Capitulo 2

La enorme mansión de la poderosa familia Kim-Jeon estaba a las afueras de la ciudad, en medio de un enorme terreno bardeado y con una seguridad que solo podía igualar a la del propio presidente de la nación, la propiedad que contaba con la casa principal de la familia, cinco pequeñas casas en la parte trasera para los empleados de mayor confianza, un enorme jardín con diversa variedad de flores una piscina y más al fondo casi en los límites de la propiedad estaba un pequeño templo donde la familia hacía las oraciones correspondientes a su religión, mismo que ahora estaba adornado con flores blancas y velas, en el altar se encontraba la urna con los restos de quién había sido el hijo menor de la familia y su fotografía rodeada de flores velas e inciensos.

Un apuesto hombre de piel morena, alta estatura, cuerpo atlético, cabello negro, expresión severa abrazaba a su madre que lloraba la perdida de su hijo pequeño. Mientras esperaba la llegada de la única persona que podía darle las respuestas que buscaba. Durante los últimos dos años había evitado buscar al chico que había sido novio de su hermano, pues no esperaba que fuera necesario, pues aunque mínima había guardado la esperanza de que su hermano siguiera con vida.

Pero no solo había estado muerto todo este tiempo sino que según la necropsia, había sufrido de golpes previos a su muerte que podían ser por una pelea o por tortura, un disparo directo en su pecho había acabado con su vida, pero eso no era todo, al parecer había estado bajo el agua durante mucho tiempo, antes de que la misma corriente lo llevará hasta donde lo habían encontrado.

En las escasas pruebas que habían logrado recuperar de la poca ropa que seguía cubriendo sus restos encontraron una caja que contenía un anillo de oro blanco con incrustaciones de diamantes y con el nombre de Park Jimin grabado en su interior, Jungkook pensaba proponerle matrimonio al chico eso era obvio, y tal vez por eso hubieran estado en aquella montaña aunque era poco probable.

Poco a poco comenzaron a llegar diversas personas a la mansión y encaminar sus pasos hasta el templo para dar sus respetos y condolencias a la familia, que consistía de la matriarca de la familia; Jeon Hye Jin viuda de Kim, Kim Soyeon la segunda hija de la familia y Kim Namjoon el hijo mayor del fallecido Kim Nam Gil, mismo que ahora era el encargado de los muchos negocios de la familia. Sus empleados de confianza también se encontraban presenten Jackson Wang su guardaespaldas y amigo, Jung Hoseok vicepresidente de Kim's House Enterprise, y Kim Seokjin abogado de la familia y uno de sus mejores amigos.

Entre los asistentes se encontraban muchas de las familias importantes del país, conocidos, socios y empleados, aquellos que habían sido compañeros de su hermano y también el detective de policía Min Yoongi, mismo que era el encargado de investigar el caso de su hermano, que había pasado de ser un caso de desaparición a convertirse en uno de homicidio.

Los únicos que no estaban y que era a quien Namjoon esperaba era Kim Taehyung pareja de Hoseok y él mejor amigo de éste y a quien había ido a buscar a Estados Unidos… Park Jimin. Estaba por hablarle a su mano derecha para preguntar por él, cuando el vicepresidente mismo se acercó a él y se acercó a su oído para hablar sin que lo escucharán.

—Ya llegó, está entrando a la mansión en estos momentos —no contestó con palabras, solo asintió y llevó a su madre a sentarse.

Un par de minutos después, rompiendo el silencio del recinto se escucharon los pasos de dos personas, Kim Namjoon se giró para ver por primera vez aquí en había sido el amor de su pequeño hermano. De estatura pequeña, cuerpo delgado, cabello rubio y un rostro suave y delicado, Park Jimin era una belleza de rasgos andróginos perfectos, y maldita fuera era la clase de chicos por los que él se sentía muy atraído, al parecer Jungkook también había tenido su mismo gusto en chicos.

Jimin se sentía como dentro de uno de sus extraños sueños, solo que ahora era consciente de que todo era cierto, ahí frente a él se encontraba una enorme mansión de aspecto antiguo pero imponente, cuando había llegado a Corea y le preguntó a su amigo dónde sería el sepelio de Jungkook y él le respondió que en su casa, pensó que lo llevaría a la pequeña casa dónde al inicio de su relación lo llevó y le dijo que vivía y no a ese inmenso lugar y por primera vez desde que conoció a Jungkook se preguntó si lo había conocido realmente.

