ÚNICO
El olor de la marihuana y el alcohol estaba impregnado en cada rincón de la camioneta negra de Taehyung. Las cuatro ventanas del vehículo estaban cerradas y empañadas debido al humo, a duras penas se podían ver a las personas que se encontraban en su interior.
El humo había contaminado cada parte de las entrañas de todo aquel que lo inhalaba, sus mentes estaban un poco idas y relajadas, una sonrisa tonta adornaba sus rostros a consecuencia de ello, el ambiente era caluroso y más que todo excitante, cosa por la que Taehyung no desaprovecharía la oportunidad de tener a una ardiente chica sobre él.
—Po...pon mmgh... el asiento hacia atrás.— la muchacha quien estaba entre sus piernas montándolo de manera lasciva, se quejó. Estaba en una posición incómoda, ya que no podía moverse como quería debido al volante de la camioneta.
—Solo cállate y sigue montando. — escupió arisco mientras se disponía a beber su lata de cerveza, su mirada fija no se desprendía del retrovisor.
—Siento que me asfixio. — se quejó la muchacha, y trató de bajar el vidrio del asiento del copiloto.
—¿Qué haces?— Taehyung la detuvo.
—Me asfixio idiota. — se quejó deteniendo sus movimientos—. Oye tú, apaga esa mierda — reprendió al pelinegro quien estaba en los asientos traseros mirando hacia la ventana que daba hacia el lago donde estaban, dando una gran calada al cigarrillo de hierba.
—Eres una jodida molestia — J-hope bajo el vidrio de la ventana y boto el cigarro no sin antes apagarlo con su cerveza.
—Gracias idiota — le saco el dedo de en medio, sonriendo con arrogancia.
—¿No puedes simplemente montarme sin quejarte? — Kim arremetió en el interior de la muchacha sin piedad, haciendo que aquella pierda un poco el control y se apoye en el volante de la camioneta debido a la excitación.
El humo poco a poco comenzó a desaparecer del estrecho lugar, dejando un poco más ventilado el interior que solo apestaba a marihuana, sexo y alcohol.
—¿Aburrido?— Taehyung preguntó a su amigo mientras lo miraba por el retrovisor.
J-hope volteó a verlo con una sonrisa coqueta.
—Algo así — sus miradas no se despegaron una de la otra, se veían con intensidad, era una mirada un poco confusa, pues se denotaba un poco de deseo en los ojos de ambos, pero era algo absurdo, no podía ser una mirada más allá que el amor fraternal que se tenían.
Se querían como hermanos, era una mirada que solo reflejaba el gran cariño que se tenían mutuamente, o es lo que suponían ambos, o más bien uno de ellos.
Ninguno de los dos se percataba que las miradas que se brindaban iban más allá que una mirada de cariño, todo lo que desbordaban sus orbes eran lujuria viva, de unas ganas que Kim no sabía que existía, pero quién sabe si J-hope lo sabía.
El castaño siguió arremetiendo en la dilatada vagina de la chica mientras sus manos sostenían sus caderas con fuerza, el chasquido que producía era tan obsceno y asqueroso, pero a la vez placentero.
J-hope sacó su miembro de su pantalón y comenzó a bombearlo entre su mano derecha, su cuerpo se estremeció ante el tacto y apoyó su cabeza hacia el asiento despegando su mirada de su amigo, su boca se abrió levemente inhalando aire un poco exasperado; estaba muy excitado y eso que apenas había tocado su polla.
Poco a poco fue despojándose de su pantalón junto a su bóxer oscuro, hasta quitárselos por completo, subió sus delgadas piernas en el asiento abriéndolas en el trance sin vergüenza alguna, su mano chocaba a cada segundo con sus vellos púbicos creando un chasquido obsceno por el líquido preseminal.
Taehyung no apartó la mirada del retrovisor, mordió su fino labio inferior involuntariamente, el calor del momento le trajo varios espasmos en su cuerpo poniéndolo más duro de lo que ya estaba, se dejó llevar por su instinto comenzando arremeter con mucha más rudeza en el sexo de la chica, aquella que estaba hecha un desastre de gemidos sobre su regazo.
