Shyra estaba en casa, llevaba semanas ahí.  Sola y acostada en la cama  mientras lloraba o miraba por la ventana.

Desde aquella navidad no había vuelto a sonreír, solo escribía cartas a alguien que jamás las recibiría, a un arcángel que sabía que ya no existía.

No dormía por que al hacerlo soñaba con aquel día, con los ojos azules de su padre y la flecha en el pecho de Uriel mientras moría, aún podía sentir su sangre mientras lo abrazaba y eso le causaba escalofríos.

No sabía cuando fue la última vez que se bañó o comió algo, ahora simplemente no se despegaba de aquellas sábanas y esa ventana...una vez mas le habían arrebatado  sus sueños de una manera cruel y despiadada. Era como si la felicidad que tenía se hubiera desvanecido, sentía que ya no lograría ser feliz. Todo ese tiempo sola la hacia pensar mucho, en Abril y todos lo que ya no estaban a su lado. Había días en los que planeaba como liberarla  y otros donde simplemente permanecía acostada mirando las Dalias junto a la ventana que lentamente se iban secando.

La puerta de su habitación se abrió, sabia quien era. Daemon iba todos los días a dejarle  comida, misma comida que todos los días era desechada sin que ella comiera un solo bocado.

—Vamos Shyra, tienes que levantarte y comer algo. -Ella no respondió—No puedes seguir así ...si fueras humana ya habrías muerto, Uriel no hubiera...

— El no está aquí -respondió a secas— Eso es lo único que tengo claro Daemon, no está.

El pelinegro se quedó callado y se sentó  a su lado. El  cabello  de Shyra estaba hecho una maraña y las sombras debajo de sus ojos cada vez eran más notorias. Aquellos ojos antes llenos de vida ahora estaban apagados y sombríos.

— Encontré algo en su ropa...-Shyra no respondió— era un regalo  para ti, al parecer te lo daría en navidad

El saco una pequeña caja de su bolsillo y se la extendió. Ella giro a verlo y después de unos segundos la tomo.

— Ábrela-Se quedó unos segundos en silencio —Por favor...

Shyra frunció el ceño pero  obedeció, dentro había un collar con un diamante azulado, había detalles plateados que rodeaban el diamante y se unían a la cadena. Debajo de el había una nota. Shyra la tomo para leerla .

FELIZ NAVIDAD

¿Recuerdas aquel día que fuimos a ver las Flores del Jardín de Edén?. Aquel día  te mostré como eran las semillas de las flores y entre ellas encontré esta que es justamente de una Dalia.

Quise traértela para representar que tu como una dalia y  recordarte que sin importar cuantas caídas tengas te levantaras igual que ellas después del invierno, recuerda... Esta bien invernar pero nunca morir.

Con cariño..

~Uriel

— Antes de traerlo analice el collar ya que  presentaba  ciertos detalles...peculiares-Daemon  ladeo la cabeza—Y bueno  resulta que  al hacerlo encontré una luz  de vida  dentro de el... es complicado pero al parecer cuando Uriel  murió su alma no se destruyó solo se transformó.

— ¿Qué?-Shyra junto sus cejas—¿Daemon de que hablas?.

— Según lo que vi el alma de Uriel se adhirió al objeto mas cercano y querido que tenia y en este caso fue el collar.

— ¿Estas diciendo que su alma esta aquí?.

Shyra levanto el collar y el diamante desprendió un ligera luz. Ella lo soltó rápidamente y miro unos segundos el collar que volvió a brillar.

—Parte de ella. Eso que acabas de ver es la forma por la cual su alma se comunica. Es lo único que  quedó de el, su alma ya no podrá salir de ahí pero al menos aún existirá.

Shyra miro el collar  y lo tomo de nuevo entre sus manos.  No podía creerlo.

— Daemon si esto es una broma...

— Juro que digo la verdad, no lo habría dicho si no estuviera seguro.

