23. Equipo
Capítulo 23
Todo había pasado muy rápido.
Tony se limpió la cara por el líquido que había caído en ella, la miró, era sangre.
Dirigió su mirada, el sonido estaba nublado, pero vio a Fury forcejear con el secretario y a los demás deteniendo a los lacayos de HYDRA.
Vio hacia abajo. La imagen que nunca deseaba ver ni causar se postró ante él.
Pietro estaba lleno de balas incrustadas y tirado en el suelo. Sus ojos bien abiertos miraban a su dirección con una bala decorando el centro de su frente, su boca con sangre coagulada y el charco en el suelo.
No pudo escuchar el grito de dolor de Wanda por el shock, menos los gritos de los de HYDRA siendo aplastados por su poder.
Tony se arrodilló en el suelo.
–¿Pietro? —susurró y tocó el cuerpo con su mano temblorosa, alejándola de inmediato, horrorizado de lo frío que estaba el hombro ajeno—. ¿Pietro? —habló un poco más fuerte—. Por favor... ¿Por qué lo hiciste?, Pietro, ¡Pietro!
La risa de la Muerte se hizo presente y lo abrazó por la espalda, cargando todo su peso en ésta.
–Ya lo sabías —susurró en su oído—. El destino se cumplirá... El destino de ese chico es morir así.
–Por favor... Por favor no —volvió a poner las manos encima del cuerpo—. No otra vez, ¡no otra vez, por favor no! —gritó desesperado—. Reviértelo, ¡reviértelo ahora!
–¿Estás seguro, cariño? —la Muerte le acarició el pecho aún en el abrazo.
Wanda jadeó y fue donde el cuerpo de su hermano y lloró sobre él.
–Hermano... Por favor, no... —sollozó la muchacha encima del cuerpo. Ella logró hacer contacto visual con Tony, y enseguida volvió a esconder su rostro en el torso del cadáver.
–Sí... Sí, por favor, reviértelo —dijo en voz alta y todos los que aún estaban vivos lo miraron.
–¿Con quién estás...? —preguntó Fury. Pero él lo ignoró al momento en que la Muerte se separó de su espalda y se puso a su lado. Todos veían con miedo y preocupación al castaño hablarle y mirar al aire, claro, excepto Nébula.
–Por favor... No es justo —suplicó.
–¿Incluso si eso significa tener que volver al 2008?
Tony estaba llorando. Por el sacrificio idiota de su pulga y el llanto de dolor de aquella niña.
–¡Sí! Por favor, él no merece que... Por favor.
–Wow, increíble, cariño. En verdad eres resistente a todo esto —le acarició el rostro, y Tony sólo pudo ver esos ojos vacíos antes de que todo se fuera a negro.
—·•·—
Mintió.
Sintió calor en vez de frío y una gran luz alumbrarle en vez de estar rodeado de oscuridad.
Las balas le habían llegado y se incrustaron en su cuerpo.
–¡Señor Stark! —gritó Wanda y ella se encargó de sostener a todos los que le habían apuntado, dejando fuera sólo a Fury, María y un par de pocos agentes quienes en vez de atacar, se habían centrado en proteger a ambos. Pietro desarmó las armas que se habían caído.
Tony retrocedió unos pasos, pero se mantuvo de pie. Su cuerpo dolía como si le quemaran con una vela, pero era mucho más gratificante que su dolor emocional momentos antes. Vio a Pietro en shock, pero vivo.
Carcajeó. No sabía si era de alivio, felicidad o éxtasis, pero carcajeó sin contexto ni provocación para los demás. Era una sensación de satisfacción, como si le agradara el dolor y poder soportarlo. Le agradaba la idea de haber superado a la muerte sin la necesidad completa de su compañera, una sensación de superioridad que le empezaba a nublar el razonamiento.
–Bueno... No negaré que eso dolió —dijo con voz ronca. Pepper corrió hacia él y lo miró de arriba abajo, preocupada. Eso fue suficiente para volver a traer la cordura de Tony a su cuerpo.
–Por Dios Tony, estás... ¿Estás b-bien?
–Sí Pep, estoy bien —respondió el suavemente. La mujer vio cómo las balas eran fundidas por el calor de la piel y las heridas eran sanadas, no había sangre ni cicatrices.
–¿Eso es el extremis? —preguntó Fury.
–Lo lamento Nick. Me usé como rata de laboratorio y funcionó —miró de vuelta a Pepper, quien estaba muy enojada—. A no ser de que quieras discutir frente a alienígenas y una organización maléfica, es mejor hablar de esto a solas más tarde —le susurró y ella suspiró cansada y aún furiosa.
–¿Qué hacemos con ellos? —preguntó Pietro hacia los agentes Dr HYDRA aún sujetados por la magia de Wanda.
«Mátalos.
Tony sacó su dispositivo para crear hologramas, revisando los archivos en la red.