—Si… joder — siseó gustosa.
—Mmgh ah...— J-hope no se quedó atrás con sus fuertes gemidos.
Era como una mezcla de gemidos dignos de una película porno, donde los del azabache opacaron los de la muchacha, de alguna manera parecía disfrutar mucho masturbarse sin descaro frente de dos personas que tenían sexo.
Pronto volvió su mirada hacia el retrovisor, donde no se sorprendió que la mirada de su amigo aún estuviera sobre él, por alguna razón Taehyung nunca apartaba su mirada cuando se masturbaba o cuando veía su cuerpo desnudo, era algo que no le molestaba en lo absoluto, es más lo estimulaba de sobre manera, esa intensidad con la que lo miraba era inigualable y muy excitante.
Esa necesidad de que Kim lo admire mientras se masturba, se estaba volviendo peligrosa.
—¿Te gusta?— preguntó Kim sin apartar la mirada del retrovisor.
Los ojos de J-hope estaban completamente vidriosos debido a la excitación, sus mejillas estaban completamente sonrojadas debido al calor del momento; sus ojos los tenía un poco rojos debido a la marihuana que había consumido, pero aquello no era indispensable ya que no disminuía ningún poquito su belleza.
—Si...— gimoteo la chica, quien apoyó sus manos en los fuertes hombros de su acompañante, y se dejó hacer a pesar de la incomodidad del espacio.
Pronto el orgasmo se acercó más y más, y los tres se vinieron al mismo tiempo, las respiraciones aceleradas hacían un solo eco en la camioneta; Taehyung y J-hope se miraron cómplices mientras una estúpida sonrisa adornaba sus rostros.
Dicen ser amigos, pero sus miradas llenas de lujuria eran peligrosas, como esa enferma necesidad de hacer cosas que al final ni ellos mismos pueden explicar.
—Bueno, yo me tengo que ir — dijo la chica arreglando su vestido de lentejuelas y su cabello rojizo desaliñado, ambos asintieron a la desconocida, pues si eran sinceros, ninguno de los dos sabía su nombre, pues no lo hallaban necesario, ya que solo fue un revolcón del momento, no la volverían a ver—. Mi novio me espera, ahí se ven idiotas.
No estaban muy lejos de la casa de Namjoon, uno de sus tantos conocidos, quien fue el organizador de una grandiosa fiesta en la noche, en su casa que quedaba cerca de un hermoso lago.
—¡Oye, se te queda esto!— alzó la voz Taehyung mostrando su ropa interior entre sus dedos.
—¡Quédatelo querido!— dijo coqueta la muchacha y siguió su camino.
Taehyung sonrió con gracia, y miró por unos segundos no tan largos la pequeña prenda en su mano izquierda y lo lanzó fuera de la camioneta sin importancia.
—Oye idiota... No botes basura, no ves que dañas la naturaleza — reprendió su amigo con gracia e hipocresía pues si era sincero aquel tema le importaba una mierda, él era el promotor principal en haber tirado las colillas de los cigarrillos que había fumado y algunas latas de cervezas desde que llegaron al sitio.
—¿Regresamos a la casa de Nam?— preguntó Taehyung risueño.
—No. Estoy muy agotado, ya son las siete y media de la mañana, llévame a mi casa — pidió una vez terminaba de acomodar su pantalón y se pasó al asiento a lado del copiloto.
—Eres un aguafiestas.
—Si quieres puedes quedarte, me puedo ir por mi cuenta — dijo sin importancia, y se dispuso a tomar un sorbo de la cerveza de su amigo.
—Eres un idiota — Taehyung rió con gracia, y le dio marcha a su camioneta para llevar a su amigo a su casa, y no es porque le estuviera cuidando el culo, simplemente su amistad era así. Si no estaba uno, tampoco estaba el otro.

—¿Cuánta mercancía vendiste hoy Jimin?— Kim preguntó, tenía una mesa improvisada con dos cajas llenas de alguna cosa que desconocía y un trozo de madera encima para poder escribir, sacó de su chaqueta de cuero una pequeña libreta y un bolígrafo para anotar.
