14. Mente

Capítulo 14

Ambos soldados se abrazaron luego de unos segundos de completo silencio, aferrándose al otro con todas sus fuerzas y necesitados de aquel encuentro.

Tony se puso al lado de la Muerte cuando todos estaban distraídos, y al intercambiar miradas, él negó con la cabeza y la dama frunció los labios.

–Sigo sin saber cómo eres tan misericordioso... Pero te advierto que a la siguiente no tendrán tanta suerte —Tony subió los hombros y volvió a mirar al frente con una pequeña sonrisa. La mujer abrazó su brazo cariñosamente para luego desaparecer.

El nudo en su garganta se deshizo y se tuvo que limpiar dismiluladamente el rostro para esconder la lágrimas que habían quedado atrapadas.

–Creí... Creí que habías muerto, ¿cómo es que-

–Cuando caí del tren... HYDRA me encontró... —dijo al separarse, con una sola mirada triste Steve.

–¿Cómo... Cómo escapaste?

–Tony me encontró y le pidió ayuda a SHIELD para salvarme —respondió el castaño y todos se voltearon a ver al Stark.

Él simplemente los observaba con una pequeña sonrisa, lo que menos había era rencor en su mirada, sólo un gran cansancio y ojos tristes.

–Quería que el reencuentro fuera más emotivo... Supongo que no siempre van a salir las cosas como quieres, ¿huh? —exclamó él suavemente, estaba dispuesto a irse, pero el otro castaño le interrumpió.

–Disculpa, Tony —James se acercó y se puso a una distancia amistosa—. Quería agradecerte en persona —mostró su mano con propósito de este echarla, a lo que el menor correspondió—. Por todo, en verdad gracias... No sé qué hubiera pasado si no estuvieras aquí.

–Ya te he dicho muchas veces, no es nada —le sonrió más honesto que antes. James se le borró la sonrisa cunado vio el labio partido y la nariz sangrante.

–¿Qué te ocurrió? —el contrario se limpió la cara rápidamente.

–Oh, esto... Estaba probando el traje y pues... Suceden fallas —miró de reojo al grupo y notó a Clint desviar la mirada apenado.

–Ah, pues... Deberías tener más cuidado... ¿Seguro que sólo fue eso?

–No te preocupes por eso —le tocó el hombro mientras pasaba por su lado. Se giró a los dioses—. Necesito hablar algo importante con ustedes en privado.

–Claro, hombre de hierro —Tony sonrió al escuchar tan conocido apodo de aquel Dios rubio, y simplemente los tres se alejaron del grupo nuevamente.

–Ustedes ahora vuelven a Asgard, ¿no?

–Así es —contestó de nuevo el más mayor amistosamente—. ¿Por qué la interrogante?

–Tuve otra visión... Pero es sobre sus madre.

–¿Qué le ocurre? —preguntó urgido ésta vez Loki.

–Es asesinada. No sé por quién exactamente, un prisionero de Asgard creo.

–Le diré a padre que aumente la seguridad —dijo Thor seriamente—. ¿Algo más?

–¿Qué tan lejos está eso? —preguntó Loki.

–Más o menos un año.

–Entiendo... Estamos eternamente agradecidos de que nos hayas contado eso. En verdad —Tony se esperaba que el rubio se creyera al 100℅ la historia de la visiones, puesto que era un Dios y ha vivido sus miles de años rodeado de brujas, duendes y magia seguramente, pero no se esperaba esa reacción tan amistosa y feliz hacia él, o quizás... No estaba acostumbrado. Una mano pesada se posó en su hombro, era de Thor—. Si necesitas ayuda en cualquier situación o si necesitas apoyo, sólo pídelo en voz alta, y vendré a pagar ésta infinita deuda.

–Me vas a hacer llorar, fortachón. Aún no ocurre nada. Ya vete, el padre de todo debe estar esperándolos.

–Sí, claro. Te lo agradecemos de nuevo. Dile a Jane que vuelvo en unos días —sonrió una vez más el más mayor antes de alejarse. Levantó el martillo y lo último que alcanzó a ver el castaño es la mirada curiosa pero agradecida de Loki antes de dejar aquella marca del Bifrost.

Dio una última mirada al grupo, donde la mayoría tenía el ceño fruncido. El único que se veía afligido era Steve y Bucky, aunque éste último estaba más confundido que afligido por las caras de desconfianza del resto.

Suspiró cuando desvió la mirada y entró a la base sin esperar que alguien lo detenga.

–Eso fue intenso —dijo la Muerte con gracia apareciendo a su lado.

