TREINTA
—¿Has visto a Jimin?
Jungkook se acercó para preguntarle al guardia de seguridad, porque había caminado por la casa y no podía encontrarlo, así que fue al frente de la casa ya que sabía que Jimin había salido para reunirse con Eun Woo.
—Lo ví salir, dijo que iba a reunirse con un amigo —respondió el guardia frunciendo el ceño.
—¿Su amigo no vino hasta la casa? —volvió a preguntar.
—No, Jimin dijo que lo estaba esperando por él callejon.
—¿Hace cuento que salió?
—Aproximadamente hace media hora, lo sé porque Eun Chae salió casi al mismo tiempo que él.
Sin decir nada más Jungkook salió apresuradamente hacia el callejón, pero no había señales ni de Jimin o de Eun Woo. Sacó su teléfono y marcó el número del rubio, pero la llamada no entró mandándolo directo al buzón, haciendo que se preocupara más que antes, se dió la vuelta y corrió de regreso a la casa.
—¡Chae! ¡Eun Chae! ¡Ven aquí ahora mismo!
Jungkook entró gritando, sin prestarle atención a nadie más en la casa, causando que tanto Namjoon y Jin lo mirarán sorprendidos. La chica salió de la cocina con expresión confusa.
—¿Qué pasa Kook? ¿Por qué me llamas a gritos? —preguntó la mujer inocentemente, pero completamente satisfecha en su interior.
—¡¿Dónde está Jimin?! —preguntó el pelinegro alterado.
Nana salió al escuchar los gritos y se preocupó al escuchar el nombre de su nieto.
—Yo cómo voy a saberlo —respondió la mujer.
Jungkook se abalanzó hacia ella tomándola con fuerza de los brazos.
—¡Más te vale que me digas la verdad! —le gritó sacudiendola con fuerza.
La mujer se quejó ante la fuerza con la que Jungkook la apretó.
—Sí, sí lo ví.
—¿Dónde lo viste? Dímelo ahora —volvió a preguntar Jungkook con los ojos inyectados en sangre por la furia.
—¿Qué está pasando Jungkook? —le preguntó Namjoon acercándose a él.
—No sé dónde está Jimin, Jay dijo que salió hace media hora y dijo que Chae había salido casi al mismo tiempo que él —explicó Jungkook tratando de calmarse.
Todos inmediatamente volvieron a mirar a la chica que sintió miedo, pero trato de ocultarlo.
—¿Viste a Jimin? —le preguntó Jin tratando de mantenerse sereno, a pesar de que se encontraba preocupado por el joven.
—Lo ví subirse a la motocicleta del joven que vino a visitarlo el otro día, pero no le pregunté a dónde iba —respondió Eun Chae tranquila.
—¿El chico llamado Eun Woo? —volvió a preguntar Jin está vez a Jungkook.
—Sí, Jimin me dijo que el chico vendría a entregarle un cuaderno olvidado. Pero él jamás se iría sin avisarme, y ya lo llame y el teléfono está apagado —dijo sin creer que el joven se hubiera ido con su amigo y mucho menos sin su permiso.
—Es posible que Jimin quiera pasar el tiempo con él chico, quizá estén saliendo juntos y no quiera que tú lo sepas Jungkook —dijo Chae con malicia en su voz.
—¡Callate! ¡Eso es mentira! —le gritó Jungkook volviendo a apretarla con fuerza.
—¿Por qué tendría que decir mentiras? —preguntó Chae a la defensiva, tratando de que Jungkook no descubriera su engaño.
Namjoon y Jin los veían preocupados al igual que Nana, que se giró para ver de frente a la chica.
—¿Realmente viste a Jimin irse con su amigo? —le preguntó con voz temblorosa por la preocupación por su nieto.
—De verdad Nana, lo vi de espaldas subido con su amigo en la motocicleta —dijo la joven reafirmando sus palabras.
—Jungkook ¿sabes dónde vive su amigo? —volvió a preguntar Nana al pelinegro.
—Estoy seguro de que Jimin no iría a ningún lado sin decírselo a nadie —respondió Jungkook.
—No estés tan seguro Kook, tal vez ya se aburrió de estar rodeado de puros viejos, y querer pasar el tiempo con amigos de su edad, sobre todo si alguno de ellos le gusta y tú lo cuidas en exceso —volvió a decir con sarcasmo Eun Chae.
—Jimin no es astuto y malvado como tú —dijo Jungkook enojado por las palabras de la mujer.
La soltó y se volvió hacia Namjoon.
—Iré a buscarlo a la casa de Eun Woo —le anunció al mafioso.
—Hazlo, yo mandaré hombres a buscarlo por los alrededores, empezando por el callejón, alguien tuvo que haber visto algo —dijo preocupado también por el bienestar del rubio.
—Hagamos las cosas con calma, y busquemoslo. Si realmente se fue con su amigo y lo encuentras llama y avisa por favor. Pero si no es así y algo malo le ha pasado —dijo Jin clavando su mirada en Eun Chae—. Es mejor que el culpable no se cruce en mi camino —añadió haciendo temblar a la joven que fingió tranquilidad.
