❬⸙: ✰❛𝔘𝔫 𝔭𝔢𝔮𝔲𝔢𝔫̃𝔬 𝔞𝔪𝔦𝔤𝔬́❀❜❭

Narradora

Los días iban pasando y justamente hoy habría luna llena, dónde las criaturas feroces temidos por ser "lobos", irían al bosque a cazar; y los estudiantes, tenían prohibido el ingreso. En ese momento, la estudiante estaría en clases y acompañada por Erica, y Cloe, que estaban sentadas a su lado, parecía ser que las clases no eran tan entrentenidas por la falta de Shiba.
Suspiró al recordarlo y por un momento pego su vista en el asiento vacío del peli-morado, pensativa acerca de su regresó.
Debido a la poca atención que prestó en clases, el profesor la castigó y la dejo encargada de la limpieza del salón.

Al final de clases.

– ¿Te encontrarás bien? -Pregunto el albino-

– Si, no se preocupen por mi. -Respondio con rapidez-

– Nosotras nos iremos, no te metas en problemas y mantente alejado de ese idiota de Ray. -Hablo Erica espectante de su respuesta-

– ¡Bien! -Respondio segura y sonrió levemente-

– Cuídate, ____. -Se despidió la rubia-

La colegiala se despidió de todos y prosiguió con el baldeo de la cámara, ella era bastante veloz y concluiría antes de que pasasen a supervisar las habitaciones.
Ray sabía que se encontraba desprotegida y aprovechó eso a su favor, teletrasnportandose enfrente de la puerta de la sala y entrando en esta con cuidado de no ser detectado por la fémina.

– Parece que he llegado a tiempo. -Hablo de repente y espantó a la menor-

– ¿Q-que? -Lo miro y retrocedió unos pasos- ¡Ray! ¡¿Que haces aquí?!

– Una disculpa, si te asusté. -Sonrió levemente- Solo aproveché está oportunidad y quise venir a verte, para conversar.

– No tenemos nada que discutir. -Contesto con indiferencia-

– ¡Claro que sí! -Hablo de repente- Se que no eres lo que dices ser.

– ¡...! -Se notaba la preocupación en sus ojos, pero solo demostró "confusión"- ¿De que estás hablando?

– No te hagas la tonta. -hablo con cierta molestia- Primero tu cuerpo no es lo suficientemente frío, segundo, tienes una sangre bastante exquisita; por último, tienes una buena circulación. ¿Hay algo más que deba mencionar para ser tan obvio?

El vampiro era bastante inteligente y observador, asi que su contraria se mantuvo un poco sorprendida y a la vez se maldecia por no haber tenido cuidado desde un principio con el.

– Dime ____, ¿Que es lo que eres? -Se cruzó de brazos-

– No importa lo que sea... Solo manten el secreto. -respondio con seriedad y sin perder la calma-

– Mm... Puedo hacerlo, pero con algunas condiciones. -Sonrió levemente- Mi silenció tiene un costó.

– ¡¿Cuales son?!

– Deberás aceptar ser mi mujer y acompañarme a donde vaya, también deberás entregarme tu sangré cuando lo desee y no puedes decirle a nadie del porque cambiaste. -Contesto tranquilo- ¿Te parece?

– ¡Tu...! -Quedo en silencio al saber que no tenía más opciones- ¿Puedo confiar en que guardarás el silencio?

– ¡Totalmente! -Respondio seguro- Quizás sea así, pero cumplo mi palabra.

– Entonces... Aceptó. -Hablo con rabia- Pero que quede claro una cosa... Yo solo acepté esto en contra de mi voluntad.

– Está bien. Entonces, nos veremos mañana. -Se despidió y salió del salón-

– Maldito imbécil... -Susurro-

Finalizó su labor y fue a parar al patio trasero de la academía Alderic. Una vez se arrimo a su objetivo, se apoyó en la pared y poco a poco calló, hasta quedar sentada. Pudo sentir un montón de sentimientos acumularse y acabó desmoronándose, por haber sido descubierta.

– ¡Te odió! -Grito llena de irá, mientras rompía en llanto-

Narra (T/N).

Quería asesinar al oxigenado, pero mi poder era insuficiente y todo se debía a una estúpida maldición, que los de mi especie recibió por una bruja hace décadas. Hasta que no encuentre la forma de romper este hechizo, nadie podía saber que era y con Ray, mis planes se vinieron abajo.
Estaba sumida en mis pensamientos, hasta que sentí algo cálido rozar por mis pies y cuando quise mirar, descubrí a un pequeño cachorro frotándose contra mis piernas.

– "Arf"

– ¿Eh...? -Extrañada observe al pequeño- (¿Que hace un perro por aquí?) -Seco mis lágrimas y le sonrió levemente- (Por alguna razón me recuerda a alguien.)

– "Arf"

El cachorro movió su cola y tuve cuidado de asercarle mi mano, ya que sabía que podría morderme y no quería que me tomara desconfianza, así que acaricié su cabeza.

– Hola pequeño amiguito. -Sonrío- ¿Que haces por estos lados?

– "Arf... Arf"

– Jajaja -Me reí y lo sujeté con firmeza entre mis brazos- ¡Que mono eres! Sabes apareciste en un buen momento... -Segui con las caricias en su cabecita-

El pequeño movió su colita alegré y pareciera que me estuviese consolando y notará mi estado.

– ¿Que haré contigo? -me pregunté a mi misma- Sabes... Es peligroso meterse en el bosque...

– "Woof.."

Me puse a meditar sobre que podría hacer, pero llegué a una conclusión.

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Continuará.
Hey, hey, hey! Espero que estén muy bien, aquí vengo a dejarles el capítulo y a avisarles que aún sigo con vida xd.
No sé olviden de comentar, darle una estrellita y seguirme.🍓