⚚Ꮳιτa⚚-28

Las hojas del otoño estaban cayendo, el viento soplaba con fuerza indicando que el invierno se acercaba.

Shyra y Uriel llevaban varios días saliendo a citas, la sonrisa de Shyra había vuelto y junto al arcángel era la más brillante de todas. Esta vez Uriel le había pedido a Shyra que fueran a su departamento que el tenia en la tierra ya que le quería mostrar algo. Habían llegado a la puerta casi sin darse cuenta, el tiempo y las calles eran veloces a lado de quien te hace perderte en palabras.

Entraron y lo primero que los recibió fue un cachorro blanco. El perrito se acercó meneando su colita.

— ¿Pero quién es esta cosita tan adorable?

Shyra lo tomo entre sus brazos y el cachorro lamio su cara, sus rizos blancos  resaltaban entre sus ojos café, era hermoso.

— Lo encontré hace unas semanas en el parque. Al parecer mataron a su madre y el cachorro estaba junto al cadáver-Uriel se acercó a Shyra y al cachorro— Es un milagro que estuviera vivo y no lo podía dejar ahí, así que lo traje a casa, cuando no estoy Daemon se hace cargo de él.

— Ya veo, es un pequeño sobreviviente-El perrito ladro como si supiera que hablaban de el— Espera... ¿Daemon?

— Te hable de él. Es un demonio y curiosamente mi mejor amigo. Es un idiota, no lo negaré, pero aun así no es malo... por eso no está en el infierno.

Shyra observo a Uriel y bajo al cachorro. El pequeño protesto pero a los segundos se rindió y fue al jardín.

— Me gustaría conocerlo.

— Lo harás-Uriel sonrió— ahora sígueme, te mostraré algo.

El pelinegro cruzó un pasillo largo y llego a una habitación. Antes de entrar tomo aire y Shyra lo noto, eso le causo más curiosidad.

La puerta se abrió y Uriel entro, cuando Shyra llegó a la puerta tuvo que detenerse, la habitación era hermosa. Las paredes estaban en su mayoría cubiertas por partituras, frente a la puerta había una ventana y junto a ella había un escritorio con más partituras y hojas arrugadas, a su lado un piano descansaba y en un rincón una guitarra le devolvía la mirada.

— Yo...quisiera que escucharas algo.

Uriel se sentó frente al piano y se preparaba para tocarlo, solo esperaba a su ángel para comenzar. Shyra se sentó en el suelo junto a él, esto causo que Uriel sonriera.

— Shyra, hay una silla a lado.

— Lo sé, pero así puedo verte mejor.

El sonrió de manera tierna.

— Esta bien ponte cómoda entonces.

El chico tomo aire y comenzó a tocar, la melodía era lenta pero hipnotizaste. La voz de Uriel comenzó a acompañar el sonido del piano, las notas se mezclaban y envolvían a Shyra, no podía dejar de escuchar.

La canción hablaba del amor que sentía hacia ella y quizás sonaría como otra canción romántica pero no lo era. Era más profunda y hechizante, mientras el cantaba y las notas se elevaban una explosión llenaba el corazón del ángel que observaba. Ella comenzó a llorar o al menos eso parecía, las lágrimas resbalaban por sus mejillas y caían gentilmente a pesar de que su vista no se apa de su arcángel.

"Cuando la lluvia caiga en tu cara y todo el mundo esté en tu contra podría ofrecerte un cálido abrazo. Podría hacerte sentir mi amor"

Eran simples palabras, palabras y notas que sin hechizo alguno la hicieron sentir protegida. Era como si con aquella melodía sus heridas cerraran. Basto solo una canción para que ella se entregará completamente, después de todo amar era así, confiar en alguien y poder seguirlo a ciegas, volverte una marioneta dándole el poder de jalar las cuerdas y que aún con ese poder él no las jale y te ayude a crecer. Pues después de todo, él también se entregó a ti.

"Cuando las sombras del atardecer y las estrellas aparezcan y no haya nadie para secar tus lagrimas podría abrazarte un millón de años para hacerte sentir mi amor"

Los labios de Uriel se movían y su canto parecía más que el de un ángel enamorado, era como viajar al mismo paraíso y  volverse poderoso. Sus dedos tocaban las notas como si fueran nubes, tan suaves y hermosas.

La canción terminaba como si fuera el final de una obra, el arcángel pronunció las últimas palabras y las notas se detuvieron dejando un suave eco en el aire.

— Uriel...

Shyra corrió a abrazarlo y él la recibió con una sonrisa. Sus brazos eran cálidos y a pesar de lo fornido que era, a ella la sostenían con delicadeza, era como sentir que una nube te rodeaba y podías descansar en ella.

— En verdad me gustas Shyra...

Ella sonrió y se acurruco en su hombro, lo apretó un poco y suspiró.

— ¿Te digo algo Uriel?- él la miro con curiosidad— Tu también me gustas, lo que siento por ti es lo más hermoso y fuerte que he sentido, en serio me gustas.

— Mi dulce ángel...-El pelinegro beso su cabello— Te amo y aun así siento que esa palabra se queda corta a comparación de lo que siento hacia a ti.

Shyra rio y por un momento se quedaron así, abrazados y perdidos.

"Las plegarias funcionan"

Pensó Shyra. Ya que después de años rogando por un abrazo, ahora tenía a alguien que se los daría sin restricción alguna.

—Sabes...-Shyra lo apretó un poco— tengo miedo de perderte...

— Mi dulce ángel-Uriel tomo su mentón con ternura— No me perderás, tenlo por seguro.

Las palabras fueron selladas con un beso, como una tierna promesa que esperaba no romperse.

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Hola , ¿Qué les pareció este capitulo? Les dejo una fotito del cachorro y la canción del arcángel en la parte de arriba .Prepárense  para lo que se viene.

-Merry🌻

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