–Bastante —sonrió en un murmullo el contrario—. Creo que necesito unas vacaciones.

–¿Y Killian?

–Mierda, es verdad —susurró.

–Puedo matarlo a él y al resto si así lo deseas —dijo con simpleza. Tony no respondió en largo rato hasta que entró a su habitación.

–¿Crees que eso es necesario? —ella levantó los hombros con indiferencia.

–De todas formas muere en tú línea temporal original, no haría mucha diferencia y no dañaría a nadie más que a sus aliados —Tony se sentó en la cama para meditarlo en completo silencio. La Muerte se sentó a la diagonal de él y empezó a acariciar su cabello suavemente, como si quisiera que cada milímetro de su huesuda mano sintiera el cabello ajeno—. Él torturó a tú novia, Tony... Casi la asesina, ¿no lo recuerdas?

–Sí, lo recuerdo, cada maldito día de mí vida —jadeó tapándose la cara. Dejó de lado todo sentimiento de humanidad hacia aquel hombre, ya no le importaba.

Sí, le hizo daño cuando lo rechazó en apoyarlo en sus proyectos, pero eso no le daba excusa a matar a tantas personas sólo para intentar ser superior. Pudo haber usado esa experiencia para demostrarle que estaba equivocado, ser una mejor persona, un mejor científico, alguien destacado por su intelecto igual o mayor al del gran Tony Stark.

Pero no lo hizo.

–¿Entonces, cariño? Tú eliges.

–Hazlo, pero no toques a Maya. Sólo a Killian y a sus aliados asesinos.

La Muerte sonrió complacida. Le acarició la mejilla con el reverso de sus dedos.

–Por supuesto —le dio un beso en la mejilla y desapareció del lugar.

Tony se acarició la mejilla donde le había dado el beso sin saber muy bien cómo sentirse.

Sentía una inmensa culpa, pero también una paz de no preocuparse más de esa situación.

Podía ir y disfrutar con Pepper. No tendría que pelear por su vida. Harley no tendría que estar en peligro de muerte.

Todo estaba yendo bien, y lo agradecía a pesar de que la aguja de culpa seguía clavada en su pecho.

Se levantó nuevamente y fue a la sala donde estaba la gema de la mente siendo estudiada por los científicos. Fury estaba hablando con Selvig. 

–Hola querido señor "no uso tacones" ¿Qué le trae por aquí? —saludó Darcy con su típica energía.

–Estaba aburrido y quería ver qué hacían —dijo Tony en un tono despreocupado.

–¿Thor ya se fue? —preguntó la castaña. Tony asintió.

–Dijo que volvería en unos días.

–Bien.

–¿Algo nuevo sobre la gema? —preguntó Tony acercándose. Bruce negó con la cabeza.

–La energía ha estado estable y no se ha vuelto a activar.

–Bien, porque me la quiero llevar a mí taller —soltó sin más causando un enorme silencio.

–¿Qué es lo que dices? —preguntó Fury sorprendido y molesto.

–Lo que escuchaste —sonrió.

–¿Tuviste otra visión? —preguntó Selvig y el castaño asintió.

–Algo así.

–¿Por qué eres el único que tiene esas visiones si todos estamos aquí con la gema? —preguntó Fury seriamente.

–Pregúntale al universo del por qué, pero es así.

–¿Por qué te quieres llevar la gema?

–Porque sé que HYDRA irá tras ella. Y como SHIELD sigue siendo muy vulnerable, es mejor que yo me la lleve y haga algo más.

–¿Algo como qué?

–Un protector de la vida, un ser vivo que pueda usar esa gema —todos permanecieron callados. Tony sacó un dispositivo que mostraba hologramas—. Ésta es la matriz de Jarvis —la consciencia de Jarvis se postró frente a ellos—. Un ser pensante a pesar de ser una inteligencia artificial. Si logro copiar ésta matriz, combinarla con un buen cuerpo sintético y la energía vital de esa gema, podremos crear un nuevo ser.

Bruce y Selvig se acercaron.

–Es muy parecido a la función neuronal del ser humano —dijo Bruce fascinado.

–¿Seguro de que es seguro? —le siguió Erik no muy convencido, pero curioso.

–Al 100%. Será el nuevo protector de la Tierra y nos ayudará cuando llegue Thanos.

Todos intercambiaron miradas. Darcy fue la primera en hablar.

–Yo lo apoyo. Sería interesante. Además de que salvó a bastante gente con todo el tema de la corrupción de gente mala que fingía ser gente buena en ésta agencia extraña donde evitamos que alienígenas destruyan el mundo y estudiamos piedras que tienen potencialmente más poder que una bomba nuclear —todos guardaron silencio y la miraron—. Sólo decía —levantó los hombros.

