☆「 Cα℘Ꭵʈʊʆꪮ 6 」♡
[The Second's Coming POV]
Corrí con Yellow en brazos hasta que finalmente llegamos al bosque Elderwood Woodlands. Me dirigí directamente hacia donde estaba Zephyra y, al verla, le pedí ayuda desesperadamente. Su rostro se llenó de preocupación al ver a Yellow en ese estado. Rápidamente, llamó a sus aliadas y a Blue. Juntos llevaron a Yellow a una cabaña cercana para tratarlo.
Yo me quedé afuera, caminando en círculos, inquieto. La preocupación me consumía. Esto es mi culpa, pensé una y otra vez. No debí haber llevado a Yellow al Nether. Finalmente, me dejé caer al suelo, abrazándome a mí mismo en un intento de calmarme.
De repente, sin darme cuenta, un niño pequeño se acercó a mí. Me ofreció una flor con una sonrisa dulce. Lo miré sorprendido y acepté la flor. Le sonreí en agradecimiento, y él, con inocencia, me dio unas suaves palmaditas en la espalda antes de salir corriendo.
Miré la flor entre mis manos y suspiré, deseando con todas mis fuerzas que Yellow se recuperara pronto.
...
Después de unas horas de espera, miré hacia la cabaña y vi a Yellow salir, ya recuperado, acompañado por Blue y Zephyra. Sin dudarlo, me acerqué rápidamente y lo abracé con fuerza. Para mi alivio, él correspondió el abrazo. Sin embargo, cuando levanté la mirada, noté que Zephyra y Blue me observaban con una expresión seria.
Yellow se veía cansado, y era comprensible. Después de que alguien te apuñale en el pecho, recuperarse no es tarea fácil, ni algo que se supere de inmediato.
...
—Me alegra verte bien, Yellow. Casi no lo logras —sonreí sinceramente, aliviado de tenerlo frente a mí.
—No es momento de celebrar, The Second Coming —interrumpió Zephyra, con tono grave—. Tenemos... malas noticias.
Me separé de Yellow y lo miré a los ojos. Él hizo lo mismo, su rostro reflejaba inquietud.
—Queremos que tomen esto con seriedad y que no entren en pánico, ¿de acuerdo? —dijo Blue, su voz tranquila, pero eso solo hizo que mi preocupación aumentara.
—¿Qué sucede? —pregunté, guardando la flor en mi inventario, tratando de mantener la calma.
—Lamentablemente, la situación de Yellow es más delicada de lo que pensábamos —empezó Zephyra—. Hemos descubierto que, debido al arma de The Nether Prince, Yellow ha sido infectado con un veneno conocido como "Wither Heart". Es una enfermedad mortal que hace que la víctima muera lentamente... y solo hay una cura —explicó con firmeza.
Traté de procesar todo lo que me acababa de decir, mientras Yellow bajaba la mirada, en silencio.
...
—¿H-hay una cura? ¿Cuál es y qué hay que hacer? —pregunté apresuradamente. No podía soportar la idea de perder a Yellow.
—Ese es el problema... No lo sabemos con certeza —dijo Zephyra, preocupada—. Pero hay un antiguo libro en nuestra vieja cabaña y templo. Allí se menciona la cura, y además es donde se encuentra el próximo cristal que necesitan.
Suspiré aliviado por un momento. Al menos había esperanza, y conseguir la cura podría ser posible.
—Yo iré —intervino Blue—. Junto con Yellow. Conozco el camino, y puedo encontrar el cristal. Pero deben saber que ese lugar es peligroso. Ahora lo ocupan como trono y refugio, por eso nos vimos obligados a abandonarlo. Recuerdo todo, aunque solo tenía cinco años... lo recuerdo como si fuera ayer —su tono era triste, pero había una firmeza decidida en sus palabras.
—No me queda de otra, supongo —comentó Yellow, con sorprendente calma, aunque yo no podía dejar de sentirme inquieto.
—Second, tendrás que seguir sin Yellow. Debes buscar los demás cristales por tu cuenta... —dijo Zephyra, mirándome con seriedad. Su tono firme me hizo sentir el peso de la responsabilidad. Ahora tendría que continuar solo.
—De acuerdo, iré solo, pero... —dije mientras volteaba hacia Blue—. Cuídalo bien, y buena suerte... —Mi voz revelaba mi preocupación, pero también una determinación inquebrantable. Confiaba en que Blue haría todo lo posible por proteger a Yellow.
