CUARENTA Y UNO

FINAL PT. 2

Por la mañana Jimin abrió los ojos lentamente, tenía un pequeño dolor de cabeza. El joven miró alrededor con cuidado antes de darse cuenta de que estaba acostado en la habitación de Jungkook, en casa. Pero no había nadie más ahí, se sentó y se tocó la cabeza con una mano y se dio cuenta de que estaba  vendada.

Sonó la puerta antes de abrirse y la ama de llaves entró.

—Ah, te despertaste. ¿Cómo te sientes? ¿dónde te duele? —le preguntó con preocupación.

—Yo... ¿Cómo llegué a dormir aquí, Nana? —preguntó  perplejo.

—Anoche Jungkook te trajo, te habías desmayado —el corazón de la tía se encogió un poco al recordar la angustia que sintió al verlo desmayado y lleno de sangre—. Te trajo a la habitación y llamó al médico para que te curará la herida.

—Bueno... entonces… —quería saber dónde estaba el pelinegro pero no sé atrevía a preguntar.

—Jungkook está en la oficina con el señor Wonho —respondió la mujer imaginando que era lo que quería decir.

Jimin asintió con la cabeza y después bajó la mirada, demasiado callado para lo que él era normalmente.

—No pienses demasiado porque a veces lo que piensas puede no ser cierto —le dijo la mujer cuando lo vio tan cabizbajo—. Ve a darte una ducha, anda. Pero ten cuidado de no dejar que la herida se moje, mientras yo te traeré el desayuno.

—Será mejor que baje y coma, no te molestes en traerlo —le dijo respetuosamente.

La mujer sonrió y asintió en reconocimiento antes de salir de la habitación para darle privacidad. Jimin se levantó de la cama, buscó la maleta que había dejado la noche anterior pero no estaba, algo escéptico abrió el armario y vio que toda su ropa estaba colocada como antes y sus ojos se iluminaron. Agarró una toalla para ducharse y arreglarse.

Después de ducharse, bajó al comedor, tenía un rato ahí y aún no había visto a Jungkook, ni a Yugyeom o a ese hombre llamado Wonho.

—¿Dónde está Yugyeom Nana? —le pregunto a la mujer.

—No se ha despertado todavía. Pero Jungkook ordenó que cuando despertaba fuera a buscar al señor Wonho a la oficina.

—¿Entonces, anoche se encontraron? —preguntó de nuevo.

—Sí, pero el señor Wonho no dijo nada. Yugyeom tenía un aspecto lamentable, con solo ver a su hermano mirándolo ferozmente parecía que iba a llorar —dijo la mujer de nuevo y Jimin asintió en reconocimiento.

—Estoy lleno. Voy a ir a ver a Clemo y Nata Montada —dijo un rato después.

Quería saber cómo se encontraban los dos tigres después de lo que había pasado anoche y asegurarse de que estuvieran en perfecto estado.

—Está bien, ya terminaron de bañarlos hace un tiempo. Pero no vayas a huir —le dijo Nana con una sonrisa.

Jimin le sonrió levemente antes de levantarse y caminar hacia la parte trasera de la casa y caminar hacia las jaulas de los dos tigres.

—¿Qué está haciendo Jimin? —le preguntó Hoseok en cuanto lo vio cruzar la puerta de la jaula.

—¿Puedo ver a Clemo y Nata Montada? —le preguntó Jimin en voz
baja, y por un momento se sintió como cuando llegó a esa casa por primera vez, aunque el sentimiento en su corazón era muy distinto.

Hoseok se giró para mirar a los dos animales antes de asentir.

Jin me dijo que Clemo había accedido a acercarse a ti —le dijo Hoseok y Jimin asintió sonriendo suavemente.

—Eso es bueno, quiere decir que ya confía en tí —le respondió Hoseok.

—Me gustaría entrar —le dijo Jimin.

—Si, está bien —aceptó Hoseok y le abrió la jaula.