Su gran oficina era una vieja y abandonada fábrica de hace más de diez años por una zona muy poco concurrida, y que daba mucho terror para una persona corriente.
—No pude vender casi nada, los policías andaban por la zona en operativo, tuve que huir y se me cayeron algunos sobrecitos — explicó el de cabello rosa, un poco asustado por su tono de voz.
—Nam, ¿están correctos los cálculos?— preguntó el castaño serio.
—Pues la cantidad que trajo a devolver, y el dinero es correcto.
—Entiendo, lo que se perdió te lo descontare de tu paga — anotó en su libreta.
El silencio solo duró pocos segundos en el lugar, ya que una singular risa que todos conocían rompió el silencio.
Jimin miró con desprecio hacia dónde provenía la risa. Ya sabía de quién se trataba, pero al ver a quién traía junto a él casi se hizo en los pantalones.
—¿Jungkook? — fue lo único que artículo asustado al ver a su novio en las manos de J-hope.
—Revísalo Nam — J-hope entregó al muchacho, y se dispuso a caminar hacia Kim mientras prendía un cigarrillo.
—¿Por qué llegas a esta hora?— preguntó el castaño molesto.
—Calma idiota, que soy tu amigo, no tu puta — dijo risueño, para dar una gran calada.
—Habla ahora — ese tono posesivo que casi siempre usaba el castaño era muy alarmante para todos, pero J-hope ya estaba acostumbrado al parecer.
—Ya lo revisaste — el pelinegro ignoró sus palabras, y se dirigió al más alto de todos.
—Si — respondió Namjoon tirando unos sobrecitos de cocaína en el piso.
—¿Dónde decías que se te cayó Jimin? ¿En los bolsillos de tu noviecito? — dijo con altivez.
Los ojos del mencionado botaban fuego de lo furioso que estaba, y solo atino por arrodillarse y clamar por su vida.
—No...no fue mi intención, lo siento — su mirada estaba clavada en el piso, no tenía el valor de ver a nadie a los ojos.
—Así que este fue el operativo. — dijo Taehyung fastidiado, odiaba que le quieran ver la cara de estúpido y mucho más que quieran pasarse de listo con él.
—No le hagan nada por favor, fui yo quien insistió — el tal Jungkook se dispuso a hablar para defender a su novio.
El ambiente se había vuelto denso en cuestión de segundos, pero eso no le importó a J-hope, quien comenzó a reírse fuertemente ante la escena.
—No es lindo esto, tanto así que quiero vomitar arcoíris — se puso a lado de Kim en tono burlón, y se sostuvo de su brazo—. Apuesto que tú no darías tu vida por mí — apoyó su cabeza en el hombro ajeno, fingiendo estar conmovido.
Taehyung no pudo evitar reír con gracia también, el cierto enojo que tenía hacia su amigo había desaparecido, ese era el efecto que tenía hacia él, y es que nada de lo que hiciera le enojaba, y si lo hacía no duraba ningún minuto más.
—No tengo ánimos de lastimar a nadie hoy, encárgate tú Hope — dijo Taehyung mientras agarró su libreta y el dinero, y se dispuso a caminar hacia la salida junto a Namjoon—. Te espero afuera.
El azabache mantenía su rostro alegre y sin preocupaciones, miró a los dos chicos con superioridad.
—El vicio es tan grande ¿no? — volvió a dar una gran calada—. Pero no por ello vayas por la vida haciendo estupideces que te pueden quitar la vida.
—Solo querías humillarme ¿verdad? — masculló entre dientes Jimin molesto.
—¿Quién? ¿Yo? — se señaló así mismo burlón — bueno sí — aceptó sin dar más rodeos — ¿Tienes algún problema con ello?
—Maldito imbécil.
—Ya dejemos el drama, por esta vez te lo dejaré pasar. A ti y a tu querido noviecito — dirigió la mirada al muchacho —. Me voy, tienen el lugar solo, pueden follar si quieren.
—Que te aproveche follar con tu amigo también— escupió con veneno y burla el pelirosa.
