LUNA 25

Narrador omnisciente:

Ya habían pasado veinticuatro horas desde que Bansha le dio aquella nota a la castaña, decía que en sólo tres días iría por ella, __________ no estaba obligada a ir independientemente del trato que hayan echo. Lo haría por voluntad propia y ya se había decidido a llevar a cabo ese plan que pensó por muchos días, tal vez todo saldría mal o bien, nadie sabía a ciencia cierta.
Pero no le había dicho ni siquiera al propio Wu lo que estaba por hacer y suceder, se lo guardó para si misma y así no arriesgar a nadie.
Nya le insistió que ahora que Lloyd había vuelto debían casarse, que no era por apresurar las cosas ni mucho menos y que tal vez tampoco era el momento por la crisis que estaban viviendo, pero que ambos se merecían ser felices, ahora que estaban juntos de nuevo todo saldría bien y los demás también estaban de acuerdo, además de que la fecha ya la habían planeado meses atrás y sin darse cuenta el tiempo se había acabado para aquella ceremonia. 

Todo aquello lo pensaba estando sentada en una silla cuidando de Lloyd, sostenía su mano mientras el ojiverde aun se mantenía profundamente dormido y descansando, tanto tiempo bajo la posesión de Morro lo había agotado bastante, __________ lo miro con una sonrisa en los labios, sin duda quería tanto a Lloyd que trato mil veces de convencerse que debía estar a su lado, que el era la mejor opción y que así debía ser. Solo estaba contando las horas para hacer la mayor estupidez que haría en su larga vida o que quizá sea lo mas valiente que nadie pueda hacer, todo dependerá de la perspectiva en la que se vea.

— Ve a descansar. — le dijo kai entrando a la habitación con una taza de café en mano —. Lo has cuidado todo el día, yo me quedare esta noche junto con Cole a cuidarlo.

— Te lo agradezco kai. — sonrió cansada levantándose de la silla. Se acercó al rostro de Lloyd y le deposito un pequeño beso en la frente —. Te veré mañana.

Kai asintió y la dejó irse a su habitación no sin antes encontrarse con Cole en en el pasillo. 


Tras haber dejado el cuerpo de Lloyd miro detenidamente sus manos, ya eran de carne y hueso como cuando estaba vivo. En poco tiempo habían echo una gran fortaleza en Stiix y eso les ayudaba a mantener a los condenados en un solo punto, la noche anterior llovió sangre en la ciudad cuando Morro ascendió al trono en toda la ciudad, asesinaron a muchos y pusieron de esclavos a los que sobrevivieron siendo los mas aptos para muchos trabajos.
Muchos de sus soldados también ya se veían como humanos, casi la mitad de su ejército de cientos y los demás aun eran espectros que merodeaban las calles de Stiix, los alrededores y las torres.
En pocos días abrirían el portal para hacer el pase, la suprema ya estaba casi lista para conquistar Ninjago, su amado Ninjago cuando solo era un joven, ¿acaso, permitiría esto? ¿No habría alguna otra cosa para evitar la destrucción total de su antiguo hogar?¿no había ningún remordimiento por asesinar a miles con tal de ver a su amada suprema comer almas inocentes?. Perdió su humanidad sin duda.

Durante la cena en el gran comedor el pelinegro se mantuvo callado, mirando a sus soldados celebrar la próxima guerra y conquista del reino mortal de Ninjago. Su copa estaba llena, ni siquiera probo algún bocado de su comida siendo que llevaba casi veinte años sin probarla en primera persona, no tenía absolutamente ganas de nada, no quería ver a nadie y tampoco quería estar ahí.

— ¿Que harás si ella no viene?. — preguntó Bansha desde su silla, aun lado casi de el —. Morirá junto a este reino, de eso no hay duda.

— Eso suena como una afirmación. — respondió con media sonrisa apoyando su mejilla en la palma de su mano, dando la sensación de estar aburrido —. Ella vendrá sin duda.

