⚜Ꭺcto ιηfame⚜-9

- ¡Llévenla a la habitación de tortura!

Una voz masculina que parecía estar furiosa se hizo presente entre los pasillos de la corte.

- Pero señor, Dai ordenó que...-comenzó a decir otra voz.

- ¡No me importa lo que diga Dai!, ¡Llévenla!.

Los gritos habían hecho que Shyra despertara, aún adormilad y a mitad de la noche. ¿Qué estaba sucediendo?, ¿ De quien estaban hablando?. Justo cuando los gritos pararon y estaba dispuesta a dormir nuevamente la puerta de su habitación se abrió.

- ¡Llévenla!-Gruño nuevamente aquella voz que se aclaro para Shyra.

Ella parpadeo siendo cegada por la luz de la puerta; Segundos después sintió como varios ángeles le cargaban y la arrastraban a algún lugar. No entendía prácticamente nada, apenas lograba asimilar que era lo que estaba sucediendo.

- ¿Qué hacen?, ¿A dónde me llevan? -pregunto mientras intentaba zafarse.

Su pregunta fue ignorada y ella apenas estaba comprendiendo que sucedía cuando observo que llegaban al cuarto de tortura. La dejaron sobre la mesa en la que estuvo horas antes para después atarla de manos y piernas.

- ¿Que..?.-Comenzó a preguntar con confusión.

- ¿En serio creías que te salvarías así de fácil, Adkins? .

Shyra frunció un poco el entrecejo y levanto la cabeza para ver mejor. Al instante reconoció al responsable de aquella horrorosa voz.

- ¿Mahasiah?

Estaba confundida, creía que lo había convencido...le habían dado comida, una cama cómoda e incluso una ducha. Creía que al fin seria liberada, no entendía que estaba sucediendo.

- ¿Que?, ¿te sorprende tanto el verme?- de su garganta salió una carcajada- ¿Creías que me habías convencido con tu estúpido discurso?. Ay Shyra, que idiota eres-Musito el Serafín alzando la vara con puntas que habia sostenido antes, sin darle si quiera oportunidad de reaccionar a Shyra la golpeo con fuerza en el dorso.

Shyra soltó a un grito ahogado sintiendo como cada una de las puntas entraban en su cuerpo como pequeños colmillos que se le incrustaban, al final no sirvió de nada haberse cambiado de túnica y darse un baño, ahora esa tunica también estaba cubierta por sangre.

- ¿¡Que Demo...

Antes de que Shyra pudiera terminar, el serafín blandió de nuevo la vara y la golpeo, esta vez en el brazo. La pelinegra gimió intentando llevar una de sus manos atadas a su brazo.

- ¡Serás una amenaza siempre!, ¡nunca nadie estará seguro hasta que mueras!.¡¿Entiendes eso Shyra?!- De nuevo alzo la vara y golpeo su abdomen.

La chica soltó un alarido intentando contener todo el dolor que sentía en esos momentos. Apretó las cuerdas que la sostenían con sus manos y cerró con fuerza los ojos, al abrirlos y lograr respirar mejor pudo hablar.

- ¡¿Que te sucede Mahasiah?! ¡Yo no te hice nada!

El sonrió y luego comenzó a reír acercándose rápidamente a la pelinegra, la tomo con fuerza del cuello y la miro.

- Te odio, simplemente te odio, no dejaré que destruyas todo en lo que he trabajado -comenzó a apretar su garganta con más fuerza- Te mataré y cuando al fin estés muerta todo el paraíso estará regocijándose a mis pies por haberte asesinado.

Apretó con fuerza su garganta haciendo que el aire comenzará a escapar de sus pulmones. Eso no la mataría pero haría que se desmayara y muy probablemente después si la matarían.

Ella comenzó a desesperarse. Intento quitarse a Mahasiah de encima, inútilmente ya que las cuerdas que la mantenían atada no la dejaban mover mucho.

- Te mataré Adkins y jamás volverás a lastimar a nadie - el Serafín sonrió- Yo me encargaré de que jamás regreses. Será como la muerte de un humano, solo que a ti nadie va extrañarte.

Shyra comenzó a marearse. No podía contener mucho más aire dentro de ella, la impotencia recorría su cuerpo, no podía hacer más que patalear y manotear intentando liberarse de las cuerdas, estaba por perder la conciencia, la desmayaría y después la mataría. Iba a morir, no...Iban a asesinarla.

- ¡QUITALE LAS MANOS DE ENCIMA, MAHASIAH!

La puerta se abrió de golpe dejando ver a aquella hermosa mujer llamada Dai. Al instante el Serafín quito las manos del ángel, Shyra comenzó a toser intentando hacer que el aire regresará a sus pulmones.

- Dai, es necesario asesinarla -comenzó a decir Mahasiah- Es un peligro...

La mujer lo miro frívolamente mientras alzaba su mentón y se acercaba a la pelinegra que aún estaba recuperándose.

- Creí haberte dado órdenes claras Mahasiah, si no las acatas no me molestará bajarte de rango e incluso expulsarte de la corte- Musito la mujer.

Los ojos del Serafín se abrieron de par en par y Dai se acercó a Shyra para quitarle las cuerdas.

- No mi señora, por favor discúlpeme... no volveré a ignorar sus órdenes.

- Eso espero - la mujer giro hacia Mahasiah- Llévenla al interrogatorio, esta vez espero sigan mis órdenes.

Esas fueron las últimas palabras de Dai antes de salir de la habitación y dejar a Shyra de nuevo en manos de Mahasiah. La pelinegra observo al serafín con terror, no sabía que sería capaz de hacerle después de que intentara asesinarla. Rogaba que las palabras de Dai fueran suficientes para mantenerla con vida.

El rubio giro hacia la chica y clavo su mirada en ella. Alzó la voz y dio la orden.

- Llévenla al interrogatorio.

Shyra no lograba asimilar todo lo que acababa de suceder. Estaba viva gracias a aquella mujer, eso era lo que sabía y estaba inmensamente agradecida.

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Les dije que se ponía mas intenso, aunque realmente esto no es nada a comparación de lo que leeremos después. No olviden comentar y dejar su voto si les esta gustando, me ayudarían mucho y así la historia se conocería mas

-Merry🌻

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