J-hope tiró su cigarrillo y lo miró sin importancia, hizo un lindo puchero con sus labios mientras expulsaba el humo por su nariz.
—Es mi imaginación, o estas celoso porque Tae no te dio oportunidad cuando te le lanzaste como perra en celo — respondió entre risa.
—Jimin ¿qué quiere decir?— su novio quien se había mantenido al margen habló.
—No te interesa, fue cuando no teníamos nada — lo miró con fastidio.
—Eres un descarado Park — sonrió J-hope — Bueno, eso no es mi problema.
—Si. No es tu problema, ve y sigue intentando que tú amigo se fije en tí, si es que lo hace — soltó con burla.
J-hope le miró serio, toda clase de expresión se le borró del rostro, le dirigió una mirada que daba mucho miedo, o al menos Jungkook lo sintió así.
—Jimin no digas nada más — suplicó.
—Por qué debería, si es verdad. Este idiota esta enamorado de Taehyung, pero no tiene los huevos suficientes para decirle, pues sabe bien que si le llega a decir algo al respecto lo manda para el carajo. Kim solo lo ve como un jodido hermano.
—Tú maldito idiota — J-hope se había dejado llevar demasiado por sus palabras, y lo agarró con furia del cuello de su camisa, no lo quería aceptar pero sus palabras le habían dolido y mucho, ya que todo era cierto.
J-hope estaba perdidamente enamorado de Taehyung, no supo cómo ni cuándo, simplemente así sucedió, una vez se vio así mismo deseando estar en el puesto de todas las chicas con las que Kim follaba al frente suyo, y que Taehyung lo mirara como solía ver a sus conquistas y le regale esa sensual sonrisa que poseía.
—No me digas, ¿acaso di en el clavo? — habló con preocupación fingida el pelirosa.
No lo toleró más, invadido por la rabia J-hope lo molió a golpes.
—Vuelve a meterte conmigo y te saldrá caro — amenazó, pero Jimin aún reía a pesar de su rostro cubierto de sangre, dándole poca importancia a sus palabras.
Eso lo enojó mucho más, y antes de que pudiera darle otro golpe más, Taehyung lo llamó desde la salida.
Respiro profundamente antes de poder soltarlo, era muy evidente el gran enojo que tenía.
—Oye tú idiota, ¿cómo es que te llamas?— se dirigió al asustadizo muchacho escondido atrás de un pilar.
—Jun... Jungkook— dijo aterrado.
—Bueno pues ahí te dejo la basura de tu novio, esta es la primera y última advertencia que les doy, no vuelvan a meterse con nuestra mercancía o se las verán conmigo.
El chico asintió efusivamente, y con temor fue hacia su novio.
J-hope acomodó su cabello hacia atrás con irritación mientras salía del lugar.
—¿Qué te llevó tanto tiempo?— preguntó Kim al verlo. Pero tanto era el enojo de J-hope que se subió a la camioneta sin responder, y solo sacó un nuevo cigarro de una cajetilla en su bolsillo.
—Vámonos — dijo molesto.
—Claro jefe, ya nos vamos — respondió sarcástico el castaño, y con su ceño fruncido le dio marcha a su camioneta, odiaba cuando J-hope se portaba así y no le decía nada. Odiaba que últimamente no sabía casi nada de él.

La música estaba a todo volumen, los parlantes retumbaban debido a la intensidad con la que sonaba, el ambiente estaba opaco debido a la poca luz en el lugar, y el humo expandido por los tantos cigarrillos de hierba encendidos.
Namjoon otra vez había organizado tremenda fiesta en su casa cerca del lago, nadie podía darse el lujo de faltar, era un lugar donde el alcohol y las drogas nunca faltaban, aunque por lo último mencionado debían pagar si querían consumirlas.
El olor en el ambiente era un poco asqueroso, debido a la mezcla de sudor, marihuana y alcohol, pero ya era algo con lo que todos ahí estaban acostumbrados, así que solo se disponían a disfrutar del momento sin quejarse.
