Capítulo 21: Final

199991: Tiempo.

199992: Mente.

199993: Realidad.

199994: Alma.

199995: Poder.

199996: Espacio.

—·•·—

Al parecer la dimensión espejo había sido suficiente para mantener a aquel Stark fuera del control externo. O eso se aparentaba.

Dos magos se enfrentaban directamente a ese hombre, dando todo lo que podían en sus conocimientos.

Wong y Ezra se encargaban de liderar las tropas externas para poder avanzar contra los chitauri. 

Cada líder guiaba a su grupo para una pelea más justa, manteniendo las esperanzas cerca del corazón y alma, pensando en un final que nunca obtendrían donde salieran victoriosos.

Thor, Steve y Peter se intercambiaban el Mjolnir de vez en cuando. 

Ambos Harley y Pepper ayudaban desde las alturas.

Loki y Brunhilde lideraban sus tropas individuales creando una enorme que parecía ser una sola. 

Sam y Bucky lideraban a los guardianes que aún quedaban.

Los guardianes cubrían bastante terreno considerando lo pequeño que eran ambos grupos.

Incluso habían podido llamar a Scott y Hope.

Todo parecía estar mejorando hasta que el Stark rompió la dimensión espejo gracias a la gema de la realidad a su lado de forma obligada. Sus dos versiones en contra del tirano seguían escuchando el grito agudo, como un profundo pitido en lo más adentro de sus tímpanos que no los dejaban pensar, y que ahora con suerte los dejaba moverse. 

Acabó por alejar completamente a su versión del 96 para concentrarse solamente en el hechicero supremo. 

"Sabes, en estos momentos me gustaría tener la gema de poder", mencionó en algún momento. "Quizás Ancestral le hubiera gustado que esto pasara"

"No tienes ningún derecho de nombrarla"

"¿No vas a intentar convencerme de dejar toda esta supuesta destrucción que estoy haciendo?"

"No tiene caso. Tú mente y alma fueron corrompidos. Él te encontró en un momento de debilidad y te está usando. Eres una marioneta más", el Stark soltó una carcajada, como si le hubieran contado un chiste.

"Pero si la que usa marionetas es la Muerte, no mí versión. TODOS AQUÍ SOMOS SUS MARIONETAS. Te guste o no, voy a tener mí final feliz"

"¿Matando a todos?"

"Suavemente. Como dijo Thanos. Los borraré de la existencia por un momento. Sólo que me diferencio de él porque no voy a eliminar la mitad del universo, no... Voy a reconstruir otro"

"No puedo permitirlo", exclamó el hechicero.

"Entonces que el mejor sobreviva", sonrió el contrario.

Golpes y trucos brutales. Aquel Stark se movía de una forma tan perfecta que parecía irreal, como sabiendo lo que iba a hacer el Doctor Strange. Se movía entre el campo, ignorando el caos de alrededor y sólo concentrándose en lanzar golpes y contraataques brutales. Su único objetivo insano era asesinar a ese hombre.

—·•·—

Thanos había caído. Menos destrozado del que alguna vez se enfrentó al tirano en el 92, pero igualmente muerto y asustado.

Wanda había dejado salir su ira. Aún conectada con su yo del pasado y haber superado su propio rencor de ese universo. 

Ese enojo y la lealtad tan insana de Pietro no existían en el 93. La única que había que culpar era la gema de la mente. 

Ahora ella y su mellizo tenían otro objetivo.

—·•·—

Toni y Ferrlasath estaban demasiado desorientados. Una sensación similar a cuando explota algo muy cerca de ti que casi te revienta un tímpano, escuchas un pitido y te llegas a sentir mareado. O también podrías compararlo a la sensación previa a desmayarte.

Ninguno de los dos podía concentrarse en voces ajenas. 

Toni esta vez estaba siendo cuidada por Thor del 95, quien intentaba mantenerla consciente pero por más que le hablara, no parecía poder comprender qué sucedía. Ambos estaban aún dentro del complejo en una zona algo más segura y a la vez oculta. La Stark estaba sentada casi en estado de shock, o al menos eso creía la pelirroja que pasaba. 

