29. Diosa
Capítulo 29
Abrió los ojos y de inmediato sintió un dolor de cabeza que podría describir como si se la estuvieran partiendo con un martillo, pero en vez de sentir el frío y duro suelo, sintió estar sentado en algo suave, estaba en su cama.
Miró a los lados confundido, hasta que al volver a mirar al frente vio a la Muerte sentada en la orilla mientras se miraba las uñas encima de sus pálidos y delgados dedos.
–No me digas que tu-
–¿Puse tú inconsciente cuerpo dentro de tú propia cama porque te quedaste dormido en el suelo de tú sala casi ahogándote por vomitar por intoxicación etílica?... Nah, ¿cómo crees?
–¿Estás... Molesta acaso?
–He hecho cosas peores —dijo con indiferencia.
–Sabes que pudiste haberme dejado allí simplemente.
–Sí, pero no quería que Jarvis llamara a tú novia o molestara a tus amigos.
–Awww, te preocupas por mí.
–Una más y te devuelvo al piso entre tú vómito.
–Lo siento, lo siento —rió Tony—. ¿Oye? Y a todo esto ¿Y tú novia?
–Por ahí. Está esperando para reaparecer.
–Espera, ¿reaparecer?
–Por el 2018 también —levantó los hombros—. No te debería preocupar, no afecta a tú Tierra. Thor, Loki y esa Valquiria se las apañaron bastante bien.
–¿No podrías... Convencerla de ayudarnos contra Thanos?
–No lo creo... —apareció acostando su cabeza en el pecho de Tony—. Pero lo podría intentar.
–Eres la mejor.
–Lo sé... Sólo no vuelvas a beber así, fue asqueroso tener que ver tú vómito.
–Lo intentaré.
–Más te vale.
Y volvió a quedarse dormido con la Muerte cómodamente recostada en su pecho.
Esa mujer era extraña. Provocaba con sus comentarios para probar su resistencia, pero parecía arrepentirse totalmente al ver que se rompía. Tony pensó que quizás sólo era parte de su trabajo, o en verdad quería hacerlo más resistente para el futuro.
La voz de Jarvis lo despertó, y su compañera ya no estaba abrazada a él.
–Señor, Viernes me informa que la señorita Nébula intentó llamarlo ayer en la noche, pero no contestaba.
–Mierda, conéctame con ella —tomó el dispositivo para el holograma. Tardó segundos en conectarse.
–¡Tony! ¿Qué hacías? ¿Por qué no contestaste? ¿Por qué Viernes me dijo que estabas inconsciente? ¿Qué suced-
–Wow, wow, wow, tranquila. Estoy bien, sólo... Tomé un poco de más.
–Iré allá, de seguro estás herido.
–Nebs, tranquilízate, estoy perfectamente bien.
–¿Entonces qué tomaste de más?
–El señor Stark a veces toma whiskey cuando se siente ansioso —dijo la voz de Jarvis.
–¿Qué es el whiskey? —preguntó Nébula desde la llamada.
–Es una droga que reprime el sistema nervioso central ya que su componente principal es el alcohol etílico. Enlentece las funciones del cerebro y afecta la capacidad de auto control, por lo que puede confundirse con un estimulante —contestó la voz de Viernes.
–Gracias por apoyarme tanto —dijo Tony sarcástico, observando el rostro enojo de Nébula.
–Usted me dio la orden de cuidar y guiar a Nébula, y eso estoy haciendo —respondió la voz con el mismo sarcasmo y casi como una diva orgullosa.
–Eso suena más a veneno —escupió la Cyborg.
–Es sólo una bebida. Con una pastilla para la migraña estaré bien.
–No te creo.
–No volverás a la Tierra si aún tienen misiones en el espacio —dijo Tony seriamente. Nébula frunció los labios, bajando la cabeza ante el regaño—. Escucha, no tienes que preocuparte por mí. Viernes te dirá si ocurre algo grave ¿Me escuchaste? —suavizó su voz.
–Si —gruñó Nébula.
–Bien... Gracias por preocuparte tanto por mí. Enserio —sonrió el castaño.
–De nada —su voz seria y apagada se había tornado un poco más suave.
–Te llamo en la tarde, ¿está bien?
–Si.
Y colgaron la llamada.
Tony suspiró largamente y se rascó la cabeza.
–Necesito una pastilla y una ducha urgentemente —murmuró levantándose con pereza sintiendo su cabeza siendo martillada por la caña.
—·•·—
Steve no podía dejar de pensar.