—Lo haré, Second. No te preocupes —respondió Blue con confianza. Observé cómo una bruja le entregaba un bolso de cuero y un cinturón lleno de pociones, además de un carcaj con flechas nuevas. Estaba listo. Junto a él, un libro café flotaba, como si fuera su fiel compañero.
—Cuídate, Second, y buena suerte —me dijo Yellow, ofreciéndome su apoyo. Lo abracé una vez más, y él me devolvió el abrazo con la misma fuerza.
Nos separamos, y aunque la preocupación persistía, sentía que, al menos, estábamos dando los pasos correctos.
...
Después de unos minutos, vi cómo Blue y Yellow se alejaban caminando hacia su destino. Bajé la mirada, sintiendo una mezcla de emociones, y observé el cristal rojo en mi mochila antes de cerrarla y colgármela de nuevo. Me acerqué a Zephyra, quien me miró y suspiró.
—Es difícil, pero confía en ellos. Lo lograrán. Ahora debemos tener cuidado aquí, sin Blue para protegernos —dijo Zephyra, mientras comenzaba a caminar. Yo la seguí, manteniéndome a su lado.
—Lo sé, solo me siento mal por Yellow. Me di cuenta demasiado tarde... Ha tenido que ver a su pareja morir dos veces, y no me parece justo —dije, frustrado conmigo mismo, sintiéndome como un completo idiota.
—Nadie lo sabía, pero al menos ahora no tendrán que cargar con esa pena... Sin el Nether Prince, el Nether está indefenso. Siempre lo usaron como un arma —comentó Zephyra, aportando esos datos que de alguna forma intentaban aliviar la situación. La miré, pero luego volví a bajar la vista, incapaz de evitar los recuerdos. Red había sido mi amigo en mi dimensión, y ahora, todo había cambiado.
—Lo sé, solo me preocupa cuánto pueda afectarle esto a Yellow —dije, cruzándome de brazos mientras la preocupación seguía pesando sobre mí.
—Sí, claro que lo afectará, pero tarde o temprano tendrá que dejarlo ir, para que ambos puedan encontrar paz —respondió Zephyra en un tono tranquilo. Sus palabras tenían razón, pero el dolor era algo inevitable. Caminé hacia el caballo que me había acompañado todo este tiempo y me subí.
—Supongo que es hora de ir al Ender Kingdom... —dije, tomando las riendas. Sin embargo, justo antes de que pudiera marcharme, Zephyra me habló nuevamente.
—Antes de irte, alguien te está esperando en la aldea en el bosque Moonlit Grove. Quiere hablar contigo —me sonrió, y yo quedé perplejo, sin entender quién podría querer verme.
—¿Quién querría hablar conmigo...? —murmuré, sintiendo una mezcla de curiosidad y frustración.
...
Después de una breve conversación, seguía sin saber quién quería hablar conmigo. Me despedí de Zephyra y las demás, monté en mi caballo y emprendí el viaje. Mientras atravesábamos los bosques, me encontré nuevamente con la familia de Algodón y Sunny. Los saludé, y ellos movieron sus orejas en respuesta, como si también me saludaran.
Tras varios minutos de viaje, llegué a una aldea. Podía sentir las miradas de las personas sobre mí. Bajé de mi caballo, asegurándolo en un lugar seguro, y comencé a caminar. Supuse que esta era la aldea donde Yellow había decidido quedarse a vivir. El lugar era hermoso, con un aire pacífico, pero seguía sintiéndome confuso. ¿Quién quería verme?
Decidí adentrarme un poco más en el bosque, explorando el entorno mientras trataba de encontrar alguna pista.
...
—Agh, siento que solo me dijeron mentiras —me quejé mientras me recargaba contra un árbol. Decidí caminar hacia un estanque cercano y sentarme para despejar mi mente, pero algo extraño captó mi atención. Noté que un mechón de mi cabello había cambiado de color, ahora era verde, cuando antes solo era un tono más claro de naranja. Lo toqué, tratando de entender lo que estaba ocurriendo, pero no sucedió nada. De repente, una serie de susurros llenaron mi cabeza, y antes de darme cuenta, cerré los ojos y me encontré en algún lugar dentro de mi propia mente.
