DIECIOCHO

Con Eun Woo siguiendolos en su moto, Taehyung llevó a Jimin a un centro comercial que no estaba muy lejos de la escuela, los tres subieron al primer piso donde estaba una librería.

—¿Te pasó algo Tae? —le preguntó Jimin al guardaespaldas al verlo caminar con él ceño fruncido.

—No es nada, solamente no estoy acostumbrado a estar con tantos estudiantes. ¿Por qué al terminar la escuela no regresan a casa? —se quejó un poco.

—¿Cuando tú estudiabas no ibas a pasear con tus amigos hyung? —preguntó Eun Woo uniéndose a la plática.

—No, porque trabaja a tiempo parcial después de la escuela. No tenía tiempo para caminar y jugar como otras personas —respondió Tae y Jimin frunció el ceño.

—Oye, ¿por qué haces esa cara? —preguntó Taehyung.

—Es que creo que en lugar de venir, debí de ir directo a casa a ayudar a mi abuela.

Sus palabras y expresión desolada hicieron que su amigo interviniera.

—No pienses así, Jimin. No viniste a pasear y perder el tiempo, venimos a comprar libros para la escuela —le dijo mientras le sonreía.

—Estoy de acuerdo con tu amigo, no pienses demasiado.

Cuando llegaron a la librería, Eun Woo y Jimin fueron directo a la sección de libros que necesitaban con Taehyung siguiéndolos no muy lejos.

Después de un rato se entretuvo viendo algunos libros que llamaron su atención y solo volteaba a ver a los jóvenes de vez en cuando para no perderlos de vista.

—Nunu tengo que ir al baño —dijo Jimin en voz baja.

—Vamos, te acompaño.

—Le diré a Tae —dijo caminando hasta donde él castaño estaba —Tae tengo que ir al baño.

—Bien vamos —dijo el castaño dejando el libro que estaba leyendo en el estante. Pero Jimin lo detuvo queriendo ser considerado.

—No tienes que hacerlo, el baño está aquí cerca y yo también quiero ir —dijo Eun Woo.

—Pero… 

—Si, Nunu puede acompañarme, tu sigue leyendo —lo interrumpió Jimin, que también se sentía avergonzado de tener a alguien siguiéndolo todo el tiempo. 

—Mmm está bien, cuida bien de él chico —dijo Taehyung aceptando y advirtiendo al pelinegro, confiando en que no haría nada más.

—Sí —respondió Eun Woo antes de salir de la librería con el rubio.

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—Entra al cubículo Jimin —dijo Eun Woo nada más entrar a los baños.

Jimin asintió, pero enarco una ceja al recordar que Jungkook también le había dicho que entrara al baño privado, mientras él entró, su amigo se quedó en los urinarios.

—¡Oye! Chicos miren a quién nos encontramos —la voz ronca de un adolescente sonó cuando entró al baño y vio directamente hacia Eun Woo.

El pelinegro se giró a ver y en cuanto identificó a los chicos como rivales de una escuela, contraria con la que siempre tenían competencia en baloncesto, se puso nervioso. Si estuviera no se preocuparía, pero al estar con Jimin debía de irse con cuidado.

—No tengo tiempo para hablar con ustedes hoy —les dijo Eun Woo con calma.

—Pero yo si quiero hablar, la última vez que nos vimos, tú y tu equipo nos insultaron mucho —respondió el chico que ocupaba el lugar de capitán en el equipo contrario.

—Ustedes perdieron, si no saben aceptar la derrota no jueguen, así que así dejémoslo, no quiero problemas —volvió a decir el pelinegro queriendo evitar un enfrentamiento mayor.

Cuando la otra parte iba a decir algo la puerta del cubículo se abrió y Jimin se quedó mirando perplejo entre su amigo y el grupo de jóvenes.

—¿Qué está pasando Nunu? —preguntó Jimin a su amigo que rápidamente lo puso detrás de él haciendo que la otra parte sonriera.

—Vaya Cha, ¿Has cambiado tus gustos ahora? Es lindo ¿quien es? —dijo el joven mirando hacia Jimin y comiéndoselo con la mirada.