–Ya todo el mundo saben de ellos. Dejarán de ser de SHIELD... Lo siento pirata, al parecer la organización bajó un 40℅ en honestidad —dijo con gracia y guardando el holograma. Miró a Natasha, quien estaba atenta y se nota nerviosa—. No te preocupes Romanoff, bloquee cualquier información no agradable de ti y la borré del sistema.
–No es posible —dijo Pierce con rabia y Wanda apretó más el agarre.
–Tú cierra la boca —gruñó la castaña.
–No sabes lo que es posible —sonrió el Stark con suficiencia.
Fury tuvo que llamar a sus amigos de más confianza para llevarse a todos esos agentes a una celda segura y un ellos se encargaran de buscar a todo rastro que quedara de HYDRA en SHIELD, María y Coulson lo lideraban mientras él se quedó en la fortaleza para interrogar al castaño.
–Así que eres del futuro —Tony movió la cabeza de un lado a otro, sin negar ni confirmar.
–Algo así —respondió el castaño. Todos, ex-Vengadores y Guardianes estaban presentes para la conversación.
–Y en la original no ganaron.
–Pues por algo estoy aquí ¿No?
–No juegues, Stark.
–¿Crees que estoy jugando, Nick? —Fury frunció los labios—. No es como si todos los días te fueras a morir de hambre en una nave espacial en el 2018 y de pronto despiertas 10 años antes y vives toda la mierda que te ha pasado y sabes que pasará —suspiró cansado.
–En ese tiempo no estábamos juntos, no teníamos la información que tenemos ahora —dijo Steve—. Quizás ahora podamos detenerlo si-
–¿Seguimos juntos? —interrumpió de nuevo el castaño—. Lo siento capitán, pero luego de todo aún no puedo confiar en ti, ni en nadie de aquí excepto un par de casos que nunca me han hecho nada.
–Nosotros no hemos hecho nada para dañarte ahora. Steve nunca te ocultó nada, los acuerdos no existen, no creaste a Ultrón —habló Clint. Tony lo miró largos segundos.
–Existe algo conocido como dobles de realidad. Al volver a cierto punto en una misma línea de tiempo, ocurre una deformación en la realidad que tenderá a volver a su estado normal y hacer que ocurran los destinos predestinados.
–Osea que las cosas que evitaste que pasaran, pueden ocurrir igualmente, llevarnos al mismo punto —acotó Bruce.
–¿Osea que puedo morir en cualquier momento? —Tony sintió el pánico apoderarse de él, y no pudo hacer más que asentir evitando mirar sus ojos.
–Pero mí madre sigue con vida y Loki aún está en Asgard —dijo Thor algo confundido.
–Yo tampoco entiendo demasiado. Aunque creo que tiene una explicación, ya que Frigga sabe de los viajes a través de la realidad —respondió Tony—. En fin. Debo tener cuidado con lo que hago ahora, si cambio muchas cosas podría provocar un cambio total al futuro y hacer impredecible todo lo que ocurrirá, pero y si no hago cambios suficientes la realidad se desdoblará y ocurrir las cosas que evité que pasaran.
–Eso lo entiendo, ¿pero por qué sólo tú y Nébula parecen ser conscientes de todo esto? —preguntó Rocket.
La Cyborg y el humano intercambiaron miradas, sintiendo todos los pares de ojos sobre ellos.
–Hicimos una amiga... O algo así —respondió Tony. Los brazos de la Muerte lo rodearon por el brazo, como si hubiera sido invocada por la conversación.
–¿Tan poderosa como para hacer eso? —preguntó Thor, interesado en todo el tema.
–Pues... Sí —Tony nunca creyó tener que llegar a ese punto. La risa de la Muerte se escuchó en su oído—. Es, esto... Es la personificación de la Muerte.
–¿Una Diosa de la Muerte? —preguntó Visión confundido. Tony negó con la cabeza.
–No, ella dijo que la Diosa de la Muerte es su novia... Ella es la Muerte personificada —explicó Tony logrando el silencio de todos los presentes.
–¿Y por qué haría algo así? —preguntó Fury.
–Porque somos sus muñecos —respondió Nébula, con una voz totalmente fría.
–Pues sí, y no... Yo al menos logré hacerme amigo de ella —el abrazo de la mujer se hizo un poco más íntimo.
–¿Te hiciste amigo de la Muerte? —preguntó Sam sin llegar a creerlo.
–Suena raro, pero sí, así es como ocurrió.
–¿Aquí nos dijeron que sí existen los manicomios, verdad? —preguntó Rocket.
–Todos ven al mapache parlante, ¿no? —suspiró largamente.
–La Muerte nos está utilizando como muñecos para su entretención —habló firme Nébula—. A pesar de que no nos controle directamente, sí que está presente en cada acción grande que hagamos.
–Ya oyeron a la muñequita —Nébula le regaló una mirada de disgusto a la Muerte y ella simplemente sonrió más amplio.
