Pasaron 3 semanas desde ese día en el que averigüe todo, seguí intentado tratar igual a mis padres, pero solo un poco más agradecido con mi papá, no debía estar enojado con él, no cuando me saco para cuidarme, no cuando al enterarse que vivía fue en mi busca.

— Hijo — entró a mi habitación atando una corbata a su cuello.

— Si, dime — me senté en la cama.

— Te he notado diferente, te veo angustiado —.

Me acerqué y lo abracé.

— Estoy bien papá — al parecer estaba impresionado.

— Oh, bueno, solo era eso y también te he visto mucho con aquel chico — se puso su saco.

Tenía razón, a diario Jungkook me llevaba a la casa, los fines de semana iba a comer o solo veíamos películas. Aún no éramos novios, pero no ocultábamos nuestras sonrisas al vernos, ni nos soltábamos de la mano cuando alguien en la Universidad nos veía; a excepción de los besos, de esos solo nos dábamos de vez en cuando en los baños o en mi habitación.

— Oh, sobre eso, no puedo hablar por ahora — me tallé los ojos tomando una toalla para meterme a la ducha — lo siento papá, pero ...

— Te apoyaré si resulta ser lo que creo — me interrumpió.

— ¿De verdad? — me quede sorprendido y vi como salía de mi habitación.

— Adiós Jiminnie, que te vaya bien — perfecto, no respondió mi pregunta, pero tampoco lo tomó tan mal. 

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— ¡Hey! enano — estaba caminando por las gradas del campo de fútbol americano cuando Baekhyun me gritó.

— ¿Me dijiste enano? — hice un puchero inconsciente.

— Pues no veo algún otro ...

— Eres un grosero, sin educación, ¿qué quieres? — me quedé parado y el se acercó a mi.

— Vayamos a cenar saliendo de clases — abrí mis ojos.

— ¿Qué? —

— Lo que oíste, vamos a cenar — fruncí el ceño.

— ¿Por qué saldría yo contigo? Ni siquiera te conozco, más las veces que me has insultado y supongo que esas no valen —.

— Sencillo tapón, porque me gustas — soltó serio.

— ¿Y tú crees que hablándome así te daré atención al menos? — Baekhyun se encogió de hombros.

— Tal vez, no lo sé si no te atreves a conocerme —.

— Y-y-o...

— Baek déjalo tranquilo — giré y vi a Namjoon, caminando con Hoseok hacia mi.

— ¿Por qué? — me tomó del brazo fuerte.

— Porque él esta saliendo con Kook —.

— Pff, ese niño no sale con nadie, todos sabemos que él es un rarito de primera — me paralicé al escuchar aquello.

— Que lo dejes Byun Baek-hyun si no quieres problemas — esta vez habló Hobi hyung.

— No quiero —.

Me zafé como pude y corrí atrás de Nam y Hoseok.

— No te vuelvas a acercar a él — una voz que podía reconocer en esta y mil vidas más sonó. — Esto es enserio — era Jungkook.

— ¿Son novios o algo así? — le preguntó el peli castaño, Jungkook tardó mucho en contestar.

— Eso no es de tu incumbencia, no te puedes acercar a él —.

Baekhyun sonrió y escupió al suelo —Jimin, cuando este tipo se canse de ti yo te voy a esperar con los brazos abiertos — me guiñó el ojo.— ¡Ah y Kook!, sabía tu respuesta, pero al no decir que estas en una relación con este pequeño me doy cuenta que es uno más—se dio la vuelta y se marchó.

— No le hagas caso Jiminnie — dijo Hobi — ese hombre ya es así desde hace tiempo.

— Déjenos solos — ordenó Jeon.

— Es un amargado, de verdad no le tomes importancia — Nam puso sus manos en mis hombros y yo solo contenía las lágrimas, todo estaba perfectamente bien hasta hoy — Jiminnie no llores, solo ignora —.

— Que nos dejen —volvió a decir Jeon.

— Pero Kook... — reclamó Hoseok.

— ¡Fuera! — me jaló del brazo y yo lo seguí como si de un trapo me tratase.

Entramos en el gimnasio, caminamos hasta un cuarto donde guardan disfraces y cosas de ese tipo, Jungkook cerro con seguro y aventó nuestras mochilas al suelo, sentándome él en una mesa.

— Minnie — agache la mirada y la clave al frío y grisáceo piso — Minnie te estoy hablando —.

— ¿Qué quieres? —

— Veme a los ojos — tomó mi mentón y lo alzo.

— No quiero — cerré mis ojos y volteé a otro lado — no quiero verte, no eres tú.

— ¿Pero qué dices? — tomó mi mejilla y limpió una lágrima.

— Jungkook habría dicho que no se acercaran a mi porque soy su pareja, más no como si fuera de su propiedad. — Realmente no había mucho qué reclamar, era jodida esa situación.

— No, no, no pienses así — alejé su mano de mi cara y abrí los ojos.

— No soy una cosa, no soy algo que puedas prohibir a los demás —.

— Minnie lo siento, no sabía como alejar a ese idiota de ti, él consigue todo lo que se propone, por eso desde un momento me dio un mal presentimiento cuando chocó a propósito contigo en la cafetería —.

No sé de donde tomé tanto valor y me paré haciéndolo a un lado. Salí del cuarto y ahí estaba en la puerta del gimnasio Tae, esperándome... Corrí hacia él y me abrazó.

— ¡Jimin! — gritó Jungkook — no te vayas así por favor —.

— Deberías dejarlo por hoy — Tae le contestó y nos fuimos a mi casa.

— Tranquilo bebé —.

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❅.