uno
SeokJin miraba con detenimiento al chico que se encontraba frente a él. Le encantaba el efecto que le causaba, ese nerviosismo en su forma de actuar y hablar, el sudor en sus pastillas y el cómo evitaba a toda costa su mirada.
No era un lobo hambriento y el muchachito la presa, así no era éste ciclo de la cadena alimenticia, puff.
Pero bueno, al menos tenía que pagar un poco el daño colateral que provocaba "su encanto" al terroncito de azúcar de su familia y ahora este padre dolido por la traición que provocaba el haber hechizado a su hija, era tan fuerte que se aprovecharía del punto débil del chico a lo que diera lugar.
—¿Entonces...?
Su pregunta quedó flotando en el aire, ninguno de los chicos presentes contestando. Jisoo sólo se encargaba de acomodar su bonito cabello recién teñido de rosa y Taehyung parecía un tembloroso papel.
Que divertido.
—Él es Taehyungie.—he ahí ese horrendo apodo otra vez mientras señalaba al muchacho.
Pueden culparlo, es un padre protector después de todo.
—Me lo has dicho ya, bebé.
El restaurante al que habían decidido acudir para hacer oficial el romance de Jisoo estaban tan lleno de personas que la queja que la chica lanzó por aquel apodo no se escuchó demasiado. Resoplando se acomodó mejor en su asiento y el vestido rojo un poco ceñido a su pequeña cintura, fue la fuente del mejor entretenimiento mientras lo alisaba con sus dedos.
El padre pelinegro sonrió con una nueva broma en mente que sin duda pondría en práctica.
—Bueno—comenzó a dirigirse al chico—, como ya sabes, mi pequeña es el tesoro más grande que poseo junto a su madre en ésta familia. Si decides lastimar sus bonitos sentimientos o tirar por la borda los esfuerzos que ha hecho para no sonrojarse en los pasillos todos estos años, te las verás conmigo.— un tono serio se apoderó de su voz y sus cejas se juntaron en concentración.— Tengo una bonita M1014 que no quieres conocer.
—¡Papá, lo asustas!
—¿Qué?—contestó con la voz tintada de la inocencia que no poseía más que cuando su hija era una bebita— Sabes que soy todo un angelito y buen, si no es que el mejor, papá del mundo. Y que decir de mi atractivo, eres una chica afortunada por tener mis genes.
La menor rodó los ojos. Taehyung siendo excluido y sintiéndose incómodo de presenciar una pelea tan íntima de padre e hija.
Quería que esa cena terminará ya para llamar a su querida alma gemela y desahogar todo el estrés que estaba sintiendo por no ser un buen candidato para Kim Jisoo.
“Será fácil, dijieron ellos" pensó.
—Mamá también es bonita.
—¿Y quién dijo que no lo era?
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