I
Le hicieron chequeos médicos a la pequeña niña. Determinaron que su edad era de solo 10 años. Sus brazos y piernas se encontraban muy maltratados, así que tenía bendas cubriéndolos.
Esperaba paciente en el sillón, vestía un vestido blanco que le habían prestado, descalza porque se le hacía más cómodo por todos los parches en sus dedos.
Miraba por la ventana el paisaje del cielo. Tenía la vista cansada y una calma que no conocía.
–Quizás sea bueno que hable con ella. Tiene casi su misma edad.
–Su ruso aún no es tan bueno.
–Sale una oportunidad, Howard, él parecía emocionado de conocerla.
Luego de varios minutos de discusión. El Stark mayor optó por traer a su chico. 13 años tenía. Sus ojos curiosos se centraron en su cabellera pelirroja y sus hermosos ojos azules. Ella lo miró casi esperando que la intentara atacar, pero al mismo tiempo con curiosidad. Era la primera vez que veía un niño.
–привет меня зовут тони(*) —era una pronunciación vaga, pero se lograba entender—. рад тебя видеть. вы красивая.
Ofreció su mano. Natasha tardó, pero terminó por estrecharla. Tony se sentó a su lado y le preguntó por su nombre y ella le contestó.
Fue una conexión inmediata. Hablaban en ruso, aunque la mayoría era Tony siendo Tony a pesar de su corta edad. A veces tenía que decir palabras en inglés porque no dominaba aún el idioma por completo, pero Natasha lo podía entender a la perfección.
Esa fue la última misión de Peggy Carter. Bueno, eso y crear la institución donde acogerían a todas las víctimas de la habitación Roja, incluyendo a Natasha.
Era algo así como un internado, tenían educación, juegos, libertad de expresión, y los días libres eran cuidadas fuera de la institución. Eso variaba entre familias dispuestas a adoptar a las pequeñas niñas de 6 años, y agentes S. H. I. E. L. D, que cuidaban a las mayores y les enseñaban cómo ser adolescentes nuevamente.
Natasha, por su parte, se iba a la mansión Stark para pasar los fin de semana con la familia.
La pelirroja notó el gran piano en el centro de la sala, y se sintió muy curiosa.
–Ты умеешь играть на пианино?(**) —su pequeño dedo apuntó al instrumento, y Tony sonrió ampliamente. Asintió.
–Sí, sé tocar el piano очень хорошо. (***) Te vas a asombrar —el castaño sonreía ampliamente y se sentó dispuesto a tocar.
Melodías simples, pero para Natasha era hermoso escucharlo, estaba tranquila y recordó la parte buena de sus entrenamientos. El poder bailar a solas para expresarse, moverse con la música, en verdad le gustaba después de todo.
Movió su pequeño cuerpo al compás de la teclas, poniéndose de puntillas en sus descalzos pies y meciendo su vestido como las hojas bailaban con el viento de otoño.
Tony la vio bailar, pero no dijo nada ni dejó de tocar hasta completar la canción.
–No sabía que bailaban ballet —Natasha le miró y sonrió levemente—. ¿Podrías enseñarme?... ¿Потанцуем? (****)
La pelirroja asintió con su sonrisa angelical decorando su rostro.
Tony bajó del asiento luego de cerrar la tapa del piano. Se quitó los zapatos para quedar en calcetines. Natasha se puso a su lado e hizo un gesto para que la imitara, y así lo hizo el castaño.
Primera posición. Segunda posición. Tercera posición.
Natasha tenía mucha elasticidad, la que Tony intentó imitar sin éxito y acabó por perder el equilibrio.
–Demonios... Esto es injusto —murmuró acariciando su cabeza. Sintió una risita. Era su amiga quien estaba aguantando la risa, pero acabó por dar unas carcajadas contagiosas. Tony también rió desde el suelo.
Traducción:
(*) Hola, mí nombre es Tony (... ) Gusto en conocerte. Eres bonita.
(**) Puedes tocar el piano?
(***) Muy bien
(****) ¿Bailar?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top