Muzrael había regresado al paraíso, no para hablar con Dios o enredarse mas con su pasado, lo había hecho para alejarse de Shyra. Necesitaba hacerlo al menos hasta que lograra aclarar lo que sentía...o lo controlara.

En un parpadeo sintió la llegada de una alma nueva. El como ángel guía tendría que ir a escoltarla hacia su destino, al menos eso lograría distraerlo.

Se levantó del tronco donde se encontraba y camino hacia el otro lado del lago Nephesh. Ahí se encontró con una mujer de edad avanzada observando en el lago sus recuerdos de la vida que tuvo. Muzrael espero hasta que la mujer decidió voltear a verlo, ella le sonrió y las arrugas cubrieron su rostro de una forma hermosa.

—Tuve una buena vida...Fui muy feliz-Dijo ella— tuve un esposo maravilloso, el murió antes que yo- un atisbo de nostalgia cubrió su rostro- pero sabes...nunca deje de amarlo, ahora que estoy aquí lo que mas deseo es verlo y abrazarlo de nuevo -ella le sonrió— ¿Crees que pueda verlo?.

Muzrael le sonrió de forma comprensiva y asintió, tomo su mano y cerró los ojos. Sintió y pudo ver toda la vida de la anciana mientras tomaba su mano...un privilegio que solo tenían los ángeles de las almas.

Ella era una alma buena y bondadosa...su destino era el paraíso.

— La llevare con su esposo-Muzrael sonrió— se que también esta aquí, lo vi hace algunos años y estoy seguro de que el estará muy feliz de verla.

La mujer lo miro con lagrimas de felicidad y asintió. Ambos comenzaron a hundirse en el lago cuando dos gatos aparecieron a lado de la mujer.

— ¡Ay!-Dijo ella emocionada— son mis mascotas. Ellas también están aquí...estoy tan feliz de verlas.

— Todos los animales vienen aquí, sus almas son demasiado nobles  como para albergar odio-Dijo el ángel— Ellos la esperaron y la escoltaran junto a mi.

Pasaron el lago y llegaron al bosque de las almas, donde la mujer se reencontró con su esposo con verdadera alegría, fue una escena conmovedora.

Muzrael sonrió y volvió a la aldea, camino con los pensamientos envolviendo su cabeza, extrañamente...todos eran sobre Shyra y  a pesar de no desear verla, su cabeza no dejaba de invocarla.

Flashback

La nieve cubría las hojas de los arboles. Abril estaba en la cena de navidad con su madre y Muzrael con sus padres. Shyra era la única fuera de casa que se encontraba sola en navidad.

La pequeña de ocho años estaba fuera de la casa de Muzrael, sentada en la fuente, ella miraba hacia su ventana esperando ver la sombra de su amigo. Muzrael al otro lado estaba feliz, recibiendo el chocolate caliente de su madre mientras sonreía. Su mirada se desvió por la ventana y se encontró con los ojos de Shyra, que en cuanto se encontraron con los de el no dudaron en sonreírle.

Su corazón salto de felicidad al ver a su mejor amiga, dejo el chocolate en la mesa y salió corriendo hacia la puerta.

— ¿Muzrael a donde vas?.

—Shyra esta afuera-respondió el a su madre— Voy con ella.

Ella sonrió con comprensión y asintió.

— Tráela a casa cuando tengan frio

El pequeño ángel asintió con emoción y salió corriendo hacia los brazos de su amiga.

— ¡Shy!.

— ¡Muz!.

Ambos se dieron un abrazo, quizás  el lo sintió como algo mas que un abrazo.

— Creí que no saldrías-Dijo Shyra— incluso pensé que ya cenaban.

— No te iba a dejar sola en la nieve, boba-El pequeño le sonrió— Y a penas son las 6, la cena será hasta la 8 y tu estarás con nosotros.

— ¿Que?, ¿yo?.

— Si, tu-El ángel sonrió de nuevo— Mis padres están encantados  de que tu estés con nosotros en navidad.

La pequeña sonrió con ternura y se acerco para darle un beso en la mejilla a Muzrael.

— Gracias Muzi, eres muy lindo.

Fin del Flashback

Cuando volvió al presente Muzrael tenia una de sus manos en su mejilla y la mirada perdida.

— No...no puedo -murmuro bajando la cabeza— no puedo estar enamorado de ella...

— ¿No puedes estar enamorado de quien, hijo mío?.

Muzrael parpadeo y al alzar su cabeza se encontró con Dios. Ahí, justo frente a el.

— La pregunta aquí seria, ¿Que haces tu aquí?. Según lo que se no sales de tú Palacio o del gran templo.