A pesar de que su departamento era silencioso y cálido, eso no evitaba que su mente fuera un caos.
Recordaba los recuerdos del Stark una y otra vez. Temiendo por Ultrón. Temiendo de Tony.
No ha sabido demasiado de él desde que se mudó a Brooklyn junto a Bucky, y eso lo encontraba peligroso además de ponerlo cada vez más nervioso.
–¿Buck?
–Dime.
–¿Enserio crees que confiar en Tony sea una buena idea?
–¿Qué con la pregunta? Claro que sí.
–¿Y Ultrón? —el castaño guardó silencio—. ¿Qué pasaría si lo hace de nuevo?
–No lo hará.
–¿Cómo estás tan seguro de eso?
–Porque confío en él.
–¿Más que de lo que confías en mí?
Bucky calló completamente y lo miró largo segundos.
–¿Por qué me tienes que poner en esa posición?
–¿Por qué no respondes?
–Escucha Steve —empezó James acomodándose en el asiento nerviosamente—. Eres mí mejor amigo, eres mí hermano de hecho... Pero debemos confiar en él —antes de que el rubio pudiera replicar, el castaño continuó hanlando—. Él me salvó, Steve... Lo mínimo que puedo hacer es confiar en él. En éste momento yo estaría quién sabe dónde y quién sabe con qué personas torturándome, pero no lo estoy porque el fue a buscarme.
–Pero-
–Yo maté a sus padres, Steve —ahora el capitán guardó silencio—. Él tuvo la oportunidad para matarme en cualquier momento pero no lo hizo. Pagó a personas para ayudarme. Dios... Incluso me construyó un nuevo brazo.
–Pero en el otro pasado-
–Tú en el otro pasado le mentiste y fuiste uno de los causantes de una guerra entre tú propio equipo, ¿enserio esperas a que vuelva a pasar? —el rubio frunció los labios y desvió la mirada—. Escucha, ésta es una segunda oportunidad que Tony nos está dando a todos... ¿Enserio la vas a desperdiciar?
—·•·—
–¿A qué te referías con lo de antes?
–¿Qué cosa?
–Tú sabes qué cosa.
–Es algo que no puedes saber, y me arrepiento profundamente de haberte dado un indicio.
–¿Por qué no sólo borras mí memoria o algo?
–Ya eres prácticamente un interruptor de la realidad. Hacerlo sería muy tedioso.
–Wow... Nunca pensé que te volvieras tan floja.
–¿Quién es el que está echado en su sillón?
–¿Quién es la que está literalmente flotando echada de espaldas encima del piso de mí sala?
No era broma.
Tony estaba acostado, o más bien desparramado, en su sillón. Y la Muerte estaba al frente flotando y jugaba con un brillo celeste claro entre sus manos, una acción parecida a Wanda cuando juega con sus poderes.
–Tú eres quien me vuelve floja.
–¿Entonces por qué sigues aquí?
–Pepper está de viaje. Nébula en una misión. Rhodey en el ejército. Yinsen haciendo una operación —respondió la Muerte con indiferencia. Apareció flotando encima de Tony, casi rozando ambos estómagos—. Y tú estás jodido mentalmente.
–¿Sabes? Revivir, vivir con una vocecita coqueta en la nuca, ser amigo de la Muerte y ver morir a un niño de 15 años dos veces... Es algo que afecta bastante a las personas. No sé tú.
–Ja-Ja. Claro... —terminó por apoyarse en su pecho, poniendo sus brazos encima para apoyar su cabeza—. Eres increíble, Tony.
–Me lo han dicho seguido.
–No, Tony, lo digo enserio. Quizás te lo han dicho por lo que lograste con tú dinero, o te lo han dicho sarcásticamente, pero yo lo digo enserio —el castaño levantó una ceja—. Estás sacrificando más de lo que un ser humano sería capaz de dar. Es... Superior a todo lo que he conocido de los mortales.
–Aún no es suficiente, no hasta que Thanos esté muerto.
La Muerte rió ante esto.
–En verdad que eres especial, Tony.
Y desapareció finalmente.
Tiempo pasó en donde se sumió en su trabajo para el futuro, más específicamente para mejorar su traje y empezar el de Peter. Incluso si hay una remota posibilidad de que no lo vuelva a ver, quería estar totalmente preparado si se daba el caso.
–Señor, detecto irregularidades en el clima.
–¿Ahora qué sucedió? —exclamó Tony imaginándose todos los peores escenarios posibles.