Taehyung se encontraba cerca de Namjoon conversando sobre algunos negocios, mientras Nam vendía un poco de mercancía al mismo tiempo.
—¿Qué le sucede? —preguntó el moreno de la nada, un poco curioso.
—¿A quién?— respondió el castaño dando un sorbo de su cerveza.
—A tu inseparable.
Kim frunció su frente y dirigió su mirada hacia su amigo, quien estaba acostado a lo largo en un sofá, con una cerveza en la mano.
—No sé, últimamente no me dice nada, y eso me irrita — se rascó la cabeza cabreado.
—¿Lo habrá dejado una novia?
—¿Novia?— arqueó su ceja derecha pensativo, J-hope nunca le ha mostrado alguna novia, había salido con un par de chicas pero habían sido muy pocas las veces, no parecía interesado en lo absoluto en una relación, es lo que se había dado cuenta con el pasar del tiempo.
—Bueno, aunque nunca le he visto una —respondió el moreno.
—Es que no la tiene, si la tuviera hubiese sido el primero en saberlo.
—¿Entonces qué será?
—Ni idea, ha estado con un genio terrible desde hace una semana cuando le dije que se encargara de Jimin — dijo molesto, odiaba esta situación.
—¿No le has preguntado?
—Ese idiota ignora mis palabras— volvió su mirada a su amigo, encontrándose con una desagradable escena— ¡¿Pero qué carajos?!— se levantó arisco de donde estaba.
—Espera Kim — Nam trató de detenerlo.
—¡¿Qué mierda estás haciendo J-hope?! — lo levantó a la fuerza del sofá, y empujó al tipo que estaba encima de él.
—¡Calma idiota!— el tipo iba a responder el empujón, pero Kim que ardía en furia, le estampó un fuerte puñetazo en la cara que lo tumbó al piso.
La gente comenzó a amontonarse debido a la pelea, y sin saber del asunto simplemente comenzaron a apoyar al castaño.
—¡¿Explícame por qué te besaste con ese tipo?!
—Pero que tiene — dijo risueño el azabache.
—¡Mierda responde!— gritó furioso Taehyung, sosteniéndolo con fuerzas de sus antebrazos — ¿Desde cuándo eres un marica?
—¿Acaso eso importa?— respondió J-hope como si nada, a pesar del dolor que sentía en sus brazos.
—¡Por supuesto que sí maldita sea!— ejercicio más presión en sus manos.
—Entonces mi gran amigo está molesto porque soy un chupa pollas, en vez de un chupa tetas.
—¿De qué hablas? ¡Tú nunca me dijiste que eras un marica!
Taehyung estaba indignado, furioso, J-hope nunca se había atrevido a decirle nada al respecto, se supone que eran mejores amigos, casi hermanos, ¿por qué nunca le dijo nada? ¿por qué carajos tuvo que enterarse de esa manera tan desagradable.
—No eres mi dueño Kim, no tengo por qué decirte todo sobre mí — trató de soltarse de las manos del castaño, pero aquél se lo impidió.
—Hey chicos, ya basta — el moreno trató de calmarlos, pero era imposible, Kim lucía demasiado furioso.
—Saca a todos estos idiotas — ordenó, sin verlo a los ojos, ya que su mirada penetrante la tenía en los ojos de su mejor amigo.
A Namjoon no le quedó otra que obedecer, se dispuso a sacar a todos de la casa, dejando al par solos.
—Ya deja el drama Taehyung — dijo J-hope despreocupado.
—¿Drama? Eres un maldito marica, y quieres que esté tranquilo.
—¿Entonces qué propones?— J-hope se puso serio y detuvo cualquier movimiento que estaba haciendo —. ¿Me aparto de tu lado ya que te doy asco por ser un marica como tú dices?
—No me das asco idiota, solo estoy molesto por tu falta de confianza hacia mí.
—Me tratas de marica y dices que no me tienes asco — dijo el pelinegro con gracia.
Kim no aguanto más y lo lanzó en el largo sofá, subiéndose sobre su cuerpo en el acto, sosteniendo sus manos sobre su cabeza.
