Fem.


— Te sigue viendo feo...  — decía Taehyung quién caminaba a un lado del peli rosa, ambos se dirigían a la enorme área de su Institución verde para pasar el rato.

El pequeño problema era que Jeon no dejaba de observar a Jimin puesto que el pelinegro se había creído lo de la noticia a todos de su supuesto hijo.

Por Dios, ¿acaso Jimin no tenía una vida?

— Ya se cansará — fue lo único que dijo Jimin.



A la hora de su salida Taehyung se fue por aparte con un grupo de compañeros. Park en cambió salió solo... como acostumbraba.

Justo cuando iba cruzando la avenida, el motor de la motocicleta de Jungkok rugió pasando frente a él y Jimin saltó asustado pues iba distraído buscando las llaves de su camioneta.

— ¡Idiota! — gritó y Jeon frenó levantando la parte de enfrente de su casco.

— Lo siento — dijo sonriendo con malicia — mi intención no era asustarte —.

— Si cómo no — Jimin giró los ojos.

— De verdad... mi intención era que al menos salieras un poco lastimado. — Jungkook le ofreció un guiño y acelerando se marchó dejando a Park hirviendo de coraje.

El pequeño no quiso darle más importancia al asunto y subió a su auto, prendió el aire acondicionado, peinó sus hermosos cabellos rosas viéndose al espejo, colocó su cinturón de seguridad y después de escoger alguna buena canción se puso en marcha.

Iba pensando en la nada y el todo, él no tenía ningún tipo de sentimiento hacia la gente que lo rodeaba, ni sus papás que todo el año se la pasaban entre viaje y viaje, ni por sus primos, no tenía hermanos, sus abuelos ya estaban en un lugar mejor o eso quería creer.

¿Qué era lo que Jimin tenía?, eso siempre le carcomía, lo terminaba agotando. Tal vez Kim era un buen compañero pero incluso el castañito se molestaba por la tan ingrata actitud de Park. No consideraba a alguien un amigo, ¿relaciones amorosas? ni se diga... por lo único que sentía amor era al estudio, aunque no sabía si quiera que camino elegir, era el típico sabelotodo con la pequeña diferencia que él no tenía lentes de fondo de botella, no tenía la cara llena de granos, no usaba ropa anticuada y jamás, jamás le hicieron algún tipo de bullying.

Jimin era diferente sin embargo él no se sentía feliz siéndolo.

Sacando a la fuerza aquellos pensamientos que solo lo hacían hundirse en su miseria se enfocó en el camino donde vio mal estacionada una motocicleta que obviamente conocía. 

"No te importa, Jimin", se dijo así mismo. Pero al pasar por esa calle solitaria bajó la velocidad y notó tres tipos, dos apresando a uno, prácticamente ahorcándolo. Jimin frunció el ceño.

— Sé que me odiaré por esto — habló en susurro y metros más adelante se estacionó. 

Cuando bajó de su camioneta fue directamente al final de la calle y al ver como un tipo grande y gordo sacó una navaja pudo sentir su pulso acelerarse. El otro tenía a Jungkook tomado del cuello y parecía que no sabía defenderse.

Jimin soltó un sonido agudo de la impresión haciendo que todos voltearan, Park tenía que correr pero sus pies no lo dejaron.

— ¡¿Quién eres?! — gritoneo el más gordo — ¡Largo de aquí si no quieres terminar como este idiota! — Jimin llevó su vista a la de Jeon quién le sonreía como imbécil, ¿no tenía miedo?

— Largo de aquí princesa — dijo Jungkook con la respiración cortada.

Pero la naturaleza de Jimin era nunca mostrarse débil y cuanto detestaba ser así en esos momentos.

— Ustedes son los que se irán — dijo con voz temblorosa pero firme — largo o llamaré a una patrulla — sacó su celular sin titubear, ¡diablos! Jimin jamás había sido tan estúpido, obviamente desde su punto de vista.

— ¿Seguro? — el tipo que tenía la navaja se acercó con brusquedad al peli rosa y Jungkook actuó por inercia empujando al que lo tenía acorralado, con dos puñetazos lo dejó sin sentido común. 

Jeon casi corrió alcanzando al tipejo sin embargo este utilizó su masa corporal para aprovecharse y poder enterrar  la navaja en el abdomen bajo de Jungkook. Todo pasó tan rápido, estos huyeron dejando al pelinegro tirado con sangre a su alrededor. 

Jimin asustado fue hasta él.

— Jungkook, Jungkook, ¡joder! — frustrado zafó su sudadera favorita y la posó en la herida tratando de evitar una hemorragia. — ¿Qué hago?, ¡Qué hago!

Bien, Jimin no era para nada práctico bajo presión. Jungkook jadeó de dolor, enserio que de todos los lugares donde había recibido una cortada, esa parte era la más dolorosa. Cerró los ojos apretando sus párpados.