Información no muy bonita de Thanos.
La muerte de alguien.
La desaparición de Loki.
La llegada prematura del titán.
Cualquiera de esas opciones sería muy jodida.
Salió de su casa cuando notó el brillo del bifrost, y sólo se encontró con un sonriente rubio.
–Amigo de hierro, qué gusto volver a verte.
–Thor, hola. ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo? ¿Están todos bien en Asgard? ¿Quién murió?
–Wow, tranquilo mí amigo, todo está bien —sonrió el Dios y le tocó el hombro. Tony pudo suspirar tranquilo.
–¿Entonces? ¿Qué te trae por aquí, fortachón?
–Me complace decirte que padre ha organizado una cena a la que te invitaron. En conmemoración de la salida de Loki de su sentencia.
–¿Okey...? ¿Y yo qué tengo que ver en eso?
–Eres amigo del trono, hombre de hierro. Madre dijo que le gustaría que estuvieras, ya que gracias a ti que no han ocurrido desgracias en Asgard.
–Oh... Qué amables —sonrió Tony—. Deja ponerme mí traje o algo.
–No es necesario, como antes, te entregarán prendas para usar.
–Vale, muy bien —fue a cerrar la puerta de su hogar—. J, cualquier cosa estoy fuera de la Tierra.
–Claro, señor.
El viaje por el bifrost era tan mareante como recordaba, pero se logró estabilizar mejor que antes.
Pasar por el pueblo fue igual de incómodo que la primera y única vez que había ido, pero el vértigo por el castillo fue mucho menor, puesto que la reina era un amor de persona y Odín parecía más un abuelo malhumorado.
En vez de pasar a ver a los gobernantes de inmediato, Thor llevó a Tony con la sirvientas y ellas de nuevo hicieron lo de la primera vez.
El castaño había tomado más confianza de estar en aquel hermoso baño tan relajante y único. Además de que entendió al fin cómo se colocaban esas benditas prendas que parecían más batas de abundante tela. Y finalmente salió en busca de los Asgardianos.
–Anthony, qué gusto volver a verlo —saludó Frigga apenas lo vio. Sus sirvientas le habían dicho que el himno ya había terminado de arreglarse.
–Señora Frigga.
–Al parecer Thor no perdió el tiempo en contarle —sonrió la mujer—. ¿Damos un paseo?
–Me encantaría.
Estar con aquella mujer era como una calma que necesitaba desde hace mucho tiempo. Un aura tranquila, y al mismo tiempo sabia. Quien sabe lo que está ocurriendo y puede hablar sin ser juzgado o herido.
–¿Cómo van los cosas en Midgard, Anthony?
–Van... Bastante bien la verdad, no me quejo —sonrió el castaño—. ¿Y por aquí? Me enteré de que Loki salió de su sentencia.
–Tardó un tiempo, pero Odín por fin se dignó a liberarlo —sonrió de vuelta la mayor.
–Pff, menos mal.
–Te llevas bien con él, ¿no?
–Digamos... Que tenemos nuestras semejanzas. Pero en el otro pasado me tiró por una ventana de una torre de 80 metros. No fue muy bonito la verdad.
–A todo esto, ¿quién fue quien te trajo de vuelta? Puedo sentir un aura muy peculiar cerca de ti, pero no sé cómo describirla.
–Oh, es... —Tony no sabía por qué dudaba tanto, si esa mujer ya conocía mucho de ese tema y no se mostraba incrédula en lo absoluto—. Es la Muerte. Me usa a mí y a otra chica como medio de entretención.
–¿La Muerte? ¿La Dama Muerte o la Diosa de la Muerte?
–La Dama —respondió el Stark—. ¿Ocurre algo?
Tony notó a Frigga afligida por algo, puesto que su expresión angelical fue cambiada a una de preocupación, para luego volver a su celestial sonrisa.
–Nada, sólo estaba confirmando —siguió caminando con completa calma—. Me gustaría conocerla alguno de estos días.
A pesar de todo, Tony tenía dudas. Tanto Thor, Visión y ella mencionaron a la Diosa de la muerte. Pero sólo Frigga parecía conocerla.
–¿Pero quién es-
–Disculpe, ¿reina Frigga, Lord Anthony? —habló una de las sirvientas con suavidad y cortesía—. La cena ya está casi lista.
–Gracias —sonrió la mujer y la menor se retiró. Se volteó a ver a Tony—. Espero que tengas hambre.
–Por supuesto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top