"¿Thor?", una voz conocida sacó al hombre de sus intentos de hacerla reaccionar. Al levantar la vista vio a la persona esperada.

"¡Jane!", la nombrada se acercó, sabiendo de inmediato que él no era la versión que ella conocía.

"¿Qué sucede?"

"No puedo hacer que reaccione", un movimiento hizo que cayera un poco de polvo de la estructura severamente dañada, muy a pesar de que no pareció moverse ninguna gran estructura. Thor de inmediato cubrió a la Stark pensando que la estructura caería. "Empezarán a entrar pronto"

"Yo puedo quedarme con ella. Ve", exclamó la científica. 

Muy a pesar de cualquier problema que Thor tuvo con ella un pasado, muy a pesar del pequeño sentimiento de culpa que tenía al verla, sabía que podía confiar en ella. Así que asintió y se retiró mirando atrás un par de veces antes de desaparecer por los pseudo-pasillos formados por la explosión.

Mientras que el guardián tuvo que ser cargado por Quill hasta la parte de arriba de las ruinas del complejo, detrás de unos escombros para poder sentarlo y apoyar su espalda para mayor comodidad. Golpeó dos veces con sus dedos el reactor para desactivar su traje y poder mirarle el rostro. 

Parecía ido, miraba un punto infinito mientras apenas podía gesticular. 

"¿Tony? Hey, Tony. Mírame", lo tomó del rostro con ambas manos en un intento de que enfocara su vista en él. "Vas a estar bien, ¿okey? Vamos a estar bien", separó sus manos para tomar las de él entre las suyas. "Escúchame... Sólo-... Sólo escúchame", se notó que la mirada del Stark volvió a perderse en el infinito, como si estuviera entrando en un estado catatónico. "Sólo-... Sólo quédate conmigo. Saldremos de esta, lo-... Lo juro"

El joven Pietro llegó al lado de Quill y su pareja. El pelirrojo muy confundido porque su instinto decía que no confiara, pero su desesperación le hacía querer rogarle por ayuda. 

Tampoco le dio tiempo de reaccionar porque el chico lo empujó fuertemente, prácticamente noqueándolo al instante. Se acercó al Stark con toda la neutralidad que una mente controlada podía tener. 

Tomó el brazo de metal poniendo su pie aplastando el pecho ajeno para hacer una mejor fuerza. Y tiró con todo lo que podía, arrancando de cuajo aquella extremidad en donde se encontraba la gema de poder. Y simplemente desapareció en un destello plateado, dejando al hombre caer de lado como un saco de basura.

—·•·—

"¿Viernes?", preguntó Miles a su auricular luego de pasar el tiempo estimado.

"Aquí estoy", sonaba algo débil, pero estaba. El chico miró a MJ con ojos de esperanza y le entregó el auricular.

"Viernes, ¿crees que puedas desactivar a los Centinelas?"

"No estoy segura si lograré hacer eso. Hay dos inteligencias artificiales que me están bloqueando"

"¿2? ¿Una versión tuya y Jarvis?"

"Alem y Jarvis", Michelle se asustó, obviamente. "Al parecer la señal de Alem viene desde uno de los helicarrier de SHIELD"

"¿No... Puedes hacer nada?"

"Puedo modificar los códigos. No podré mover a los Centinelas, pero sí podría indicarles que vayan hacia otro lado", Michelle intercambió miradas con su grupo un momento. "No puedo ubicar el helicarrier, lo siento"

"Envía los Centinelas al mar"

—·•·—

Los androides huían de la batalla... Pero no había forma de frenar a los chitauri y demás ejército alienígena. 

Stephen estaba perdiendo las fuerzas, y tampoco era que el resto podría lograr ayudarlo. 

Muy a pesar de su arduo entrenamiento, Tony el 96 acabó siendo un completo inútil una vez una de las gemas lo golpeó dejándolo inconsciente y a muchos metros de distancia, aunque cualquiera podría pensar que estaba muerto. 

Y pasó lo ya inevitable. 

En algún momento Pietro le entregó la gema al Stark y el resto ya podrían adivinar qué pasó.

