Capítulo 18: Cachetear

La tensión en la casa se había acumulado durante días, casi como un peso en el aire que hacía que cada interacción fuera un campo de batalla. Chosen, intentando evitar la mirada intensa de Dark, decidió refugiarse en la cocina, preparándose un café mientras trataba de mantener su mente ocupada y alejada de la presencia constante de Dark.

Pero no tardó mucho en sentir esa energía oscura detrás de él. Dark se acercó en silencio, apoyándose en el marco de la puerta, observándolo con una sonrisa burlona.

"¿Sigues aquí, escondido?" comentó Dark con su tono desafiante, cruzándose de brazos mientras Chosen intentaba ignorarlo.

"Estoy cansado, Dark. No quiero discutir, respondió Chosen sin mirarlo, manteniendo su atención en la taza frente a él.

"¿Cansado de qué?" replicó Dark, su voz impregnada de sarcasmo. "¿De tu miserable vida? Porque si me preguntas, parece que solo te la pasas huyendo."

Chosen cerró los ojos, intentando mantener la calma. "No estoy huyendo. Simplemente quiero paz, algo que tú no entiendes."

Dark soltó una risa baja, acercándose más hasta estar justo a su lado. "¿Paz? ¿Eso es lo que llamas esconderte? Qué patético, Chosen. Creí que eras más fuerte."

"¿Patético?" Chosen se giró para mirarlo, el enojo reflejándose en sus ojos. "¿Porque no quiero vivir peleando como tú? Porque prefiero ser alguien decente antes que... que esto."

"¿Decente? No eres mejor que yo, Chosen. Estás aquí, ¿no? Y eso te hace tan culpable como a mí," Dark murmuró, dando un paso hacia él, su rostro más serio ahora, sus ojos oscuros y desafiantes.

Chosen sintió cómo el enojo crecía dentro de él, su paciencia agotándose. "Ya basta, Dark. No tienes derecho a tratarme así."

"¿Ah, no?" Dark sonrió, pero esta vez la 66 diversión en su expresión se tornó en algo más oscuro y frío. "Yo hago lo que quiero, y si no te gusta... mala suerte."

Antes de que Chosen pudiera reaccionar, Dark levantó la mano y le dio una cachetada, el golpe resonando en la pequeña cocina. Chosen dio un paso atrás, sorprendido por la fuerza del impacto, su mejilla ardía y el orgullo herido dolía aún más.

Dark lo observó, sus ojos intensos y sin rastro de arrepentimiento. "Tal vez ahora entiendas que hablarme así tiene consecuencias."

Chosen apretó los puños, controlando el impulso de responder de la misma manera. Sus ojos mostraban una mezcla de dolor y enojo, pero también una firmeza nueva. "¿Crees que esto te hace fuerte, Dark? Solo demuestra lo vacío que estás."

La sonrisa de Dark se desvaneció por un segundo, y algo en su mirada mostró incomodidad, aunque lo disimuló rápidamente. "¿Vacío? No tienes idea de lo que dices, Chosen."

"Lo sé más de lo que crees. Y no pienso dejar que me sigas tratando así," respondió Chosen, firme a pesar del dolor en su mejilla.

Dark lo miró en silencio, la tensión en el aire era palpable, pero no dijo nada. Solo lo observó con una mirada fría y distante antes de girarse y salir de la cocina, dejando a Chosen solo, con el sonido del golpe aún resonando en su mente.

Chosen se apoyó en el borde de la encimera, tratando de calmarse. Sabía que vivir así no era lo que quería, pero también entendía que enfrentar a Dark no sería fácil. Sin embargo, en ese momento, se hizo la promesa de no dejar que ese golpe definiera quién era o lo que merecía.