Nada más entrar, Nata Montada corrió hacia Jimin haciéndolo sonreír, Clemo se acercó y se acostó a su lado. Aunque anoche vio la escena de los tigres mutilando a los subordinados de Chen, Jimin no tenía miedo, se sentó y frotó a Nata Montada ligeramente.

—Pensé que nunca nos volveríamos a ver —dijo casualmente a Nata Montada antes de sobresaltarse cuando Clemo se levantó rápidamente.

Sus ojos se fijaron en la entrada donde Jimin estaba sentado de espaldas.

—Hey —una voz profunda sonó desde atrás.

Clemo corrió hacia él rápidamente y Jimin se giró para ver de dónde provenía el sonido y se sorprendió al ver a Jackson de pie con Clemo saltando sobre él como si lo abrazara, y a su amigo jugando con el tigre como si de una gatito se tratase, nunca antes había visto al tigre jugar de esa manera.

—Se ha vuelto mucho más grande —dijo Jackson, acariciando la cabeza de Clemo, mientras el tigre tenía sus enormes patas sobre su cuerpo.

—Basta —ordenó Jackson en voz baja.

Clemo se quedó quieto de repente y se acomodo a un lado del apuesto hombre que caminaba hacia Jimin, siguiéndolos de cerca.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Jungkook lo sabe? —le preguntó Jimin bastante nervioso.

—Vine a saludar, y saber cómo estabas —respondió Jackson brevemente.

Pero Jimin, que lo conocía, sabía que había algo más.

—¿Qué pasa con Marck? ¿Dónde está?

Jackson acarició la cabeza de Clemo que estaba acostado sobre su regazo, que también estaba sentado en la hierba junto a él.

—Está en casa, pero yo quise venir porque me siento con responsabilidad —dijo su amigo y Jimin se puso serio.

—¿Qué estás haciendo aquí? —volvió a preguntar el castaño.

Jackson dió un suspiro y volteo a verlo, dejando de jugar con Clemo.

—Quise venir a hablar contigo. Pero estoy tratando de entender.

—¿Qué tienes que entender?

Los tranquilos ojos de su amigo se tornaron serios y lo miraban con severidad.

—Déjame entender lo que has hecho, por imprudente y hablemos para que dejes de pensar demasiadas estupideces —le respondió molesto y Jimin no sé atrevió a decir nada.

—Lo cierto es que no pensaba meterme en nada de esto, pero yo me siento responsable por todos los errores que cometí contigo y Mark me exigió que los reparara y viniera a hablar contigo —dijo Jackson y Jimin no pudo evitar reírse un poco.

—¿Viniste porque tú esposa te envío?

—Así es —respondió Jackson en voz baja.

—Jungkook… él te ama mucho. ¿Lo sabías? —dijo su amigo en tono serio.

Jimin guardó silencio sin saber que responder.

—¿Piensas que él no puede aceptar lo que teníamos tú y yo? —volvió a preguntar Jackson y el rostro de Jimin se ensombreció.

—¿Qué quieres que piense si cuando fui para hablar, no era el mismo de siempre?  —preguntó Jimin en voz baja—. Para mí la respuesta fue obvia, y no pude aceptarlo —dijo comenzando a llorar.

—El día que fuiste a verlo al bar me llamó para hablar de tí —le hizo saber Jackson y Jimin levantó la cabeza inmediatamente.

—¿De qué hablaron?

—Quería saber sobre ti y sobre mí. Sobre cuánto tiempo habíamos estado juntos. Pero si escuchas la respuesta que me dió después, probablemente te reirás más de lo que te preocuparas —le dijo antes de contarle la historia de su conversación con el mafioso.


Hace dos noches…

—¿Entonces, conociste a Jimin durante la escuela secundaria? —preguntó Jungkook con voz tensa.

—Sí —respondió Jackson, parado frente a su ex jefe.

—¿Y luego comenzaste a trabajar conmigo? —volvió a preguntar el pelinegro.

—Así es —respondió Jackson con la misma sencillez de costumbre.

—Entonces. ¿Por qué no pensaste en traer a Jimin a conocerme desde entonces? Si lo hubiera conocido antes, lo hubiera hecho feliz desde hace varios años —protesto Jungkook

—Pero en ese momento, Jimin todavía era un niño —dijo Hoseok interrumpiendolo.

