Jimin se tomó tiempo dentro del baño, ya había terminado de limpiarse, pero no quería salir aún, su corazón se sentía extraño, y no entendía porque, últimamente sus dos amigos lograban ponerlo nervioso y no entendía porque reaccionaba de esa manera, cuando había sido así desde que se conocieron.

Tomando valor e ignorando los pensamientos extraños salió, solo para encontrarse con la intensa morada de Jungkook que seguía sentado en el sofá mirando la televisión.

—Hasta que sales, estaba apunto de entrar y comprobar que no te hubieras desmayado —le dijo Jungkook en broma.

—Ya estoy aquí, llama a Tae para avisarle que cenaremos Sukiyaki y que invite a Yoongi hyung —le pidió Jimin mientras se sentaba.

El pelinegro sonrió porque no le pasó desapercibido que Jimin se sentó en la otra orilla del sofá, y se concentraba en la pantalla.

—¿Qué pasa? —preguntó Taehyung en cuanto contestó la llamada.

—Nada, el elfo quiere comer sukiyaki. Así que te llame para decirte que cuando llegues lo haremos juntos —respondió consciente de que el castaño estaba preocupado por Jimin.

—¿Quieres que compre algo? 

—No, saldré un momento a comprar las cosas que hagan falta, dile a Yoongi.

Después de recibir una respuesta afirmativa de parte de su amigo, colgó.

—Ya está, dijo que probablemente regresen alrededor de las seis. Mientras vamos al mercado a comprar lo que hace falta —dijo mirando a Jimin que asintió.

—Póntelo —le dijo Jungkook después de volver de su habitación con una camiseta y arrojarla a sus manos—. Sigues enfermo y además me estás provocando —continuó diciendo ya que le gustaba molestar al rubio.

—Ni que fuera mujer, además yo no podría provocarte nada, déjame en paz —se quejó Jimin, pero aceptó la camisa y se la puso.

Jungkook se rió al ver el leve sonrojo que cubrió las mejillas de Jimin.

—¿Por qué te ríes, psicópata? Vete tú a comprar las cosas yo me quedaré y descansaré —le gritó el rubio para calmar los nervios y la ansiedad que Jungkook le estaba provocando.

El pelinegro asintió y tomó su billetera y salió de la casa, bajo la atenta mirada de Jimin que ya estaba acostado frente al televisor. Pero había un pensamiento en su cabeza que no dejaba de darle vueltas, antes cuando Jungkook lo iba a limpiar e hizo la insinuación de limpiarlo todo, comenzó a preguntarse si el día anterior que había estado con Taehyung, él lo había hecho. Con eso en mente y sin querer quedarse con la curiosidad, tomó su teléfono y le marcó.

—Hey, ¿te sientes mejor ahora que ya puedes llamar? —escucho la suave voz de Taehyung al otro lado.

—Mucho mejor que ayer. Por cierto, ¿estás trabajando no te interrumpo? —le preguntó. No quería que su amigo fuera regañado si estaba haciendo algo importante.

—Estoy en la oficina, vine a ver unos documentos para un traslado. Estoy con Yoongi hyung, podemos hablar, ¿Pasó algo con Jungkook? —pregunto sabiendo que a su otro amigo le gustaba molestarlo.

—No, Kook salió a comprar comida fresca para hacer el sukiyaki esta noche.

—¿Y porque en lugar de llamar, no duermes? Aún debes descansar para que termines de recuperarte al cien por ciento. —preguntó Tae preocupado. Lo que hizo que Jimin se sintiera aturdido cuando recordó preguntarle acerca de ayer.

—Yo quería preguntarte algo. Sí... ayer... tú… limpiaste mi cuerpo por mí, ¿verdad? —preguntó vacilando en sus palabras.

—Sí ¿por qué? —preguntó de vuelta Taehyung en un tono normal.

—¿Cómo me limpiaste? —continuó preguntando.

Taehyung permaneció en silencio por un momento, en cuanto a Jimin, su corazón latía de forma rápida.

—¿Cómo te limpie? ¿Qué te pasa? —preguntó Taehyung al fin sin comprender sus preguntas.

Jimin suspiro y cerró los ojos para calmar sus ansias antes de volver a hablar.

—Entonces... ¿me limpiaste solo en la parte de arriba o lo limpiaste todo por mí?

Jimin no entendía porque pensar en que su amigo lo había limpiado tan íntimamente lo hacía sentirse extraño y avergonzado, no es como si nunca se hubieran visto desnudos, pero había algo en ese pensamiento que lo hacía sentir diferente.