Si bien siempre había sido consciente de que Jungkook venía de una familia con dinero, jamás imaginó que tuvieran tanto, él nunca había dado muestras de ser multimillonario ni nada por el estilo, vivía y vestía modestamente, había conseguido un trabajo de medio tiempo junto con él, pero al parecer nunca lo había necesitado.

—¿A dónde vamos Kook? — preguntó con curiosidad a su novio.

—Vamos a mi casa, recogemos unas cosas y después te llevaré al cine, prometo que será rápido —le dijo mientras le ponía el casco para después ponerse uno él y subirse a su moto.

Camino en silencio recordando aquel día, cuando llegaron al pequeño templo, se sorprendió al ver tanta gente, todos vestidos de negro, y al fondo el altar donde reposaba él, el cuadro con su fotografía parecía mirarlo y un nudo de dolor se formó en su garganta, dió un par de pasos y se detuvo al sentir una fuerte mirada sobre él, unos ojos negros lo observaban como un depredador acechando a su presa, y él se sentía atrapado por ese mirada.

No conocía a ninguna de las personas que estaban ahí presentes y que por el brazalete de tela blanca y moño blanco en sus brazos le indicaba era la familia de su ex novio, entre todos los presentes distinguió al policía que lo había interrogado en el hospital al día siguiente de haber despertado del coma, el detective Min era alguien imposible de olvidar, y no era solamente por la cicatriz que cruzaba uno de sus ojos haciéndolo ver intimidante, toda su aura emanaba poder y… peligro.

Conforme se acercaba hasta el centro de la habitación el nudo en su garganta se hacía cada vez más intenso y el aire entraba con más dificultad a sus pulmones, sus ojos se habían vuelto a posar en aquel retrato, la mirada alegre y juguetona, la nariz grande, esos labios delgados que tantas veces había besado, el lunar debajo de ellos que tanto le gustaba, acompañado de esa bella sonrisa de conejo.

Silenciosas lágrimas bajaban por su rostro, que no se molestó en limpiar.

—¿Por qué me dejaste? Me prometiste siempre estar conmigo y no lo cumpliste —le recriminó en voz baja.

Cerró sus brazos sobre sí mismo en un intento de darse ánimos y no derrumbarse ahí mismo, una suave brisa lo recorrió y por un segundo sintió el aroma del perfume que siempre usaba el pelinegro y que él tanto disfrutaba oler en su cuerpo. Cerró sus ojos y se permitió divagar entre sus recuerdos.

Los fuertes brazos de Jungkook lo rodearon por la espalda mientras apoyaba su barbilla en su hombro.

—Te amo pequeño, eres lo más bello y real que tengo en mi vida —le dijo mientras acercaba sus labios a su mejilla y le dejaba un suave beso.

—Yo también te amo Kook —respondió y se giró para envolver sus brazos detrás de su cuello y juntar su boca en un beso cargado de amor.

Cuando el aire les comenzó a hacer falta terminaron el beso más no se separaron, siguieron abrazados contemplandose, olvidándose de dónde estaban o de si alguien los veía, así era siempre que se veían, todo lo demás a su alrededor desaparecía.

—Te prometo nunca dejarte solo mi amor, siempre voy a estar a tu lado.

—Si me dejas jamás te lo perdonaré Jeon Jungkook.

Los brazos rodeando sus hombros lo devolvió al presente, giró su rostro y descubrió la cálida sonrisa de Jung Hoseok, y se abrazó a él hundiendo su rostro en su hombro y dejando que las lágrimas que no habían dejado de salir fluyeran con mayor intensidad.

Namjoon observaba la escena en silencio, sentía el dolor del chico y se sentía mal por él, y es que aunque Jungkook era su hermano y le dolía su muerte, sabía que a Park Jimin le dolía más el haber perdido a su amor, por un segundo mientras lo veía ahí parado llorando en silencio quiso acercarse y hablarle pero ese no era el momento, lo dejaría despedir a su hermano antes de acercarse.

—No pensé que el joven Park estuviera aquí —la voz grave y sardónica del detective Min lo interrumpió de su observación y volteo a verlo con desdén, ese tipo de caía realmente mal.

—¿Por qué no debería de estar? Después de todo fue el novio de mi hermano por varios años y también era justo que él se despidiera de él.

—Tal vez pero como se fue con tanta prisa del país, no pensé que quisiera volver solo para eso. Pero me alegra que volviera, quizá ahora sí sea capaz de decir que fue lo que sucedió en ese entonces.

