⚚Ꭾesadιllas⚚-16

Sus manos estaban cubiertas por el color vino, un rojo espeso y líquido que caía de aquellas manos antes de porcelana. Su vestido que antes era tan blanco como las perlas ahora tenía manchas y gotas rojizas que lo cubrían. Frente a ella el cuerpo de un niño se encontraba tendido en la arena blanquecina.

El niño de cabellos rubios tenia marcas en el cuello que si lograban observar bien parecían quemaduras o quizás mordidas. En su abdomen una línea en diagonal se hacia visible debido a la sangre que emanaba de ella.

El pequeño entre la poca conciencia que tenía miro a la niña pelinegra ,que cubierta de sangre lo miraba con terror. Los labios secos y violetas del pequeño se entreabrieron pronunciando las siguientes palabras...

- Eres un monstruo...

●●●

Shyra abrió los ojos de golpe, su respiración era irregular y su pecho subía y bajaba mientras sus manos temblorosas se aferraban a las sabanas.

- Sólo fue un sueño...solo fue un sueño

Se decía a si misma aferrada con fuerza al pedazo de tela que la cubría, intentaba calmarse pero era inútil, ya que los recuerdos aun estaban presentes, repitiéndose una y otra vez en su cabeza... Era de esperarse que no pudiera cerrar los ojos en lo que quedaba de la noche.

Su mirada cambio del blanco edredón a la ventana que se encontraba a su costado. El sol estaba asomándose con los primeros de sus rayos cubriendo los edificios. Parpadeo ante la repentina luz y observo el reloj que se encontraba a lado de la puerta.

6:30 am

Era hora de levantarse, de cualquier forma ya no podría dormir de nuevo.

Quito las sábanas que la cubrían y se puso de pie, después comenzó a acomodar la cama mientras recordaba. Su pecho ardía, estaba cansada de despertar así. Cada día con una nueva pesadilla. Ella había creado su propia tortura mental, recordando a pesar de no querer hacerlo, deseando escapar de su propia cabeza.

Termino de acomodar la cama y camino hacia la puerta, sus esperanzas estaban rotas, al menos eso quería creer a pesar de que en el fondo sabia que no era así, aún tenía una pequeña llama de esperanza que resplandecía en la oscuridad, que le decía que todo mejoraría y todo lo malo habría quedado en el pasado como un mal sueño. Quería creer en eso, no en la crueldad que la desesperanza le daba. A pesar del dolor ella deseaba creer, a pesar de que sus heridas aun estaban renuentes a cerrarse... Ella a pesar de todo eso deseaba creer.

Comenzó a bajar las escaleras cuando un llanto la detuvo, eran sollozos mezclados con pequeños y silenciosos murmullos. Aquel llanto provenía de la habitación contigua a la de ella, la habitación de Abril. Sin dudarlo cambio su ruta hacia aquella habitación de puerta marrón y justo antes de entrar se detuvo con los sollozos aun constantes al otro lado de la puerta.

- ¿Abril?.

Los sollozos continuaron, aún leves y calmos.

- ¿Abby?, ¿Qué sucede?.

Shyra abrió la puerta con lentitud. En la cama se encontraba Abril, con los ojos cerrados y las lagrimas resbalando por sus mejillas, su cuerpo se movía de un lado a otro mientras que sus manos agarraban con fuerza las sábanas. Los murmullos que antes eran confusos se iban aclarando.

- Basta...no...

Abril murmuraba y sollozaba tan leve que parecía casi imposible escuchar lo que decía.

- Ey... Abril.

Shyra susurro a su lado intentando hacerla despertar. Abril por otro lado continuo sollozando y cerrando sus puños en las sábanas.

- Suéltenme...

Los murmullos de Abril incrementaron haciéndose cada vez mas audibles. Shyra inspiro e hizo lo primero que le paso por la cabeza.

- ¡ABRIL BLACK!.

La rubia abrió los ojos de golpe sentándose a toda velocidad y colocando una de sus manos en el cuello de Shyra. Abril parpadeo varias veces observando con mayor claridad a su amiga.

- Hola - Shyra sonrió de lado levantando una de sus manos- Lamento despertarte pero parecía que no estabas soñando algo agradable.

Abril suspiro y quito la mano de su cuello, luego se llevo una mano a su cara y quito los cabellos de su frente.

- Casi me matas del susto engendro.

La pelinegra rio ante ese apodo, desde que conocía a Abril había escuchado que tanto a Muz como a ella los llamaba de esa forma. Quien no conocía a Abril quizá podía creer que era una ofensa o algo por el estilo, pero realmente era el apodo mas cariñoso que Abril podía decir debido a su carácter. Tenia una demostración de cariño especial y reservada.

Abril de igual forma era alguien que detestaba llorar en público, lo hacía muy pocas veces y en situaciones realmente fuertes, justo por eso a Shyra le sorprendió encontrarla llorando.

- ¿Me dirás que sucedió?-Inquirió Shyra.

- ¿A qué te refieres?.

Abril se levantó de la cama y comenzó a ordenarla. Shyra por otro lado sabía perfectamente estaba evadiendo el tema.

- Estabas llorando ,Abril. Murmurabas cosas-explico Shyra recargándose en la pared- ¿Qué sucedió?.

La rubia soltó un largo y pesado suspiro dejando de acomodar la cama y volteando en su totalidad hacia su amiga. Se cruzó de brazos y comenzó a hablar.

- Mi expulsión.

- ¿Tu expulsión?.

- Si, mi expulsión. Debes saber que no fue linda y de vez en cuando suele repetirse en sueños, no es algo que pueda evitar.

En cuanto termino de decir eso dio la vuelta y termino de acomodar la cama dando por terminada la conversación.

- Bien...¿Qué desayunaremos?.

Abril giró al instante con una sonrisa radiante y como no hacerlo, cada que mencionaban comida Abril saltaba de felicidad. La comida podía hacer que su animo cambiará rápidamente, tanto para bien como para mal.

- Iremos a un lugar que seguro te encantará, así que alístate.

De esta forma empezaba el día, pero quien dice que un mal comienzo no puede convertirse en un gran día.

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