—¿Eso es lo que piensas? — sus aires chocaban debido a la cercanía de sus rostros, sus ojos se veían con una intensidad inexplicable, con unos ojos que proyectaban lujuria viva, una necesidad peligrosa de hacer mierda al otro de alguna forma.
—Es lo que entendí ante tus palabras — sus cuerpos reaccionaban de manera estimulante, los espasmos que producían debido a la cercanía era excitante, pero ninguno de los dos se atrevía a pasar esa raya imaginaria que marcaba la diferencia entre amigos y amantes.
—¿Qué es lo que quieres hacer tú? — Kim pegó su frente con la ajena, rozando sus narices mientras sus bocas se mantenían abiertas respirando con fuerza.
Era un deseo mutuo que los consumía, pero eran amigos, y los amigos no hacen eso. Taehyung respiró el aliento del más bajo, ese olor a cebada de la cerveza era embriagante, pero antes de hacer una locura, se separó de su lado. Lo miró por última vez en el sillón con la respiración agitada, y se fue de ahí.
No sabía porque esa extraña necesidad de querer devorarlo por completo se había apoderado de él, pero se detuvo, ese era un terreno peligroso.
Era su amigo, su maldito mejor amigo; no podía dejarse llevar ante esa peligrosa necesidad que podía mandar todo al carajo.

Nadie lo podía creer.
Había sucedido algo que nadie esperaba, algo que parecía imposible de creer.
J-hope y Taehyung habían tomado distancia por alguna razón que desconocían, ya era costumbre de ver al par uno encima del otro en el sentido de que siempre andaba de arriba para abajo juntos, con su particular forma de tratarse.
Ahora solo estaban juntos por los negocios que tenían, pero no se miraban, no se decían palabra alguna, todo era por medio de un intermediario el cual era Namjoon.
Estar de esta forma no era el estilo de ninguno de los dos, eso de no hablarse por tonterías, y usar a alguien de por medio eran niñerias, pero de alguna manera se vieron envueltos en eso.
Taehyung simplemente no le dirigió la palabra al azabache después de que le ocultara su verdadera sexualidad, no sentía asco, aunque ese tema nunca fue de su agrado, de alguna manera que le haya ocultado ello por veintiséis años le afectó de alguna manera.
¿Cuántas cosas más le ocultaba?
Se supone que eran amigos desde muy niños, solo se tenían a ellos dos desde el orfanato, después de que fueron echados como un perro al cumplir la mayoría de edad se cuidaban el uno al otro, no tenía por qué ocultarle nada. Eso no se lo podía perdonar.
J-hope estaba en la esquina de la casa de Namjoon mientras fumaba un poco de marihuana, este último había organizado otra fiesta donde obtenían buena venta de su mercancía.
Sus ojos rojos debido al intenso humo de la yerba, no le impedía seguir consumiéndola, era su medicina para cuando quería librarse de preocupaciones; observó desde lejos a Taehyung con una linda muchacha castaña entre sus piernas, la chica devoraba su cuello con mucho ímpetu, mientras su traviesa mano derecha se perdía dentro de la cremallera de su amigo.
No fue sorpresa toparse con la mirada de él, podrían estar distanciados, pero Taehyung nunca le quitaba la mirada de encima, aunque él le fuera indiferente no correspondiendo ninguna de ellas, pero sentía su mirada siempre sobre él.
Le dio una gran calada a su cigarrillo, mientras lo observaba con intensidad. Taehyung lo hizo por igual, la chica devoraba su cuello y acariciaba su pene dentro de su pantalón, pero aquello no detenía su mirada sobre el pelinegro.
J-hope le sonrió de lado después de muchas semanas de no dirigirle la palabra, no pudo evitarlo.
Le daba gracia esta situación, así que volteó su mirada hacia la ventana.
—Hola precioso — la voz de alguien llamó su atención.
J-hope le miró sonriente, se trataba del mismo chico de aquella ocasión cuando Taehyung descubrió que era gay, no quería prestarle atención ya que no tenía ánimos de hacer nada, pero por qué no divertirse un poco, después de todo Kim también lo hacía.