—No te metas con mi amigo —respondió Eun Woo  con voz severa.

—¿Amigo? ¿Estás seguro de que es solo eso? Actúas tan celoso que lo dudo —dijo el otro con voz burlona.

—Nunu, ¿quiénes son estás personas y por qué nos miran mal? —volvió a preguntar Jimin con temor, recordando experiencias pasadas.

Su mente también lo hizo pensar en Jungkook y en que en esa clase de situación con él a su lado se sentiría mucho más seguro. Aunque Eun Woo es casi tan alto como el pelinegro, no es tan fuerte ni grande, en definitiva no se siente igual al mayor.

—No es nada. Vámonos —le respondió su amigo y lo tomó del brazo para conducirlo fuera del baño.

Pero antes de que llegaran a la salida el líder de la pandilla rival tomó la muñeca de Jimin y tiró de él con fuerza.

—¡Suéltalo! —grito Eun Woo y empujó al jóven haciéndolo tambalearse hacia atrás, soltando al rubio.

De inmediato Eun Woo volvió a poner a Jimin  detrás de él.

—Tú te lo buscaste, Cha —gritó el joven señalando hacia él.

De inmediato los otros jóvenes se abalanzaron hacia ellos, el corazón de Jimin latía acelerado por el miedo. Eun Woo esquivó una patada que uno de los rivales quiso darle en la cadera, por puro instinto su cuerpo se puso en alerta para defenderse, no sería la primera pelea que tuviera, pero al instante reflexionó. Si intentarán atacar a Jimin y no pudiera defenderlo, podrían lastimarlo.

Un grito de preocupación escapó de la boca de Jimin cuando uno de los atacantes logró golpear a su amigo, cuando éste evitó que el otro lo volviera a tomar por la muñeca.

—¡Jimin corre! —gritó Eun Woo mientras pateaba a uno de los jóvenes y golpeaba a otro.

Aprovechando un momento de distracción, el pelinegro tomó la mano de Jimin y salió corriendo del baño, pensando que los otros ya no los seguirían.

—Vamos a buscar a Tae —pidió Jimin apresuradamente.

Su amigo asintió, pero se dió cuenta que habían corrido en dirección contraria a la librería, y los atacantes ya habían salido del baño.

Ya no podían regresar, no les quedaba de otra que seguir corriendo. Entre la agitación de la carrera Jimin le volvió a pedir que buscarán al guardaespaldas, pero Eun Woo negó.

—Ellos están detrás de nosotros, primero debemos encontrar un lugar para escondernos —le dijo con voz jadeante.

Jimin estaba muy asustado, nunca había sufrido un incidente como ese, había visto peleas entre sus antiguos compañeros, pero él nunca había estado involucrado. La gente a su paso se veía desconcertada por verlos correr, como pudieron llegaron hasta el estacionamiento, buscando un lugar donde esconderse antes de ser alcanzados.

—No tienen a dónde ir Cha —le gritó el líder del grupo cuando los alcanzó.

—Dejanos en paz, ya te dije que aprendas a perder —volvió a insistir Eun Woo, no queriendo seguir exponiendo al rubio.

—Te has vuelto un maldito cobarde —lo reto el joven de nuevo con burla en su voz y mirada sombría.

Eun Woo miraba a su alrededor buscando algún guardia pero no había ninguno.

—Supongo que podré divertirme un rato antes de que venga alguien —dijo el pandillero antes de lanzarse hacia Eun Woo.

—¡Detente! —gritó Jimin cuando vio que su amigo era atacado.

Eun Woo se defendió, tratando de mantener a Jimin a salvo, que aunque no sabía pelear trató de ayudarlo, empujando a uno de los atacantes.

—Tú también quieres que te peguen, ¿verdad? —otro chico alto se volvió y le gritó a Jimin.

Se abalanzó contra el rubio y levantó la mano para darle un puñetazo, pero su golpe fue detenido por una mano que lo agarró fuertemente.

—Tae —gritó feliz Jimin cuando vio al castaño.

