WISH
La sala de baile era la única habitación iluminada dentro de la casa que la producción había alquilado para ellos, habían decidido pasar las vacaciones de navidad juntos, como la familia que eran desde que comenzó su carrera.
Jungkook estaba buscando a Jimin desde hacía media hora, cuando el rubio se había levantado de la mesa después de cenar, sabía que su hyung tenía algo que le molestaba y no sabía que era, tenía varios días alejado de él y no le gustaba, le hacía recordar aquella época en que había decidido ignorarlo cansado de su inmadurez.
Habían superado esa época hace mucho, por eso no entendía porque ahora su mochi estaba así, cuando llegó al pasillo y vio al fondo la habitación iluminada supo que lo había encontrado. Caminó hasta ahí y se sorprendió al verlo bailar y es que no era un baile cualquiera o una de las difíciles coreografías que solían hacer, eso era algo distinto.
No lograba escuchar la música por la puerta cerrada, pero sí podía apreciar cada uno de los movimientos, como su delgado cuerpo se curvaba en cada giro, como sus flexibles piernas se movían al compás de la música, Jimin era una obra de arte hecha específicamente para ser admirado.
Le sorprendió verlo tirarse al suelo con su pecho pegado al piso y sus caderas se elevaban hacia arriba al tiempo que una de sus piernas se doblaba sin despegar las rodillas del suelo y luego de manera rápida y perfecta movía ese precioso trasero que tenía hacia arriba.
Era un movimiento destinado hacer erótico por si mismo, simulando el choque de su trasero contra la pelvis de un bailarín invisible o de un amante a la hora de follar. Y él deseo ser ese bailarín y también el amante, hace tanto que había aceptado sus preferencias y su predilección por su hyung, muchas noches se había masturbado con la imagen de Jimin en su cabeza y gemido su nombre mientras se corría.
No supo si fue la intensidad de su mirada sobre él, pero Jimin volteó hacia la puerta y fijo su vista en él, pero no se detuvo, continuó moviéndose pero sin dejar de mirarlo. Cambio de posición quedando ahora boca arriba, con sus piernas abiertas y flexionadas hacia arriba, estiró sus manos por encima de su cabeza, le sonrió y elevó sus caderas.
Jungkook reprimió un gemido al ver el descarado movimiento, se podía ver a él en medio de sus piernas frotando su polla con la del rubio, o porque no, enterrando su miembro hasta el fondo de su pequeño hyung gracias a ese elevación, está demás decir que en ese momento estaba más que duro.
Jimin lo estaba provocando deliberadamente y él no era ningún santo y mucho menos inexperto, lo que fuera que estuviera rondando por la rubia cabeza de su amigo y compañero de banda, parecía ya no importar demasiado. Así que sin detenerse a pensar si estaba bien o no, sin importar que los demás estuvieran en el piso de arriba disfrutando de alguna actividad para compartir en navidad, abrió la puerta y dió dos pasos dentro.
La música inundó sus oídos, la canción de All Night sonaba por los altavoces, y por primera vez entendió porqué a sus fans les encantaba decir que la música era demasiado erótica. Él mismo acababa de ser testigo de lo que podía provocar. Jimin seguía en el piso, no se había movido ni un ápice, pero tampoco había dejado de verlo.
—¿Qué haces aquí Kook? —le preguntó en voz baja, pero en un tono que no supo si era agitado por el baile o por algún otro motivo menos inocente.
—Te llamé y no respondiste, así que baje a buscarte Jiminshi.
—No mientas Jeon, sabes que tus llamadas siempre las respondo, no importa que esté haciendo, cuando veo tu nombre en la pantalla, dejo cualquier cosa por atender tu llamada.
El rubio se movió solo un poco se levantó un poco y apoyo el peso de su cuerpo sobre sus codos y el pelinegro trago saliva, en ese momento cualquier movimiento que hiciera su hyung lo hacía ver cómo un manjar dispuesto para su disfrute. Se acercó hasta él y se puso de rodillas antes de inclinarse hasta el rostro de Jimin.
—¿Qué haces bailando está canción? —le preguntó casi en un susurró.