Aún le dolía la muerte de su novio pero le reconfortaba que al menos una parte de el aun estuviera con ella.  Aunque de cierta forma se lamentaba por su alma, por que sabía que jamás podría salir de ese objeto y eso de alguna manera lo mantenía atrapado.

— Uriel...cariño, ¿me escuchas?.

El diamante brillo y Shyra sonrió con ternura,  abrazo con fuerza el collar y miro a Daemon.

— Gracias...

— No me agradezcas por eso - El  sonrió— Hay  algo más...-saco una carta y se la extendió—  Es para ti...Uriel me pidió que te la diera cuando el...bueno... ya no estuviera...

Shyra la tomo y observo la carta por varios segundos. Si el le había dejado una carta era por que de alguna forma sabia su destino. Eso la hizo sentir repentinamente triste y confundida su visión se volvía borrosa.

— Te dejare para que la leas, avísame cuando estés lista, ¿si?-Shyra asintió y el salió del cuarto.

Antes de leerla la observo por un buen rato. No sabía si estaba lista para leer lo que sea que hubiera dentro... pero su curiosidad fue mayor y abrió el sobre.

"Mi dulce ángel

Se que si estás leyendo esto probablemente ya no este vivo y se que no he sido la mejor persona del mundo, ni el mejor arcángel, ni el mejor amigo y tampoco el mejor novio pero ...me hiciste cambiar Shyra, no sabes la cantidad de errores que cometí en mi vida, las cosas que hice y el ángel que fui antes de conocerte.

Sin duda me arrepiento de muchas cosas pero puedo asegurar que no me arrepiento ni un poco de haberte conocido, de haber arriesgado  todo por ti , no me arrepiento de amarte, fuiste lo mejor que me paso y sin duda alguna lo que más me duele de morir es no poder estar a tu lado y cumplir todos esos planes que teníamos juntos.

Pero aun así ... quiero que tu los cumplas ¿si?. No te detengas por mi, Shyra. Se feliz. Eres lo más importante que tengo y no quiero que esa linda sonrisa que  tienes se vaya y te rindas con la vida. Mi muerte no tendría sentido si tu no vives Shyra.

Y si, se que quizás te preguntes como es que sabía esto, pero créeme, eso no es importante y si no te lo dije  fue por que te conozco, se que pasarías ese tiempo buscando una manera de evitarlo y estarías constantemente preocupada. No deseaba eso, quería pasar los días que me quedaran a tu lado como nosotros, la pareja tan única que somos, no hundidos en miedos y preocupación.

Así que no te preocupes, estoy bien. No sabes lo que me cuesta escribir esto, extrañaré todo de ti mi dulce ángel, tu sonrisa, tu cabello alborotado al despertar, tus caricias, tus  besos...el sonido de tu risa que sin duda era mi melodía preferida. Te extrañaré aunque se que encontraré la manera de estar a tu lado.

Se feliz Shyra y levántate con esa fuerza que sólo tu posees, demuéstrale al  mundo quien es Shyra Adkins y siléncialos de una vez por todas.

Vive feliz mi ángel...con o sin mi pero  vive, te aseguro que de alguna forma yo estaré a tu lado.

Te amo, mi dulce ángel...nunca olvides eso

Te amo...

-Uriel

No era la carta mas larga pero había bastado para que Shyra rompiera en llanto.

Con el logro ser alguien mejor, conoció partes de ella que no sabia que existían, el no era simplemente su novio, era su amigo, su compañero... y ya no estaba. Le dolía en el alma  su ausencia pero entendía la carta. De alguna manera sabia que sólo a ella le podían lastimar y sanar esas palabras, solo ella lograría entender la profundidad de cada oración.

— También te amo mi arcángel y juro que vengare tu muerte.

Susurro a la carta antes  de que se derrumbara en llanto. Entre lagrimas sostuvo el collar y  lo coloco en su cuello. Lo sostuvo con fuerza y se levantó de la cama repitiendo las últimas palabras...

— Vengare tu muerte...