Taehyung empujó al pandillero del brazo antes de darle un puñetazo en el rostro, por intentar golpear a Jimin, la sangre inmediatamente inundó la boca del joven.

—Jimin ve al auto —ordenó Taehyung. 

Ni Eun Woo, ni Jimin se habían percatado que el auto de Tae estaba cerca, el rubio escuchó la orden para estaba preocupado por su amigo y no se quiso mover, Taehyung tuvo que tomarlo del brazo y llevarlo hasta el auto. Antes de volver, tomó algo de la puerta del conductor, y caminó hasta donde estaba el pelinegro y los pandilleros.

Taehyung se acercó hasta los chicos apretando los dientes. Mientras estaba en la librería, escuchó al personal decir que unos estudiantes se peleaban en el baño de hombres. Cuando salió a ver, vio a Jimin y a su amigo salir corriendo en la otra dirección y al grupo de jóvenes correr tras de ellos, y él a su vez los persiguió, mientras pensaba en que si algo le pasaba a Jimin, Jungkook lo mataría con seguridad.

Golpeando a dos de los jóvenes se abrió camino para separar a Eun Woo del joven con el que se golpeaba ahora que Jimin estaba a salvo.

—¡Deténganse! —gritó Taehyung, pero los atacantes no tenían ninguna intención de parar.

No teniendo ganas de golpear a niños, y queriendo volver a casa pronto, sacó el arma que había tomado de la camioneta, mientras maldecía que el guardia de seguridad precisamente hubiera desaparecido en ese momento y apuntó a la cabeza de uno de los jóvenes que tenía más cerca.

—¿Se van a detener o me quieren hacer enojar? —les preguntó con voz severa.

Los jóvenes lo miraron y se quedaron paralizados y aterrorizados al ver el arma apuntando a la cabeza de su amigo. Taehyung tiró del brazo de Eun Woo para levantarlo y colocarlo detrás suyo, sin dejar de apuntar con la pistola.

—Si que son buenos atacando en grupo, como pandilleros, pero cuando ven un arma se mean en los pantalones —continuó diciendo Taehyung, mientras se aseguraba de que el pelinegro estuviera bien. 

Empujó al jóven al que le apuntaba con la pistola hacia sus amigos.

—¡Larguense de aquí! Agradezcan que no les hice nada, atacaron a mi hermanito y a su amigo. Si se vuelven a acercar a ellos terminarán ahogados en el mar —les ordenó con firmeza.

El grupo de jóvenes salió corriendo fuera del estacionamiento, Taehyung exhaló un suspiro de alivio y guardó su arma nuevamente detrás de su espalda, Jimin salió del auto en cuanto vio a los jóvenes irse y corrió para ver a Eun Woo.

—¿Por qué tienes un arma? ¿En qué trabajas? —preguntó el pelinegro, que también estaba un poco asustado.

—Mal agradecido, en lugar de preocuparte por tus heridas, quieres saber en qué trabajo —dijo Taehyung enojado.

—Solo, quiero saber —respondió Eun Woo, pero el castaño no respondió.

—¿Nunu cómo estás? Tae ¿no te hicieron nada a tí? —les preguntó Jimin con voz temblorosa.

—Yo estoy bien, ¿no te hicieron nada a tí? —respondió su amigo.

—No tengo nada, solo me jalaron del brazo, deberías de ir al médico, para que te curen las heridas —volvió a insistir Jimin al ver los hematomas que comenzaban a formarse en su rostro.

—De verdad, no es nada. Mimi, lamento que hayas tenido que pasar por esto —se disculpó Eun Woo, sintiéndose culpable.

—No pasa nada, solo me sorprendió mucho —respondió Jimin en voz baja, no queriendo hacer sentir más mal a su amigo.

—Jimin, creo que será mejor que volvamos a casa, el libro puedes venir a comprarlo otro día —dijo de pronto Taehyung interumpiendolos.

—Esta bien Tae, pero ¿podemos llevar a Nunu a su casa? Me da miedo dejarlo solo y que vuelvan a atacarlos —pidió Jimin con ojos suplicantes.

—No hay problema, traje la motocicleta y puedo volver yo solo Mimi —dijo Eun Woo tranquilizando al rubio.

