Los dos pequeños entraron a la escuela. La madre de Yoshinori había hablado con los profesores para dejar que el de cabellos castaños se ausentara la primera clase.

Así que, Mashiho y Yoshinori, pasarían la mañana juntos para que el mayor le enseñara la escuela a su amigo.

Caminaban con pasitos lentitos por los pasillos mientras Yoshinori le mostraba al de cabellos oscuros los múltiples dibujos que estaban en las paredes. Los padres de Mashiho estaban hablando con el director para ver la posibilidad de que su hijo se integrara en el segundo semestre.

Cuando tocaron el timbre para recreo, Mashiho vio como todos los niños salían corriendo al patio, y se sintió incómodo entre tanta gente.

Yoshinori lo notó y lo llevó a la cafetería, que solía estar vacía en aquel momento.

—¿Estás bien, Mashiho?

—Sip, me gusta la escuela.

—¿En serio? ¡Eso es muy bueno! Si vienes, podríamos estar juntos todo el día, todos los días.

Otros niños llegaron a la mesa donde estaban sentados, eran amigos de Yoshinori. Hyun Suk y Jun Kyu se sentaron en los puestos libres.

—¿Quién es él?— un curioso Hyun Suk apuntó al de cabellos oscuros que observaba la situación con los ojitos muy abiertos.

—Es Mashi, es un nuevo amigo.

Jun Kyu estiró su manita para intentar saludar a Mashiho, pero él se apartó.

Jun Kyu hizo un mohín triste con los labios.

—Parece que no quiere ser nuestro amigo.

—Si quiere, es sólo que no le gusta que sean muy cariñosos con él. No le gusta tocar a la gente— lo último había sonado algo inseguro, pero los otros niños habían entendido y asintieron.

—Bueno, entonces todos seremos amigos de Mashi.

Los tres niños le sonreían al de cabellos oscuros y él se sintió, por primera vez, a gusto con otros.