❬⸙: ✰❛𝕽𝖊𝖈𝖔𝖓𝖈𝖎𝖑𝖎𝖆𝖈𝖎𝖔́𝖓❀❜❭

Narradora

Tanto ____ como Shiba, permanecieron distantes a consecuencia de la disputa de ayer y ocasionó que sus camaradas permanecieran extrañados por ese comportamiento e intentaron enmendar las cosas.

— ____, ¿Te encuentras bien? –Pregunto Nagi-

— Oh... la histeria de los hombres es insoportable. -Se quejó Erica-

— E-Erica... -Llamo a Cloe con preocupación-

— Chicos... yo estoy bien. -Sonreí sin que me afecte- Evitemos hablar del tema, ¿Ok?

La peli-____ no les presto atención y poso su vista en el libro que se mantuvo abierto, meditando acerca del permiso que debían entregarle y se debe a que paso un tiempo desde que no le confirmaron nada.

— Oigan... ¿Saben por qué esta tan desanimada? -Pregunto Erica-

— Hace días recibió una carta sobre el delicado estado de su madre y ni siquiera le han confirmado nada, también se suma el problema que haya tenido con Shiba. -Contesto Nagi-

— Me imagino su angustia y las cargas que debe estar llevando. -Comento la Zombi-

— Sera mejor que dejen de hablar de eso, ya que es una cuestión privada. -Los regaño Ray-

Durante el fin del periodo escolar...

A ____ le informaron sobre la aceptación para dejar la Academia Alderic por unos días y regresó a su pieza, aun cuando se cruzo con Shiba que permanecía sentado en medio de la escalera y bloqueaba su camino.

— Hola... -Saludo un poco incomoda por el encuentro repentino-

— ... -No contesto-

— ¿Quieres hablar o seguirás ignorándome? -Lo enfrento-

El peli-lila se reincorporó y se fue respirando, pero la voz contraria la detuvo.

— Sabes… si me ignoras, me haces sentir peor. -Lo observo de reojo- Aun así, entiendo que soy la culpable... Lo siento mucho. -Suspiro-

— ... -No respondió-

— No se si tenga otra oportunidad para disculparme, aunque espero que sepas perdonarme en algún momento.

— ¿A qué te refieres? –La miro desconcertado-

— Saldré unos días de la academia... mi madre está muy enferma y debo cuidarla. -Contesto con una sonrisa triste-

— ¿Regresaras? –Su voz parecía débil-

— No lo sé... -Suspiro- Por el momento, no puedo decir que nos veremos de vuelta.

Antes de marcharse, el hombre lobo sostuvo su muñeca y noto la expresión de su contraria, pero carraspeo su garganta para poder hablar con claridad.

— Lo siento...

— ¿... Qué? -Lo examino-

— ¡Dije... que lo siento! ¡Lo siento! Soy muy... Soy muy terco. -Confeso- Um... no sabía cuál era la mejor manera de perdonarte. –Suspiro-

— Estas perdonado, pero suéltame.

— Está bien, pero con una condición. -Lo escucho- No digas que... no sabes si nos volveremos a ver. -Lo observa triste-

Su compañera sonrió al darse cuenta del comportamiento aniñado de Shiba y cuando la libero, la menor extendió sus brazos con la intención de abrazarlo.

— ¡Ven aquí, perro tonto!

El oji-dorado se aproximo y correspondió el abrazó, sintiendo como esta acaricio su cabeza y suspiró aliviado por la acción de su amada.

— Cuando me haces eso... me siento seguro y cómodo. -Dijo un tanto calmado- Lamento haber discutido contigo.

— De verdad no quise herir tus sentimientos...

— No te preocupes por eso. –Sonrió- Eso ya no me importa... así que... puedes seguir haciendo eso un poco más...

— Cuando regrese seguiré acariciando tu cabeza, pero ahora debo preparar mis cosas e irme.

— Esperare tu regreso. -Anuncio Shiba-

La muchacha se separo y fue directo a su habitación, así que nada mas llegar preparo sus pertenencias para partir hacia su nuevo destino.

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Continuará.
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