◆°•『 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 4 』•°◆

Capítulo 4: Ignorar, Rey del Hielo

La mañana llegó con un silencio inquietante en la casa. Chosen se sentó a la mesa, mirando fijamente su desayuno, pero sus pensamientos estaban muy lejos. Las palabras de Dark seguían resonando en su mente, como un eco que se negaba a desvanecerse. Ignorar a Dark parecía la única forma de mantener su cordura, pero la realidad era que siempre estaba presente, como una sombra.

Dark apareció en la cocina, un vaso de jugo en la mano y una sonrisa despreocupada en el rostro. “¿Cómo estás, Chosen? ¿Listo para otro día de diversión?” preguntó, con un tono que mezclaba sarcasmo y desprecio.

“No tengo ganas de jugar tus juegos, Dark,” respondió Chosen, manteniendo la mirada en su plato. La idea de confrontar a Dark le parecía abrumadora, así que decidió adoptar una actitud indiferente. “Solo quiero desayunar en paz.”

“¿Desayunar en paz? Eso suena tan… aburrido,” Dark se rió, apoyándose contra la encimera. “¿No prefieres un poco de emoción? Siempre es más divertido ver cómo intentas ignorarme.”

“Te estoy ignorando. Simplemente no tengo tiempo para tus tonterías,” dijo Chosen, sintiéndose un poco más seguro, aunque sabía que su actitud apenas lo protegía de la manipulación de Dark.

“Oh, lo sé. Pero el hecho de que intentes ignorarme solo hace que sea más interesante. Es como jugar a las escondidas, pero tú eres el que se esconde. Solo que no tienes a dónde ir,” Dark respondió, acercándose un poco más, su presencia dominando el espacio.

“No tengo que demostrarte nada. Puedo vivir mi vida sin tus comentarios,” replicó Chosen, sintiendo que la frustración comenzaba a hervir en su interior.

“Vivir tu vida… Eso suena muy poético, Chosen. Pero, seamos realistas: estás atrapado en este lugar y no tienes forma de escapar de mí. Soy el rey del hielo, y tú eres solo un peón en mi juego,” Dark dijo, disfrutando de cada palabra.

“Rey del hielo, ¿eh? Quizás deberías intentar calentar un poco tu corazón,” Chosen respondió, sintiendo que la ironía le daba valor. “Aunque no creo que sepas cómo.”

Dark se rió, pero había un toque de irritación en su expresión. “¿Y tú qué sabes de mí? No tienes idea de las batallas que he librado para llegar a donde estoy. Te crees tan superior, pero en el fondo, eres solo un cobarde.”

Chosen sintió que el golpe era doloroso, pero decidió no dejarse afectar. “Al menos yo no tengo que recurrir a lastimar a los demás para sentirme poderoso,” dijo, levantando la vista para enfrentar a Dark. “Tú te alimentas de mi dolor.”

“Sí, y lo disfruto. Es mi forma de demostrar que tengo el control. ¿Acaso crees que esto es una batalla entre tú y yo? No, Chosen. Esto es una lucha entre tus propias inseguridades y la realidad,” Dark contestó, con una sonrisa que helaba la sangre.

“¿Qué realidad? ¿La tuya, en la que haces daño a los demás solo para sentirte mejor?” Chosen preguntó, sintiendo que la rabia comenzaba a desbordarse. “Esa no es una realidad que yo quiera.”

“Pero es la única que tienes aquí. Así que, ¿por qué no lo admites? Siempre estás huyendo de algo. La verdad duele, pero ignorarla no la hace menos real,” Dark dijo, acercándose un paso más.

“Tal vez deberías mirar en el espejo, Dark. La única cosa que ignoras eres tú mismo. Te escondes detrás de tu hielo, pero el frío no te protegerá para siempre,” Chosen respondió, sintiéndose más fuerte al afirmar su punto de vista.

Dark se quedó en silencio por un momento, observando a Chosen con una mezcla de sorpresa y desprecio. “¿Tú crees que puedes cambiarme? Eres tan ingenuo. He aprendido a sobrevivir en este mundo, y no necesito a nadie que me diga cómo hacerlo.”

“Pero no estás sobreviviendo. Solo estás existiendo en un ciclo de daño y dolor,” Chosen contestó, el tono de su voz más firme. “Ignorar lo que eres no cambiará la verdad.”

“¿Y quién eres tú para decirme eso? Solo eres un pobre chico atrapado en su propio infierno. Tu realidad no es mejor que la mía, Chosen,” Dark dijo, la frustración filtrándose en su voz.

“Puede que no lo sea, pero al menos estoy dispuesto a enfrentar mis demonios. No me esconderé detrás de un muro de hielo,” Chosen replicó, sintiendo que la determinación lo llenaba. “No más mentiras, no más engaños.”

“¿Realmente crees que eso te hará más fuerte? Te estás engañando a ti mismo, Chosen. Este es un juego que nunca podrás ganar,” Dark respondió, su mirada helada. “Recuerda, tú eres el que está atrapado aquí, no yo.”

Chosen sintió que la tensión se acumulaba entre ellos, pero esta vez, no se sintió tan pequeño. “Quizás estoy atrapado aquí, pero eso no significa que no pueda luchar. Tal vez la verdadera prisión está en tu mente.”

La mirada de Dark se oscureció y, por un momento, Chosen pensó que había golpeado un punto sensible. Pero, como siempre, Dark recuperó su sonrisa de hielo. “Sigue intentándolo, Chosen. Cada palabra que dices solo me da más poder. Solo recuerda, el rey del hielo nunca se derretirá.”

Chosen se dio la vuelta, sintiendo que su corazón latía con fuerza. Aunque Dark siempre lo manipulaba, estaba comenzando a entender que tenía el poder de luchar, incluso si solo era un pequeño paso hacia la libertad. Ignorar a Dark era difícil, pero quizás, solo quizás, enfrentar la verdad le daría la fuerza que necesitaba.

Mientras Chosen miraba por la ventana, viendo el paisaje desolado que los rodeaba, supo que no podía dejar que el frío de Dark lo atrapara para siempre. Su viaje hacia la verdad apenas comenzaba, y estaba decidido a no rendirse.

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