LUNA 31
Narrador omnisciente:
El lugar donde ambos estaban era posiblemente el reino mas extraño de todos según el ojiverde.
Aquella ciudad fantasmal casi desintegrada, y la gran luna azul sobre la torre le dieron a entender que incluso alguien como el ya estaba muerto.
Se miró su mano izquierda y esta estaba ligeramente translúcida y en tonos verdes, el ambiente lo estaba contaminando poco a poco pese que solo habló por unos minutos con su padre.
Salto hasta las viejas estructuras flotantes de lo que parecía el gran palacio central, donde sobre uno de esos trozos Morro le estaba esperando con espada en mano, dispuesto a matarlo ahí mismo sin que nadie pudiera interferir. Anhelaba mas eso que nada, tener entre sus frías manos la cabeza del ninja verde que tanto dolor le había causo.
Cuando estuvo cerca de el, a unos pocos metros por debajo, miro con detenimiento el gélido y pálido rostro de aquel joven, había sufrido mucho y eso el lo sabía. Estaban frente a frente dispuesto a decirle la verdad.
— ¡Morro. — le grito su nombre y este solo lo miro con indiferencia —. Quiero hablar contigo!.
— Imposible. — dijo para si mismo primero, después se dirigió al menor —. Yo ya no tengo paciencia ni cordura para hablar de nada con nadie.
— ¿Por qué te niegas a escuchar?. — cuestionó —. Estoy dispuesto a darte tus respuestas rápido, como a ti te gusta.
— Me niego a escuchar a mi enemigo, querido ninja verde. — dijo mirando la luna azul a sus espaldas —. Me niego a vivir de esta manera. Me digas lo que me digas nada te salvara de que te mate ahora mismo.
— Si vas a asesinarme, lo aceptó. — susurro apretando con fuerza su nenúfar —. Pero antes, debes escucharme.
— He dicho que no pienso escucharte. — sentenció apuntó de bajar hasta el —. Solo muere, y dejame en paz.
Lloyd estaba desesperado, el corazón de Morro estaba tan cegado que se negaba a escuchar razón. Morro tenía aun la idea de que __________ había muerto aquella noche, todo había sido su culpa y no quería saber ya de nada ni de nadie, cumpliría su misión y después moriría para ser alimento de la suprema, ya lo había asimilado todo.
— Quieres cortar mi cabeza, entonces hazlo. Pero entonces imploro mi última voluntad y quiero que me escuches. — insistió.
Fue entonces que el mayor no dijo nada. A lo que Lloyd lo tomo como un prosigue entonces.
Debía convencerlo de que se detuviera con ese plan, era un cascarón vacío siguiendo ordenes desde que la castaña lo había traicionado y había entre comillas muerto.
— ¿Por qué razón me has seguido hasta aquí?. — por fin, Morro preguntó —. Sabias que era una trampa para matarte y aun así me seguiste.
— ¿Por qué la dejaste?. — preguntó Lloyd —. Tu también sabias que este era el hogar de __________, no te importó tu traicionarla primero y no hacer nada cuando la estaban matando.
En ese momento Morro bajo de su escombro y no dudo en blandir su espada en contra del ojiverde. Lloyd quien apenas pudo contratar con la suya, se mantuvo firme ante la gran fuerza del espectro.
— ¿A eso solo has venido?. — cuestionó muy molesto —. ¡No vendrás a decirme lo que ya se, no necesitó los sermones y reclamos de un mocoso estúpido como tu!.
— No Morro. — negó apuntó de ceder —. _________ aun esta viva.
— ¡No me digas mentiras!.
Le grito dejando resbalar su espada por la de Morro.
Se alejo de el de un salto hacia atrás, Morro tenía todas las intenciones de matarlo, por lo que debía tratar de no hacerlo enojar con sus palabras.
— Te digo la verdad. — dijo bajando su arma —. Es por eso que quería hablar contigo.
— ¿ Y qué es lo que tienes que decir?. — cuestionó también bajando su arma.
Una vez que se aseguro de que el mayor ya no fuera una amenaza se volvió a acercar a el, lo suficiente como para que la conversión pudiera ser entre ambos, sin que nadie los escuchara.
