—  ¡Shyra, despierta!.

Su cabeza  zumbo con una intensidad impresionante, parecía tener resaca o algo parecido. Y esos gritos no ayudaban a calmar el dolor.

—  ¡SHYRA TIENES QUE DESPERTAR!.

Todo debía de ser un mal sueño, eso creía. Pero a penas se  estabilizaba cuando escucho otro grito.

—  ¡SHYRA!.

Abrió  sus  ojos. Su vista era borrosa pero lentamente fue aclarándose y lo primero que vio fueron los ojos verdes de un Demonio.

—  ¿Daemon?.

—  ¡Hasta que despiertas!,¡Que momento  de desmayarse!.

La pelinegra frunció el ceño y se  sentó. A penas lograba asimilar lo que sucedió y ese idiota le gritaba.

—  Lamento haberme desmayado,  me acabo de enterar de que el mayor villano de los tres mundos es mi padre, pero supongo no es excusa para desmayarse.

—  ¡¿Devon es tu padre?!.

Shyra entorno los ojos. Justo en ese momento se percató de algo...aun estaban en el bosque.

Los dos escucharon una explosión y giraron  para ver de donde provenía. Devon había lanzado a Uriel  y sin esperar a que se levantará lo ataco de nuevo. Afortunadamente Uriel esquivo el ataque.

El arcángel  formó una  gran esfera de fuego al mismo tiempo que Devon formaba una esfera  y a pesar de que  la de Uriel  era más pequeña desprendía un calor impresionante y parecía ser más poderosa. Daemon y Shyra tuvieron que cerrar los ojos para no quedar ciegos.

Uriel lanzó  la esfera justo cuando al Devon lanzó la suya. Estas chocaron y causaron una onda expansiva que terminó en una explosión que los hizo volar a ambos.

— Llevan un buen rato así. -Menciono Daemon— Cuando vi que estaba aquí quice ayudarlo pero no me dejo. Dijo que tenía que cuidarte y  bueno...tu  tardaste  un buen rato en despertar.

— No tenías que hacerlo, puedo cuidarme sola. Si tanto te molesta estar aquí simplemente no lo hubieras hecho.

— No lo hice por ti. -Daemon se cruzó de brazos— Deberías ser mas agradecida.

Shyra suspiro y se levantó.
Daemon podía llegar a ser muy molesto pero era un buen chico.

Devon y Uriel se levantaron casi al instante.  El arcángel tenía  heridas por todo el cuerpo al igual que  el demonio pero ambos sabían que no podían perder tiempo o el otro lo mataría.

Devon hizo un rápido movimiento de manos. Junto palmas, puso  sus dedos índices cruzados y abrió sus palmas hacia Uriel. Esto lanzó dos olas de fuego hacia el chico.

Uriel estiró la mano con rapidez llamando a su espada. Cuando la tuvo entre manos giro con velocidad y reflejo el ataque de Devon  haciendo que el demonio cayera una vez más.

—Tenemos que ayudarlo-Shyra observo a Daemon—Uriel esta muy herido...

Daemon permaneció en silencio observando la pelea. Tenía que cuidar a Shyra, lo tenía claro pero le preocupaba aquella profecía que declaraba a su mejor amigo muerto.

Devon se levantó una vez más. Tenía una herida grave en su brazo  pero eso no lo detuvo.  Una vez más hizo una secuencia de movimientos veloces. Junto sus palmas las giro y estiró dándole forma a su poder como una espada de fuego negro con doble filo.

Uriel chasqueo la lengua y corrió hacia Devon buscando empuñar su espada. Aún así el demonio fue más rápido y con la espada entre sus manos detuvo el ataque. Ambas espadas chocaban buscando atacar al contrincante y a su toque  ondas de poder se extendían por el bosque.

—Daemon... ¿Me escuchaste?.

Una vez más el chico permaneció en silencio. Se sentía dividido. Giro hacia aquella chica de piel lechosa que le devolvía la mirada y por un momento logró entender por qué Uriel deseaba protegerla.  Al verla un deseo extraño lo hacía querer cuidarla a toda costa.

—¿Daemon?

— Maldición...-el demonio la observo—Uriel...estará bien Shyra, no lo subestimes tiene un poder impresionante.

—Pero sus heridas...

—¡Estará bien!-Shyra pareció sorprenderse por lo que  Daemon se obligó a calmarse—Te prometo que si esto empeora lo ayudare, pero ahora solo le estorbaríamos. Si queremos ayudarlo lo mejor es  que nos quedemos aquí.

