27.
Pov JM.
Mi día en la Universidad fue realmente aburrido, a excepción de un proyecto que hicimos en una de las clases donde Taehyung se dedico a hacerme reír todo el tiempo.
En el almuerzo estuvimos con Nam y Jin porque no vi a Kook, también fue cómodo estar con ellos. Llevaba una mochila extra con un cambio de ropa y algunos sándwiches para cualquier lugar a donde me lleve Jungkook.
Conejito❤🤤:
Te veo en el estacionamiento, perdón por no haberte buscado en el transcurso, estaba alistando todo.
Besos cielo. 🙄😚
Pulse el botón de bloqueo y acomodé mis libros en su casillero.
— ¿Seguro que tu vas a otra parte? — mi amigo castaño me miraba con un poco de agobio.
— Si Tae, no te preocupes por nada — metí el ultimo cuaderno y Tae solo asintió levemente mientras se colgaba su morral en el hombro — tampoco te enojes —.
— No estoy enojado, solo que no me dices a donde vas — nos dirigimos al estacionamiento como me habían indicado.
— Es que ni siquiera yo sé a donde me llevan — sonreí inocente — es una sorpresa de Jungkook —.
Visualizamos a Jeon bajando de una camioneta, se acercó a nosotros y saludó.
— ¿Listo Minnie? — me besó la frente.
— Listísimo capitán —.
— Son raros...— interrumpió Tae.
— Tú más — y le saqué la lengua — ¿te irás con Jin hyung? —
— Si — me regaló una sonrisa. —Ahhh cuídalo Kook —.
— Bien cuidado — recalcó mi novio.
Anduvimos por la carretera cerca de cuarenta minutos, comenzaba a hacerse tarde y debíamos regresar obviamente.
— ¿De quién es el auto? — rompí el silencio.
— Mmh de la empresa de mi papá, lo tomé prestado, lo mío son las motos — me reí y acomodé de cabeza en el asiento cerrando los ojos.
— Oh... ¿y a dónde vamos?, ¿si sabes que mañana tenemos clases verdad? — pude sentir su mano posarse sobre mi pierna, abrí los ojos de nuevo pero dirigiéndome hacia aquel tacto.
— Lo sé, pero no te voy a llevar — su sonrisa juguetona hizo que mi estómago sintiera un vuelco completo — no te desesperes, ya falta poco para que lleguemos —.
Su mano comenzó a acariciarme y yo al no resistirme le besé la mejilla.
— A veces eres muy adorable — entrelacé nuestras manos, pero después tuvo que quitarla para cambiar las velocidades, aún así cuando podía regresaba a mí.
❅
Tras varios minutos escuchando música me distraje cuando Kook giró adentrándose a un tipo bosque, ni siquiera había un camino marcado, todo eran gigantes árboles.
— Cierra los ojos amor — Jungkook paró en seco el auto.
— V-v-vale ...
Hice caso y aunque ya no veía nada sentí como el sonreía, volvió a encender el auto y dos minutos después lo volvió a apagar.
— Ahora si, ábrelos despacio — y fue lo que hice, encontrando delante de nosotros una pequeña casa, con un estilo muy característico... Era muy bonita, bajé rápido y no dude un segundo en abrir la puerta de esta última, por dentro se parecía igual a la casa de Jungkook, todo de madera a diferencia que esta sólo era de un piso —¿te gustó? —
Asentí varias veces y dejó mis cosas sobre un sillón cerca de la entrada junto con una pequeña maleta que Jeon traía, lo vi confuso.
— ¿Y eso? — señalé la maleta color uva, de verdad era pequeña.
— Ah, esto, pasé a tu casa por ropa y viene mía también, solo dos cambios, pedí permiso a tus padres y ellos aceptaron después de regañarme un poco — se encogió de hombros — de cualquier forma lo logré —.
— ¿Por qué te regañaron? —tapé mi boca riendo un poco.
— Porque dicen que la Universidad también es importante —.
— Ya veo, eres una mala influencia para mi Kook —.
— Ah, ¿si? — se acercó tomando mi cintura y pegándola a él — pero eso a ti te gusta —.
— Mmmh, la verdad si — puse mis manos sobre sus brazos y deposite otro beso en su mejilla haciendo que al instante me escondiera entre su pecho.
— Tú eres adorable — habló Jungkook mientras besaba mi cuello — y a veces eso te hace jodidamente sexy —.
Así estuvimos un rato, él me besaba y yo accedía a todo lo que quisiera.
— ¿Qué quieres cenar? — Kook me había arrastrado hasta la cocina.
Hice un puchero al sentir como me soltaba lentamente para poder hablar bien.
— Umh traje unos sándwiches, creí que estaríamos de día de campo o así — este se rio por lo que dije y beso muchas veces mi frente.
— Me encantas —.
— Y tú a mi —.
— Comemos eso en la mañana, guárdalos en el pequeño refrigerador de allá y te pones cómodo, yo me hago cargo de la cena —.
— Pero quieroooo ayudar también — renegué.
— Vale, vale, siéntate en esa silla y te hablaré cada que ocupe algo —.
— ¿Puedo poner música? —
— Si cielo — Jungkook se acomodó un mandil y se arremangó la camiseta blanca mientras yo iba corriendo por la bolsa donde traía los bocadillos, la metí al refrigerador.
Después salí corriendo a la que parecía sala de estar, conecte mi teléfono y regrese con mi novio a la cocina, arremangado también mi playera de rayas.
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