Tal como alguna ves Thanos lo hizo con el hechicero en una de las realidades de este juego macabro, la gema liberó todo su poder directamente a su cuerpo, sin dejarle tiempo de generar un escudo.

Los gritos de dolor del Doctor Strange se hicieron notar y luego todo se quedó en un letal silencio por pocos segundos. 

Rió, porque veía en recuerdos mezclados que así mismo él había muerto en el 92 antes del reinicio. 

La masacre iba a continuar, sólo así se borraría la historia para crear una nueva por encima. Sólo así tendría un buen final para complacerse a sí mismo con un nuevo comienzo. 

Vengador tras Vengador. La Muerte estaba de su lado en todo momento, ayudando a mover los hilos para que le fuera más sencillo acabar con todo.

Era su amiga, eso nunca lo dudarían. Sea el final que sea, ella siempre estaría de su lado en ese universo, en esa realidad. Fuera cual fuera el resultado, ella estaría allí, amándolo.

Bailando junto a él en un infierno creado por las circunstancias que ella puso sobre la mesa de tablero. Bañándose en la lluvia de miseria y sangre, donde no existía la misericordia ni la cordura.

Una mente quebrada rompe a otra si no es reparada antes. Tal como una manzana podrida echa a perder a otra buena. Tal como una maleza que no es detenida que acaba por exigir su lugar aunque con ello matara a las flores que decoran el campo.

Él se había dejado caer a sus brazos y ella lo recibió con gusto. Tal como su otro reflejo lo había hecho.

Recordó su pasado, o al menos de quién lo guió por ese camino. Recordó al tirano y lo que hizo y ya no había vuelta atrás.

Tal como esa vez que visitó a Obadiah y vio lo que el del 92 había hecho con él, y cómo ahora esos recuerdos no serían sólo eso, sino que serían realidad.

No había otra forma. La brecha en su mente que creía haber reparado se había vuelto a abrir, dejando ir todos sus demonios que creyó eliminar cuando sólo los había ocultado. 

Los primeros en caer fueron los guardianes de la galaxia, los del 93. O al menos los que se habían atrevido a enfrentarlo directamente. Drax, Quill, Gamora, incluso Mantis.

Siguieron los Vengadores que eran presa fácil. Clint, Natasha, Bruce, todos caían sin excepciones, sin dolor ni consciencia. Usando técnicas que ya había aprendido o investigado alguna vez.

Wanda se estaba encargando de los más difíciles, de Thor de ambas versiones. Pietro le ayudaba distrayendo a uno mientras ella asesinaba a otro. 

Y como si le podrían leer la mente, Pietro dejó en el suelo a Toni, quien aún tenía esa mirada perdida, indefensa. Y el Stark no había tardado mucho en hacer lo mismo que con ella. Total, su cuerpo ya había sido destrozado en el planeta titán. Thor y Bucky vieron cómo esa mujer era destrozada ante sus ojos sin ellos poder hacer nada para detenerlo. Antes de que uno fuera destrozado por la bruja y al otro le hubieran rebanado el pecho casi partiéndolo a la mitad.

Con Steve del 95 se entretuvo un poco más, pero igual cayó de igual manera que Bucky y Sam del 93. Un lindo agujero en el pecho donde Tony Stark tuvo alguna vez el reactor incrustado.

No discriminaba, muertes lentas o rápidas, todo dependía de la situación. 

Los demás magos estaban muy ocupados por el ejército chitauri que los rodeaba, no había forma de acercarse, ni con portales. Tony sólo quería a los más importantes para él, sin dejar de sonreír simpático y feliz.

Siempre repitiendo... Que era por su realidad perfecta mientras la gema de la realidad le rogaba que no siguiera. 

AL mismo tiempo que cada criatura o persona cercana a alguna de sus versiones se le rompía más y más el corazón y el alma al ver lo que estaba haciendo. 

Harley y Peter del 94 estaban en shock, fueron fácilmente abatidos por Pietro y finalmente rematados por algún chitauri al azar que había pasado la línea.

Los del 94 habían caído. 

Gran parte de los del 95. Sí, aunque no los conociera realmente, el primero en caer fue Cephei, le siguieron Samay y Adome. Muertes relativamente rápidas, pero sin poder decir adiós a ninguno de su familia. 

