CAPÍTULO 3

—¡Hyung! —el gemido lastimero de Jimin se escuchó, mientras salían de la casa grande.

Namjoon se había enterado de la pelea que había tenido y en castigo, lo puso a lavar todos los autos de la casa que eran un total de nueve unidades.

—¿Realmente tengo que lavar todos los autos yo solo? —preguntó.

—Sí, eso te enseñará a no buscar problemas, no importa si ellos te buscaron —respondió Yoongi y Jimin asintió con su rostro ligeramente inclinado hacia abajo.

—Entendido —respondió sin ánimo.

—También puedo cambiarte el castigo y mandarte a bañar a Clemo y a Nata Montada en lugar de Jackson y yo —dijo en forma de broma, pero que hizo que Jimin negara inmediatamente con la cabeza.

—Prefiero lavar los autos —respondió apresuradamente, haciendo reír a Yoongi antes de que se mirara a su alrededor.

—¿Y en dónde están tus amores? —le preguntó haciendo que Jimin frunciera el ceño confuso.

—¿Qué amores? No juegues con eso —dijo el rubio.

—Hablo de Jungkook y Taehyung, ¿acaso no te aman y los amas? —le volvió a preguntar Yoongi.

Cómo sabía que lo decía en broma, Jimin no pensó demasiado en sus palabras, pero sí se preguntó dónde estarían sus amigos. Desde que salió del despacho de Namjoon, no los había visto. Ellos no habían sido castigados porque él se declaró totalmente culpable y les dijo a ellos que aceptaría el castigo que le dieran.

—Tal vez se fueron a hacer sus deberes —dijo en un suspiro—. Creo que es mejor que comience o nunca terminaré —murmuró suavemente antes de ir por el equipo para lavado de autos.

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—¿Están seguros? —le preguntó Namjoon a sus dos jóvenes subordinados que habían acudido a él pidiendo por algo.

—Sí, nos equivocamos por no saber cómo detenerlo y también merecemos que nos castigues —respondió Taehyung con rostro serio.

—Está bien, si tanto quieren ayudar a Jimin, entonces vayan — les autorizó Namjoon sabiendo que Jungkook y Taehyung querían ayudar a su amigo.

—Gracias, señor —agradecieron ambos al unísono antes de salir de la oficina.

Caminaron directamente al garaje donde Jimin estaba lavando los autos.

—Venimos a ayudarte —anunció Taehyung cuando llegaron a su lado.

El rubio estaba en cuclillas sacando vaciando líquido lavacoches en una cubeta llena de agua. Jungkook tomó la manguera y la conectó en una llave en la esquina del jardín.

—¿Por qué me van a ayudar? Solo me castigaron a mí, tan pronto como salgan y los vean los van a regañar —les dijo preocupado por ellos.

—No te preocupes, justo ahora el jefe nos mandó, dijo que lavar los coches también sería nuestro castigo por no haber evitado que pelearas —habló Tae, evitando decir que ellos le pidieron eso, porque no querían que se enojara con  ellos.

—¿Están seguros? —volvió a preguntar con incredulidad antes de voltear a mirarlos.

—Sí, seguros —respondió Jungkook tranquilamente antes de caminar y comenzar a lavar otro de los autos como si nada.

Jimin los miró en silencio un momento antes de sonreír y volver a hablar.

—Es bueno que estén aquí para ayudarme, así terminaré más rápido —dijo alegré y los tres continuaron lavando los vehículos. 

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—¡Oh! Estoy tan cansado —dijo Jimin mientras se dejaba caer en el sofá de su casa. 

—Jims, creo que es mejor si vas a darte una ducha y cambiarte de ropa primero —le dijo Taehyung.

—Espera un minuto, déjame descansar un momento —se quejó el rubio mientras hacía un puchero con sus labios y lo miraba fijamente.

—Bien, como quieras —respondió el castaño dándose la vuelta hacia la cocina.

Jungkook acababa de entrar a la casa y se encontró con Jimin recostado en el sofá, la cabeza echada hacia atrás en el respaldo dejando ver su cuello, tenía los ojos cerrados así que no vio la mirada que recorría su cuerpo con  deseo. Los oscuros ojos del pelinegro detallaron cada parte del cuerpo de su amigo con descaro. 

La playera blanca que se había mojado por el trabajo se adhería a su cuerpo dejando ver sus pequeños pezones a través de la tela y su abdomen plano y levemente marcado, y a los costados estilizando su cintura, se había alzado un poco mostrando su blanca piel, los pantalones negros también se marcaban a su cuerpo, resaltando sus piernas que en ese momento tenía una doblada hacia arriba y la otra completamente estirada, resultando en una pose sensual y sugerente a su vista.