— Se que me odias Morro. — comenzó a hablar el menor con seriedad —. Y creo saber perfectamente porque. Yo no pedí ser el elegido de Ninjago y mucho menos pude evitar enamorarme de ella.
Creo que tanto tu como yo sabemos que no fue fácil nuestras vidas antes de conocerla, también se que mi historia no se puede comparar con la tuya. _________ pudo milagrosamente salir viva de tu fortaleza después de que intento matarte.
Sin evitarlo, Morro desvío la mirada hacia aun lado.
— Ella sola tuvo que encargarse de todo este desastre porque era la única forma que conocía. Estaba dispuesta a morir después de matarte o a vivir junto a mi, un hombre que ya no amaba. Yo no sabía de tu existencia hasta que regresaste a este reino, ella se obsesionó con volverte a ver y yo solo quería que te alejaras de nosotros, que la dejaras vivir porque tu tiempo ya había acabado.
Jamas me dijo sus sentimientos hacia ti, porque no quería herirme ... Quiero que sepas la verdad de todo lo que no conoces.
Yo mas que nadie te quería lejos, porque si alguien era capaz de alejarla de mi lado, ese eras tu.
Tras decir eso, ahora si Morro lo miro a los ojos sorprendido, tenía ya toda su atención en el ojiverde.
— Cuando la mire en esa cama al borde de la muerte, no podía perdonarte, pero también sabía que tampoco la perdonarías por aquella traición.
Ella me salvado la vida en innumerables ocasiones, fue mi luz en un oscuro camino donde yo, siendo solo un niño era a lo único que sentía que pertenecía. La amo demasiado Morro, si nada de esto hubiera pasado hoy ella y yo estuviéramos casandonos.
Pero es por eso que debo dejarla ir. Anoche ella me dejó en claro que solo tu estabas en su corazón, y que sin importar los años que ambos estuvieron separados te amaría en esta vida eterna y en las que sigue.
Si tu dolor es grande y el mío también, jamas se podrá igualar al de ella.
Tu necesitas una esperanza para salir de este abismo al cual se te esclavizó desde hace veinte años. Morro, yo voy a ayudarte y después tu podrás salvarla, yo se que si alguien puede ayudarla ese eres tu, no yo.
Por una única y última vez quiero ayudarla yo también, es lo mínimo que puedo hacer, porque la amo te estoy contando esto.
Morro aun permanecía callado y ya lo había escucho con toda la atención.
Eso le había dado paz, sabia la verdad y no tendría porque dudar de aquel joven, si tu enemigo viene y te cuenta algo para ayudarte, es porque seguramente dice la verdad.
— No te entiendo, chico. — dijo el mayor con seriedad —. Lo que dices no tiene ningún sentido, sin embargo. No entiendo por qué.
— ¿Es que tu no serias capaz de hacer lo que yo hice?. — preguntó —. Se trata de __________.
— Lo lamento. — susurro ahora siendo sincero con el menor —. No tengo porque entonces yo mentirte. Trate en innumerables ocasiones asesinarte, te odiaba más porque _________ te quería a ti y ya no tanto a mi, creó que has sido mas valiente incluso que yo.
— ¿Valiente?. — con duda preguntó.
— Aun sabiendo que perderás lo que amas, has decidido venir a decirme esto. — en ese instante tomo el cristal observando la gema brillar por la luna azul —. Lamento que las cosas no hayan sido como tu querías.
— Lo se, si _________ no me hubiera aclarado las cosas en ese momento yo no habría venido hasta aquí a decirte esto. — con tristeza miro también la gema.
Morro salto hasta Lloyd y asintió con la cabeza, abriendo un portal hacia el mismo reino donde parecía un bosque y el mayor empujó ligeramente al ojiverde hasta este, haciéndolo caer.
— ¡¿Qué estas haciendo?!. — cuestionó cayendo por el vacío.
— Lo siento Lloyd. — dijo Morro sosteniendo su arma y abriendo de nuevo el portal hacia Ninjago —. Pero si de verdad eres muy importante para ella, no puedo permitir que interfieras. Haré esto solo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top