–¿Usted qué opina, director Fury? —preguntó Selvig mirando al director. Él se mantuvo en silencio un largo rato, y finalmente asintió.

–Aunque me cuesta admitirlo, no me queda otra opción más que confiar en él...

–Yo también lo quiero, pirata —sonrió el castaño.

–Si, claro. Doctor Banner, ¿le importaría ayudarlo en ese proyecto?

–¿Yo?

–Soy un niño grande y no necesito supervisión —dijo Tony intentando demostrar un puchero.

–El Doctor Banner conoce más sobre la energía Gamma que usted. Será más fácil si él ayuda.

–No sé si sea buena idea sabiendo que el otro sujeto puede salir.

–No me importa, la verdad —exclamó Tony con simpleza—. No ha salido en todo el tiempo que has estado aquí, y es bastante más estresante que mí querido taller ¿Qué dices? ¿Hermanos de ciencia?

No iba a negar que probablemente le caía incluso mejor Hulk que Banner. De cualquier manera fue él quien le salvó de morir por la caída desde el agujero de gusano.

–Si lo pones así... Supongo que está bien.

–¿Cree que nos podamos ir hoy? —preguntó el menor con alegría.

—·•·—

Las siguientes semanas se resumieron en crear el nuevo cuerpo en el taller. Bruce se alojó en la habitación que antes era de Yinsen.

Era complicado avanzar rápido si no querían ningún error de cálculo. Además de que Tony quería asegurarse que Jarvis se quedara  su lado y al mismo tiempo que éste Visión sea igual al otro, igualdad de amable, así que necesitaba la copia exacta de toda la matriz posible sin dañar a su querido amigo.

Hasta que el día llegó y pusieron la gema en la frente del cuerpo y conectaron la matriz copiada de Jarvis, dejando al original monitorear todo.

–¿Cómo le daremos la energía? Necesitamos demasiada y aquí hay muy poca.

–Lo tengo cubierto —le guiñó el ojo—. ¡Thor! ¡Hey, si tienes tiempo, ¿podrías venir?! ¡Necesitamos tus rayitos! —gritó hacia el tragaluz.

–¿Qué haces?

–Lo estoy invocando —sonrió. No ocurrió nada por un rato. Tony suspiró—. Bueno, puede que tarde un poco, cosas de dioses ¿Quieres almorzar por mientras?

–Claro —Bruce le sonrió.

No fue hasta en la tarde en que Thor llegó por el Bifrost justo en el patio de la casa.

–Estoy aquí, amigo de hierro. Lamento la tardanza, pero estaba en una misión como hijo de Odín —respondió cuando ambos mortales salieron de la casa.

–Sí, bueno, me debes un pasto nuevo —sonrió Tony—. Ven adentro.

Procedieron a explicarle la razón del porqué crear este nuevo ser, pero él no estaba muy convencido.

–Esa gema deben tener demasiado poder como para confinarlo a un ser vivo creado.

–Escucha. Hay 5 gemas más aparte de esta, una de ellas es el Tesseracto. Esas seis piedras son las que Thanos está buscando y las usará para desintegrar a la mitad de la población universal —soltó el castaño finalmente—. Si dejamos ésta gema sola no hará nada y será muy vulnerable, pero si alguien la puede poseer puede protegerse y proteger.

–Nunca lo mencionaste antes.

–Fue porque ahora las visiones se le ocurrieron aparecer —continuó el menor—. ¿Nos ayudarás o no?

El rubio asintió.

–Retrocedan.

Ambos le obedecieron y Thor se acercó a la mesa donde se encontraba el cuerpo con la gema dentro de un sarcófago sintético. Encima estaba el tragaluz sin vidrio.

El Dios lo hizo. Sobrecargó la máquina y de allí se produjo una explosión de energía.

El primer reflejo de Tony fue cubrir a Bruce con su cuerpo y ambos esconderse detrás de un escritorio.

Aquel androide había nacido, y su primer instinto fue atacar a Thor, ya que estaba más cercano.

Terminaron por destruir medio taller, hasta que el androide miró el cielo por el techo roto y todo se quedó en silencio.

Su expresión se suavizó y se volteó a ver a los otros tres.

–Lo lamento, eso fue... Extraño. Me disculpo —Tony sonrió nervioso.

–¿J?

–Aquí señor —el genio suspiró. Tenía a su Jarvis y a Visión en la misma habitación. Ahora sólo habrían confusiones por las voces, pero estaba feliz.

–Hola, Vis.

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