—Hola — se acercó a él de manera coqueta —¿Qué te trae por aquí?
—Pues pasar un rato de diversión no le hace daño a nadie — respondió seductor.
—Totalmente de acuerdo — entrelazó sin descaro alguno sus brazos por el cuello ajeno y soltó el humo retenido en su boca en el rostro del chico, observó por un segundo a su amigo quien estaba notablemente furioso — Quieres diversión — se acercó peligrosamente a sus labios.
—¡Qué diablos te pasa!— el grito de Taehyung interrumpió el casi beso y lo apartó de su lado —. Tú, piérdete — miró amenazante al muchacho.
—¿Por qué debería si ustedes no son nada?— dijo a la defensiva.
—¡Piérdete te dije!— volvió a alzar la voz, su mirada era demasiado intimidante, por lo que al chico no le quedó de otra que ceder.
—Nos vemos luego — dijo el chico, a lo que J-hope solo le sonrió coqueto.
—¡No habrá un después! — le volvió a gritar Taehyung.
El azabache se arrimó en la pared de aquella esquina, y se dispuso a seguir fumando como si nada hubiera pasado.
—¿Qué diablos te sucede Hope? No puedes ir por la vida besándote a cualquier idiota.— reclamó.
—Soy un adulto y hago lo que se me pegue la gana— tiró el cigarrillo en el piso y lo apagó con la suela de su zapato —. Hay te ves.
Iba dispuesto a retirarse, pero la áspera mano derecha de Kim le apresó su muñeca y lo jalo, llevándoselo consigo afuera de la casa. Lo llevó a una distancia considerable de la casa entre los árboles de la zona.
—¿Qué te traes?¿Me vas encerrar para que nadie me vea? Qué ridículo me pareces Kim.
—¿Y qué si lo hago?— lo apoyó en un frondoso árbol y puso sus manos en los hombros ajenos, apretandolos firmemente.
—No seas idiota, eres mi amigo, no mi dueño — dijo mientras trataba de zafarse.
—¡Jung Hoseok!— dijo exasperado.
—¿Qué es lo que sucede Kim?— sus ojos fueron a parar directamente a los de su amigo.
Otra vez esa mirada, Taehyung lo miraba de una manera extraña, eran amigos, pero siempre estaba esa mirada que le encantaba, con una intensidad que podía sentir que le veía hasta el alma, era una mirada que necesitaba cariño y afecto, como también una mirada de hacerte mierda.
—Tú me estás haciendo sentir extraño — confesó Kim y unió sus frentes— De una manera que quiero lastimarte, y a la vez no lo quiero.
¿Qué era esa necesidad? Es tan peligrosa con solo pensarlo.
—Hazlo — dijo J-hope cerca de su boca, sus alientos no eran los mejores del mundo por lo que habían consumido, pero era adictivo y refrescante.
—No me provoques Hope — sus cuerpos ardían por la cercanía.
Son amigos, pero las ganas de joderse estaban latentes.
—¿Quién te está provocando?— susurro cerca de sus labios.
Taehyung respiró profundo, luchaba profundamente contra sus propios deseos, pero las ganas de destruir eran más fuertes, sus labios se chocaron fuertemente, devorándose con tantas ganas reprimidas.
Sus cuerpos se restregaban con obscenidad, como si la distancia no fuera una opción.
J-hope guío sus brazos alrededor del cuello del castaño, atrayéndolo con rudeza. Todo era violento, no había una pizca de delicadeza, después de todo ninguno era una delicada flor.
J-hope a pesar de su poca masa muscular era extremadamente fuerte, y eso lo hacía más excitante. Kim se alejó con su respiración acelerada, sus miradas eran de satisfacción, el deseo era tan evidente que se acercó a abrir sin descaro alguno la cremallera ajena, y bajo el pantalón hasta sus muslos.
Se quedó observando aquél trozo de carne entre las piernas del azabache, era de tamaño promedio pero delgado, para nada comparado al suyo que era mucho más largo y grueso.
Ninguno de los dos era vírgen y mucho menos actores porno para alargar tanto la situación, querían ir al grano justo ahora, para qué esperar, si ya lo estuvieron haciendo por muchos años, deseándose mutuamente y sin poder hacer nada.