—Oh pero claro que salgo-sonrió el— Solo que tengo mis trucos para que no me vean.

El chico lo miro unos segundos y luego aparto la mirada. Quizá era hora de que aclarara algunas de las tantas dudas que tenia.

— ¿Quien era el hombre que según tu me lanzo la maldición?.

— Oh-su anterior sonrisa se borro— su nombre es Devon, es un demonio poderoso de alto rango... Aunque para el eso jamás a sido suficiente.

"Su propósito es reinar los 3 mundos y ya a intentado cumplirlo. Primero con el inframundo, se enfrento a Erlik, mi hermano. Aun así  Erlik siempre ah sido muy orgulloso con su pequeño reinado, así que lo único que el demonio causo fue que Erlik lo odiara y quisiera mandarlo al tártaro, pero antes de que lo hiciera el escapo.

— Y luego vino aquí, ¿cierto?.

Dios asintió.

— Sabia bien que si se apoderaba del cielo, también reinaría sobre la tierra. Ya tendría en su poder a dos de los tres mundos, aun así alguien se interponía en su camino a parte de mi y ese eras tu, mi heredero. Así que intento asesinarte y la única manera que encontré para ponerte a salvo fue...

— Ya lo dijiste, no es necesario que lo repitas. Lo que me interesa saber es que sucedió con ese demonio.

— Llevo años intentando capturarlo, pero es demasiado escurridizo. He mandado a mis mejores Arcángeles a enfrentarlo, pero solo Uriel a logrado enfrentarlo y volver ileso o con algunos rasguños-a Muzrael seco la garganta cuando escucho el nombre del Arcángel— De cualquier forma siempre escapa...

— ¿Y quien es la niña de los cuadros que vi en el templo?-pregunto Muzrael—  asumo que el niño soy yo, ¿pero quien es ella?.

Dios permaneció en silencio unos segundos.

— Su nombre es Nasrin, su historia es algo complicada pero involucra a los ángeles que te criaron como su hijo-Muzrael presto especial atención cuando los menciono— Erwin Dawson y Nio Ross, quienes fueron tus criadores llevaban tiempo anhelando una hija, ninguno podía engendrar debido a una maldición antigua que les impusieron, así que recurrieron a mi para darles un heredero.- Dios observo expectante a Muzrael— Accedí con el favor de que te cuidarían en mi ausencia si algún día lo necesitaba. Les encomendé una semilla de rosa que Erwin y Nio tendrían que hacer florecer, cuando la rosa estuvo en su punto mas bello yo la convertí en una hermosa bebe de ojos verdes , tan verdes como el tallo de una rosa y  cabello tan rojizo como sus pétalos. Aquella bebe duro poco tiempo con nosotros, antes de que te diera con los Dawson, la maldición de los Dawson de alguna manera estaba alcanzando a la bebe y la estaba extinguiendo.

Muzrael estaba en completo silencio intentando asimilar todo lo que su progenitor le decía.

— Hay mas-continuo Dios— Después de este incidente ambos acordamos que lo mejor seria alejar a la niña para que la maldición no la terminara matando-el bajo la cabeza— La volví humana, una buena familia la crio... de esta forma ella seria feliz, muy feliz. Al igual que tu ...

— Pero de nuevo tus planes salieron mal, ¿no es así? -Muzrael soltó una risa seca— supongo que tus planes no son tan buenos después de todo, ¿cierto?.

— Muzrael, aunque no entiendas la naturaleza de mis planes cada uno de ellos tiene un fin así que...escucha, ¿si?-Dios suspiro— De alguna forma quienes maldijeron en un principio a los Dawson  la encontraron y le lanzaron otra maldición a su cuerpo humano llenándolo de tumores, por cada uno que quitaban, cinco mas invadían su cuerpo.

"Ella se enamoro de un humano, su nombre es Scott Preston. La conoce desde la cuna, aún así Scott no esta hecho para ella y el no puede hacer mas que amarla como su
una hermana-Dios miro a Muzrael— Ella necesita protección  si  vuelven a atacarla y temo que lo hagan acabaran finalmente con ella , si esto ocurre incluso al morir la maldición la seguirá. No encuentro mejor persona para protegerla que tu...Así que tu serás su ángel guardián, Muzrael."

Una ves mas el mundo entero se tambaleo a su alrededor...pero entonces pensó en que si cuidaba a aquella chica que se supone era como su hermana y atrapaba a Devon podía vengar de una vez por todas su pasado y lo que le arrebataron.

Aun así había algo que lo detenía, solo algo...

Shyra.