*Breve historia sobre la vida de Jungkook *

A los ocho años de edad atravesó por la etapa más dura de su vida, al menos para él así era, el matrimonio de sus padres estaba pasando por un muy mal momento, solo se gritaban y peleaban hasta de golpes sin importar que él estuviera presente.

Evadian los problemas, no los hablaban, su madre sólo se iba de la casa y no volvía hasta después de dos, tres días como si nada. Aparentando que nada pasó, se arreglaba con su papá y así duraban una semana más tranquilos.

A los nueve años su madre les confesó que ella tenía otra relación, le era infiel a su papá como por tres años seguidos y un día terminó marchandose completamente de casa. Después les llegó una carta de ella diciendo que estaba bien que se había ido a vivir a Europa con su otra pareja y que ya no iba a volver, que firmaría los papeles de divorcio y hasta ahí sabrían de ella.

Supo que tuvo como dos hijos que vendrían siendo sus medios hermanos pero que quizás nunca los conocería. En la escuela sus compañeros lo molestaban tanto con el tema de que nadie lo quería, que su mamá lo había abandonado por que lo odiaba, porque no era un buen niño y que nunca nadie jamás lo iba a querer.

Llegando al instituto las burlas continuaron, pero su papá había conocido a un chico de su edad (treinta y algo) y estaban intentando algo, se lo presentó buscando su aprobación. Y Jungkook no se pudo sentir mejor con la nueva pareja de su papá a diferencia de su mamá.

Despues de dos años se casaron, algo que no le tomó de sorpresa porque aparte de que su padre era bisexual abiertamente, los planes de la vida siempre lo incluían a él. Sintió que por fin tenía un hogar y una familia a quien apoyarse cuando lo necesitaba.

Rechazaba a todas las niñas que llegaban a confesarse porque por más que también fuera bisexual, tenía ese miedo de que quizás todas las mujeres fueran iguales. Han de pensar que tal vez tenga una mente muy cerrada pero, si la mayoría de su vida ha creído eso y ha sido constantemente amenazado con ese tema,¿Qué más podía pensar?.

Nunca se enamoró de verdad, hasta que en quinto año del instituto vio pasar a un lindo castaño cerca de su salón, llevaba una boina roja que llamaba la atención, al menos para él, desde ahí supo de la existencia del amor en su ser. Se enamoró tan perdidamente de él que hizo lo posible por ganarse un lugarcito en su corazón.

Y así lo logró, le costó bastante, Taehyung nunca lo hizo sentir menos, ni tampoco fuera de lugar. Él lo entendía perfectamente, sabía toda la historia contada anteriormente y aún así se había quedado a su lado.

Ahora están felices viviendo su amor, Taehyung se lleva muy bien con sus dos padres que hasta puede decir que es consentido de MinSuk (su padre de sangre) y alcahuete de JiSung (la pareja de su papá).

La madre de Taehyung por fin había dejado que fueran a pasar la tarde en la casa del pelinegro, por eso es que se encontraban haciéndole una pequeña maleta con algunas prendas del menor.

Jungkook rebuscaba en el closet de su pareja, elijiendo así la ropa para este. Sacó una linda camisa color celeste y sonrió recordando...

—Oye pero que camisa mas bonita— se la mostró a Tae que estaba sentado en la cama mirándolo. También sonrió.

Esa camiseta Jungkook se la había regalado para el primer mes de relación, junto con un arreglo de flores y chocolates.

—Muy, muy bonita— asintió de acuerdo.

Jeon se la lanzó para que la guardara.

—¿Ya está todo?

—Así es, vamos— se bajó de la cama en busca de sus tenis favoritos. Pero Jungkook lo detuvo, tomándolo por la cintura para poder besarlo. Taehyung retrocedió dos pasos mostrándose en desacuerdo. —Hey, alto ahí velocista.

—¿No me vas a besar?— preguntó el pelinegro.

—No, no hay beso hasta que estemos en tu casa.

Jungkook se acercó y lo volvió a tomar por la cintura atrayendolo hacía su espacio personal.

—¿Ah si?— lo miró, susurrandole encima de la boca ajena.

Tae tragó grueso y se dejó caer en la tentación. Lo besó.

Esos "pequeños besos" continuaron si quiera hasta el medio día donde, después de un rapidin decidieron que por fin era hora de marcharse a la casa del mayor.

~Heidy