Quill y Nébula del 92 tampoco fueron menos. Llenos de rencor e ira, murieron con la cabeza en alto y mirando directamente a los ojos del nuevo tirano de la realidad perfecta. 

Había culminado a Loki atrayéndolo con la ayuda de sus gemas y rompiéndole el cuello sin piedad cuando intentó mover a su ejército de Jotunheim a atacarlo.

—·•·—

"El señor Stark está matando a todos", exclamó Viernes de pronto hacia el auricular. Michelle se sacó el auricular para que el resto también pudiera escuchar algo.

"¿... Qué?"

"El señor Stark está matando a todos los que están en contra del tirano, como le dicen a ustedes"

"¿... Tony?", preguntó el Steve del 93.

"Según mis imágenes que logré recuperar del satélite, eso está sucediendo"

"Acabarán por ganar... Destruirán los universos", susurró Steve del 92.

"Hay que detenerlo", dijo Miles.

"No será buena idea enfrentarlo directamente. Es demasiado poderoso"

"¿... Alguna idea?", preguntó la joven hacia el grupo.

"Puedo acceder a los misiles del gobierno. Puedo programarlos para llegar aquí lo antes posible"

"¿Bombardear? Justamente eso es lo que intentábamos evitar", dijo el rubio del 93.

Michelle miró al grupo con lástima, nadie parecía estar en contra. Ni siquiera Miles, quien parecía ser el más asustado de todos.

Ni siquiera Nébula del 93, quien estaba sentada, muy dañada y sufriendo muchísimo dolor, pero consciente de su entorno. Agachó la cabeza sin decir nada, ni siquiera los miró. Sólo se quedó allí, como aceptando cualquier cosa que viniera.

"Lánzalo"

—·•·—

Sólo quedaban Harley y Peter del 93, de los 'importantes' para aquel Stark.

Les sonrió como un padre le sonreiría a sus hijos y abrió los brazos como si esperara un abrazo. 

Y ambos lo atacaron.

Ambos con el corazón destrozado pero con la mente clara. Detenerlo a toda costa. 

"No tienen porqué ser así las cosas", dijo en algún momento.

"¡Entonces detenga todo esto!", gritó Peter mientras que Harley guardó silencio mientras lo observaba con bastante rencor y seriedad.

"Debo hacerlo, niño. Sólo aguanten hasta que llegue él para ayudarnos"

"¿'Él'? ¿Quién es 'él'? ¡¿EL MALDITO TIRANO QUE DESTROZÓ TODO SU UNIVERSO?!"

"Pues sí", lo miró como si fuera estúpido. "¿Quién más?"

"¿Cómo... CÓMO MIERDA PRETENDES HACER TODO ESTO PARA ARREGLAR LAS COSAS?! ACABAS DE HACER UN MALDITO GENOCIDIO MALDITO ENFERMO HIJO DE PUTA", Harley fue a atacarlo cegado por la ira contenida. Y el Stark, por simple movimiento de su mano en un reflejo involuntario, había creado una daga con su nanotecnología, cortando desde la clavícula hasta el torso al joven como si fuera una barra de mantequilla.

El rubio cayó al suelo y Peter sólo pudo observar en shock. 

"Vamos Peter", Tony se quiso acercar, pero algo le sostuvo del tobillo. Harley todavía estaba peleando y su cuerpo estaba brillante, el extremis estaba haciendo efecto y su nanotecnología se reparaba como podía alrededor del cuerpo cortado. Si no lo tuviera, hubiera muerto e segundos. "Ah, esa es buena estrategia, hijo"

"No soy-... No soy tú maldito hijo", siseó el joven. 

"Oh, ya lo serás", activó su láser y le disparó una, dos, tres, cuatro, hasta cinco veces en todo el cuerpo enfatizando la cabeza y pecho. Tony siguió su camino hacia Peter como si nada hubiera pasado. 

Levantó su mano y apuntó con la energía de la gema morada, pero al disparar, ésta revotó hacia él mismo destrozando gran parte del traje y tirándolo al suelo fuertemente.

El mago había creado un portal justo en el último segundo y le devolvió literalmente el mismo ataque.