—¿Y Taehyung no es un niño? —argumentó Jungkook dejando callado a su amigo antes de volver a dirigirse a su antiguo empleado.

—Y tú,  si hubiera sabido desde antes todo lo que lo hiciste sufrir, te hubiera partido el cuello, con mis propias manos —le dijo molesto, porque Jackson ya le había contado todo.

—Eso está en el pasado señor. Jimin y yo ya hemos aclarado esas cosas —dijo Jackson nuevamente—. ¿Entonces puedes aceptarlo? —le pregunto sin rodeos.

—Claro que lo hago, yo se lo dije, no me importa el pasado. Solo me molestó saber que fuiste tú quien lo hizo sufrir y que Yugyeom utilizará eso a su beneficio. Pero te voy a exigir que olvides ese pasado, borra cada recuerdo de tu memoria —ordenó Jungkook con voz profunda.

Jackson arqueó ligeramente las cejas.

—¿Y crees que puedo recordarlo? No has visto conoces Marck? —bromeo Jackson asegurándole que no pensaba en Jimin de otra forma que no fuera como amigos.

—Lo sé pero quiero escucharlo de tu boca, que de ahora en adelante realmente te olvidarás de todo. Cómo si Jimin no hubiera existido para ti.

—Me olvidé por completo del pasado señor. Jimin y yo ahora solo somos amigos. Y estoy seguro de que él también ha olvidado el pasado entre nosotros —respondió Jackson con firmeza.

—Bueno solo quería escuchar eso. Quería aclarar mi mente al hablar contigo —respondió Jungkook en un tono relajado.
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—Oh, te llamó solo para obtener una respuesta. ¿Eso fue todo? —preguntó Jimin, atónito cuando escuchó lo que Jackson había dicho.

—Obtener respuestas o para ordenar que olvidará, no lo sé —respondió Jackson riendo.

Jimin se quedó sentado en silencio.

—Jungkook solo quería aclarar las cosas conmigo primero y luego regresaría a hablar contigo y listo, sin drama, sin problemas, pero tú simplemente desapareciste —lo regaño Jackson, volviendo a ponerse serio.

—¿No importaba? ¿Soy el único que estuvo pensando en ello? —preguntó Jimin en voz baja.

—Está bien, deja de pensar demasiado en las cosas. Así estaré en paz de que hayas conocido a alguien que pueda cuidar de ti —le respondió Jackson y Jimin sonrió suavemente—. Pero ahora yo quiero preguntarte… ¿En verdad te has olvidado de mi?

Jimin sonrió y asintió.

—Entonces, ¿qué esperas? Ve a hablar con él.

Jimin sonrió ampliamente antes de levantarse apresuradamente y salir corriendo de la jaula de los tigres dejando a Jackson sentado jugando con ambos. Entró en la casa y fue directamente hacia el despacho de Jungkook pero antes de llamar a la puerta, Yugyeom y Wonho salieron de la oficina.

Jimin pudo ver los ojos del rubio rojos por el llanto.

—Yugyeom, ¿qué sucede? —le preguntó de inmediato.

Jimin acababa de ver a Wonho por primera vez, se sentía un poco incómodo porque era alto y grande y se veía bastante feroz, aunque su rostro era muy atractivo

—Nada —respondió Yugyeom en voz baja.

—Tu nombre es Jimin, ¿verdad? —le preguntó Wonho.

—Sí.

—Soy Wonho, gusto en conocerte —el ruso extendió su mano y Jimin inmediatamente se acercó y le devolvió el apretón antes de ser liberado nuevamente.

—Encantado de conocerte —respondió Jimin con educación.

—Debo disculparme en nombre de mi hermano menor. Te ha causado problemas.

—No hay problema —respondió Jimin mirando a Yugyeom antes de ver la marca roja en la mejilla izquierda y que abarcaba, de la comisura de su boca hasta debajo de su ojo.

—¿Quién te abofeteó? —preguntó sorprendido.

