Algo en lo que coinciden Dazai y Yuko es que necesitan más tiempo con Chuya, Dazai extraña los mimos que le da por las mañanas cuando termina el fin de semana.

-Dios míos Chuya esa niña no ah dormido sus horas correspondientes -Dijo con cierta preocupación no quería que fueran molestados en medio de la noche.

- Lo siento, pero ya lo he intentado y simplemente mi nena no puede dormirse en mis brazos -Como prueba intenta acurucarla en su pecho pero solo recibe como respuesta una pequeña inquieta tratando de atrapar el cabello rojizo de su padre con una tierna sonrisa.

— Entonces tendré que dormirla yo mismo —Su esposo le pasó a la pequeña quien al ya no sentirse en los brazos de su padre Chuya cambia su rostro por completo.

Dazai antes de dormirla le hace un cambio de ropa y con ayuda de Chuya ordenan la cuna dónde duerme cada noche.

Para este punto Dazai se percata que esa mirada desafiante aún sigue en Yuko.