Trago saliva y se acomodó la erección que la imagen del rubio le causó y busco con la mirada a Taehyung que veía lo mismo que él, pero desde la cocina.

—Voy a mi habitación —anunció en voz baja.

—¿Tienes miedo de no poder resistirte? —preguntó Taehyung con una sonrisa burlona.

—Tú estás igual, ¿o porque estás escondido ahí? —respondió Jungkook con la misma sonrisa cínica de su amigo.

—No pienso negarlo, es mucha la tentación —aceptó Tae antes de que los dos entrarán en sus respectivas habitaciones dejando a Jimin dormir en el sofá.

Jimin, Jungkook y Taehyung 19 años.

—Estoy hambriento, no pudimos comer nada en toda la mañana —dijo Jimin mientras bajaban del auto.

Ese día habían acompañado por primera vez a Namjoon a ver uno de sus negocios ya que el mafioso vio que los tres ya estaban listos para salir y experimentar un poco de lo que sería su trabajo real. Mientras que a Eun Woo lo mando a ayudar a la oficina ya que era bueno con las cosas administrativas.

—Nana llevó la comida al pabellón del jardín —le respondió otro de los guardias antes de saludar con respeto a Yoongi.

—Mi próxima misión —dijo jugando Jimin mientras volteaba a ver a sus amigos antes de adelantarlos.

—Nos dejó, es mayor su apetito —dijo Taehyung con una sonrisa, al ver al rubio casi correr hacia él pabellón.

Jungkook también sonrió levemente y siguió caminando. El nuevo lugar donde comerían, acaba de ser terminado de construir, el mafioso lo había mandado a hacer cuando vio que no todos podían al mismo tiempo que los demás ya que no cambian todos en el pequeño comedor de la cocina.

El lugar estaba justo aún costado de la parte trasera de la casa que colindaba con la salida trasera de la cocina, era bastante amplio y tenía tres grupos de mesas largas para todos. Y una barra donde se colocaba en fila toda la comida que se hacía para ellos.

Jimin camino directo hacia ahí y tomó un plato para llenarlo, pero Jungkook se lo arrebató.

—Ve a sentarte, nosotros te llevaremos la comida —le dijo Jungkook sosteniendo el plato.

—Está bien, puedo tomarlo yo mismo —dijo Jimin.

—Dije que vayas, y te sientes, nosotros lo llevaremos —le ordenó el pelinegro voz voz feroz.

Jimin lo miró con molestia justo en el momento en que Tae lo tomaba por los hombros.

—Deja que nosotros sirvamos la comida, mientras tú sirve el agua para los tres —le dijo en tono suave y Jimin asintió.

—Tú si sabes hablar bien, no eres como este bastardo, siempre ordenandome —se quejó el rubio mientras miraba seriamente a Jungkook.

—Y a ti te gusta ser terco —respondió el pelinegro de inmediato.

—No soy terco, ¿verdad Tae? —respondió Jimin volteando a ver al castaño, seguro de que se pondría de su lado.

—Demuestra que no lo eres y ve por el agua, ¿no morirás de hambre? —dijo Tae cortando la discusión.

Jimin no dijo nada más y fue por lo pedido antes de sentarse y esperar a sus amigos.

—No lo regañes demasiado —le dijo Taehyung a Jungkook en voz baja a Kick.

—Me gusta molestarlo, lo sabes. Si no lo hiciera sería como perder mis hábitos —respondió Jungkook haciendo reír suavemente al castaño.

—¿No te molesta que yo lo consienta? —volvió a preguntar Tae y el pelinegro nego.

—¿Por qué estaría enojado contigo? Así su vida tendrá todos los sabores —dijo con una leve sonrisa mientras ambos volteaba a ver a Jimin que se entretenía jugando con su teléfono, ajeno a que era el tema de conversación entre los dos.

Cuando llegaron con los platos, Jungkook se sentó al lado del rubio mientras que Taehyung lo hizo frente a ellos, los ojos de Jimin brillaron al ver su plato. 

—¿Crees que Yoongi hyung también nos llevará mañana? —preguntó mientras inspeccionaba su plato, para saber que le habían servido sus amigos.

—Yo pienso que si, dijo que iríamos al almacén para enseñarnos a inspeccionar la mercancía —respondió Taehyung.

Jimin asintió antes de hacer un puchero al ver que le habían enviado un salteado agridulce que contenía bastantes tomates verdes.

—No como tomates verdes, saben que no me gustan —murmuró mientras los colocaba al borde del plato, pero Jungkook lo detuvo.

—Comelos, deja de ser tan melindroso con la comida —le dijo y Jimin frunció el ceño antes de mirar hacia él castaño.

—Tae, comemos en mi lugar —dijo en voz baja y suplicante.

—No interfieras Taehyung —dijo Jungkook prohibiendo la intervención del castaño.