—Por el tono que está empleando sospecho que no cree en su amnesia.

—Lo que yo piense no importa, pero es muy conveniente que la única persona que puede decir que pasó durante el tiempo que estuvieron desaparecidos, recuerde toda su vida menos lo más importante que le pudo haber sucedido en su vida.

—¿No creerá que el chico es culpable? ¿O sí?

—No, por supuesto que no señor Kim, que homicida sería capaz de tirarse de un acantilado arriesgándose a morir solo para tapar un asesinato a menos claro que… fuera un suicidio que salió mal.

Min Yoongi sabía perfectamente lo que estaba haciendo, la duda sobre la culpabilidad de Park Jimin ya estaba sembrada en la cabeza de Kim Namjoon, antes no había podido hacer nada pues el chico pintaba como víctima, pero ahora que la investigación había tomado otro rumbo podría investigarlo como culpable y eso pensaba hacer.

Jimin que ahora estaba a un costado del altar frente a la familia de Jungkook seguía llorando con el rostro agachado y no vio llegar al grupo de personas que llegaron, sólo podía escuchar las voces frente a él que le daban las condolencias, hasta que una voz se escuchó más clara sobre las demás causando que su cabeza punzara de golpe y el flash de muchas imágenes comenzó a pasar por su cabeza causándole un mareo.

Levantó el rostro con rapidez pero solo vio las espaldas de quienes estaban ahí y de pronto esa voz otra vez. El sonido de un trueno retumbó en el cielo y fue como si con ese sonido se despertara un recuerdo que luchaba por salir a flote…

—Los muertos no hablan y mucho menos cobran venganza…

Era la misma voz, era la voz de sus pesadillas. Quiso moverse para ver de quién era pero el súbito dolor de cabeza junto al mareo se lo impidieron, la habitación dió vueltas y todo se volvió negro.

—¡Jimin! ¡Oh por dios! !Ayúdenme! —grito Taehyung mientras sostenía apenas el cuerpo inerte de su amigo.

—Llevenlo a la casa y llamen a un médico —ordenó Namjoon al percatarse del desmayo de Jimin.

Se disculpó con Min Yoongi  y Jin que seguían parados a su lado y salió del templo para seguir a Jackson que llevaba cargado al chico, seguido por Taehyung y Hoseok. Cuando llegaron al interior de la mansión su guardaespaldas dejó al pequeño rubio sobre el sillón.

—Gracias —le dijo a su empleado y se volvió hacia los otros dos hombres — ¿Ya llamaron al médico?

—No, ya lo hago —respondió Hoseok mientras sacaba su teléfono del interior de su saco.

—Debió de haber sido una baja de presión, en el vuelo para acá se negó a comer algo y apenas nos bajamos del avión quiso venir directo para acá, han sido muchas emociones para él en tan poco tiempo —dijo Taehyung mientras acariciaba el cabello de su amigo.

—No te preocupes Tae, mejor ve a la cocina por un vaso de agua y dile a una de las muchachas que te consiga alcohol y algodón para hacerlo reaccionar, mientras llega el doctor —le dijo con calma.

Taehyung no quería dejar a Jimin, pero necesitaba hacer algo así que asintió al pedido de Namjoon y se dirigió a la cocina, mientras Hoseok seguía un poco alejado hablando con el doctor suponía.

Namjoon se sentó en un costado de Jimin y apartó un mechón de cabello de su rostro, se veía tan tranquilo y sereno, sin percatarse de lo que hacía acercó su rostro más hacia el chico, su respiración golpeaba en su rostro, sus ojos viajaron a sus labios como atraídos por un imán, y pasó su lengua por sus labios, mientras pensaba a qué sabrían esos regordetes labios.

Y mientras seguía perdido en esos pensamientos sin sentido, los bellos ojos del color de la miel se abrieron de pronto, ambos se quedaron viendo sin decir nada, solo perdidos en los ojos contrarios y sintiendo una extraña sensación recorrer sus cuerpos.

Vaya forma de conocerse.
¿De quién sería la voz que Jimin recordó?

Que comiencen las teorías...

¿Que papel creen que vaya a jugar el gatito desconfiado?

Espero que les haya gustado el capítulo.

El cronograma de actualizaciónes está en mi muro, vayan a verlo para que sepan cuando se actualizará la historia.

Nos leemos bellezas...
        Besitos 😘😘😼

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