Estaba flotando en la oscuridad, todo a mi alrededor era vacío y sombrío. Mi mechón volvió a su color normal, pero sentía la presencia de alguien más conmigo. Entonces, de entre las sombras, una luz verde comenzó a aparecer, rodeándome lentamente. Observé con atención, y cuando la luz se detuvo y ascendió, me quedé paralizado.
—Vaya, vaya, mira quién ha llegado... en un rincón perdido de tu propia mente —susurró la figura, esa luz verde que flotaba a mi alrededor. Cuando finalmente tomó forma, vi con asombro que era... yo. O al menos, una versión de mí con un mechón verde y ojos esmeralda. Permanecí inmóvil, sin saber qué hacer.
—¿Qué eres...? —pregunté, confundido, tratando de alejarme, pero mis pies no respondían.
—Soy tú, pero una mejor versión —respondió con una sonrisa arrogante—. Más poderoso, más inteligente... y, por supuesto, más maduro.
Su tono no me afectaba, pero su presencia me inquietaba. Mantuve mi mirada fija en él.
—¿Qué es lo que quieres? ¿Qué buscas? —pregunté de nuevo, buscando entender su propósito.
—¿Yo? No quiero nada —respondió, aún con esa sonrisa en su rostro—. Solo quiero ocupar mi lugar y hacer lo que tú nunca podrás..proteger a tus "amigos" de verdad...
Sus palabras me atravesaron, su mirada era directa, como si quisiera desarmarme. Fruncí el ceño.
—Pero yo los he protegido —dije con firmeza—. Hago lo mejor que puedo.
—¿De verdad? —respondió, condescendiente—. ¿O solo crees que lo haces?
—Y-Yo... —bajé la mirada, incapaz de responder de inmediato. Sentía cómo sus palabras se clavaban en mí, pero apreté los puños, levantando la cabeza para enfrentarlo—. ¡Tú no sabes nada! No sé qué es lo que quieres, pero solo quiero que desaparezcas... —me quedé en silencio, intentando controlar mis emociones, antes de añadir—. ¡Es tu culpa, ¿no?! ¡Por tu culpa estoy en esta dimensión!
Le lancé la acusación con fuerza, esperando una reacción. Y la tuvo.
—Tal vez sí, tal vez no... —respondió con una sonrisa burlona—. Sí, fui yo... De nada —rió y dio un paso hacia mí, acercándose con una confianza perturbadora.
—Nunca vas a tomar control de mí... —lo miré directamente a los ojos, decidido. Él, sin embargo, no apartó su mirada mientras retrocedía lentamente, con una sonrisa siniestra.
—Lo que tú digas, The Second Coming. Poco a poco me apoderaré de ti, y no podrás hacer nada al respecto. —Su voz creció en intensidad mientras sus ojos se tornaban de un verde brillante—. ¡Nada!
Antes de que pudiera responder, todo desapareció. Volví en mí y me encontré frente al estanque, mirándome en el reflejo. Ahí estaba, el mechón verde... esa era la razón, ¿no?
...
Me levanté del tronco donde estaba sentado, pero antes de dar un paso, un sonido en los arbustos me puso en alerta. Al principio me asusté, pensando que podría ser Dark... o algo peor. Justo cuando estaba a punto de acercarme para investigar, sentí cómo algo me agarraba la mochila con fuerza, levantándome en el aire y lanzándome violentamente contra un árbol.
El impacto me dejó aturdido, pero el verdadero golpe vino cuando me di cuenta de que me habían quitado la mochila... junto con los cristales. Me giré rápidamente, y lo que vi me dejó sin palabras: frente a mí estaba The Chosen One. Sentí una mezcla de alivio y terror al verlo. ¿Me haría daño?
...
—Ch-Chosen! Herma... no... me alegra verte, ja... ja —tragué saliva mientras lo saludaba con las manos, sintiéndome nervioso al verlo de cerca.
—Veo que es cierto, eres de otra dimensión —dijo Chosen, acercándose y quedando justo frente a mí—. Mucho gusto... Zephyra me explicó sobre tu visita y el problema.
—Sí, es cierto... mira, no quiero problemas ni nada, ¿me devuelves mi mochila? —pregunté calmadamente, estirando la mano para que me la diera. Chosen la abrió, y al ver su contenido, sus ojos se agrandaron con sorpresa. Me miró con incredulidad.
—Estoy... sorprendido de que hayas robado el cristal del Nether Kingdom —dijo mientras me pasaba la mochila. Me la colgué a la espalda de inmediato, sintiéndome algo incómodo.