—Pero…

—Hagamos esto —interrumpió Taehyung—. Deja que tu amigo vaya a buscar su motocicleta y lo seguiremos hasta su casa. ¿De acuerdo?

Jimin sonrió y asintió de inmediato.

—Está bien, hagamos lo que dijo Tae, Nunu.

—Jimin, sube al auto, mientras le pregunto a tu amigo la ruta a su casa —le pidió el castaño a Jimin que de inmediato obedeció.

Una vez que Jimin estuvo dentro del auto, Taehyung se volvió a mirar a Eun Woo con expresión feroz.

—Creo que esos golpes que tienes ahora te servirán para pensar bien las cosas antes de hacerlas. Si Jungkook supiera que involucraste a Jimin en una situación como la que pasó, te aseguro que el dolor que tendrías sería mucho mayor —le dijo amenazadoramente.

Eun Woo asintió antes de encararlo.

—No me respondiste mi pregunta, ¿en qué trabajas? 

Taehyung sonrió de medio lado y se ajustó el sacó antes de responderle.

—Piensa y no seas demasiado ingenuo, pero eso sí. Cuando lo descubras ni se te ocurra comentarlo con Jimin, si no quieres que sea lo último que digas. Ahora sube a tu motocicleta y piensa las cosas.

La respuesta de Taehyung pudo no ser directa, pero si reveladora, Eun Woo no necesitaba pensar para saber qué clase de trabajo realizaba el castaño y Jungkook también, quizá toda la familia de Jimin. Mafia. Sin decir nada más, caminó hasta su moto, seguido por la mirada de Taehyung.

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—¿Tuviste miedo? —le preguntó Taehyung a Jimin mientras conducía siguiendo la motocicleta de Eun Woo.

—Estaba asustado y sorprendido también.

—Cuando Jungkook se entere de esto, no quiero ni pensar —dijo Taehyung con voz tensa.

—Tae, no se lo digas a Kookie, por favor. No quiero que se preocupe —pidió Jimin con voz suplicante. 

—Tengo que decirle Jimin, aunque me puedo dar por muerto —volvió a decir Taehyung con expresión horrorizada.

—Te lo pido, no me digas nada, no me pasó nada, y así tampoco se enojara contigo.

Después de meditarlo un poco Taehyung asintió, no tenía ganas de ser golpeado, y Jimin sonrió por un momento antes de quedarse pensativo.

—Pero no compramos ningún libro, si Kookie me pregunta, ¿qué le diré?

—Puedes decirle que se habían agotado los libros que buscaban y tendrían que esperar unos días para que los pudieran comprar —respondió Taehyung dándole una solución.

—Si —respondió Jimin simplemente.

Después de llegar a casa de Eun Woo y aparcar, Jimin bajó su ventanilla. Su amigo agradeció a Taehyung y se despidió del rubio, disculpándose una vez más por el incidente, Jimin le sonrió y se despidió.

En la isla de Jeju, Jungkook no tuvo tiempo de llamar a Jimin, nada más llegar tuvieron que ponerse en marcha, ya que un grupo de hombres de Shownu intentó secuestrar a Jin, y atacaron a Mark y a su sobrino.

Después de hacerse cargo y llevar a los subordinados de Shownu a una bodega para que el mafioso se encargará de ellos, volvieron a la villa donde los esperaba Jin.

Pasarían la noche ahí y volverían al día siguiente, se despidió de su jefe y él se quedó en el sofá de la sala, una vez solo, sacó su teléfono y miró la hora.

—¿Ya estarás dormido? —se dijo antes de marcar el número del pequeño.

—!Kookie! —saludo Jimin con entusiasmo nada más responder.

—Respondiste demasiado rápido —dijo Jungkook sintiéndose mejor al escuchar su voz.

—Estaba esperando tu llamada —dijo Jimin haciéndolo sonreír.

—¿Por qué no me llamaste tú? —preguntó.

—Tae me dijo que estabas ocupado, así que no me atreví a llamar, yo sabía que cuando estuvieras libre me llamarías.

