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¿Crees en la existencia de los fantasmas?

En caso de existir, no es algo que sea físico ni tampoco mental, es más bien una energía peculiar.

Hay una gran mayoría de personas que no se consideran creyentes, pero algunas viven situaciones que realmente no creerías si te lo contasen. De seguro te habrás imaginado que mientan al respecto, es de esa manera que a veces funciona. Los medios tampoco son vías fiables si necesitas investigar casos paranormales, de igual manera, tendemos a ver uno que otro vídeo por simple curiosidad, aunque se trate de algo falso, nos vuelve locos, hasta el punto en que uno mismo se dispone a explorar más en ese campo.

¿Cómo podemos saber si es real?

Tantas pruebas falsificadas, propagandas inventadas, videos y fotos manipuladas, cualquier clase de espacios especializados en estos temas donde discuten sus creencias y debaten algunas leyendas, buscan llamar la atención del espectador. Incluso nace el fanatismo, una obsesión por descubrir si es realmente cierto lo que cuentan o solo es una forma de hacer dinero fácil.

Las personas que dicen que los fantasmas no existen siempre ponen la típica frase: "Yo no creo, pero..."

Le tienes respeto, hay que ser así de cuidadosos, ante todo. ¿Por qué?

¿Es posible temerle a algo que no se cree?

Es comprensible tenerle miedo a lo desconocido y sentirnos aterrados por buscar respuestas contundentes. Nos angustia sentir la sensación de correr peligro por una presencia qué tal vez sea producto de nuestra propia imaginación ¿no?

Es la mente quien nos provoca, de tal manera que nos ponemos a la defensiva, pues debemos ser precavidos en ocasiones, nunca hay que descartar la posibilidad de que algo malo nos pueda pasar.

Ni todos los investigadores del mundo se han puesto todavía de acuerdo, ni tampoco han podido demostrar estos inexplicables hechos.

Suena algo ridículo si lo piensas detenidamente, pero le damos algo de importancia por muy mínima que sea; tú también anhelas respuestas.

A lo mejor la vida resultaría más fácil y tranquila si dejarán de existir las leyendas urbanas o los cuentos de terror que solo buscan asustar y atemorizar a la gente. Vivir con miedo no es del todo negativo, nos sirve como protección, nos frena cuando nos encontramos en situaciones mortales. No es necesario admitir ser un poco miedoso, el valor y el coraje también nos ayuda a salir de la oscuridad que nos atormenta cuando sabemos hallarlo.

No hay nada más excitante que la búsqueda de un suceso paranormal, pero no había forma en la que Kim Taehyung apoyase esa lógica. En cambio, su mejor amigo es quien tiende a encontrar patrones de forma aleatoria, utilizando su propio razonamiento intuitivo.

Park Jimin a pesar de tener un aspecto tierno debido a su baja estatura y mejillas bien regordetas, comparándolas con las de una pequeña y simpática ardillita, sus gustos no eran para nada lindos, mucho menos infantiles. Digamos que amaba todo lo relacionado con fantasmas, espíritus, demonios y maldiciones. Se identificaba así mismo como un aficionado de las historias de terror. Un auténtico buscador de acontecimientos y fenómenos que la ciencia aún no ha sido capaz de probar.

Y aspiraba con gran devoción, convertirse en el primero en mostrar claras y buenas evidencias.

-¿Una casa encantada? -preguntó Taehyung encogiéndose de hombros.

La idea no le agradaba, más bien, quería mostrarse ajeno en este tipo de participación. No encuentra nada placentero en escuchar casos sospechosos.

-Si-afirmó Jimin con evidente emoción-Dicen que habita el fantasma de un joven en esa casa-comentó con una amplia sonrisa de oreja a oreja.

Procedió a mostrarle a Taehyung un papel arrugado que traía consigo en una de sus manos. Al parecer se trataba de una hoja que debió haber sido arrancada de una revista de otra época. La fecha de la inscripción era del siglo XX, totalmente distinto al año en donde actualmente vivían.