Jimin se movió mucho más cerca de su rostro, antes de responder, podía sentir su tibio aliento demasiado cerca, peligrosamente cerca.
—Vi un baile en tik tok y quise intentarlo, ¿sabías qué army le armó una coreografía bastante sugerente? —le preguntó con fingida inocencia.
—Lo sabía, pero no pensé que realmente lo fuera, por lo menos hasta ahora —le respondió al mismo tiempo que movía una de sus manos hasta la cadera del rubio —te deberían de prohibir hacer ese tipo de bailes Minie.
—¿Ah sí? ¿Y por qué? —preguntó desafiante.
—Por qué tendrías que hacerte responsable de las reacciones que provocas —su tono de voz se escuchaba más grave de lo normal.
—Ni me molestaría hacerlo, aunque dependería de quién lo necesitará —Jimin sabía perfectamente lo que estaba haciendo, sus ojos brillaban reflejando la misma lujuria y deseo contenido que debían de tener los suyos.
—Entonces espero que no te arrepientas pequeño —fue lo último que dijo antes de jalar su cuerpo hasta el suyo y besar esos labios que tan loco lo volvían.
Nunca un beso le había parecido más perfecto que aquel, era todo dientes y lengua, pequeños jadeos ahogados se escuchaban a la par que el chasqueo de su saliva al mezclarse. Jungkook hubiera querido seguir probando esos dulces belfos, pero cuando el aire fue necesario, no le quedó de otra más que alejarse, no sin antes morder y jalar un poco el grueso labio inferior de su hyung.
Jimin sonrió antes de sacar su lengua y lamer lascivamente sus labios con la punta.
—No pensé que besaras tan bien Kook, pero un beso no me basta, ya no —habló con la voz jadeante.
—Ni a mi Jimin.
Con un fácil movimiento cargo al rubio y lo colocó a horcajadas sobre sus piernas, mientras sus manos sostenían su redondeado trasero y sus boca atacaba a su cuello, dejando besos y mordidas suaves. La música seguía soñando, parecía que la tenía en bucle, aunque su mente estaba concentrada en la labor que tenía por delante, sus entrenados oídos no podían dejar de escuchar la letra.
El rap de RM parecía guiar sus movimientos, las caderas de Jimin comenzaron a balancearse frotándose sobre su polla dolorida, mientras gemía suavemente.
—Ahh Kook, me encanta, tú me encantas, no sabes hace cuánto deseaba esto.
Sus palabras lo hicieron sonreír, y maldecir mentalmente, de haber sabido eso antes, hace mucho tiempo que habría disfrutado de tener a Jimin entre sus brazos.
—Me alegra, porque ya no podría detenerme aunque lo pidieras.
Sus manos ya se habían adentrado bajo su playera, tocando su tersa piel. Quería probarlo, recorrer con su boca cada centímetro de Park Jimin, llenarse de él de una vez por todas.
—Te... necesito Kook —jadeó Jimin y eso fue lo que necesito para terminar de perderse.
En un rápido movimiento se quitó su playera y Jimin quitó la suya, dejando ver sus rosados pezones, que no tardó de saborear, mordiendo y tirando de ellos, robándole gemidos de placer a su mayor, que arañaba su espalda en busca de consuelo. Sin despegar sus manos de su cuerpo, levantó un poco su cintura para poder bajar el pantalón de chándal que llevaba y abrirse paso con sus dedos en medio de esos nalgas que moría por marcar, tanto su apretado agujero con su dedo pulgar y un profundo jadeo se escapó de entre los gruesos labios de Jimin.
—¿Ya lo has hecho? —le pregunto celoso de pensar que alguien más ya hubiera probado de él.
—Con uno de verdad no —respondió Jimin, dejándole ver qué sería el primero.
—Pequeño pervertido —le dijo antes de volver a atacar su cuerpo con su boca.
—Cada que me toque y me di placer con el dildo que compré imaginaba que eras tú, cada uno de mis orgasmos ha tenido tu nombre Jungkook, así que no me puedes juzgar.
—Ahora quiero escuchar eso nene.