Taehyung levanto los hombros en señal de rendición y dejó que Jungkook convenciera a Jimin de comer todo lo que le había servido, antes de continuar con la comida, entre risas, regaños y pucheros entre los tres.

—Ya no puedo, si doy un bocado más voy a morir —dijo Jimin dejando sus cubiertos a un lado haciendo reír a ambos.

—Bien hecho —lo ánimo Taehyung al ver que se había comido todos los tomates verdes, mientras levantaba la mano y frotaba su cabello de un lado a otro, haciendo que el corazón de Jimin se emocionará sin entender el por qué.

—Comes como un niño —se quejó Jungkook, antes de usar su pulgar para limpiar una mancha de salsa en la comisura de su boca haciendo que su cara se ponga roja.

Jimin no dijo nada, pero en su mente se preguntaba qué eran esos síntomas.

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—¡Hey, Kook! —gritó uno de los otros guardias, llamando la atención de los tres. 

—¿Qué pasa hyung? —preguntó con respeto el pelinegro.

—Yoongi ordenó que los tres deben de ir al gimnasio está noche —les informó el hombre antes de marcharse.

El gimnasio estaba en la parte este de la mansión, ahí podían practicar boxeo, además de otras artes marciales y por supuesto tenían una gran cantidad de aparatos y pesas para ejercitarse, ya que el mafioso quería que todos sus hombres estuvieran bien preparados.

—Ok hyung, ¿sabes que tipo de entrenamiento haremos? —respondió Jungkook.

—No, Yoongi les dirá cuando estén ahí —les dijo el guardia y los tres asintieron.

—No quiero practicar en parejas —murmuró Jimin suavemente.

—¿Por qué? —preguntó Tae.

—Yo se que si puedo, pero a Yoongi hyung le gusta que peleamos con los mayores que ya tienen el nivel de maestros, claramente tenemos menos posibilidades, en especial si peleamos contra Jackson hyung, solo de pensar quiero llorar, sus manos y pies son tan pesados —murmuro el rubio.

—Yoongi ha dicho que al pelear con mayores nos da más resistencia, ya que no sabemos que clase de personas nos toque enfrentar en el trabajo, así nuestra habilidad será mayor —habló Taehyung en tono serio.

Jungkook estuvo de acuerdo y Jimin asintió en reconocimiento a las palabras de su amigo.

—Estoy de acuerdo contigo. Pero, aún así espero no tener que pelear con Jackson, lo pido por favor —volvió a decir Jimin levantando las manos en señal de petición.

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—¡Sí! Jackson hyung no está aquí —dijo Jimin en voz baja cuando llegaron al gimnasio. 

—Pero yo estaré contigo, Jims, no te preocupes —dijo Yoongi mientras agarraba su hombro desde atrás.

—¡Oh! Yoongi no seas tan duro conmigo, ten piedad de este pequeño —le dijo Jimin con voz dulce y suplicante de forma inconsciente.

Al escucharlo Taehyung y Jungkook se sintieron molestos, no les gustaba que Jimin le hablara así a nadie que no fueran ellos. Ambos sabían que  el mayor no veía a Jiminas que como un hermano, pero aún así no pudieron evitar sentirse celosos, aunque trataron de ocultar sus sentimientos, aún así Yoongi vio sus expresiones y sonrió levemente y decidió molestarlos un poco.

—Tranquilo, te trataré con suavidad —le dijo acariciando su cabello con una sonrisa burlona.

Jimin asintió antes de acomodarse en medio de la lona, antes de comenzar Yoongi asignó a Jungkook y a Taehyung a otros dos mayores para que pelearán y comenzó el entrenamiento. El rubio adoptó una posición de guardia, no pasó mucho antes de que Yoongi golpeara con fuerza, detuvo el golpe con sus brazos, y aunque el mayor tenía guantes, aún así sus extremidades dolieron.

—Buenos reflejos —dijo Yoongi en broma.

—Oh hyung, ¿no que eran cosas suaves? —gimió Jimin mientras movía los pies para evitar los golpes.

Jungkook y Taehyung volvían a verlos periódicamente con preocupación, mientras ellos también entrenaban.

—Esto es suave para mí —respondió Yoongi antes de soltar un puño de nuevo.

Jimin pudo esquivarlo de manera oportuna solo por unas pulgadas.

—Es ligero para ti, pero es pesado para mí, ¡uf! —se quejó inclinándose mientras Yoongi golpeaba su estómago.

—Entrena, deja de hablar, cuando peleas con tu enemigo no se va a limitar a hablar. Párate primero y habla después —continuó diciendo el mayor.

Jungkook y Taehyung que se habían distraído al ver a Jimin también fueron golpeados y el mayor también volteó a verlos.

