☆「 Cα℘Ꭵʈʊʆꪮ 8 」♡
[The Second's Coming POV]
No podía creer lo que tenía frente a mis ojos: ¡era Purple! Aunque sabía que no podía ser el Purple de mi dimensión, cada detalle de su apariencia era idéntico. Su presencia me resultaba extrañamente reconfortante, a pesar de las circunstancias. Después de todo lo que había pasado, encontrar a alguien tan parecido a él me devolvía un rayo de esperanza. Estuve peligrosamente cerca de perder la cordura, a punto de morir por la paranoia que me invadía. Sin embargo, en ese momento crucial, agradecí profundamente a Alan por haber enviado a mi salvador.
Estaba a punto de levantarme del suelo cuando recibí una patada que me hizo caer de nuevo. Ante mí, vi a Purple amenazándome con su imponente espada negra, decorada con destellos de morado neón. Esa arma era mucho más grande que él, lo que me hizo tragar saliva con dificultad y sentir una creciente ansiedad. ¿Iba a morir asesinado por la forma exacta de la persona que me gustaba? La idea me resultaba aterradora y cruel. No podía imaginar una manera más horrible de morir.
...
-¿Quién eres y qué planeas? -me preguntó Purple, con un tono frío y mirándome como si deseara asesinarme.
-Soy The Second Coming... pero me Ilaman Second, ya que mi creador no se le ocurrió un nombre mejor -murmuré con fastidio. Alan y Chosen me habían dicho que mi nombre tenía un significado, pero no sabía a qué se referían.
-¿Second? Mmmh... me miró con desconfianza-. ¿Tienes alguna relación con The Dark Lord? Te pareces a él...
Acercó la espada aún más a mi cuello.
-¡Y-yo juro que no tengo nada que ver con él! Solo soy alguien indefenso y sin mochila -levanté ambas manos para demostrar que era inocente. Sentí que alejaba la espada y, por fin, pude respirar en paz.
-Está bien, Second... -se alejó de mí y caminó hacia atrás, manteniéndose en alerta. ¿Qué haces en estas tierras? -me preguntó, mientras colocaba su gigantesca espada detrás de él.
-Ehm, se podría decir que vine de visita para explorar... sabes, me gusta la estética de todo esto -sonreí de forma forzada, consciente de que lo que decía era una mentira, pero parecía que él se lo creyó.
-Entonces, ¿un aventurero? -me miró atentamente. Parpadeé una vez y, de repente, estaba detrás de mí. ¿Cómo lo había hecho?
-¿Cómo acabas de... no terminé la pregunta porque me interrumpió.
-Ten suerte para que no te maten, amigo. Este es una prisión, y las personas que entran aquí nunca vuelven a salir con vida. Suelen matarlos en el acto -dijo Purple, provocando un miedo aún más profundo en mí. Solo tenía un pico en mis manos.
-Tssk, ¿y tú? ¿Eres un prisionero? -le pregunté, cruzándome de brazos e intentando tomar el papel de entrevistador.
-Algo así... Descansa, Second -miró a su alrededor y comenzó a alejarse.
Quería seguirlo, pero desapareció de mi vista. ¿Qué tipo de Purple era este? ¿Y qué quería decir con "descansa"? ¿Acaso ya era de noche? Agh...
...
Intentaba procesar todo lo que acababa de pasar. Me preguntaba... ¿Purple también era un prisionero o tenía otro rol aquí? El Purple de mi dimensión es un chico simpático, amable y emocional, aunque también ha pasado por momentos difíciles. Por eso lo llamo Little Flower, una flor delicada. Pero ahora no era momento de pensar en eso. Si ya era de noche, debería intentar dormir... aunque estando en una cueva, eso sería complicado. Tendría que dormir en el suelo, con el constante miedo de que alguien pudiera... matarme mientras dormía.
Me acerqué al lugar donde había estado excavando antes, sin más recursos que mis propias manos vacías. Me acosté en el suelo frío y rocoso, cerrando los ojos con la esperanza de poder dormir, aunque sabía que sería difícil.
「 Al día siguiente 」
Me desperté sin saber qué hora era ni en qué tiempo me encontraba. Lo único claro era el dolor insoportable en mi espalda. Me dolía todo. Me levanté, estiré los músculos doloridos y tomé mi pico, jugando con él entre las manos para despejarme un poco.
Mientras pensaba, escuché un ruido extraño: las paredes de la cueva parecían abrirse. De inmediato me puse en alerta. Vi cómo varios guardias entraban y comenzaban a rodearme. Instintivamente saqué mi pico como arma, listo para cualquier cosa. Entonces, vi a Green entrar también. Pero esta vez noté algo que no había visto antes: su espada llevaba incrustada una piedra verde brillante. Era... sorprendentemente hermosa.
—Vendrás con nosotros —dijo Green, mirándome fijamente. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar su voz.
...
¿Me negué? Claro que no. Acepté sin dudar que me llevaran, aunque bajo la constante vigilancia de todos. Al menos iba a salir de esa cueva, que no me daba buenas vibras. Pero... ¿y Purple? ¿Seguiría aquí? No tuve tiempo de pensarlo más, porque ya me estaban escoltando fuera de la cueva. Esta vez, me dirigían hacia el castillo.
Mientras caminábamos, noté cómo el número de guardias aumentaba a medida que nos acercábamos, y aunque intentaba mantenerme calmado, no podía evitar mirar de reojo a Green. Él hacía lo mismo conmigo, en una especie de silencio tenso.