—¿Por qué quieres saberlo? ¿qué parte de tu cuerpo falta? —pregunto Taehyung con tranquilidad, aunque si Jimin estuviera de frente a él habría podido ver la sonrisa divertida en su rostro.

—Nada, no, solo quería saber, pero no me digas nada —dijo Jimin no queriendo saber más.

—Estabas enfermo, así que te limpie todo, tanto arriba como a… a si voy. Yoongi me habla, nos vemos en casa — se interrumpió Taehyung antes de colgar apresuradamente.

Jimin sostuvo el teléfono mientras su rostro ardía.

—Oh... idiota. ¿Quién te dijo que lo limpiaras? —gritó cuando asimiló sus palabras—. ¿Qué carajos me pasa? ¿Será por la enfermedad? ¿Por qué me siento raro con ellos todo el tiempo? —murmuró para sí mismo antes de acostarse mirando la televisión y quedarse dormido en poco tiempo.

Cuando Jungkook volvió de hacer las compras en el mercado, se fue

directamente a llevar las cosas a la cocina, Jimin lo escuchó, pero era demasiado vago para abrir los ojos así que permaneció en la misma posición como si estuviera dormido, y escuchó los pasos del pelinegro al acercarse a él.

—¿Por qué no duermes con una manta? Eras tan descuidado, la fiebre podría volver —se quejó Jungkook, pero su voz era tan suave, tan distinta de cómo le hablaba normalmente, por lo que decidió fingir dormir, para saber qué más haría su amigo.

Jungkook tomó la manta que estaba a los pies del rubio y lo cubrió por completo, antes de mirarlo fijamente y una sonrisa se formó en la comisura de sus labios, Jimin sentía su cuerpo tenso porque no sabía porque el pelinegro no se movía a ningún lado, de pronto su corazón pareció detenerse cuando sintió como si algo suave y tierno hubiera aterrizado en su frente.

Una risita escapó de la boca de Jungkook cuando le levantó para ir a la cocina, Jimin abrió los ojos inmediatamente y llevó su mano a su frente. Preguntándose qué había hecho Jungkook hace un momento, pero su rostro se puso rojo. No sabía si lo que pensaba era correcto o no, no podía preguntar, temía que su amigo supiera que estaba fingiendo estar dormido.

¿Había besado su frente? ¿Por qué lo había hecho? ¿Era una broma o qué? Se sentía confundido, se sentó lentamente, abrazó la almohada y

miró levemente hacia la cocina pensando en lo que había hecho Jungkook. No supo cuánto tiempo estuvo así, hasta que el pelinegro salió de la cocina.

—¿Qué estás haciendo ahí sentado? —le preguntó sobresaltandolo.

—No, nada —respondió Jimin con una expresión de mal humor.

Jungkook miró su cara, Jimin lo miraba mordiéndose el labio, en su corazón quería preguntarle pero no sé atrevía a hacerlo.

—¿Qué pasa? —le preguntó Jungkook. Jimin negó con su cabeza.

—Bien, levántate y ve a lavarte la cara, mientras yo preparó las cosas —dijo y Jimin se puso de pie.

Jungkook lo vio caminar al baño con una sonrisa en su rostro.

—Está confundido —murmuró en voz baja antes de volver a la cocina a preparar la cena.

En el baño Jimin trató de no pensar en lo que había pasado antes, la actitud de Jungkook era normal, así que decidió no pensar más en eso, salió del baño y llegó con él a la cocina.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —preguntó, con la voz todavía ronca.

—No, solo ve y siéntate, aún estás enfermo no necesitas ayudar —le dijo.

Jimin asintió y se sentó en una silla mirando la espalda del pelinegro, que cortaba las verduras. Traía una camisa blanca ajustada que dejaba ver los músculos de sus brazos y espalda. De manera inconsciente se miró a sí mismo, también tenía músculos, pero no eran tan notorios como los de Jungkook o Taehyung, a pesar de que los tres hacían el mismo ejercicio. En comparación con ellos se sentía más pequeño.

—¿Cómo ha estado el trabajo estos días? —preguntó queriendo hablar para evitar la tensión que sentía, junto con sus pensamientos extraños.

Jungkook respondió comenzando una plática sobre el trabajo de esos días hasta que la preparación estuvo lista. Justo cuando la puerta se abrió y entró Taehyung.

—Regresaste temprano, dijiste que estarías de vuelta a las seis —dijo Jungkook. Taehyung se sentó al lado de Jimin.

—Los clientes pospusieron la cita para ver la mercancía, así que volvimos antes —contestó el castaño antes de mirar a Jimin—. ¿Y cómo estás? Ya no está tan caliente, eso es bueno —continuó diciendo después de tocar su frente para checar su temperatura.

