-Ya estoy en casa.

Chuya se encontraba en el gen kan dejando sus zapatos y gabardina en el perchero, sin embargo, se detuvo al no escuchar el saludo de regreso que habitualmente le daba Dazai cada noche que llegaba de la mafia.
Y es que sin poder evitarlo este seguía trabajando para ellos, a palabras de su jefe tenía todo el permiso de mundo para estar ausente solo para cuidar a su compañero en los últimos meses de embarazo, pero desgraciadamente tenía que asistir por, inconvenientes que solo un ejecutivo como él podía resolver.

Claro, esto no sucedía regularmente, y cuando pasaba alguien se quedaba con el castaño por seguridad de él y el bebé.

Escucho ruidos al fondo del departamento intuyendo que se encontraría en la habitación donde dormían.
Dejo todo lo importante en la entrada y unas carpetas en la sala y se dirigió a su habitación.

Ahí encontraría a Dazai acompañado de su Anessan.

-Chuya-kun, no nos habíamos percatado de tu llegada, me disculpo. -dijo con su voz solemne mientras sujetaba una muda de ropa en su brazo.

En esta ocasión la mujer solo llevaba un traje negro, al parecer pensó que llevar su habitual kimono sería más trabajoso en un departamento donde pasaría un buen rato.
A lado de ella, se encontraba Dazai que estaba probando distintas mudas de ropa, ropa que sacaba de unas bolsas puestas en la cama.

-Oh, le he traído ropa a tu esposo cómo regalo por sus ya seis meses. -Sonrió la mujer al ver que Dazai seguía probándose ropa, algo que para ella era buena señal, pues estaba aceptando está implícitamente.

Ahora el castaño tenía una camisa holgada, la talla era más grande de lo que usaría Dazai cosa que agradeció internamente por qué era más cómodo y en el centro tenía unas letras "Bebé en camino"

Lo usaría solo estando en casa, eso es seguro.

-¿Me veo bien Chuya?~

Chuya se había dado un baño después de la prueba de ropa, Koyou se habría retirado después de la cena y la pareja estaba a punto de dormir.

Aunque sus miradas estaban dando a entender todo menos dormir.

-¿Por qué presiento que solo tienes esa camisa encima? -sonrió mientras tenía encima a Dazai su mano baja hasta los muslos del más alto percatándose de un pequeño "problema". -Mierda...

-Chuya~

Bien tal vez no tendría nada de malo si solo tenían un par de roces, es decir, en todo el trayecto del embarazo lo único íntimo que habían hecho fue dormir, una parte del pelirrojo bloqueo la sola idea de tener la iniciativa por qué temía dañar a su compañero.

Y Dazai, bueno, él se preocupó más por el bebé que otra cosa todo ese tiempo, pero justo ahora simplemente quería hacerlo.

Sin pensarlo tanto Chuya comenzaría a quitarle aquella camisa, su mano comenzó a recorrer parte del cuerpo del castaño, desde su cuello hasta el vientre dónde crecía su bebé.

Esto ya lo hacía con anterioridad cada noche antes de dormir, le ayudaba untando algunas cremas en la piel de su pareja par reducir algunos malestares y para la reducción del tan famoso estrías que aparecían en esta etapa.

Para él no hay impedimento de que estás estén ahí, es algo natural, además de que estas simplemente se perdían con el resto de cicatrices de dudoso origen.

-¡Chuya, date prisaaaa tienes más tiempo para hacer eso!

No parecían estorbar el entorno, así que seguido de su interrupción miro desafiante a Dazai.

-Lo que diga mi amo.

Pinche relación tóxica que pinto a color de rosas, como me encula el skk.