¡Superpalabra!
Ikigai 生き甲斐 (Japonés).
Es aquello que le da significado y alegría a tu vida, la razón por la que te levantas cada mañana.

“𝕾i un pastel delicioso estás buscando, a la pastelería de Alexander debes ir sin retraso. No importa si debes cruzar montañas, mares o las más lindas ciudades, si el sentir de la alegranza es lo que buscas, en el sentimiento más profundo del bizcocho está esa linda sensación tan brusca”.

Por allá, en la villa, los pajaritos cantores no paran de cantar y las abejas lloronas no paran de lagrimear, y aquel ruiseñor tan familiar espera a Alexander en el viejo camino pintado con colores envejecidos, pero que hechizan con su nostalgia y besan con melancolía.

Con un montón de frascos con ingredientes en manos, Alexander llega cansado a su pastelería, pero con aquella chispa que le permitía seguir cocinando, porque, ¿cómo podría cansarse alguien de hacer algo que ama, para la gente que ama?

Tal vez no sea tan grande la intención o el propósito, pero si sus pasteles lo mantenían con esperanza y con un corazón de colores, se encargaría de transmitir esa misma esperanza a la gente que deguste sus ricos pasteles.

¡Caballeros con armaduras, princesas de tiaras del turquesa, arqueros con flechas mágicas e incluso la amabilidad en persona...! Cada uno de ellos terminan dejando sus modales y se chupan los dedos al terminar una buena tarta de un buen amigo como lo es Alexander.

Una tarde, un niño... ¡No! Un señorito, con zapatos bien limpios y corbata, corrió hacia la pastelería en busca del mejor dulce para llenar el vacío de un necesitado, o algo así. El ruiseñor que estaba posado en la ventana recuerda esto mucho mejor que yo, así que él les dirá.

Ahem, ahem, muy bien queridos amigos, esa tarde un joven demasiado joven transmitía desesperación. Una agonía totalmente inquietante. Alexander, preocupado, habló:

──¡Oh Santo cielo! ¡Ha pasado un tiempo desde que veo unos ojos tan vacíos como los tuyos! ¿Qué ha podido pasar para que tus ojos no brillen pequeño?

El niño dudoso contestó:

──Lo que sucede es que mi hermanito se ha puesto muy enfermo, ¡pero hoy es su cumpleaños! Pensé que usted podría ayudarme...

──¡No se hable más! Cuando se trata de postres no hay tiempo que perder.

──Eh, señor, no quiero molestarlo, puede tomarse todo el tiempo... ──Alexander no dejó terminar su oración.

──¡Tonterías! ──Alexander sacó su reloj de bolsillo y lo miró como si estuviese estresado por la hora── Cuando se trata de felicidad, el tiempo es preciado... ¡Y no me digas señor! Si conocieras el tiempo como lo conozco yo no estarías tan despreocupado.

Créanme, amigos, el amable Alexander podía ser muy impaciente, pues, si me permiten decirles, cuando las personas han perdido un tesoro que brillaba en tinieblas, se exaltan al ver situaciones parecidas.

En fin, en esos momentos, Alexander, con la ayuda del niño que se llamaba Theodore, prepararon un pastelillo de ángel y jengibre, para que protegiera a su hermanito, Arthur. Azúcar, harina, ¡siempre hay ingredientes de sobra cuando se trata de una emergencia!

Con el glaseado dibujaron la forma de un león en aquel pastelillo, y cuando el pobre Arthur lo probó, toda pena y ansía salieron de él de una forma tan rápida, que ni el mismo 𝑽𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒓ó𝒏 pudo alcanzar esos sentimientos.

Desde la esquina de la puerta, Alexander veía al pequeño abrazar a su hermano, una lágrima de alegría brotó de su ojo en forma de luz, al haber perdido a su hermana tiempo atrás, prometió salvar a todos con sus dulces pasteles, ¡el mismo me lo dijo cuando conversamos en el prado! Pero tal vez solo fueron sueños, porque suena irreal una medicina en forma de golosina.

¡Vamos a aprender!

Alegranza: De felicidad, gratitud, o un movimiento de ánimo repentino.

Ruiseñor: Es un tipo de ave migratoria que comúnmente se le ve en preciosos poemas y cuentos.

Turquesa: En este caso, no habla del color turquesa, habla de la piedra preciosa del color de su nombre.

¡Ahem, ahem!: Onomatopeya para carraspear.

Agonía: Un estado de angustia desesperante, que hace que la persona sienta que llega a su final, ¿si saben de lo que hablo?

Exaltación: Perder la calma, ¡un gran susto!

Nota de autora: Elegí el pastel de ángel porque metafóricamente un ángel puede salvar la enfermedad de Arthur y protegerlo con escudo de bronce, me parece muy dulce que haya un pastel con este nombre, irónicamente, una bebida típica de mi país se llama Morí Soñando, ¡y no veo a nadie mencionarlo!

En este cuento hubo una referencia a uno de mis escritores favoritos, Lewis Carroll, en específico a su cuento Alicia en el país de las Maravillas, pero no mencionaré en donde se encuentra este detalle.

¡Espero que hayan disfrutado de este cuento <3!