Taehyung siempre se ha caracterizado por ser una persona calmada, un tanto tímida al establecer una conversación frente a un grupo de personas que no eran de su total confianza. Sin embargo, aunque actuará cautelosamente dentro de las grandes masas, todos notaban su presencia sin tener si quiera la necesidad de hablar. Su belleza destacaba tanto que quedaban hipnotizados. Con su cabello castaño claro, las finas facciones de su rostro, la bonita forma de sus labios y aquellos ojos expresivos, la principal fuente de todos sus encantos. Le proporcionaban un cierto brillo que lo hacía sobresalir de entre las multitudes. Toda clase de chicos y chicas deseaban vivir un amorío junto a él, se le acercaban cada que podían para invitarle a alguna cita romántica, pero a pesar de ser tan aclamado, no le interesaba en absoluto los asuntos del amor ni tampoco los de su corazón. Se encontraba a punto de graduarse de la universidad y eso era lo único que tenía mente, terminar de buena una vez con sus estudios para empezar a trabajar.

Conocía a Jimin de pies a cabeza desde el jardín de niños, habían recorrido un buen tramo juntos, por eso no le resulto para nada difícil llegar a una conclusión, pues con seguridad podía decir abiertamente que había sido el responsable de haber cometido tal acto. Si mal no recordaba, una vez se metió en problemas con la bibliotecaria de la escuela por andar todo el tiempo arrancando páginas de libros muy antiguos.

Jimin no se consideraba alguien preservador, se le daba mejor ser un destrozador.

-Está a las afueras de Seúl-siguió hablando como si hubiera memorizado todo el escrito-En las playas del sur donde justamente hay un acantilado.

Menos mal que se encontraban en el horario de autoestudio, ningún profesor se hallaba cerca para llamarles la atención, lo cual resultó ser un alivio. Sus demás compañeros de clase al menos tuvieron la intención de sacar un libro y ponerse a estudiar por sí solos.

Hubiesen hecho lo mismo de no ser porque ahora estaban demasiado concentrados en su conversación.

-Ahhh-Taehyung se quedó unos segundos pensativo al recordar algo-Te refieres a la mansión cercana a las villas vacacionales.

-Sí así es-confirmó Jimin asintiendo levemente-Se rumorea que varias personas intentaron convertir aquella enorme mansión en un lugar de alquiler para los turistas. Pero debido al suceso del fantasma que vive allí dicen que nadie se atreve a volver a entrar.

En el papel no estaba escrito nada de eso, pero Jimin se había asegurado de buscar en Internet aquel tipo de información por si acaso resultaba ser una noticia falsa.

Puede que la fuente de energía en esa casa esté recargada sobre el espectro que como algunos dicen sigue "perdurando".

Los fantasmas se forman con algunas actitudes no resueltas. A lo mejor se sienten culpables por no haber concluido algún asunto pendiente durante su vida humana. En este caso, tal vez el fantasma de aquel joven se encuentre atado y aferrado a una persona o lugar cuando aún estaba con vida, pero no ha sido capaz de abandonar.

-¿Qué te parece si vamos a echar un vistazo? -animó Jimin dándole un empujón en el hombro con su codo-Es que me muero de curiosidad-expresó ansioso.

Aún no sabe cómo es que Jimin puede sentirse atraído por experimentar algo así. Si el terror puede seducir a alguien, debe ser para aliviar la tensión o expulsar la adrenalina acumulada del cuerpo.

-¿Jimin es en serio? -preguntó Taehyung sin una pizca de gracia-¿No sabías que la curiosidad mató al gato? -suspiró pesado cruzando los brazos.

De hecho, pensar en esto no le iba a servir de ayuda, solo iba a conseguir desviarlo de sus prioridades. Pensó en buscar una excusa lo suficientemente buena como para poder esquivar aquella loca idea que a su mejor amigo se le había ocurrido.

¿Qué podía hacer al respecto?

Absolutamente nada.

Interferir en las creencias imaginativas de Jimin le resultaba bastante inquietante. Algún día presenciará con sus propios ojos algo inesperado que no le va gustar ni un poco. Mantenerse al margen de una circunstancia que desconoce es mejor que afrontarlo, hay que tenerle un debido respeto. No es que este asustado, simplemente parece una buena opción dejarlo como un enigma.

¿Se puede convertir algo terrorífico en una increíble aventura?

Debía de estar muy loco como para pensar en eso.

-Venga Taehyung, jamás te he pedido nada en la vida-soltó ahogando un lloriqueo-Por favor.

Estuvo a punto de arrodillarse en el piso del salón, importando poco la presencia de todos. Menos mal que Taehyung se lo impidió a tiempo, hubiera sido muy vergonzoso para los dos si formaban tal espectáculo.

Jimin se limitó a unir sus manos en forma de súplica para ver si funcionaba el método de rogar.

Y Taehyung luchó valientemente con todas sus fuerzas, pero los ojitos radiantes y la vocecita irritante de su mejor amigo lo convencieron.








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