura de sentimientos de culpa al ver sus ojos.

–Tú eres el mago, ¿no? El que peleó junto a Tony contra Thanos —exclamó Bruce verificando lo obvio.

–Eso es correcto.

–Pregunta —Pietro levantó la mano al mismo tiempo que hablaba—. ¿También hiciste eso de revivir?

–Mira quién habla de revivir —ronroneó la Muerte en el oído de Tony, a lo cual el sólo suspiró cansado.

–No.

–¿Cómo supiste de todo esto? —preguntó Natasha, quien estaba junto a Bruce.

–Mí maestra me habló de la situación. Me contó sobre dos personas que desafiaron la realidad con el poder de la Muerte, doblando el espacio y tiempo, llevando sus almas y mentes a otro punto años antes.

–¿Dónde está ella ahora? —preguntó Visión con curiosidad.

–Murió —no sonó lastimero aunque se sintiera triste, logró mantener su tono neutral y eso Tony lo notó—. Días antes me contó de ambos —miró a Tony y luego a Nébula en el holograma de comunicación—. Me contó que la ésta nueva realidad radica en ustedes dos. Especialmente en ti, Stark.

El castaño no sabría decir si Strange podría ver a la Muerte. Era difícil de leer por su semblante tan serio.

–¿Radica en él? No entiendo —exclamó Thor confundido.

–Hablaron de un desdobles en el espacio. Como ellos son el principal foco de éste, la realidad gira en torno a ellos, creo—explicó Jane.

–¿Pero por qué sólo en Tony? —preguntó Bucky atento.

–Porque es quien más ha sido capaz de cambiar el destino de las cosas —acotó Loki entendiendo medianamente la situación.

–Tiene razón —dijo Nébula—. A pesar de todo yo no he cambiado mucho en ésta línea porque mí historia no va muy ligada a lo principal de éste cambio.

–Es como un punto en concreto —continuó Bruce dando un paso—. Cuando murieron en el 2018 y fueron traídos a la vida, no fueron al mismo punto. ¿Cierto? Porque tú fuiste al 2008 —el castaño asintió—. ¿Y tú?

–2014.

–¿Por qué llegaron a distintos puntos de la línea? —cuestionó de nuevo el doctor.

–Era un punto de quiebre —contestó Nébula, notando un leve tick en el labio de Tony que significaba que estaba nervioso. Aprendió a identificarlo luego de la múltiples videollamadas—. Revivimos enfrentando situaciones que cambiarían nuestras vidas para siempre.

–¿Algo así como un punto decisivo? —preguntó la agente Hill.

–Así es —respondió Stephen seriamente—. Aunque no sé los detalles.

–Pues eso es simple —habló finalmente Tony—. Por el 2008 fue cuando fui secuestrado por los principales traficantes de mis armas y donde el reactor fue adherido a mí pecho. Ironman nació allí.

–Entonces... —Gamora se giró a su hermana—. En la nave de Ronan... ¿Tú te soltabas?

–Escapaba —respondió ella en un tono melancólico.

–Pero eso ya no importa ahora —interrumpió Stark—. Lo que importa ahora es que la señorita realidad siga donde esté y moldearla a nuestro beneficio. Doctor Mordrid, continúa.

–Investigué sobre esa línea de tiempo. Llego al punto de sus muertes, pero no más allá ni la razón de sus regresos —empezó por explicar el pelinegro—. Pero pude llegar al punto de ver algunas situaciones en el futuro que nos podrán ser de mucha ayuda, pero no líneas de tiempo concretas, aún es muy pronto para eso —hizo una pausa esperando que todos los presentes pudieran entenderlo. Aunque perdió un poco la esperanza al ver a Harley, Peter, Pietro y Darcy comiendo frituras y observando todo cual película.

–¿Esas son? —preguntó Fury.

–Son varias cosas —empezó el mago—. La primera, el Stormbreaker. Un hacha poderosa que Thor portaba y que casi derrotó a Thanos cuando estaba distraído sintiendo el poder de la última gema.