—Fui yo —respondió Wonho, mientras Yugyeom se quedaba quieto.

—¿Por qué lo hizo? —preguntó de inmediato.

—Por estar jugando aquí y solo venir a causar problemas.

—Pero no tenía por qué abofetearlo. ¿Que no se da cuenta de que Yugyeom solo necesita a alguien que lo entienda, se preocupe por él y le de amor? —lo increpó Jimin diciendo lo que pensaba.

Yugyeom lo miró con los ojos temblorosos y Wonho frunció el ceño.

—¿De qué estás hablando? —le preguntó serio.

—Eres su hermano. ¿Por qué no puedes ver lo que realmente necesita? Se que tienes que viajar de un lado al otro por motivos de trabajo. No sé cuánto tienes que viajar así a menudo y no sé cuánto tiempo pasan juntos realmente. Pero cuando lo hacen ¿Hablan como hermanos normales? Deberías estar interesado en él y lo que necesitas, eres su familia —concluyó Jimin.

Wonho y Yugyeom se quedaron quietos, aturdidos por sus palabras.

—Jimin... Yo… —trato de hablar Yugyeom sollozando, porque sus palabras le calaron en el pecho.

—Cuando  estuvimos encerrados, siempre trato de protegerme. Y yo confiaba en él para hacerlo, aunque nunca salió ninguna palabra amable por su parte, sabía que podía hacerlo. Lo que estoy diciendo, es que las personas no siempre son fuertes y tienen sus puntos débiles, por eso nos gusta tener a alguien a nuestro lado. Yugyeom no tiene a nadie, por eso no aceptaba mi relación con Jungkook. Por qué tenía miedo de que apartará la atención que Jungkook tenía sobre él, esa atención que le daba una felicidad temporal. ¿O me equivoco? —le pregunto directamente a Yugyeom.

—Huh...lo siento Jimin...lo siento —sollozó Yugyeom y abrazo a Jimin.

Wonho observo todo en silencio.

—Jungkook —dijo de pronto volviéndose a ver al mafioso que había escuchado todo desde su despacho y que no había querido meterse—. El asunto que dije que me gustaría decidir primero, te daré la respuesta ahora —continuó diciendo, confundiendo un poco a Jimin.

—¿Decidiste? —le preguntó Jungkook inmediatamente.

—Sí. No te detendré si quieres salir del negocio. No te prohibiré nada. Entiendo porqué te rendiste por esta persona —respondió Wonho haciendo que Jungkook sonriera antes de abrazarlo con gratitud.

Antes Wonho dudaba y no quería que Jungkook se retirará. Solamente le había dicho que lo pensaría primero, mientras encontraba una forma de hacer que se quedará.

—Gracias —le dijo el pelinegro antes de volverse para mirar a Jimin que estaba abrazando a Yugyeom.

Wonho se volvió para mirar al castaño de nuevo.

—Gracias por el consejo —le dijo solamente y le regalo una leve sonrisa.

—Oh no fue un consejo, solo algo que tenía en mente —dijo Jimin en voz baja.

Yugyeom se apartó un poco del pecho de Jimin para hablar.

—De verdad lo siento por todo. ¿Puedes perdonarme? —le preguntó con voz temblorosa.

—No estoy enojado contigo en absoluto —le respondió Jimin con una sonrisa.

—Entonces, si vuelvo de visita aquí, ¿puedo venir a verte?

—Sí —respondió Jimin haciendo que el rubio sonriese con lágrimas en los ojos antes de extender la mano para besar las mejillas de Jimin ligeramente.

—Gracias —le dijo en voz baja y sonriéndole sinceramente.

—No tienes que besar en la mejilla a mi esposa. Además ya te vas ¿no? —se quejó Jungkook.

Yugyeom volteó a verlo y abrazó a Jimin mientras lo veía con soberbia.

—Pobre hombre, espera y verás. Cuando vuelva te lo quitaré —dijo Yugyeom bromeando.

Se rió un poco y después de volvió a mirar a su hermano y asintió.