—Fue... demasiado fácil, la verdad... —admití mientras bajaba la mirada, sabiendo lo sospechoso que sonaba—. Se lo quité en las narices a Dark, pero no pareció importarle en absoluto.
—Eso es extraño en él. Significa que Dark tiene algo más en mente... Me enteré de que el Nether Prince murió, y eso es tanto una ventaja como un problema. Si Dark no se opuso, significa que finalmente obtuvo lo que quería... —dijo Chosen, con una inquietud visible en su rostro.
—¿Lo que quería? —pregunté, sintiendo que algo mucho más oscuro estaba en juego.
—El poder que yace en la Nether Star... —Chosen murmuró, y sentí un escalofrío al recordar el brillo siniestro del objeto que había dejado atrás junto al cuerpo de Red.
—¿Qué tiene eso? ¿Tiene algo especial? —pregunté, sintiendo una mezcla de confusión e inquietud. Chosen me miró y asintió lentamente.
—Tiene un poder increíble... demasiado peligroso. Si Dark ya lo tiene en sus manos, significa que pronto creará más ejércitos. Esta vez, podría destruir el Ender Kingdom, y no solo eso... también esta aldea, y más allá —explicó Chosen, con un tono grave—. Siempre intenté proteger a esta gente. Hace años oculté los cristales por si había una emergencia, pero todo el mundo tenía sus propios planes y cada reino o alguien se quedo con uno. Y ahora veo que tú los estás recogiendo... —me miró serio, cruzándose de brazos, y sentí como si su mirada pudiera atravesarme.
—Solo los necesito para regresar a casa, a mis amigos y familia... —respondí, mi voz temblando un poco. Me cubrí el rostro, intentando ocultar la frustración que sentía—. Pasaron cosas que me trajeron a esta dimensión, y necesitaba ayuda, pero por mi maldita culpa casi mi amigo Yellow muere...
Sentí una opresión en el pecho al recordarlo. Chosen me observó en silencio por unos momentos, antes de suspirar.
—Entiendo tu situación, pero los cristales no son simples herramientas. Cada uno tiene un propósito mayor, y llevártelos podría desequilibrar algo más grande de lo que imaginas —dijo, con una mezcla de seriedad y preocupación—. Sin embargo, si tu deseo es volver a casa, tenemos que asegurarnos de que no termines empeorando las cosas aquí.
—Eso intento... —dije, desviando la mirada mientras bajaba del árbol. Chosen me siguió de cerca.
—Y... mencionaste a un tal Yellow... ¿te refieres a Yellow Amber? —me sonrió ligeramente, lo que me dejó confundido.
—No sé su apellido, pero sí, es Yellow —lo miré con curiosidad—. ¿Lo conoces?
—Lo conozco muy bien —dijo Chosen, su expresión se tornó algo nostálgica—. Es una persona a quien yo reviví hace años usando los cristales...
Me quedé sorprendido, ¿él había sido el responsable? Eso lo cambiaba todo.
—¿Fuiste tú...? —susurré, procesando la información—. Eso explica varias cosas, pero... ¿por qué no reviviste también a su pareja, Red? ¿Por qué solo a él? —Mi voz subió de tono, el enojo y la tristeza se apoderaron de mí. Quería respuestas.
Chosen bajó la mirada, suspirando con pesadez.
—Tenía la intención de hacerlo... —respondió con una voz suave, pero cargada de arrepentimiento—. Primero me llevé a Yellow a un lugar seguro para usar los cristales. Pero cuando quise regresar por ese tal Red, ya no estaba... Dark Lord se lo había llevado, y utilizó the Nether Star para sus propios fines, como lo hice yo...
Su voz se volvió más grave cuando mencionó a Dark, y una sensación de malestar me recorrió. Todo lo que le había ocurrido a Red estaba envuelto en tragedia, y ahora era demasiado tarde.
—¿Entonces Red fue... corrompido por Dark? —pregunté, más para confirmar lo que temía.
—Sí... y eso es lo que temo. Si Dark tiene en sus manos tanto poder, puede estar usándolo para mucho más que solo revivir. La corrupción del Nether se está extendiendo, y Red era solo una pieza de su plan —Chosen apretó los puños, la preocupación marcando sus rasgos—. Si no hacemos algo pronto, no solo Yellow y tú estarán en peligro, sino todos los que conocemos...
