10. Loki

Capítulo 10

Tony activó su traje apenas se puso el casco y se dirigió a la zona donde se encontraba aquel cubo.

Jane, Selvig, Bruce y Darcy se encontraban allí.

–¿Qué sucede?

–La radiación de energía de rayos Gamma empezó a crecer exponencialmente —explicó Bruce desviando su atención de las computadoras para mirar al castaño—. Es demasiada.

–Bien. Ahora todos afuera, no querrán ver esto —exclamó seriamente. Los cuatro humanos, aunque dudosos, obedecieron de inmediato y salieron de aquella habitación—. J, no dejes que nadie pase.

–Ya lo hice, señor —el cubo empezó a brillar más y más.

–Gracias amigo, y perdón lo de antes —dijo Tony mientras se ponía en guardia.

–No se preocupe, señor. No estoy molesto —el castaño sonrió. La energía se estaba acumulando y formando un cuerpo arrodillado con un cetro.

–¿Sabes que te quiero, J?

–Siempre, señor —la voz sonó simpáticamente más alegre que de costumbre.

Aquel Dios de las travesuras/del engaño/ diva y la puta madre. Apareció.

Se levantó lentamente con todo y drama que eso conllevaba, pero no le dio tiempo se sonreír, puesto que Tony se lanzó contra él antes de que pudiera reaccionar.

El empuje fue tan fuerte que soltó el cetro e intentó quitárselo de encima.

–Hola cariño, llegas temprano ¿Qué tal si damos una vuelta? —lo agarró de sus ropajes y voló hacia el techo, llegando a romper la parte delgada de este. Stark había calculado con meticulosidad dónde atravesarlo para no hacer más daño del debido, Loki sería útil en un futuro, pero aun así quería devolverle el favor del vértigo.

–¡Te ordeno soltarme inmediatamente, bestia! —demandó el Dios.

–Bueno —sonrió Tony por debajo del casco. La altura no era demasiado, contando más o menos la resistencia de un Dios, así que simplemente lo soltó.

El cuerpo chocó contra el suelo fuertemente, pero seguía consciente y dispuesto a levantarse.

–Eres un-

–¿Genio, millonario, playboy filántropo? Absolutamente —pisó su pecho fuertemente y le dio un golpe en la cabeza que lo dejó completamente inconsciente—. J, ¿el resto sigue en la base?

–Lo están esperando, señor. No se ven muy contentos si me permite decirlo.

–Claro, me lo imaginaba —tomó al inconsciente Dios del cuello de su ropa para arrastrarlo hacia la base. Vio su piel extrañamente mojada, pero pensó que quizás era el clima o sólo un engaño de su vista.

«Es más lindo de lo que recordaba.

Tony rodó los ojos. La figura de la Muerte apareció a su lado. Estaba mirando al pelinegro fijamente.

–J, diles a los otros que voy en camino y quédate allí un momento, no les digas que no estás conectado conmigo.

–Por supuesto, señor.

El castaño suspiró pesadamente.

–¿Ves lo que tengo que hacer para que no me tomen por loco?

–Tú eres quien me responde —sonrió su compañera poniendo las manos detrás de su espalda. Su voz tranquila y coqueta era relajante para el castaño.

–Increíble, no me siento cómodo con compañeros humanos y me siento cómodo contigo. Me estoy volviendo loco.

–Es porque soy una vieja amiga a la que extrañabas. Tú naturaleza autodestructiva te hace disfrutar de mí compañía.

–¿Naturaleza autodestructiva?

–No te hagas. Ya te dije, siempre me buscaste. Incluso antes de ser Ironman, pero en mucha menor medida —sonrió la Muerte divertida—. Tus borracheras, tus provocaciones, incluso cuando no usabas condón con las personas con las que pasabas la noche.

–Entiendo, entiendo.

–Luego con Obadiah cuando casi se apaga tú reactor en la explosión. Con Hammer y los androides. Cuando llevaste el misil al agujero negro. Cuando diste tú dirección-

–Ya entendí, ya entendí ¿Quieres que me dé otro ataque o qué?

–Sólo estoy probando tú fortaleza —la voz era simpática, tanto que Tony tuvo que forzar una sonrisa.

–Pues gracias por quitarme la cordura.

–Cariño, aún no lo hago.

Eso lo dejó nervioso, así que decidió dejar de hablar y usar sus propulsores para llegar rápido a la base.

El equipo lo estaba esperando con miradas serias y dudosas.