El Stark del 96 se puso en medio de Peter y de esa versión.

Y finalmente, alguien aterrizó. Alguien de armadura blanca y perfecta, la gema amarilla brillaba y destacaba por encima de todo. Él tenía a alguien entre sus brazos, alguien pequeño, una niña. 

"¿Me extrañaste, amigo?", exclamó él con gracia. El contrario no respondió, ya había perdido demasiado tiempo que le costó la vida a decenas de personas. Debía honrar el puesto que le habían dado como el supuesto salvador, o al menos de eso estaba convencido según las palabras de Stephen antes de enviarlo al pasado. 

El destino le indicaba una cosa, pero la realidad otra. 

"Sólo tú y yo", exclamó el hechicero.

"Cómo quieras", sonrió el otro dejando a la niña en el suelo. Ella de inmediato corrió hacia Peter rodeando incluso al mago. Estaba aterrada. 

A su corta edad, había visto el horror en persona. Peor aún haber visto a alguien igual a su padre haciendo todo eso. 

La tía May, Happy, Michelle, Ned, los Pym, Cassie, Visión, Torunn. Ni siquiera Sophia o Nicholas habían sobrevivido. 

El hechicero volteó a ver a Peter un momento cuando este tomó a la pequeña niña en sus brazos, y le asintió.

El joven empezó a correr con todas sus fuerzas a un lugar que él consideraría seguro, abrazando contra su cuerpo a la que consideraba su hermanita y prácticamente lo único que le quedaba.

Lo que le perturbaba, era que Morgan estaba cubierta con sangre que parecía no ser de ella. Sentía su corazón latir con fuerza y sus pequeños sollozos contra su cuello mientras se aferraba ella misma a su traje como podía. Sintió que incluso se había orinado por el miedo.

"Señor, un misil impactará en 1 minuto", el auricular había sonado no sólo en el tirano, sino que en el mago también.

"Perfecto"

El hechicero obviamente se desconcertó, y como pudo, tuvo la intención de crear un portal hacia donde estaban los vivos para alejarlos de esa zona. Era su último intento de arreglar su total y enorme fracaso de detener todo eso. Pero obviamente, el tirano no podía permitir que hiciera eso, así que se acercó a paso rápido como si le fuera a atacar, pero nunca lo hizo.

Sólo hacía tiempo.

—·•·—

Quill abrazaba con todas sus fuerzas el cuerpo inconsciente del Stark que se desangraba, cuando su brazo fue quitado de cuajo, también había destrozado gran parte de las arterias que iban conectadas. Estaba literalmente muriendo en sus brazos.

"Vamos a estar bien, ¿okey? Todos estamos bien. Sólo-... Sólo quédate conmigo, por favor", repetía una y otra vez. "Te amo, Tony", sin ser realmente escuchado.

El joven Parker seguía corriendo concentrándose sólo en una cosa, mantener a salvo a Morgan. La pequeña seguía llorando y él también lo hacía de forma silenciosa.

Nebs miraba hacia la distancia por entre los árboles y el humo toda esa destrucción. Sin una expresión clara en su rostro. Pero sólo había dolor en su corazón, ya no le importaba nada. Moriría sola, aunque estuviera con ese grupo, era distante. Había perdido todo oficialmente.

Michelle abrazó a Miles y al Steve que ella conocía.

"Fue un gusto haber trabajado con ustedes", exclamó la agente con una pequeña sonrisa. 

Steve del 93 tocó el hombro de Nébula para darle el poco apoyo que podía brindar frente al final inevitable de esa historia. 

Era irónico. A aquella Cyborg nunca le agradó Steve, ni siquiera después de la guerra. Sentía una especie de rencor hacia él porque lo que más recordó todo ese tiempo fue en cómo le hizo daño al Stark.

Pero ahora... Era el único que la acompañaba. El único que le indicaba que no moriría sola. 

Qué horrible es amar algo que la muerte puede quitar.

¿No es así?

Aunque a veces sea de forma literal.

Ella lo abrazaba de un brazo mientras veían el próximo final, aquella luz que se acercaba por el ataque nuclear.

Y una sonrisa sincera.

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