—Ustedes dos son iguales, se preocupan tanto por los demás que se olvidan de preocuparse por ustedes mismos. Si quieren proteger a los demás, aprendan a concentrarse —les dijo antes de volver su atención al rubio que lo golpeó en el rostro intensamente.

—Lo hiciste bien —lo animó sin tomar a mal el ataque y Jimin sonrió.

—Eso pasa cuando le das la espalda al enemigo hyung —dijo el rubio riendo, haciendo reír también a Yoongi.

—¡Oh! tómatelo con calma —se quejó Jungkook, cuando Jimin le ponía un poco de ungüento tópico en la comisura de la boca.

Después de terminar la práctica, volvieron a su casa a atenderse sus heridas.

—Rapido o lento en lo mismo idiota, para que no te quejes hazlo tú mismo, yo atendere a Tae —respondio Jimin haciendo un puchero volteando a ver al castaño que esraba sentado a su lado.

Taehyung sonrió levemente dispuesto a dejarse atender por el rubio que frunció el ceño al verlo.

—¿Estás loco? Cómo puedes sonreír cuando estás todo golpeado —le dijo Jimin antes de comenzar a aplicar el medicamento.

—Ouh… —se quejo el castaño cuando presionó la herida en la esquina de su boca.

—Tranquilo, solo estoy poniendo un poco —le dijo antes de rendirse y dejar que sus amigos se curarán ellos solos.

—Quítate la camisa —dijo de pronto Jungkook en voz baja causando que Jimin lo mirara confundido.

—¿Qué quieres que haga?

—¿No necesitas un poco de medicina también? —le preguntó el pelinegro y Jimin negó inmediatamente.

—Está bien, puedo hacerlo yo mismo —dijo el rubio apresuradamente sintiéndose extraño, pero no trato de pensar demasiado.

—Siempre nos curamos entre los tres, ¿qué pasa ahora? ¿O te da vergüenza que nuestros cuerpos sean mejores en comparación con el tuyo? —le pregunto Taehyung en tono de broma.

—¿Quién se avergüenza? No me avergüenzo, tengo un six pack como ustedes dos, mira, mira —se defendió Jimin quitándose la camisa para mostrar su abdomen haciendo que sus dos amigos se voltearan a ver y sonrieran.

—¿Dónde te golpeó Yoongi? —le preguntó el pelinegro.

—En ambos brazos y en el estómago —respondió Jimin estirando los brazos.

—Te daré un masaje, ve y acuéstate —ordenó Taehyung suavemente.

Jimin no se negó y se acostó estirando sus brazos a los costados sobre la cama, con Jungkook y Taehyung sentados a cada lado, ambos comenzaron a masajear sus brazos, aplicando ungüento.

—Hmmm... no masajeen demasiado fuerte —les pido Jimin cómodamente.

Se sintió tan bien que cerró los ojos dejando que sus amigos trabajarán en sus brazos.

—Oh… un poco más... uh... hmmm —gimió desde su garganta con satisfacción.

Estaba tan concentrado en lo que sentía, que se olvidó de ver a sus dos amigos, que lo miraban atentos a sus gestos y sonidos.

—Mmm... tomenlo con calma, duele… mmm —murmuró entre gemidos.

Taehyung y Jungkook se voltearon a ver, ambos con claras muestras en su cuerpo de lo que Jimin había causado sin darse cuenta.

—No voy a aguantar más —dijo Jungkook en voz baja.

—Yo tampoco puedo hacerlo más —estuvo de acuerdo Taehyung.

Ambos se pararon de golpe de la cama y Jimin abrió los ojos confundido.

—¡Hey! ¿a dónde van ustedes dos? ¿Qué pasa? —les preguntó.

—Descansare en mi cuarto —respondió Jungkook.

—Yo también —dijo Taehyung.

Y los dos salieron corriendo de la habitación, Jimin se levantó y los siguió, pero no llegó a tiempo para evitar que cada uno se encerrará.

—¿Qué fue lo que pasó? —se preguntó confundido mirando alternativamente a las puertas cerradas de sus amigos—. ¿Qué les sucede a ustedes dos? —murmuró en voz baja rascándose la cabeza y volver a su habitación.

Mientras que detrás de ambas puertas, su nombre era pronunciado entre gemidos excitantes.














Jk y Taehyung siempre buscando cuidar a su pollo nalgon y siendo amigos íntimos de manuela jajaja pobres y pensar que así vivirán durante algunos años más.

Espero les haya gustado el capítulo les recuerdo que se estará actualizando cada martes.

También las invito a unirse a mi canal de WhatsApp, además de darles spoilers de las historias en emisión y contarles sobre nuevos proyectos, también les doy historias exclusivas, que no podrán encontrar aquí.
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Nos leemos bellezas...
         Besitos 😘😘😘


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