El romanticismo era una mierda, ellos no necesitaban de ello. Ellos se querían a su modo, si eran fieles a su modo, no era una pareja normal, ambos eran peligrosos.
El pelinegro comenzó a bombear su miembro ante la atenta mirada de Taehyung, aquél que lo miraba como un trozo de carne dispuesto a ser devorado, con desesperación palpable se abrió su cremallera y bajo su pantalón junto a su bóxer rojo hasta sus rodillas.
—Te dije que dejes de provocarme idiota — lo volteó con fuerza estrellándolo contra el árbol, de manera cruda y lasciva masajeo su pene entre las pronunciadas nalgas de J-hope.
—Maldita sea, ya mete tu verga dentro de mí — gimoteo cabreado.
—No sabía de este lado tan necesitado de ti — susurró en su oído.
—Déjate de mierda, y ya mételo.
Taehyung sonrió con arrogancia y sin hacerse de rogar más de la cuenta, lo introdujo de una sola estocada. El gemido que soltaron ambos fue de extremada satisfacción, como si ambos hubiesen esperado por ese momento hace mucho.
La sensación de ser apretado de esa manera fue tan excitante, hizo ver estrellas a Taehyung.
—Sí...mierda… ahh — siseó el pelinegro mordiéndose su labio inferior, se sentía completamente lleno, la idea de ser follado con rudeza lo ponía más cachondo de lo normal, y comenzó a mover su trasero ansioso por más.
Las estocadas fueron brutales, Kim lo empotró duro y sin piedad contra el árbol, su pene era apretado por las grandes manos del castaño también que le hizo perder el control, los gemidos de ambos fueron demasiado escandalosos importándoles una mierda quién podría verlos o escucharlos.
Esa peligrosa necesidad de poseer y ser poseído por el otro estaban tratando de ser calmadas de una forma violenta, aunque este solo era el inicio. Los ojos de J-hope se pusieron blancos debido a la excitación, Taehyung sabía cómo destruir su trasero de buena manera. Quién diría que las cosas sin delicadeza podían fluir muy bien.
El orgasmo les llegó demasiado fuerte a ambos después de un buen rato de dejarse llevar como unos animales, esa llama prendida por el deseo que los consumía por dentro, en vez de hacerse pequeña se extendió por completo quemando todas sus entrañas.
Ya habían entrado en campo minado, y al parecer les iba a resultar muy difícil poder salir de ahí. Taehyung sin pedir permiso hizo lo que se le vino en gana viniéndose en el interior del pelinegro, el calor los había golpeado tanto a ambos que a J-hope no le importó en lo absoluto y se vino al sentir el líquido caliente en su interior.
—Eres jodidamente excitante — El castaño susurro en su oído, mientras lo estrechaba contra el árbol, los espasmos del momento fueron demasiado fuertes creando leves vaivenes en el interior del pelinegro.
Con sus respiraciones aceleradas se separaron, y se vieron mutuamente de nuevo, a pesar del cansancio se dieron un último beso acompañado de mordidas.
—No estuviste mal — dijo J-hope arrogante, mientras subía su bóxer junto su pantalón, movió un poco sus nalgas sintiendo un poco la viscosidad del semen de Kim — ahora me siento pegajoso de atrás, llévame a mi casa, necesito bañarme.
—¿Quieres repetir en tu casa?— Taehyung enarco una ceja, mientras se abrochaba el botón de su pantalón.
—Claro, porque no seguir reforzando la amistad — dijo coqueto el azabache.
Dicen que los amigos no se besan, los amigos no se desean, los amigos no tienen una necesidad peligrosa de restregar sus cuerpos como unos primitivos. Pero aquellos eran unos idiotas que no les importaba las opiniones de los demás, y a pesar de que trataron de guardar distancia debido a ese lazo, su amistad seguiría siendo como ellos querían que sea, por más peligrosa que fuera.

Espero que les haya gustado está historia, que como les comenté es una adaptación de una historia de _lovelykm_.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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