Al llegar finalmente al castillo, me llevaron directamente a la sala principal. El ambiente era solemne y dominado por un imponente trono que capturó mi atención de inmediato. Lo observaba con admiración, sintiendo que algo importante estaba por suceder.
[Narradora POV]
El aire en la sala principal se sentía denso, cargado de tensión y expectativa. Second estaba de pie en medio de la sala, rodeado por los guardias que lo habían escoltado desde la cueva. Su mirada se movía con inquietud, atrapada en la arquitectura imponente del castillo. Ante él, dos tronos vacíos que dominaba el centro de la habitación. El silencio era abrumador.
De repente, Green dio un paso adelante, colocándose en el centro de la sala, justo frente a Second. Con su voz grave y autoritaria, rompió el silencio.
— ¡Todos en pie! —ordenó, aunque solo estaban los guardias presentes—. ¡Que se haga silencio en la sala! ¡Presentamos ante ustedes al soberano de estas tierras, el protector del reino y maestro de la espada incandescente! —Green miró a Second fijamente mientras hablaba, como si cada palabra llevara un mensaje oculto—. ¡Con ustedes, Su Majestad, el Gran Rey Orange!
Las puertas del salón se abrieron lentamente, y los guardias, con movimientos precisos, hicieron una reverencia al unísono. El Rey Orange apareció, caminando con paso firme, su capa ondulando tras de sí. La sala, por un instante, pareció empequeñecerse bajo la magnitud de su presencia. Second no podía apartar la vista del imponente rey que ahora se dirigía hacia el trono.
Green dio un paso más, alzando la voz con respeto, pero también con esa frialdad calculada que siempre lo caracterizaba.
— ¡Inclínate ante el Rey Orange, líder inquebrantable, cuya sabiduría y fuerza guían a este reino hacia la gloria!
Second sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué significaba todo esto? Mientras el rey tomaba asiento en su trono, Second permanecía en el centro, consciente de que todo había cambiado en ese instante.
La sala se llenó de un murmullo suave, como el viento que acaricia los pétalos de una flor. Los guardias permanecían en sus posiciones, pero la tensión que había llenado el aire antes ahora se transformaba en una expectativa diferente, casi reverente. Todos sabían quién estaba a punto de entrar.
Green se adelantó una vez más, con la mirada fija en Second, pero esta vez su tono se volvió más solemne, casi delicado.
— ¡Todos en pie! —ordenó, su voz resonando suavemente por la sala, como si reconociera la importancia de lo que estaba por venir—. ¡Con respeto, presentamos ante ustedes al Príncipe Purple, hijo de la Reina Orchid Rose! —su voz bajó ligeramente, un eco de orgullo contenida en sus palabras—. ¡El Príncipe Purple Royal Rose, una flor tan noble y hermosa como su madre!
Las puertas se abrieron lentamente, revelando al Príncipe Purple. Avanzaba con una gracia natural, su porte real evidente en cada paso. Vestía con elegancia, los colores púrpura y oro adornando su figura, reflejando la nobleza de su linaje. Pero lo que más destacaba era su aura tranquila, casi etérea, como si su propia esencia estuviera entrelazada con la delicadeza de las flores.
Second lo observaba en silencio, impresionado por la presencia del príncipe. Había algo en él que hablaba de fuerza y vulnerabilidad a la vez, como una rosa cuyo esplendor ocultaba espinas. Los guardias inclinaron la cabeza con respeto mientras Purple avanzaba hacia el centro de la sala, su mirada serena pero firme.
Green, todavía con la atención centrada en el príncipe, añadió en un tono más bajo:
— ¡Honren al Príncipe Purple, descendiente de la Reina Orchid Rose, cuya belleza y fortaleza florecen en su legado!
El príncipe se detuvo, su mirada pasó brevemente por Second antes de dirigirse al trono, su porte calmado, pero su presencia innegable.
...
Second permanecía en el centro de la sala, inmóvil, sintiendo cómo la atmósfera a su alrededor cambiaba con cada segundo. A pesar de la tensión en sus hombros, no podía apartar la vista del Príncipe Purple. Había algo en él, en la forma en que caminaba, en cómo la luz parecía envolver su figura, que lo dejaba sin palabras. Era tan diferente y, sin embargo, tan parecido al Purple que él conocía de su dimensión.
Mientras Purple avanzaba con esa gracia tranquila, Second no pudo evitar que su mirada se cruzara con la del príncipe. Por un instante, el tiempo pareció detenerse. Purple lo miró directamente, sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y algo más que Second no podía descifrar. Era como si el príncipe supiera algo, algo profundo, y lo estuviera evaluando en silencio.
Second sintió un leve estremecimiento recorrer su espalda. El aire entre ellos se volvió pesado, casi eléctrico, pero Purple no dijo nada. Simplemente sostuvo la mirada, como si estuviera viendo a través de él, buscando en su interior, entendiendo más de lo que Second podía imaginar.
Los segundos se hicieron eternos hasta que, de repente, Purple desvió la vista, continuando su paso hacia el trono. Second respiró hondo, sintiendo su corazón latir con fuerza. Aún podía sentir la intensidad de aquella mirada, grabada en su mente. ¿Qué había visto Purple en él? Y, más importante aún, ¿qué significaba ese silencio cargado entre ellos?
[Continuara...♡]
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