— Yo se que ella fue tu esposa. — dijo con seriedad, sin temer a su superior —. Pero los tiempo cambian como tu mismo dijiste, dudo en verdad que ella aun te quiera sabiendo que piensas destruir todo lo que ama.

Poco a poco el comedor se fue vaciando hasta dejándolos solos.
Hace años, Bansha perteneció al reino de las nubes, llevo a su ser amado y a la idea de que las normas en ese tiempo no eran las correctas, el reino de la nubes en ese entonces no era como lo es ahora, Bansha arrastró sin querer a su amado a la guerra y aun golpe de estado fallido contra el que reinaba en esos tiempos.
Libertad a la hora de decidir su destino, el alto a la esclavitud de niños y muchas injusticias era lo que la joven buscaba. Todo fallo y ambos fueron asesinados en el acto junto con sus seguidores, todo por seguir una idea imposible. Aquel joven del que se enamoro pudo irse al paraíso, pero ella fue condenada a ese reino donde solo los malditos van y lo aceptó a regañadientes sin temer a la oscuridad que le aguardará en ese lugar, ni siquiera su nombre recordaba y mucho menos su rostro. Tantos años sin una luz que seguir la corrompió, no le importaba la vida de ninguno en ese reino más que hacer la cosas bien esta ves, seguir a la suprema y a Morro.

La mujer se levando de su asiento, ahora ella era que sonreía mas que su amo.

— Es porque conozco esto. — volvió a hablar —. Esta historia, de ser alguien tan fuerte no se como bajaste de estatus, tu ahora eres débil cuando se trata de ella y tengo la confianza de hablarte así porque ya no temo a tu oscuridad, ahora solo dudo.

— Que atrevida eres, eso siempre me molesto de los débiles, que no son capaces de morder, son como los perros, solo ladran.

En un veloz movimiento la lanzo a la pared mas cercana y la acorralo contra esta sin dejarle espacio para poder salir. Miro a la entrada y cerro la puerta con seguro con ayuda de su viento, después miro a la mujer que tenia frente suyo.

— Me mataras entonces. — dijo la pelinegro mirando los brillantes ojos amarillos de Morro —. De nada sirvió entonces vivir contigo quince años en el reino maldito o mis súplicas porque nuestro plan de conquista funcione.

— Lo único que haces es provocarme. — dijo apretando ligeramente las muñecas de la fémina —. Todo para saber si aun soy dignó de ser el segundo al mando, si aun merezco reinar junto a la suprema, ¿solo eso quieres no?.

— ¡Si así es. — le confesó casi en un grito —. La admiración que muchos de nosotros sentimos por ti nos a llevado a seguirte incondicionalmente. Pero desde que volviste aquí ya no eres el mismo, todo por esa mujer!.

— ¡_________ no será un impedimento para que yo siga con los planes. — aclaró apretando mas su agarre —. La necesitamos de nuestro lado porque ella es nuestra mayor amenaza junto al ninja verde, no solo porque aya sido mi esposa!.

— No te creo. — en ese momento Morro le soltó una mano y la llevo hasta los labios de Bansha, y deslizó sus dedos hasta su mejilla. 

— Sin duda mi soldado mas leal siempre fuiste tu. — confeso con un tono de voz mas tranquilo —. Yo viví con ella tal vez dieciocho años de mi vida, pero la otra mitad de mi vida la viví a tu lado. Solo quiero que no dudes de mi fuerza, haciéndote esta confesión creó que quedara claro que confió en ti mas que en nadie. En el reino maldito, y en este.

Bansha sonrió un poco mas tranquila, pese a que tenía peligrosamente cerca a su superior no tuvo ningún miedo. Comprendía todos los sentimientos de Morro por __________, pero no los compartía. Jamas aceptaría a una extraña en sus filas, pero si eran órdenes de el, no tenía porque oponerse y mucho menos a desobedecer.

— Confió en ti Morro. — ya resignada el mayor de soltó y abandono la habitación cuanto antes.

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