—Regresemos, a casa. Jimin, Jungkook, nos vemos la próxima vez —se despidió Wonho antes de tomar a su hermano por la cintura y dirigirlo al coche.

Los subordinados de Jungkook los acompañaron a los dos y a los dos guardaespaldas de Yugyeom al aeropuerto.


Después Jungkook llevó a Jimin de regreso al dormitorio.

—Vi llegar a Jackson. ¿Ya se ha ido? —le preguntó Jungkook, mientras lo abrazaba desde atrás.

Las fuertes manos del pelinegro ya habían comenzado a desabrochar los botones de su camisa, cuando Jimin se giró para verlo de frente y jalarlo hacia él.

—Dime. ¿Puedes aceptar mi pasado? —le preguntó Jimin suavemente.

—¿Qué pasado? —le preguntó Jungkook haciendo que Jimin se alejara un poco.

—En el pasado… —Jimin estaba a punto de continuar pero se quedó desconcertado por la actitud de Jungkook.

—Tú no tienes ningún pasado, ahora mismo solo tienes el presente y el futuro que tienes conmigo —le dijo el pelinegro aturdiendolo.

Antes de que entendiera por fin que el mafioso fingía ser ignorante y no quería hablar del pasado de él, no porque no pudiera aceptarlo, sino que realmente para él no era importante.

Jungkook no quería traer de vuelta el pasado , ni hacer que Jimin piense en el pasado, sino en la situación actual. El pelinegro actuó como si nada hubiera pasado aunque lo sabía todo porque no quería que Jimin se sintiera incómodo.

Si ese día Jimin hubiera accedido a quedarse y hablar con él un rato, o si simplemente no hubiera huido formando sus propios juicios lo hubiera entendido, todo y se hubiera ahorrado tantas lágrimas.

—Lo siento por no creerte. Lamento no haber tenido confianza en tus sentimientos —le dijo Jimin con voz temblorosa.

Jungkook sonrió levemente.

—Está bien, lo importante es que ahora lo has entendido —le dijo en un tono suave.

Mientras sus fuertes brazos lo abrazaban.

—Gracias por hacer todo por mí —volvio a agradecer el castaño con voz temblorosa.

—Por ti puedo hacer cualquier cosa, ya te lo dije.

Jimin lo abrazó también.

—Jungkook, las palabras que no estaba listo para escuchar cuando estábamos en Jeju. ¿Puedo escucharlas ahora? —preguntó Jimin en voz baja.

Jungkook sonrió ampliamente.

—¿De verdad estás listo para escucharlas? —le preguntó y Jimin asintió.

El pelinegro beso suavemente la sien de Jimin. Estaba muy feliz, había querido decir esas palabras por un tiempo.

—Te amo Jimin, te amo solo a ti. Y te amaré por siempre —dijo con un tono suave.

Esto hizo que Jimin sintiera una calidez en su corazón, sus hermosos ojos brillaron con emoción.

—Te voy a confesar algo —le dijo en respuesta a su confesión—. ¿Sabías qué olvide todo el pasado desde el primer día que estuve entre tus brazos? Te amo Jeon Jungkook —le dijo en tono serio y sin dejar de mirarlo a los ojos, antes de pegar sus labios a los del pelinegro.

Jungkook correspondió de inmediato al beso. El corazón de Jimin latía acelerado, lleno de alegría y felicidad.

Y no puedo evitar pensar…

“Quien me iba a decir que mi verdadero amor estaba en la mafia”



FIN.






Pues hemos llegado al final de este libro pero no de esta historia.
Cómo saben y lo dije desde el inicio está historia consta de tres libros.

Y ahora comenzaré a subir la historia de la pareja secundaria que fueron Taehyung y Hoseok, pero hecha al kookmin.

Misma historia que comienza a publicarse este lunes.

A Mafia Love aún le falta un capítulo especial pero ese se los subiré más adelante.

Por ahora gracias por haber leido está historia y las invito a pasarse al libro de anuncios dónde les dejé el nuevo cronograma de actualizaciónes.

Las amo bellezas, gracias por leer esta historia.

Besitos 😘😘😘

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