–¿Qué tal? ¿Me extrañaron? —preguntó Tony divertido y dejó a Loki en el suelo. Le parecía bastante curiosa la situación—. Está inconsciente, pero no creo que dure demasiado.

–Fue muy peligroso lo que hiciste, Tony —dijo Fury seriamente. Unos agentes tomaron al inconsciente Dios y lo llevaron dentro de la base.

–Lo siento pirata, sólo quería noquearlo antes de que hiciera algo.

–Aún así se supone que eres parte de un equipo, no puedes enfrentarlo sólo.

–Pero lo hice y logré capturarlo. Quiero mí estrella dorada por ser tan buen niño —Fury suspiró con molestia—. Nunca dije que sería parte de ésta payasada del equipo, y lo sabes muy bien.

–Debes detener esa actitud —ahora hablaba Steve—. No quiero tener que lidiar con eso mientras enfrentamos cosas más importantes que tú ego —Tony salió del traje, sin querer provocar.

Ego.

Qué palabra más maldita en el diccionario de Tony.

–Pues lo siento, capitán. Éste soy yo. Soy alguien que no le gusta mucho seguir instrucciones, no es mí estilo.

–¿Estilo es lo único que te importa, verdad?

Tony sólo lo miró, la verdad quería ahorrarse esa conversación que ya ha vivido y no llega a nada más que medir quién tiene mejores insultos. Donde él obviamente ganaba, por supuesto.

No tenía por qué medirse la masculinidad esa vez, y le asustó pensar así, de no ser aquel Tony de antes.

–Yo también pienso que debiste buscar apoyo —dijo Natasha suave, pero firme.

–Lo siento, no me dio tiempo... —dijo sintiendo que decía una media verdad—. Además creo que fue más seguro si lo hacíamos así.

–¿Seguro? —preguntó Fury con un poco de sarcasmo.

 –Sólo porque tienes la armadura no significa que te puedas mandarte sólo —escupió Steve—. Además tú no me quieres entregar lo que me pertenece.

–Vale, si quieres intentar provocarme, hazlo. La verdad es que ahora me importa bastante poco. No me agradas, no te agrado, fin de la discusión... Y yo me voy a dormir, permiso —se fue dentro de la base ante la mirada atónita de todos, su traje caminó detrás de él cual guardaespaldas.

A pesar de todo... Se seguía preocupando por ellos. Y si es completamente honesto consigo mismo, sabía que no quería que ninguno de ellos fuera controlado por Loki y por la gema y saliera dañado, aún recordaba lo molesto y afectado que se veía Barton luego de despertar o lo loco que se había vuelto Selvig. Pero eso nunca lo admitiría en voz alta ni tampoco en sus monólogos internos, su dolor e incluso rencor eran más fuertes y causaban una pared alrededor del inmenso amor que aún sentía por esas personas.

«Wow, qué cambio.

–Ja-Ja, ¿qué querías? ¿Que le reventara la cabeza?

«Eso hubiera sido divertido.

Tony suspiró y fue a su habitación asignada a terminar de tranquilizarse. Tenía acceso a las cámaras gracias a Jarvis, así que pudo ver a Loki desmayado en la celda que habían creado para él.

–¿Por qué la bella durmiente tarda tanto en despertar? —dijo luego de casi media hora.

–Pues le diste una buena paliza, deja que duerma un poco.

–¿Por qué? Vino a destruir y conquistar el planeta.

–¿Enserio crees que fue completamente su idea? Mira el monitor —Tony le hizo caso y miró el monitor que mostraba sus signos vitales y ondas de calor. En esta mostraba la celda como si estuviera a mucha temperatura y la silueta de Loki como si estuviera congelado.

–¿Los Asgardianos suelen tener temperaturas tan bajas o lo maté?

–Ni una, ni la otra. Él es un gigante de hielo, su temperatura corporal es muy baja de forma natural —sonrió su compañera. Tony la volteó a ver un momento, hasta que cayó de cuenta en la pista.

–El estaba sudando demasiado, no es normal ¿no? Incluso es de noche y la temperatura no es tan baja —la Muerte ladeó la cabeza—... ¿Thanos?

–Él tenía en su poder la gema de la mente, ¿cómo crees que la consiguió?

Justo en ese momento Loki recobraba la consciencia y Tony se impacientó. Necesitaba respuestas.

El pelinegro parecía muy confundido, y observó el lugar y luego la cámara.