—¿Qué pasaría si no te hubiera llamado? —preguntó de nuevo, pero Jimin no respondió y escuchó un débil sollozó.

—Jimin, Jimin ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? —preguntó preocupado.

—Es que te extraño, ya quiero verte —respondió el joven entre sollozos.

Jimin no había querido llorar, pero después de lo que había pasado, escuchar a Jungkook lo hizo ponerse sensible, deseando poder estar cerca del mayor.

—¿Pasó algo hoy? —volvió a preguntar Jungkook con la voz tensa porque aunque sabía que Jimin era sensible, nunca se había comportado así, cuando había tenido que salir fuera.

—No pasó nada, solo te echo de menos —dijo Jimin tratando de controlar sus emociones. No quería que Jungkook se enterará de lo que había pasado en el centro comercial.

—Ya no llores, regresaré mañana —lo tranquilizo Jungkook con voz cariñosa.

—¿Estarás de vuelta cuando regrese de la escuela? 

—No estoy seguro porque tengo cosas que hacer antes de llegar.

—Entonces, ¿cuando vuelvas me puedes llamar y decirme? —volvió a preguntar el joven.

—¿Y si vuelvo a altas horas de la noche y ya estás dormido? 

—Puedes llamarme y despertarme, quiero verte.

Jungkook sonrió ante la vehemencia con la que Jimin le pedía verlo, era la primera vez que se comportaba de manera caprichosa.

—Está bien, pero hagamos una cosa. Si llego muy tarde, primero te mandaré un mensaje por LINE, si no lo lees sabré que estás dormido, y ya nos veremos al día siguiente, ¿de acuerdo? —propuso porque no quería perturbar su sueño.

—Está bien.

Una vez que se pusieron de acuerdo, Jungkook le preguntó por la escuela y lo que había hecho durante el día, antes de colgar para dejarlo descansar.

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—Taehyung, ¿si estuviste al pendiente de Jimin ayer? —preguntó Jungkook nada más llegar a la mansión la noche siguiente.

—Sí —le respondió el castaño, tratando de actuar lo más normal posible.

Estaba seguro de que Jimin no le había dicho nada o en lugar de saludar, lo estaría golpeando en ese momento.

—Gracias —le dijo el pelinegro palmeando suavemente su hombro.

Después fue a hablar de trabajo con Namjoon a su oficina, hasta que Jin quiso cenar y el mafioso fue a ayudarle y él se retiró a su casa. Cuando salió al jardín miró su reloj, era medianoche ya y sacó su teléfono.

Había pensado en irse directo a su casa, pero le envio un mensaje a Jimin preguntándole si ya dormía, como lo habían acordado ayer. No pasó mucho antes de que Jimin leyera el mensaje,  una sonrisa instantánea se formó en sus labios, iba a llamarlo cuando se detuvo, y mejor le envío otro mensaje diciéndole que estaba parado frente a su casa.

En cuanto el joven leyó el mensaje, las luces de la pequeña casa de Jimin se encendieron y se abrió la puerta. El rubio corrió hacia él y Jungkook abrió los brazos para sostenerlo.

—Has vuelto —le dijo Jimin con alegría en su voz y sin soltarse de su agarre.

—Sí, ¿vendrás a dormir conmigo? —le preguntó suavemente y Jimin asintió de inmediato.

Jimin entró rápidamente a su casa solo para apagar las luces y cerrar bien la puerta, y salió. Jungkook tomó la pequeña mano del rubio entre sus manos y sin soltarlo caminó hasta su casa, ambos corazones latiendo felices por estar cerca del otro.














Que dice él público...

¿Jungkook se entera de lo que pasó?

¿Eun Woo se aleja de Jimin?

Por cierto les aviso que para festejar que llegue a los 5k seguidores estoy pensando en hacer un live de Tik tok para platicar con ustedes un ratito, ¿Que dicen? ¿Le verían?

Cuando tenga el día y la hora les aviso ya sea al final de algún capítulo de mis historias en emisión y en mi muro y por mi canal de WhatsApp para quienes me siguen por allá.

Nos leemos bellezas...
         Besitos 😘😘😘

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