–¿Y el Mjolnir?

–No tengo pistas sobre él. No sé cómo lo perdiste.

–Yo me quedo con el martillo si obtiene el hacha —dijo Darcy en el fondo.

–¿Es necesaria esa arma? —preguntó Thor.

–Lo más probable es que sí.

–Bien. Den la orden e iré donde Etiri para conseguirla.

–Está bien —asintió el doctor—. También he visto más. Una destrucción en Asgard, un fuego abrasador y lava generando muerte y destrucción en su pueblo —ambos Dioses que estaban presentes lo miraron completamente atentos—. También vi a una Valquiria.

–¿Una Valquiria?

–¿Qué no habían muerto terriblemente?

–Queda la última con vida —explicó Stephen—. Muy lejos de aquí. En un planeta llamado Saakar —Thor asintió, entendiendo lo que se debía hacer.

–¿Qué hay de nosotros? —habló finalmente el capitán—. Aquí en la Tierra.

–Pelean junto a los Wankandianos contra el ejército de Thanos.

–¿Wakandianos? —cuestionó Sam.

–Es un reino. Se encuentra en África y lo gobierna un gatito no tan gatito —explicó Tony.

–En lo que vi, alían fuerzas, pero no es suficiente y Thanos acaba por arrancar la gema de la mente —Wanda apretó por instinto la mano de Visión al escuchar eso—. Tenemos que ir allá cuanto antes.

–¿Por qué? —preguntó Clint curioso.

–Allá deben tener la tecnología para quitar la gema del cuerpo de Visión sin dañar nada más —explicó Tony entendiendo la situación—. Pero no creo que nos reciban con los brazos abiertos, no son muy simpatizantes cuando T' Chaka era el rey.

–¿Era? —preguntó Bucky.

–Un terrorista lo asesinó cuando quisieron firmar los acuerdos —el castaño levantó los hombros, como restándole importancia.

–¿Cuál es la opción entonces? —preguntó Hank.

–Hay que proponer los acuerdos públicamente, y así Wakanda participará —respondió el Stark.

–Tenemos ya casi todo cubierto —dijo Stephen asintiendo.

–Ah, pregunta —Peter levantó la mano y sólo continuó cuando Tony asintió—. ¿Qué tengo que hacer yo?

–¿Por qué lo trajiste? —cuestionó Steve—. Sabes lo que le sucedió allá.

–¿Qué me sucedió?

–Nada, chico —negó Tony antes de que el capitán dijera algo más—. Ven conmigo, tengo que hablar contigo.

–S-Sí señor Stark.

Ambos salieron del lugar y la Muerte se quedó allí parada, y Nébula la miraba de reojo porque a pesar de verla sólo como un holograma dentro de la nave, aún así podía verla, y sabía que ella lo hacía.

–¿Por qué necesitamos los acuerdos de nuevo? —preguntó Barton.

–T' Chaka es un rey, ¿no? —empezó Bruce, logrando entender bien la situación—. En la otra línea de tiempo el quizás quería expandir sus fronteras y abrir el paso a las personas, y quizás ese era la primera condición.

–¿Qué hacemos nosotros entonces? —cuestionó Quill finalmente.

–Tienen un acompañar a Thor en la búsqueda de la Valquiria y de su hacha. Ustedes son los más capacitados para hacerlo.

–Por mí no hay problema —respondió Drax—. No me importaría tener a un ángel tan fuerte a bordo.

Quill hizo un gesto de asco mientras que Thor sonrió halagado.

–Por mí tampoco —le siguió Rocket a lo que Gamora y Mantis asintieron.

–Yo soy Groot.

–¡Agh! Está bien. Volveremos en 15 horas más o menos. No estamos tan lejos de su galaxia.

–Bien.

–¿Seguro que esto funcionará? —cuestionó Fury.

–Mientras más preparados estemos y mientras más aliados tengamos, más segura es nuestra victoria —respondió Stephen.

Fury asintió, sabiendo lo que tendría que hacer apenas la fecha se acercara.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top