—Agh...¿que podemos hacer?... —pregunté preocupado y inquieto
—Mejor dicho, ¿que harás tu? La piedra Star..Starlight Nexus, te trajo acá, así que tu eres la esperanza para esta dimensión, para esta tierra, si yo antes era el portador de los cristales, ahora serás tu —me dijo Chosen, me tomó de los hombros y me miro seriamente, me asuste, ¿todo depende de mi? Este mundo está jodido entonces
—No quiero liar con todo esto...es mucha responsabilidad y no quiero cagarla siendo un mal portador de cristales...aparte, ¿por que yo? Yo soy de otra dimensión ¿como es eso posible..¿
—Mira, veras...algo que se es que los cristales son reliquias de un poder más allá de la comprensión mortal, capaces de atravesar dimensiones y realidades. Su existencia no está atada a un solo portador ni a una única dimensión, sino que buscan a aquel cuya esencia resuene con su energía. En una época pasada, alguien de otra dimensión puede ser el elegido, portando los cristales y controlando su inmenso poder. Sin embargo, el flujo del destino cambió, y los cristales percibieron que su misión requería un nuevo guardián. Tu, por alguna razón misteriosa y oculta a los demás, está ligado a los cristales desde tu nacimiento. Su esencia está entrelazada con ellos de una manera única, no solo eres el nuevo portador, sino que también eres parte de los mismos cristales. Este vínculo especial trasciende las reglas normales de la realidad, haciendo que tu no solo uses su poder, sino que te conviertes en uno con ellos, su existencia fusionada con la magia de las piedras —me explicó Chosen, lo mire con atención sus palabras.
...
Las palabras de Chosen resonaron en mi mente como un eco interminable, cargadas de una verdad que no estaba preparado para aceptar. Me quedé en silencio, tratando de asimilar lo que acababa de decir. Los cristales, esos objetos de poder inigualable, no solo me habían traído a esta dimensión, sino que ahora resultaba que yo estaba entrelazado con ellos de una manera mucho más profunda y personal de lo que jamás imaginé.
"¿Por qué yo?" Me seguía repitiendo esa pregunta, buscando alguna razón lógica que justificara este destino que, hasta ese momento, parecía más una carga que una bendición. Pero Chosen había sido claro: no era solo un portador, era parte de los cristales. Su magia corría por mis venas, estaba fusionada con mi esencia.
El peso de la responsabilidad empezó a aplastarme. ¿Cómo podía estar yo, alguien que había llegado a este mundo por accidente, destinado a ser su salvador? Pero, a pesar del miedo y la incertidumbre, no podía ignorar la verdad. Había algo en mí, algo que resonaba con los cristales, algo que los hacía confiar en mí, aunque yo mismo no confiara aún en mis propias habilidades.
"Entonces... si soy parte de los cristales, eso significa que su destino está ligado al mío, y si caigo... ellos también lo harán", pensé, sintiendo el peligro y el potencial que esto implicaba. Mis manos temblaron, pero Chosen me miraba con una determinación inquebrantable. Él creía en mí, aunque yo mismo dudara.
Con un suspiro profundo, levanté la mirada y asentí lentamente. Tenía miedo, sí, pero también tenía un propósito, uno que iba más allá de mi comprensión, pero que estaba dispuesto a enfrentar. Aunque fuera el camino más difícil que jamás haya recorrido.
...
—Ahora...ir al Ender Kingdom... —decidido, miré a Chosen y el me sonrió.
—Exactamente —respondió Chosen con una sonrisa firme—. El Ender Kingdom es el siguiente paso. Allí encontrarás más respuestas... y más desafíos.
Sentí el peso de su mirada y de sus palabras, pero en lugar de retroceder, me llené de una determinación que no sabía que tenía. Los cristales me habían elegido, y aunque todavía no entendía del todo por qué, no podía fallar. Tenía que seguir adelante.
—Gracias, Chosen. —Lo miré seriamente antes de girarme hacia la aldea—. No sé cómo va a salir todo esto, pero tengo que intentarlo.
—Lo harás bien, Second —me aseguró—. El destino de esta tierra puede estar en tus manos, pero recuerda que no estás solo. Tienes aliados, y yo seré uno de ellos. Ahora ve. El Ender Kingdom te espera.
Asentí una última vez, cargando mis pensamientos y miedos junto con la mochila que llevaba los cristales. No podía detenerme ahora...
[Continuara...♡]
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