Sólo pensar que no hay salida ni aunque intentes escapar estarás cerca de lograrlo. Estar atrapado en una mentira por tanto tiempo te hizo insensible y con una sed propia de un pecado masivo culpando a otros de que no puedas escapar de un infierno que tú mismo construiste.

Cegado por el cielo que vigila y el agua que te ahoga, donde sólo quieres que alguien te sostenga. Hipnotizado y cautivado por el canto de quien deberías temer.

Ojos cubiertos y coloreados de sangre, convencido de que no mientes. Toda tú construcción es preciosa a tus ojos y crees merecer el amor que hayas inventado y obligado a recibir.

Donde los demonios llegan y los ojos se abren. Sin saber que es una llamada al infierno vas hacia ella cuando quieres escapar de la misma muerte. No puedes escapar en la mentira en la que te enredaste. Ojos abiertos sin querer ver.

Tu voz te acompaña luego de que todos se fueran. Hipnotizado y cautivado por la voz que te ha guiado.

Creer ser el rey de un infierno creado para tu supuesta satisfacción, cuando sólo eres el peón usado para los que juegan en el tablero.

Ver el mundo con ojos cubiertos de roja venganza y alegría dolorosa.

Es difícil respirar, ¿no es así?

Más difícil es saber que la Muerte te quitará tarde o temprano aquello que amas.