Shyra guardo silencio mientras observaba a Daemon. Aparentemente se veía seguro pero había algo detrás de sus palabras que la hacían dudar. Otra explosión se escucho, Uriel había esquivado una ola de fuego negro que Devon le lanzó.

El arcángel tenía heridas por todo el cuerpo, pero se limitó a limpiar la sangre de su cara y continuar.

—Creo que es tiempo de terminar esto Devon.

—En eso concordamos joven Uriel...

El pelinegro estiró sus alas y en el aire  levantó su espada hacia el sol y está comenzó a brillar cada vez más hasta que el brillo se volvió cegador y el calor asfixiante. Devon abrió sus ojos con terror. Uriel giro su espada hacia el y pronunciando las siguientes palabras expulsó todo su poder.

— Explosión de Luz aplastante.

Daemon cubrió con rapidez a Shyra con un escudo impenetrable. La luz  cubrió a todo el lugar mientras que la explosión causó que la mayoría del bosque quedara destrozado.

Después del brillo cegador se observó a Uriel flotando  sobre un gran cráter  donde probablemente estaría Devon. El chico bajó con lentitud hasta tocar el suelo y camino hacia el cuerpo carbonizado de Devon.

Pero donde se supone que tendría que estar el cuerpo solo había tierra. Cuando Uriel comprendió lo que pasaba fue tarde, Devon había clavado su espada en el abdomen del chico.

— ¿Que?, ¿en serio creías que era tan fácil matarme? - Uriel escupió sangre mientras observaba a la espada de fuego que atravesaba su cuerpo— Tengo que admitirlo, tu ataque fue bueno, pero no lo suficiente. - tras decir eso saco la espada de su abdomen y Uriel cayó.

—¿Có... Como...?.

— ¿Te preguntas como evadí tu ataque? - El Demonio sonrió desvaneciendo su espada— No lo hice completamente , quemaste algunas partes de mi cuerpo pero logré  transportarme antes de que lo incineraras. Que te digo, soy maravilloso.

Uriel desvío su mirada hacia Shyra, sus ojos se encontraron por un momento que pareció eterno. Shyra estaba asustada y el lo noto en su mirada. No podía morir, no aun.

— Pero bueno... ¿Últimas palabras?.

—Púdrete.

Tras decir esto se impulso con sus manos y de una patada golpeó el abdomen de Devon. Al levantarse  sintió al dolor cubrir su abdomen pero no tenía tiempo para lamentarse, sus heridas cerrarían pero Devon no pararía hasta matarlo.

— Ay chico, no entiendo por qué haces esto tan difícil. -Devon se levantó limpiando la sangre de su cara— Quería matarte de manera rápida por Shyra y por la pelea que diste, pero no me estas dejando opciones.

Uriel  apretó su mandíbula e hizo un rápido movimiento de manos. Junto sus palmas y las cerró con únicamente dos dedos levantados en cada una. El índice y el pulgar después las extendió hacia Devon lanzando una red de lava.

El demonio  sonrió desvaneciéndose y apareciendo segundos después detrás de él. Uriel reacciono rápido y giro lanzando una patada  hacia Devon, el la evadió y en el aire le dio una patada a Uriel que lo lanzó a  metros de distancia.

El pelinegro se levantó de un salto  formando una esfera de fuego que lanzó a Devon, el demonio se apresuró  a hacer lo mismo logrando que estas chocarán. 

Una vez más Devon se transportó frente a Uriel y le dio un golpe que lo lanzó.  Ni si quiera lo dejo caer cuando se transportó de nuevo para golpearlo. Uriel no tuvo tiempo de reaccionar, Devon lo estaba derribando a golpes  sin si quiera dejar caer su cuerpo, a penas le daba un golpe se transportaba en el aire para darle otro. Uriel parecía una bola de boliche que rebotaba en la pista sin poder moverse.

Finalmente Devon dio el golpe de gracia que lanzó a Uriel hacia el suelo, esto causo que el cráter se alargara con otra onda expansiva.

—¡Uriel! - Shyra  quiso correr hacia el pero Dameon la detuvo—¡Suéltame!, ¡Lo va a matar!.

Daemon apretó sus labios y abrazo a Shyra para no dejar que escapara. No quería perder a su mejor amigo pero tampoco podía romper su promesa.

