⋆˚࿔ Las Letras del Periódico 𝜗𝜚˚⋆
¡Superpalabra!
Sempiterno 'sempiterne' (Latín).
Que durará para siempre; que, habiendo
tenido un principio, no tendrá fin.
𝓣ras un mal día lleno de desgracias e insensatez, la pobre Lilith llega a su casa después de que la lluvia haya estropeado todo un día de relucientes ilusiones y expectativas. El tonto 𝑽𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒓ó𝒏 la obliga a entrar por la puerta con velocidad, haciendo que todas las hojas que traía en manos volaran como abejorros hacia dalias en el preciado vergel.
La chica de cabellos tan rubios como el citrino soltó un suspiro cansado, con pasos fuertes y ruidosos subió las escaleras a su segundo piso para que nadie la molestase, ¿pero como podrían molestarla? En esa casa lo único que quedaba era ella y su orgullo, pero el eco de una voz familiar la desconcertaba cada vez que llegaba.
Cuando se sentó en su cama, su gata de bello pelaje blanco la acompañó, como hacía de costumbre, pues, si la gata fuera una persona, sería su fiel compañera, o su amiga, o incluso una madre.
Al mirar su reflejo en el espejo roto, se dio cuenta de algo, se dio cuenta de que seguía ahí, tantos recuerdos, tantas memorias, de las que solo había una evidencia, la prueba era ella misma.
Las telarañas del tejado hacían que su dormitorio fuera perdiendo el encanto lentamente, el piso sin barrer, las cortinas rotas, su hogar cada vez se alejaba más a su verdadero hogar, y no hablo de paredes y escalones, hablo de ese hogar, en el que te reciben con los brazos abiertos, y con solo una sonrisa te das cuenta de que todo ha valido la pena.
Sus vecinos, o tal vez amigos, o tal vez hormigas, se afligían y sentían pena, pero solo hasta ahí.
Sin muchos ánimos tomó su periódico, como lo había hecho su príncipe alguna vez. Era confuso, las letras se movían solas, hablaban a través del llanto de las noticias, susurraban en medio de las fotografías, todo a blanco y negro. Las palabras, las oraciones, todas decían lo mismo, así que con enfado Lilith cerró el periódico de golpe, pero las letras saltaron de entre las páginas, se arrastraron por el suelo y algunas llegaron hasta la boca de la joven, para que soltara todo lo que siempre quiso decir.
Aquellas vocales brincaban hasta llegar a la pared, a, e, o, u, pero la i no quiso ir. Las consonantes llegaron hasta los cajones, p, d, s, l, r; buscaron y buscaron hasta encontrar lo que hacía falta. Con la fuerza de las palabras le llevaron un pañuelo a Lilith y se pusieron todas en fila, entonces cuando leyó lo que las letras le decían, bajó su rostro con remordimiento e incredulidad. Los signos de exclamación le llevaron galletas de chocolate y Lilith no pudo soportarlo más, las letras insistían demasiado, y al verlas bien ella podría ver lo que querían decirle: «Puedes Llorar»... Faltaba algo... «¡Puedes llorar!» Así se ve mucho mejor.
¡Pero qué amables que son las vocales y las letras! Diciendo palabras al azar y regalando cuentos llenos de cariño, gracias a ellas siempre hay un verso que leer, no importa si es triste o feliz, porque todos saben cuál les hará sentir mejor.
Así es como las letras estuvieron con Lilith todo el día, todos los meses, todos los años, y aun así, el padre de Lilith no llegó.
Para ustedes esto es solo un cuento, pero para Lilith, esta es la dura realidad, de ser el único personaje con un final no muy feliz de una recopilación de cuentos, que lo que quieren es hacerte reír. Ser ese personaje que está condenado a enseñarle al lector como a veces pueden ser las cosas, y que siempre se quedará atrapado con una moraleja en la garganta.
¡Vamos a aprender!
Insensatez: Que carece de juicio, prudencia, sentido común.
Vergel: Huerto con variedad de flores y árboles frutales.
Citrino: Piedra preciosa de color amarillo, conocida como "La piedra de la Abundancia".
Desconcertado: (Persona) que se siente confundida o sorprendida.
Remordimiento: Es el pesar interno que queda después de realizar lo que se considera una mala acción.
Incredulidad: Desconfianza, sospecha.
Nota de la autora: Me gusta más como se ve el nombre Lilith con una doble ele, 'Lillith' pero aparentemente es más común verlo de la primera forma. Pobre Lil, tal vez no se entienda mucho la situación de la joven, y de hecho esa es la idea, pues, cuando alguien se siente mal es imposible comprender del todo sus sentimientos, por más que nos esforcemos.
Espero que este cuento no caiga en 'disparatado' por no tener un mensaje claro :( pero realmente me ha gustado como quedó, se vuelve agotador escribir finales felices todo el tiempo.
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