Todos se dispersaron inmediatamente en busca de Jimin, mientras Jin se apresuró a apoyar a Nana.
—Tranquila Nana, lo encontraremos, ya lo verás —le dijo mientras la abrazaba.
Los hombres que se habían llevado a los jóvenes, manejaban hacia las afueras de la ciudad, aunque en realidad no estaban tan lejos de la casa de Namjoon y se detuvieron en una gasolinera, habían atado a Jimin y a Eun Woo de las manos.
—Llenare el tanque y seguiremos adelante —dijo el que manejaba, deteniendo el vehículo.
—¿Por qué no llenaste antes? —se quejó el que iba atrás vigilando.
—Bueno, teníamos prisa.
—Está bien vayamos —dijo el vigilante.
Eun Woo miró a Jimin que seguía sollozando, antes de dirigirse al hombre.
—Señor, yo necesito ir al baño —le dijo y el hombre lo vio con indiferencia.
—Callate chico, no están de vacaciones. Nos contrataron para venderlos en la frontera —le dijo con burla, su negocio era el tráfico humano, aunque en realidad nunca se había llevado a nadie tan joven.
Jimin tembló al escucharlo y Eun Woo trató de consolarlo lo mejor que podía.
—Agáchense y no hagan escándalo o de lo contrario los mataré —les dijo señalando su cintura cubierta por la ropa amenazandolos, antes de bajar el carro.
El conductor bajó a llenar el tanque, en silencio Eun Woo sacudió las manos de Jimin suavemente para atraer su atención. Cuando el rubio se fijó en su rostro, Eun Woo señaló la puerta entreabierta, Jimin negó con la cabeza asustado, el pelinegro se acercó a su lado y le susurró al oído.
—Afuera hay gente, solo debemos salir y gritar, si podemos hacerlo.
Jimin tenía miedo, pero sabía que su amigo tenía razón, era una gasolinera debía de haber trabajadores y más gente, Eun Woo volvió a tomar su mano apretandola levemente. El rubio tenía miedo, pero sabía que si no intentaba escapar, después sería más difícil.
Sin pensarlo más, asintió hacia su amigo que le devolvió el gesto, ambos se movieron acomodándose para levantarse, el hombre que en ese momento iba llegando de nuevo, se sorprendió al ver la puerta abrirse, Jimin y Eun Woo saltaron fuera. El rubio corrió mientras el pelinegro se giró para patear al hombre. La conmoción fue instantánea llamando la atención de los pocos presentes al ver correr a Jimin con las manos atadas.
—¡Están secuestrando a un niño! —gritaron varios de los que lo vieron.
El hombre que estaba llenando el tanque corrió hacia el lado del conductor y el que estaba tratando de atrapar a Eun Woo se detuvo al verlo, lo que el joven aprovechó para safarze de su agarre y correr hacia Jimin.
El conductor de la camioneta la encendió y arrancó dejando a su compañero a su suerte, mientras la multitud se cerraba a su alrededor, mientras Jimin y Eun Woo eran llevados lejos del hombre.
—Lo hicimos Nunu —sollozo Jimin abrazándose felizmente a su amigo.
—Ya llamamos a la policía chicos, anotamos la matrícula de la camioneta y está registrada en las cámaras, además de que tenemos a su cómplice, no se preocupen, estarán bien —dijo uno de los trabajadores de la gasolinera que los ayudó.
—Nunu, quiero llamar a casa, mi teléfono se cayó y no sé dónde está —pidió Jimin aún con su voz afectada por el llanto.
Su cuerpo también temblaba, no importaba cuánto Eun Woo le acariciara la espalda para calmarlo, él no lograba tranquilizarse.
—Mi teléfono se quedó sin batería cuando iba a tu casa, déjame pedirles que me dejen llamar —respondió Eun Woo antes de ir hacia él dueño de la gasolinera.
—Señor, ¿podemos usar su teléfono?
.
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—Saldre a buscar a Jimin otra vez —dijo Jungkook poniéndose de pie con desesperación, habían pasado casi dos horas desde que el rubio había desaparecido y la desesperación se había apoderado por completo de él.
Namjoon asintió comprendiendo su desesperación, él mismo lo acababa de sufrir cuando Chen secuestro a Jin.
Los dos iban llegando al salón donde Jin, Nana, Eun Chae y los demás guardias estaban cuando el teléfono de Jungkook comenzó a sonar. El pelinegro lo sacó del bolsillo rápidamente viendo un número.
—¿Diga? —preguntó Jungkook al responder.
—¡Kookie! —la voz de Jimin sollozando su nombre llegó hasta su oído y su corazón comenzó a batir rápidamente.
—¡Jimin! —gritó emocionado y todos volvieron la vista hacia él. Y el rostro de Eun Chae se puso pálido al escuchar el nombre del joven.
Ya dejen de sufrir, el pollito está bien y pronto volverá a los brazos de Jk.
Y ahora sí dos capitulos más y terminamos esta historia.
Nos leemos bellezas...
Besitos 😘😘😘
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