—¡DAEMON SUELTAME!, ¡VA A MATARLO!, ¡DAEMON!.

El no la soltó. Uriel a penas y podía moverse, giro su cabeza hacia Shyra quien gritaba  alterada y Daemon quien asustado observaba a su mejor amigo sin saber que hacer.

—¿Eso es todo lo que tienes? - Devon tomó a Uriel del cuello y lo alzó para que quedarán a la misma altura—Me decepciona un poco, si te soy sincero esperaba mas de ti.

Uriel tosió sangre y miró con rencor al demonio, Devon se limitó a sonreír y lanzarlo lejos.

— Que decepción... Ahora, ¿que haré con ustedes?

Esta vez se dirigió hacia Daemon y Shyra,  pero algo lo hizo parar en seco y comenzar a reír.

— Lo siento, lo siento - dijo entre risas—Solo me sorprendió verlos juntos, quien diría lo pequeño que es el mundo.

—¿De qué demonios hablas?-Daemon apretó la mandíbula mientras se ponía frente a Shyra.

El se limitó a  sonreír y caminar hacia ellos.

—No te acerques o te juro que...

—¿Que?, ¿Me matarás?- Devon rio—No lo creo.

Tras decir eso formó una esfera  enorme en su mano  que contenía todo su poder demoníaco.Daemon apretó la mandíbula y  observó a Shyra.

—Corre hacia Uriel y no te detengas, yo lo....

—No será necesario. -Dijo el arcángel mientras caminaba hacia ellos —Prometiste algo. Solo encárgate de cumplir esa promesa.

Todos giraron hacia aquella presencia imponente. Devon  apretó sus puños con molestia.

— Me comienzas  a estresar, ¡Muere de una vez!

Lanzó la  esfera. Uriel la detuvo con la mano y en un giro la regresó hacia Devon.

Rápidamente Uriel hizo un movimiento de manos. Juntos sus puños hacia abajo y en es misma posición extendió el dedo índice y pulgar de ambas manos, después  los junto haciendo que los pulgares formarán un triangulo y giro las   manos en esa posición hacia Devon.

El ataque lanzó un remolino de fuego que atrapó a Devon y lo estrelló contra el suelo. Rápidamente Uriel repitió el ataque y enseguida utilizó su espada para aumentarlo.

— Triangulo Sagrado, ¡Purgatorio!.

La espada  lanzó llamas que envolvieron a Devon en un remolino triangular. Un remolino infinito que no tenía escapatoria.  El demonio hizo de todo para salir mientras las llamas sagradas quemaban su cuerpo pero todo era inútil, ante ese ataque ni si quiera la transportación le ayudaría.

—Lo siento Devon, fue una buena pelea pero es hora de terminar con esto.

Uriel guardo su espada y se coloco frente al remolino triangular, cerró sus ojos dejando que su cuerpo se cubriera lentamente por fuego, al abrir sus ojos estos eran iguales que el mismo sol. Extendió su mano hacia el remolino y con una palabra lo hizo desaparecer.

— Disolver.

Devon cayó al suelo con su cuerpo totalmente quemado, ni si quiera parecía ser el mismo en esas condiciones. Uriel lo miró y extendió una mano hacia él.

—Cómo lo dijiste antes. Te daré una muerte digna por Shyra y los viejos tiempos
Varias llamas envolvían a Devon al mismo tiempo que lo cortaban. Parecían ser espadas a pesar de que sólo se tratara de fuego. Cada vez más llamas lo envolvían y cortaban hasta formar una enorme llama que iluminaba todo el lugar. Uriel aun con su palma hacia aquellas llamas  giro su mano y convirtió aquel fuego sin forma en una esfera que se podía comparar con el mismísimo sol.

El joven arcángel extendió sus alas que parecían estar hechas de lava en ese momento. Giro alrededor de la esfera hasta que la velocidad lo volvió casi invisible. Lo único que lo hacía ver era el remolino que en espiral envolvía aquella esfera. Uriel paro en seco y el remolino continuó girando a su alrededor.

Coloco una mano hacia aquella esfera y  extendió su dedo índice y medio y los movió en cruz  haciendo que varias espadas de fuego se clavaran en la  esfera.

—Adiós, Devon.

Tras decir eso extendió la mano y la cerró haciendo que la esfera y el remolino que la rodeaba se presionaran hasta explotar y dejar tan solo cenizas de lo que había sido la mayor amenaza de los 3 mundos.