Cómo pudo Jimin desabrochó su pantalón sin dejar de besarlo, sacó su muy endurecida polla, masturbandolo, antes de frotar ambos miembros en un delicioso vaivén.
Jungkook metió tres de sus dedos a su boca y apretó su lengua haciéndolo salivar, antes de sacarlos y llevarlos directamente en medio de sus nalgas, tanteo un poco antes de ingresar un dígito, el rubio gimió un poco, sin dejar de moverse continuó frotando sus pollas, el pelinegro lo beso, relajando más su cuerpo mientras el dedo en su interior salía para volver a entrar está vez acompañado por un segundo dedo, el mayor se tenso un poco, pero se dejó hacer.
Pronto los tres dedos entraban y salían de su anillo de músculos, de forma rápida y continua, mientras se abrían para expandir su entrada, ninguno de los dos aguantaba más, la necesidad acumulada por mucho tiempo los tenían al borde.
Pronto Jimin elevó sus caderas y Jungkook alineó su miembro, tomó la pequeña cintura de su compañero y lo ayudó a var sobre su extensión, el rubio gemía gustoso, cuando por fin estuvo completamente enterrado, beso salvajemente al mayor esperando a que se adaptará.
—Te sientes tan bien Kook, me llenas tan rico. Muévete, déjame sentirte mejor.
No fue necesario que se lo pidiera dos veces con habilidad invirtió la posición, dejando a Jimin debajo suyo, y comenzó a moverse de afuera hacia adentro, mientras de fondo all night, se repetía una vez más, y él pensaba que así era como quería pasar lo que queda de la navidad, dentro de Jimin, escuchando sus gemidos y verlo deshecho entre el placer que le estaba dando, toda la noche haciendo el amor.
Las piernas de Jimin se sostenían de los fuertes hombros de Jungkook que lo penetraba con fuerza, su miembro golpeaba sobre su vientre por la fuerza de las penetraciones, sus gemidos se igualaban al coro de la canción, y agradecía que la habitación fuera insonorizada o sus compañeros sabrían lo que estaban haciendo.
—Aahhh... Kook ya... ya no aguanto me voy a venir.
—Hazlo bebé, correte para mí —pidio Jungkook sacando su polla casi por completo para después volver a meterla con fuerza golpeando directo en su punto dulce.
Jimin gimió fuerte al tiempo que su semen salía disparado hacia su abdomen. Jungkook se inclinó y sin dejar de embestir lamió los restos de su néctar.
—Sabes delicioso cariño —le dijo para volver a besarlo.
Un gemido ahogado y le hizo saber a Jimin que el orgasmo de su dongseng se acercaba, apretó su esfínter estrangulandolo y haciéndolo correrse de forma intensa, sintió su interior ser llenado por su tibio semen antes de que saliera de él y se derrumbara a su lado.
—Eso fue... —comenzó a decir el pelinegro, antes de ser interrumpido.
—¿Increíble? ¿Maravilloso? ¿Delicioso?
—Eso y mucho más bebé y como dice RM en estos momentos, vayamos a la habitación que ahí vamos a continuar toda la noche —dijo Jungkook poniéndose de pie y ayudando a Jimin a levantarse.
—¿Hablas en serio? ¿Que no se suponía que debíamos de pasar navidad juntos como la familia que somos?
—Que se jodan los demás, ya cenamos, jugamos y brindamos juntos, ahora la noche es nuestra, y no te mentía cuando te dije que te voy a hacer mío toda la noche Jiminshi, está va a ser una navidad que jamás olvidarás.
Y no mentía, cuatro años después en medio de una tranquila cena de navidad rodeados de muchos otros soldados en la base en que cumplían con su deber Jimin sonreía al recordar aquella noche en que gracias a All Night pido cumplir su más grande deseo de navidad.
Fin.
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Espero que les haya gustado está pequeña historia intento de navidad y erótico jajaja perdon por eso.
Nos leemos en la próxima...
FELIZ AÑO 2024.
PRIMER HISTORIA DEL AÑO.
BESITOS BELLEZAS LAS QUIERO.
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