II
- Yo. . . ¡Nunca había visto esto antes! Tú. . . tú. . . -
Togo estaba desconcertado por lo que había pasado minutos antes. ¡Ryoba se había enfrentado y golpeado a esos tipos armados solo con sus puños! Los chicos estaban inconscientes en el piso, probablemente no despertarían en horas y cuando lo hicieran lo más seguro es que recordarán lo que les pasó. ¡Fueron derrotados por una niña de segundo año de Akademi!
- No eres humana. . . Heh, después de lo que pasó hoy definitivamente nunca más me preocupare por esos tipos, si no hubieras interferido. . . ¡Probablemente estaría muerto! -
Ryoba bajó los brazos y se volvió hacia Togo. Su expresión de felicidad y sorpresa por lo que acababa de hacer por él era más que clara. Le sonrió, puso sus manos en las caderas y con aires de orgullo dijo:
- ¡Te dije que era más fuerte de lo que pensabas! - Golpeó el brazo del chico. -Ahora no te molestarán, estarás en paz -
Atatsuma desvío la mirada hacia sus pies, se sentía avergonzado por lo que le había respondido a la chica en el techo. Se sentía como un completo tarado al haberla tratado tan mal. Se aclaró la garganta y miro a Ryoba. No pudo evitar sonreírle. Esa chica era asombrosa.
- Yo. . . Eh, perdón por lo que dije antes, no tenía la cabeza para pensar, sabes, ¿Verdad? -
Se acercó torpemente a la chica, y le susurro muy cerca del oído. Ryoba no esperaba tal acción, sus ojos se agrandaron y estaba sonrojada, pero estaba agradecida de que Togo no lo notará.
- No hay manera en la que pueda pagarte por lo que hiciste por mí hoy, pero no hermano. . . Bueno, él tiene algunas "conexiones". ¿Conoces el callejón que está entre medio de todas esas tiendas? Siempre está ahí. Hablaré con él para que pueda conseguir lo que quiera para ti. Está ahí por la noche. Después de eso creo que estaremos a mano -
Ryoba asintió y miró al chico con los ojos muy abiertos. Togo la observó. Estaban lo suficientemente cerca como para que sus labios pudieran tocarse. Quería hacer eso, sin embargo, Atatsuma noto que la chica apartaba la mirada hacía un chico acompañado de una chica de cabello rosa. Togo sabia quien era: Jokichi Yudasei, nunca intercambió una sola palabra con él, pero no entendía por que todas las chicas de la escuela estaban enamoradas de él, no era envidia ni nada por el estilo (al menos para el), simplemente no entendía qué tenia de especial ese estúpido. Togo notaría que Ryoba era una más de sus victimas, eso lo irrito, y mucho, pero antes de que pudiera hacer algo, Aishi se alejó de él y le dijo:
—¡Me tengo que ir!, ¡Mañana hablamos!— Se despidió frenéticamente y se fue con pasos frenéticos tras Jokichi
Togo frunció el ceño, ese no era un comportamiento saludable para alguien que estaba enamorado, pero no conocía la verdadera naturaleza de Ryoba. De hecho, no conocía a Ryoba. Era compañera de clase de uno de sus amigos, pero cada vez que él la mencionaba, era que era la chica más callada y rara de la clase. Incluso dijo una vez que juró que la vio escribir en un cuaderno sobre cada uno de los estudiantes de Akademi, pero por supuesto que los otros delincuentes no creían eso, eso era ridículo, ¿por qué haría eso?
En fin, Togo estaba dispuesto a hacer que Ryoba se olvidara de Yudasei, estaba convencido de que Aishi se merecia algo mejor. Jokichi era ese típico chico que se hacía pasar por fuck boy y mujeriego, pero sabia que en el fondo el chico no era nada de eso. Togo haria que Ryoba se mantuviera alejada de Jokichi, pero ¿con quién se quedaría? No lo sabía, pero estaba convencido de que no sería con ese chico engreído
Atatsuma fue hacia la ciudad, necesitaba hablar con su hermano sobre el "pago" de Ryoba, necesitaba ser rápido porque no quería que nadie de la escuela lo viera, pero sería difícil concentrarse con esos pensamientos martilleando en su cabeza
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