–¿Acaso está aquí ahora? —cuestionó Quill.
Tony y Nébula se miraron de nuevo.
–Pues... Sí, está aquí —respondió el castaño y todos empezaron a buscarla "disimuladamente" con la mirada.
–No me voy a aparecer sólo para hacerles el gusto —negó la Muerte casi en un puchero.
–¿Y dónde está? —cuestionó Fury.
–Los únicos que la podemos ver somos Nébula y yo.
–¿Por la misma razón por la que sólo ustedes recuerdan? —preguntó Pepper y Tony asintió.
–Le parecemos interesantes —continuó Nébula al ver que el castaño estaba nervioso por el las preguntas excesivas y la obligación de responderlas con sinceridad—. Tony estuvo a punto de morir en muchas ocasiones en la anterior vida. El reactor, Nueva York, Killian, Ultrón, y la batalla en Titán, y a la Muerte no le pareció bien un desenlace así.
–Sí que me presta atención. Pensé que siempre estaba planeando cómo matarme silenciosamente cuando le hablaba —dijo la Muerte divertida y el castaño suspiró con pesadez.
–¿Qué hay de ti? —cuestionó Rhodey.
–Perdí propósito —contestó la Cyborg con la misma voz seria y apagada de siempre—. Luego de huir de Thanos busqué mí lugar, mí único propósito toda mí vida era servirle y hacerlo sentir orgulloso, luego de eso no tenía nada. Lo demás es innecesario. No logré matarlo en la línea original, pero él sí logró matar a Gamora y a la mitad del universo. No tenía nada, y luego de que Tony pereció, no tenía a nadie.
–Wow, eso fue intenso —dijo Drax rompiendo el ambiente de seriedad.
–Si le servías a a Thanos, ¿cómo sabemos que podemos confiar en ti? —preguntó Steve.
Silencio total y Tony apretó los puños.
–¿Todos los humanos son así de densos o sólo son ustedes? —exclamó Rocket bastante molesto—. Se supone que son un equipo, ¿no?
–No exactamente —murmuró Pietro.
–¡Ah! Eso explica todo. En un equipo si no hay confianza ni gratitud, no funciona, es así de simple —explicó Rocket—. Yo creo que esto no funcionará aquí si no funcionó en la otra realidad o lo que sea.
–¿Tú qué sabes? —preguntó Clint cansado ya con la situación.
–Los equipos son una familia —contestó Quill—. Que se cuidan, que se dicen la verdad.
–Tú siempre niegas cuando te comes mí comida.
–No ayudas Rocket —Quill suspiró—. Vi esos recuerdos, allí lo que menos hay es compañerismo.
–Aún así derrotamos a los Chitauri juntos —la voz de Thor sonó más a pregunta que respuesta.
–¿Y tienen que llegar a ese extremo para dejar de pensar en sí mismos y pensar en el equipo? —cuestionó Gamora dando un paso—. ¿Pensar en lo que siente el otro?
Ganaron silencio total de los ex-Vengadores.
–¿Tony... Alguna vez no se preocupó por ustedes? —preguntó Mantis suavemente—. Soy un ser empático, si toco a alguien puedo saber lo que sienten —continuó—. Y cuando toqué a Tony sentí... Todo el amor que siente por ustedes.
–M-Mantis, eso es- no digas esas cosas, es vergonzoso... Tengo una reputación, ¿sabes?
–¿Por qué te debería avergonzar unos sentimientos tan puros y hermosos que sientes? El sacrificio y amor agape por todos ellos, el dolor al verlos y la disposición de quererlos con todo tu ser a pesar de saber que es posible que te vuelvan a hacer daño. Un amor totalmente incondicional que nunca había sentido.
–La personalidad del humano puede ser difícil, de hecho no me agrada demasiado y además pienso que su cabello facial es raro —dijo Drax dando un paso y Tony no sabía qué pensar—. Pero luego de ver todo lo que hizo por ustedes y que ustedes aún así lo hayan tratado como lo hicieron, no merecen ser llamados su familia.
–¡Yo soy Groot! —exclamó Groot en el hombro de Gamora.
–Dice que está de acuerdo para quien no entendió —dijo Rocket.
Todo se quedó en silencio mientras los ex-Vengadores se miraban unos a otros.
–De acuerdo, creo que ya fue demasiado interrogatorio por hoy —dijo Tony levantándose y deseando salir corriendo a enterrar su cabeza en la arena—. Pep, ven conmigo, creo que en el taller podemos hablar —la mujer asintió y fue con él. Tony hizo un gesto a Nébula para que viniera también—. No te molesta, ¿cierto? Le prometí reparar sus partes de metal.
–Han pasado muchas cosas hoy, una más no hará daño supongo —suspiró y miró con una sonrisa ladina a Nébula.
Se me están secando las ideas.QnQ
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