—Yo creo que ya estaré al cien mañana. ¿Qué pasó con Yoongi hyung, si vendrá? —respondió el rubio.

—Fue a tomar una ducha en su casa, dijo que vendría a comer más tarde.

—Entonces puedes darte una ducha primero, mientras pondré la mesa frente a la casa —habló Jungkook.

Taehyung asintió poniéndose de pie y frotando la cabeza de Jimin.

—Maldita sea, me despeinas —se quejó el rubio siendo ignorado por Taehyung que ya estaba entrando a su habitación.

—Deja de quejarte, no que te hubiera besado —se burló Jungkook causando que Jimin recordará el episodio anterior y se sonrojara.

—Los dos son molestos —dijo antes de volver al sofá y dejar que Jungkook acomodará solo las cosas.

Jungkook lo dejo en paz mientras llevaba una olla eléctrica afuera, la enchufo y puso la sopa a hervir. Más tarde Yoongi llegó y se sentó al lado de Jimin que ya se encontraba afuera también, y Taehyung que ya había terminado de ducharse salió de la casa. Los cuatro hombres se sentaron a comer y beber, varios de los subordinados de la casa pasaron a saludar, pero no quisieron sentarse a comer con ellos.

—¿Cómo estás Jimin? ¿Ya te sientes mejor? —preguntó el mayor después de que terminó de comer.

—Aún tengo algo de tos, pero ya me siento mucho mejor —respondió mientras veía a Taehyung servirle un vaso con agua tibia.

—Toma, aún no puedes tomar frío —le dijo y Jimin asintió.

—Se está poniendo frío aquí afuera, trae un suéter para Jimin —ordeno Jungkook.

El castaño asintió y fue al interior de la casa por la chaqueta. Yoongi veía en silencio todo, analizando el comportamiento de sus subordinados, luego siguieron comiendo y platicando de trabajo y otros asuntos más triviales.

—Toma, son camarones para que te recuperes pronto —dijo Yoongi con una leve sonrisa burlona en el rostro mientras ponía los mariscos en el plato de Jimin.

—Gracias hyung —agradeció el rubio sonriendo por la comida extra.

—Hyung come tú comida no te preocupes por él, yo mismo o Taehyung podemos atenderlo —dijo Jungkook y el castaño asintió.

—¿No puedo atender a mi dongsaeng? —preguntó Yoongi fingiendo inocencia.

—No es eso hyung, solo que tú tienes que levantarte ya que estás frente de él y nosotros estamos a su lado —dijo Taehyung de forma casual.

—Claro, como no me puedo dar cuenta de eso, amor y atenciones jamás le van a faltar a Jimin mientras ustedes estén con él, ¿Cierto? —dijo Yoongi en broma pero sus palabras causaron que Jimin detuviera sus movimientos.

—Oh, hablas demasiado hyung, siempre nos hemos estado cuidando así —interrumpió Jimin como si nada, pero con sus palabras resonando en su cabeza.

En cualquier caso, Jimin no pudo evitar darse cuenta que en realidad Jungkook y Taehyung lo cuidaban más de lo que él lo hacía con ellos, aunque sabía que si ellos lo necesitaran no dudaría en cuidar de ambos.

—Bueno, eso es correcto. Ustedes se cuidaron así desde el principio. ¿Y cuándo van a cuidarse a sí mismos? ¿No piensan tener esposa? —les preguntó Yoongi de manera casual y los tres se quedaron en silencio.

—Y tu hyung, ¿has pensado en tener una? ¿por qué tanta prisa? —dijo Jungkook tratando de cambiar el rumbo del tema.

El mayor sonrió, por la astucia de su subordinado y negó con la cabeza.

—No, yo no tengo ninguna prisa, y es más, dudo que en algún momento me case, o viva con alguien, estoy a gusto con mi libertad, así como Namjoon nuestro trabajo no nos deja con interés de buscar el amor.

Tanto Jungkook como Taehyung asintieron, pero Jimin seguía con la misma expresión pérdida de antes. En su mente se seguía repitiendo lo que dijo el mayor.

Esposa… ¿Algún día él tendría una? Y Jungkook y Taehyung ¿También querrían una? Nunca había pensado en tener una esposa, en realidad nunca pensó querer una, pero sus amigos… ¿Ellos si pensarían en eso?

Jimin cada día se siente más confundido sobre sus sentimientos hacia Tae y Jk.

Yoongi diciendo que no quiere una esposa, pero todas sabemos cómo va a terminar eso jajajaja, dejémoslo que se la siga creyendo un rato más.

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Nos leemos bellezas...
              Besitos 😘😘😘