–¿Sus ojos no eran azules?

–Pista —alargó la palabra, cantando.

Recordó que Clint también tenía los ojos azules al ser controlado por la gema, al igual que Selvig. Aquí había algo más que un Dios odioso y reina del drama.

Salió rápidamente en busca de la celda. Fury estaba frente a ésta hablando con el agente que custodiaba el lugar.

–Tony —dijo Fury a modo de saludo.

–Pirata, déjame hablar con él.

–¿Por qué debería dejarte?

–¿Confías en mí? —Fury los seguía mirando seriamente—. Dime de inmediato, ¿confías en mí?

–Este último tiempo ya es complicado por todas las cosas que has echo y dicho.

–¿Pero sirvieron, he echo lo correcto? —eso causó un silencio. Fury suspiró, o más bien gruñó.

–Déjalo pasar —el agente asintió y puso la clave para abrir la puerta. Fury detuvo a Stark con la mano—. Cuidado con lo que dices.

–¿Cuándo no lo he echo? —silencio—. Vale, sí, tienes buenas razones. Gracias igual.

Y entró.

El Dios tenía sus manos detrás de su espalda erguida. Miraba con el mentón en alto en clara señal de creerse superior.

–Es increíble que te dejaran a ti venir a interrogarme.

–No te hagas el interesante. Sólo quiero hablar —Loki sonrió con malicia y se acercó al vidrio.

–¿Por qué habría de hablar contigo?

–Si quieres puedo ser directo —Loki estaba un tanto sorprendido al no lograr provocar a aquel humano—. ¿Tus ojos son verdes, verdad?

–Es la pregunta más incoherente que me han hecho en situaciones así.

–Entonces es cierto —Tony se acercó al vidrio con una sonrisa triunfante—. Te daré las pistas. 1: Hace sólo unos minutos los tenías celestes. 2: La gema de la mente irradia luz celeste y su nombre es muy explícito, gema de la mente, algo ocurrió en tu cabecita loca. 3: Estás sudado a pesar de que tú temperatura corporal es muy baja y no hace tanto calor como para que te vas así. 4: Aparte estabas pálido, tú cuerpo parecía tambalearse más de lo que deberías cuando llegaste por el portal.

–¿A qué quieres llegar con todo esto, humano?

–¿Quieres la respuesta suave o directa? —el pelinegro no respondió, sólo lo miraba—. Soy flexible y sé que te puede shockear, te estoy dando la oportunidad para no quedar más loco de lo que estás —hablaba despreocupado.

–Sólo dilo y ya.

–Thanos —Loki abrió los ojos sorprendido y su sonrisa desapareció completamente. Ahora reflejaba sorpresa e incluso terror.

–¿Cómo... Cómo sabes de él?

–Mh... He tenido unas visiones hace unos meses. Thanos es un tipo grande, con armadura de metal y con una cara de paza podrida ¿No? ¿Con todo y una barbilla de Popeye? —Loki lo miraba atento y aún un poco asustado—. Él te envió como su lacayo para conquistar éste planeta y hacerle mejor la tarea de matar a la mitad de la población más evolucionada, ¿me equivoco?

–¿A qué quieres llegar?

–Una tregua, para poder detenerlo.

–Es imparable. Tú y tú equipo no van a poder contra su ejército.

–No es mí equipo, nuestro compañerismo es más por una cuestión de estética porque queda bonito decir que "salvaremos al mundo juntos y todo será de color de rosas" —hizo unas comillas con sus dedos exageradas—. En fin. Aún quedan los Asgardianos y los ejércitos de los países. Digamos que es el apocalipsis y así todos moverán sus traseros por la causa.

–No tienes idea...

–No, créeme que tengo mucha idea de lo que él es y hará si no lo detenemos. Lo he visto.

–Pruébalo.

–¿Cómo? ¿Quieres más pruebas? Sabes... Estoy colmando la confianza de todos los que nos están viendo ahora —hizo una gesto hacia a la cámara que apuntaba directamente a ellos. Loki miraba negando a creer que aquel humano supiera tanto.

Tony suspiró largamente. Los brazos de la Muerte rodearon su brazo.

–Sabes que estaría loco si te creía de inmediato —ronroneó la mujer.

El castaño pasó una mano por su rostro con frustración. Ya si ni siquiera el Dios loco le creía, ¿qué le esperaría del resto cuando ya pierdan completamente la confianza?

 –¿Quién es ella?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top