— ¡Joder Jungkook no te mueras!, ¿si? Llamaré a una ambulancia — hablaba con trabas el peli rosa lo cual casi hacía reír a Jungkook.

El pelinegro respiró profundo.

— N-No.. llévame a casa m-mejor — dijo haciendo una mueca, dolía mares esa cortada.

— ¿A casa? —Jimin en verdad estaba en un momento de trance — p-pero...

— Pero nada, t-tú llevam.. ¡ah, me duele Jimin! — exageró. Park dio un respingo volviendo a asustarse.

Como pudo ayudó a Jungkook a subir a su camioneta. Ahora le tocaba a él desmayarse, sus asientos tendrían sangre y eso le daba escalofríos.

Pronto y a una velocidad que ni siquiera Jimin sabía que manejaba llegaron al hogar de Jungkook, entraron y el pelinegro fue directamente al segundo piso a lavarse. Preocupado aún, Jimin le siguió viendo como Jungkook quitaba su playera oscura dejando completamente desnudo su torso.

Tragó saliva pero no por ver el trabajado abdomen de Jeon sino porque la herida mientras más la lavaba más fea se veía.

— Y-Yo... — ¿Y-yo? Jimin estaba balbuceando.

— En mi telef...agh — hizo al poner agua tibia en su herida, viendo como la sangre brotaba — en mi teléfono hay un número que dice Señora Xan, llámale y dile que venga de inmediato, ella sabrá a lo que me refiero. — Jimin asintió sin pensar y es que si pensaba dos segundos todo lo que estaba haciendo el solito se iba de bruces — después márcale a Lalisa la tengo como changuito, dile que vaya por mi moto —.

— ¿Enserio? — dijo haciendo una mueca — déjame llamarle a un doctor —.

— NO —.

Park enseguida sintió como se encolerizaba, cuanto odiaba seguir las órdenes de las personas pero, bueno, la situación lo ameritaba.

Minutos después de ayudar a limpiar la sangre dejó de salir como regadera y siendo sincero Jungkook estaba a nada de perder el conocimiento, se sentía muy cansado pero no podía darse el lujo de espantar tanto a Jimin que por cierto, ¿qué hacía ahí tratando de salvarlo?

El pelinegro vio a Jimin mordiéndose las uñas con nerviosismo mientras su mirada estaba pegada al suelo, ¿enserio él era el peli rosa molesto?

El timbre sonó con insistencia y Park alzó la vista.

— Yo iré — bajó corriendo las escaleras y se topó con una anciana en la puerta que traía consigo un... un bebé.

— ¿Dónde esta Kook? — preguntó la Señora y Jimin sin decir nada solo señaló el piso de arriba.— ¿me harías favor cariño? — preguntó dudosa la anciana refiriéndose a cargar al pequeño que se veía muy tierno mientras bostezaba.

— Oh, ¡claro! — habló automáticamente y recibió al bebé.

Hecho esto la anciana se apresuró a ver al pelinegro. Jimin fue directo a uno de los sofás tomando asiento mientras posaba con delicadeza al pequeño en sus piernas.

¿Qué estaba haciendo?, ¿cuándo sucedió todo? Suspiró y fijó su vista al bebé quién llevaba su piecito a su boca viéndose tremendamente tierno.

— Eres muy flexible, eh... — dijo el peli rosa llamando la atención del pequeño. Sus ojos eran enormes y muy negros, eso lo hizo sonreír y el bebé también lo hizo.

Pasaron un par de horas donde Jimin no quiso subir para saber como seguía Jungkook, logró dormir al chiquito sin tanto problema, incluso fue a la cocina a beber algo de agua, mientras arrullaba al bebé se tomó la libertad de pasear por el primer piso encontrándose con solo un montón de cuadros sobre arte y unos cuántos más al parecer de su infancia.

— No te pareces mucho a Lalisa — dijo Jimin acariciando el pequeño y suave rostro del bebé.

— ¿Y por qué habría de parecerse a mi? — una voz femenina lo hizo saltar del susto, tal vez ese día hubiera muerto de tantas sorpresas.

Ni siquiera había escuchado la motocicleta llegar o cuando abrió la puerta.

— Pues porque es tu hijo — contestó Jimin tratando de volver a su comportamiento normal.

— JungMin no es mi hijo — respondió la chica con simpleza — él — señaló al bebé — es hermano de Jungkook así que no te inventes historias absurdas. Y gracias por tu ayuda, ya te puedes ir... — Lalisa tomó a JungMin sin dejar que al menos Jimin se resistiera.

— Da igual — dijo indignado. Tomó sus llaves y salió de la casa con muchas cosas atravesando su pecho.

Al menos Jungkook y Lisa no eran padres.

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Wenas, perdón por la tardanza.
Lxs amo mucho.
Gracias por leer.❄






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