Estuvimos platicando y contando anécdotas graciosas, Jungkook me llevó a mi casa, sinceramente la sorpresa que me dió nunca la esperé, tuve que pellizcarme muchas veces para poder creerlo.

El ver a ese chico tan lindo frente de mi me hizo entender que tal vez todo podía salir bien.

Nuestras pequeñas vacaciones terminaron así, con mis padres caminando delante de nosotros, mientras mi mano se entrelazaba con la de Kookie, habíamos decidido ir a comer a algún restaurante pues ese mismo día les di la noticia de lo que mi papá ya se venía imaginando hace un tiempo.

— ¿Y bien? — mi madre tomó la fina tela para acomodársela adecuadamente en sus piernas, mientras que Kook y mi papá ponían esta a un lado de su plato, todos la miramos con intriga pues solo vacilaba al hablar.

— ¿Y bien? —pregunté ahora yo.

— ¿Seguros de lo que están haciendo? —tosió un poco para aclarar su garganta y prosiguió — me refiero a que si ya se imaginan la ola de criticas que recibirán a partir de este momento

Mi padre tomó la mano de su acompañante que reposaba en la mesa.

— Hijo, nosotros no estamos negándonos a su relación, al contrario, Jeon ha venido tantas veces a la casa, ha convivido bastante con tu madre y conmigo que nos agrada, nos gusta mucho la idea de que tu estés siendo feliz — sonreí con las palabras de mi padre — siempre te diremos la verdad incluso si a ti no te gusta, así que puedes estar tranquilo.

De pronto una tristeza me invadió, las ganas de decirle que sabía a la perfección que él es primo de mi verdadero padre me abrazaron, mi corazón sintió arrugarse y solo agaché la cabeza, al parecer Jungkook se dio cuenta de mi repentino cambió de ánimo y soltó sus primeras palabras después de haber entrado al restaurante.

— Creo que Jimin y yo estamos bien con eso Señor Park, no nos interesan los comentarios de la gente porque estamos rodeados de personas que nos aprecian y por mi parte diré que Jimin siempre estará muy bien protegido — Ambos adultos vieron con una mirada dulce a Kook, tan dulce que me llegó a empalagar, lo miré y sonreí de agradecimiento, me hacía pensar menos y sentir más —.

— Papás, sé que no es momento ni mucho menos el lugar, pero quiero decir algo. —Jungkook me miró algo desconcertado y mis papás como siempre me sonrieron prestando atención.

— Dinos Jiminnie, sea lo que sea — una chica de media estatura pelinegra se acercó a la mesa con nuestra comida, puso en medio de esta un gran pedazo de carne asada con ensalada alrededor y en nuestro plato comenzó a servir algún tipo de crema, "buen provecho" todos agradecimos y antes de que se fuera dejó un vino en las manos de mi padre, quién no espero mucho para comenzar a llenar nuestras copas.

— Bueno — di un trago dándome una gran valentía — Hace unas semanas Taehyung me acompañó al Orfanato — la sonrisa que mostraban ahora se formó en una línea recta en sus labios y ahora el que me tomaba la mano era mi acompañante — no quiero dar tantos rodeos, papá... a decir verdad, sé la mitad de lo que me hubiera gustado, pero quiero agradecerte, quiero que sepas que no te tengo ningún rencor, ¿por qué habría de tenerte rencor?, si de toda la familia solo tú decidiste ir en mi busca—mi voz quebró pero no me detuve — yo estaba viviendo con dos personas que me adoptaron aún sabiendo que era el más vulnerable... y-y-yo soy feliz.

— Pequeño — mi mamá me vio fijamente — nosotros no queríamos contarte por ese miedo pero mira que equivocados estuvimos durante tanto tiempo.

— Jimin, el hecho de que seas hijo de mi prim...

— No, no y no, aquí el único padre que tengo eres tú, no hay nadie más — en mi vida había presenciado una escena así, mi papá estaba llorando mientras sonreía, no había tristeza en su mirada, aunque sus lágrimas dijeran lo contrario — Solo quería que supieran eso, a ti también te agradezco madre, eras muy joven y aún así me quisiste, me cuidaste en cada paso que di en la pubertad y todavía sigues haciéndolo —.

— ¡Hey! soy joven todavía, ¿o no Jungkook? —el nombrado casi se atraganta con su sopa pues ya estaba comiendo al ver que la situación no iba por el camino que él creía — Jimin siempre serás mi bebé —.

— Ya no — Jungkook, mi madre y yo lo vimos con los ojos de par en par —Ja! vaya, creo que es un día lleno de sorpresas, ¿no creen? — mi madre lo fulminó con la mirada y Kookie empezó a reír al ver en los aprietos en los que se había metido mi padre — lo siento cariño, ya diles la noticia —.

— Por mi parte quiero decirte que estoy contenta de que ahora no haya secretos entre nosotros, de hecho, nunca lo hubo, solo uno y ya está todo claro — jugó un poco con sus dedos en la copa— por otro lado... Estoy embarazada — mi papá aplaudió y yo ni siquiera supe la cara que puse, ni siquiera sé por qué mi papá había aplaudido.

— Bien, comamos — soltó el Señor con aquél traje azul marino que traía puesto.

— Muchas felicidades Señora Park — habló mi novio y yo sonreí tontamente.

— Si mami, felicidades —.

— Ay niños, gracias y Jeon dime suegra — ahora el que se atragantó fui yo, todos estallaron en risas — me agradas, me agradas mucho, ¿o no cielo? — mi padre asintió mientras cortaba en pequeñas partes su carne, ni siquiera alzó la mirada.

Al salir de aquel restaurante dejamos muchas emociones y la mayoría fueron satisfactorias.

— ¿Quieres que te pasemos a dejar a tu casa Jeon? —

— Gracias Señor Park, pero en realidad emhhh — lo asimiló dos veces — quería pedir permiso para llevar a Jimin a dar un paseo en el parque — mi papá soltó un suspiro de enamorado y yo reí por lo bajo.

— Esta bien, Jimin, antes de que anochezca te quiero en la casa porque mañana regresan a clases, ¿vale? —.

Yo asentí y fuimos a dar un lindo paseo de noche.

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